La palabra ética viene etimológicamente de ēthikós (ἠθικός), que en griego antiguo -a donde se remonta el surgimiento de la ética- significa relativa al carácter de uno. La ética define, entonces, lo bueno y lo malo relativo al carácter o al comportamiento de los individuos, en tanto individuos y en tanto seres sociales. Es un sistema de valores morales, de comportamientos correctos e incorrectos, pero con muchas complejidades y discusiones en constante reformulación.
La ética es un desprendimiento de la filosofía -también llamada filosofía moral– que se dedica a estudiar el bien y el mal y cómo se relacionan con las formas de comportarse que adoptan los seres humanos. Por otro lado, también es un conglomerado de normas sociales, como una especie de código de conductas, que rigen el comportamiento humano, o lo valoran, dentro de una vida social o comunitaria. Actualmente, la ética está dividida en tres ramas, según su elemento de estudio.
- Metaética: Es la rama que estudia elementos metafísicos relativos a la moralidad, preguntándose respecto de si la existencia de los valores de carácter moral depende o no de los humanos, y su relatividad, absolutismo o convencionalismo. También estudia los conceptos éticos, de dónde vienen y qué significan. Es un discurso que se ocupa del discurso moral.
- Ética normativa: Es la rama que busca determinar los criterios que permiten establecer qué acciones son correctas y cuáles no, y también busca argumentar los motivos para la adopción de normas.
- Ética aplicada: Es la rama que estudia los casos prácticos que relacionan a la teoría ética con cuestiones morales concretas y casos controvertidos. Discute tópicos como la pena de muerte, el aborto, el uso de drogas, la eutanasia y el consumo de carne animal, entre otros.
Índice de temas
Origen de la ética.
Se considera que el padre de la ética fue Sócrates, ya que los pensamientos del filósofo estuvieron siempre orientados a la comprensión del bien. Tal es el caso de Platón, que a esa búsqueda sumó las nociones de verdad y república, y para quien el bien y la verdad son la más suprema aspiración, proponiendo además la búsqueda de la virtud como una búsqueda que le pertenece intrínsecamente al alma. De todas formas, fue Aristóteles quien fundó la ética, proponiendo una sistematización de la misma, una organización de las normas y una estrecha relación entre los elementos teóricos y prácticos. Para él, la ética es una operación puramente racional, utilizada con fines prácticos, en una búsqueda de la felicidad.
Ética y moral: relaciones, similitudes y diferencias.
Los conceptos de ética y moral están tan intrínsecamente unidos que, muchas veces, en su uso popular son establecidos como sinónimos. Concretamente, podemos diferenciarlos recordando que la ética es, en sí misma, un desprendimiento de la filosofía que se dedica al estudio de la moral. Con estudio nos referimos a esto, justamente: la estudia, no la inventa. Sí se dedica a investigar lo necesario para poder determinar si esas acciones de carácter moral, que son las que la convocan, son malas o buenas, para poder juzgarlas y trazar un camino de valores en la conducta de los seres humanos. En el desarrollo de la ética, que ha sido históricamente muy variado, podemos establecer un sinfín de maneras de entender la ética y sus distintas propuestas morales. Esto nos sugiere que, en función de la búsqueda de orientar la vida humana hacia el bien, la ética y la moral no son lo mismo pero sí son aliadas que se alimentan la una de la otra: la ética propone valores morales, pero también los analiza, y la moral se vale de la ética y de sus estudios para definirse y volverse código de conductas. Podemos decir que la ética propone las herramientas de estudio para establecer esos códigos morales que luego rigen en la sociedad como normas de conductas, costumbres (la raíz etimológica de moral es moralis: costumbre) y otros.
Valores éticos.
Los valores éticos son conceptos que resultan útiles como códigos de comportamiento para las personas o las sociedades u organizaciones. Estamos hablando de las nociones de lo que se debe ser, o de los ideales de comportamiento, además de lo que es socialmente aceptado y valorado. Por todo esto, los valores éticos son versátiles y finitos, ya que cambian según se modifica la sociedad que se rige por ellos.
Estos valores suponen una herramienta fundamental de las sociedades: la de establecer y clarificar las reglas. Hay conjuntos de valores éticos que son más bien generales, pero hay otros específicos que se relacionan y moldean las formas de ciertos sectores que se valen de ellos, como en los casos de ética aplicada en profesiones específicas, por ejemplo la ética profesional (variable según esas profesiones).
Los valores éticos toman la forma de conceptos que tenemos más bien internalizados, como por ejemplo la libertad, la responsabilidad, la lealtad o la justicia, entre otros. Todos estos tienen en común la adopción por parte de la sociedad, que se compromete con ellos, adaptándose a diversos métodos que les resultan funcionales para cumplirlos. Los valores pueden ser respetados, pero también pueden ser violados, social o individualmente. Esto no supone en sí mismo un castigo por parte de la ética, pero sí las sociedades muchas veces castigan a los individuos basados en el rompimiento de ese código de ética vigente.
La regla de oro de la ética.
Regla de oro se denomina al principio moral general, que es el dicho que propone tratar a los demás en la forma en que quisieras que te traten o, en su concepción negativa (que es la que está ampliamente extendida, popularmente, como un dicho) no le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hagan. Lo que hace este principio no es proponer valores morales o éticos en elementos puntuales, sino postular una forma de relacionarse con otras personas, basándose en un principio de no-agresión, e incorporando las nociones básicas del sentido común. Porque sí, puede parecer una obviedad este concepto, pero alguien trabajó para proponer esta regla.
La incorporación del oro en el nombre de la regla tiene que ver con el lugar que posee el oro en relación con otros metales: es el más valioso. Podemos decir que es entonces considerada la regla más importante, incorporada en diversos órdenes religiosos, pensamientos filosóficos y manifestaciones culturales. También es una regla que se remonta tanto al pasado como al presente, no perdiendo vigencia y posicionándose como un punto de partida para reflexionar las teorías y los procesos históricos que llevaron a lo que hoy conocemos como derechos humanos universales. Según el filósofo griego Epicuro, la regla de oro es entendida como una ética de la reciprocidad, que suprime el daño y promueve la felicidad de todas las personas.
La regla de oro también puede pensarse desde el Evangelio según Marcos, donde Jesús propone la máxima que seguimos conociendo y repitiendo hoy en día: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».
Conceptos de ética.
Algunos conceptos son necesarios para comprender los alcances e implicaciones de la ética:
- Libre albedrío: Propone que las personas tienen libertad de elección para tomar decisiones. En ética, significa que las personas son responsables de sus actos.
- Virtud: La virtud de una persona es la relación entre sus actos con algunos ideales éticos como el bien o la justicia, entre otros. Su gran opuesto es el vicio.
- Responsabilidad: Está en la conciencia de cada individuo, se trata de tener la virtud de decidir correctamente, pero también de asumir las posibles consecuencias que susciten.
Citar este artículo
Krause, G. (18 de noviembre de 2021). Definición de ética. Sus ramas, sus orígenes, sus valores y conceptos. Definicion.com. https://definicion.com/etica/