El dogmatismo es una postura radical frente al conocimiento, basada en un dogma que se presume absoluto e incuestionable, cuyas ideas y valores se consideran una «verdad absoluta». Según el dogmatismo, su doctrina, credo o religión es la única que debe considerarse verdadera, universal e innegable. Así, el pensamiento dogmático se basa en un fundamentalismo radical de sus posturas, ya que no admite ningún tipo de crítica o cuestionamiento acerca de las mismas. Los postulados e ideas dogmáticas no presentan una evidencia racional o empírica, sino que son establecidos mediante la fe, la convicción o, en los casos más extremos, la imposición, la coerción o la violencia.

En todos los casos, el pensamiento dogmático se caracteriza por mostrar una inflexibilidad y rigidez respecto de sus ideas y principios. Por esta razón, no debe confundirse con una «postura filosófica», ya que el dogmatismo niega la posibilidad del pensamiento crítico acerca de sus ideas, las cuales son establecidas como «verdades incuestionables». De manera que, las ideas dogmáticas se caracterizan por presentar un alto grado de radicalismo y fanatismo, ya que no son establecidas mediante razones lógicas o demostración empírica, sino por tradición o ideología. La diferencia entre las ideas y la ideología radica en que, mientras las ideas son abiertas y pueden ser cuestionadas desde distintos puntos de vista, las ideologías se postulan como sistemas de creencias completos y cerrados, que no aceptan cuestionamientos a sus preceptos y valores fundamentales.

De manera que, el concepto de dogmatismo no se explica tanto por su contenido o ideario particular, sino por la forma en la que se postulan tales ideas y contenidos. La manera dogmática de concebir y postular el conocimiento es afirmativa, categórica e incuestionable, negando así toda apertura al debate y cuestionamiento de sus conceptos. Dogmatismo, entonces, más que un sistema de pensamiento particular, podemos entenderlo como una actitud de rechazo frente al pensamiento. Así, la actitud dogmática puede darse en ámbitos y contextos muy diversos.

Existen distintos tipos de dogmatismo: el dogmatismo religioso se basa en una religión cuyo dogma se postula como un credo directamente revelado por Dios, y su palabra se considera sagrada e incuestionable; el dogmatismo político consiste en un sistema de preceptos y valores cuyas consignas acerca del gobierno, el Estado y la sociedad se presumen fundamentales e intransigentes; el dogmatismo moral consiste en un código de valores y normas que se establecen como leyes morales absolutas e inquebrantables; el dogmatismo filosófico consiste en un conjunto de ideas sobre el mundo y la realidad que se postulan como necesariamente verdaderas y absolutas; se llama dogmatismo científico a aquellas posturas que llevan al extremo la ideología del cientificismo y se vuelven dogmáticas y absolutistas.

El autoritarismo y el absolutismo son formas extremas que puede tomar el dogmatismo para ejercer y establecer su poder sobre el resto de las posturas. Generalmente, las doctrinas dogmatistas se establecen a través de métodos como el adoctrinamiento, la obediencia o la tradición, mediante los cuales se busca lograr un aferramiento ciego a los preceptos del dogma, cuyos adeptos deben asumir sin cuestionar.

Dogmático
Una persona dogmática es aquella que considera que sus propias ideas y conceptos son verdaderos, absolutos e innegables

Características principales del dogmatismo.

En todas sus formas, el dogmatismo presenta un conjunto de características esenciales que definen, de manera general, la estructura del pensamiento dogmático. A continuación, presentamos una breve lista de sus aspectos fundamentales:

  • Absolutismo: Las ideas del dogmatismo se basan en una postura absolutista, según la cual los preceptos del dogma tienen carácter y presunción de «verdades absolutas y universales». Los principios del dogmatismo son categóricos, omnímodos e innegables, su rango de alcance es total, y afecta en todos los aspectos de la realidad. El dogma establece la supremacía de su doctrina por encima de cualquier otra forma de pensamiento.
  • Intransigencia e intolerancia: El dogmatismo se postula como «única doctrina verdadera» y no reconoce ni acepta las ideas, conceptos o valores que sean distintos a su dogma. Desde el dogmatismo, las demás posturas quedan radicalmente descartadas y rechazadas por completo. A raíz de su intransigencia, el dogmatismo no tolera la existencia de posiciones distintas a su dogma, por lo que degenera en un extremo de conductas que pueden derivar en la intolerancia y la discriminación, las cuales pueden terminar atentando contra la integridad de las personas.
  • Conservadurismo y tradicionalismo: Los dogmas son sistemas de creencias rígidos y estáticos, así como se han establecido «desde el principio de los tiempos» es cómo deben conservarse y mantenerse sus dictámenes. Nada puede ser cambiado o transformado, el dogma se sostiene sobre un tradición que conserva los valores fundamentales sin ser alterados a través del tiempo. El pensamiento dogmático tiende a posturas cada vez más rígidas conforme el nivel de tradicionalismo y conservadurismo de sus doctrinas y preceptos, ya que la inmutabilidad de sus principios debe conservarse íntegramente.
  • Ortodoxia: El dogma se establece como una doctrina ortodoxa, la cual es aceptada por todos los adeptos sin cuestionamiento. Existe un consenso absoluto y una homogeneidad establecida por la ortodoxia dogmática que da uniformidad a todas las creencias y preceptos dogmáticos. Así, el dogmatismo ortodoxo no acepta variaciones, cambios ni versiones de su doctrina.
  • Radicalismo y extremismo: Una tendencia común en la mayoría de los dogmatismos reside en el nivel de extremismo con el que postulan sus ideas. Los principios del dogma son radicales e interfieren en todos los ámbitos y aspectos de la vida. El radicalismo de sus principios lleva al dogmatismo a construir comunidades basadas en el sectarismo, el exclusivismo y la exclusión como sociedades cerradas y excluyentes.
  • Jerarquía y subordinación: La estructura de las sociedades o comunidades dogmáticas no es igualitaria y equitativa, sino que se establece mediante una jerarquía de poder, con una cadena de mando marcada por la subordinación hacia autoridades cuyo poder e influencia es avalado por el dogma.
Dogmatización
La dogmatización se establece a partir de un culto basado en el adoctrinamiento y la subordinación de las personas a los preceptos y autoridades del dogma

Breve historia del dogmatismo.

La palabra «dogma» deriva del griego δόγμα (dógma) y significa «opinión» o «creencia», término que, a su vez, proviene de δοκέω (dokeo) que significa «suponer», «pensar» o «imaginar». A partir del siglo I d. C., los antiguos comenzaron a utilizar el término dogma para referirse a un conjunto de normas, leyes u órdenes «impuestas por otros», o provenientes «desde el exterior».

Dogmatismo en la filosofía antigua.

Desde los orígenes de la filosofía griega (s. V a. C.), el problema del dogmatismo en el pensamiento y la cultura fue uno de los tópicos centrales y más controvertidos entre los debates filosóficos acerca del conocimiento, la verdad y la universalidad de las creencias y opiniones. La discusión acerca de la posibilidad de un «conocimiento verdadero» y «objetivo» de la realidad, se presentó en las disputas entre Platón, quien afirmaba la posibilidad del conocimiento humano de alcanzar la «verdad», y los sofistas, quienes negaban radicalmente esta posibilidad y postulaban un relativismo del conocimiento y la realidad. Sin embargo, el problema de fondo no era la afirmación positiva o negativa del conocimiento, sino, más bien, la forma en la que se piensa y establece tal posibilidad (o su negación). Platón, postuló a la filosofía como forma de conocimiento positivo, capaz de conducir a la «verdad», pero fue crítico con su propio pensamiento y se dedicó, a través de sus diálogos, a mostrar las dificultades filosóficas de tal afirmación. Por otro lado, los sofistas, en su gran mayoría, postulaban categóricamente su relativismo y escepticismo, muchas veces de manera heurística y retórica.

Siglos después, el filósofo escéptico Sexto Empírico (s. II d. C.) utilizó el término dogmático (δογματικός) para referirse a aquellas posturas no escépticas, basadas en el concepto de «verdad» y «conocimiento verdadero» como fuente de su filosofía, entre las cuales señaló al platonismo y el aristotelismo, calificándolas de «filosofías dogmáticas», por afirmar positivamente la posibilidad del «conocimiento». Contrario a los filósofos «dogmáticos», Sexto Empírico postuló el escepticismo como negación a la posibilidad de conocer y establecer la «verdad» y el «conocimiento» de forma absoluta. Así, se dedicó a desarrollar un método escéptico orientado a refutar toda afirmación positiva del «saber» y la «verdad». El escepticismo, muchos siglos más tarde, se convertiría en una gran influencia para el desarrollo del pensamiento científico y el pensamiento crítico como formas no dogmáticas de pensar el conocimiento.

En la antigüedad, el pensamiento dogmático fue cuestionado desde la filosofía, el escepticismo y el relativismo

Dogmatismo medieval.

Posteriormente, el término «dogma» continuó empleándose a lo largo de historia de la cultura occidental, cuya máxima expresión se dio a partir del surgimiento del cristianismo, sobre todo, con el advenimiento de la Iglesia Católica que estableció el dogma cristiano como la religión universal del pueblo europeo. En esta etapa, el dogmatismo católico se conformó como una religión incuestionable, cuyo poder e influencia sobre la sociedad y la cultura era total. La figura del Papa, fue considerada una autoridad divina, «representante de Dios en la Tierra», por lo que su veredicto era absoluto e incuestionable. De la misma manera, los reyes absolutistas europeos se basaron en el dogma religioso para establecer su poder absoluto bajo un fundamento divino e innegable.

El dogmatismo filosófico tuvo su auge en la filosofía medieval con los padres fundadores del pensamiento cristiano como San Agustín, quién postuló los principios filosóficos y metafísicos fundamentales de la filosofía cristiana. Luego, Santo Tomás de Aquino se encargó de establecer la doctrina filosófica del cristianismo católico, adoptando las ideas del aristotelismo al dogma religioso del catolicismo. De manera que, la filosofía medieval se caracterizó por un intento, muchas veces forzado, de fusionar la tradición filosófica con el dogma cristiano.

Luego, con el surgimiento del humanismo y el Renacimiento, el dogmatismo católico comenzó a perder su poder absoluto sobre la cultura y la sociedad europea. El cisma de la Iglesia Católica con el advenimiento del protestantismo como nuevo dogma cristiano debilitó las bases del dogma católico ortodoxo. Posteriormente, a partir de las ideas de la Modernidad, la Ilustración y la revolución científica, el dogma religioso fue profundamente cuestionado, desarrollando fuertes críticas al dogmatismo y al pensamiento dogmático en sí, principalmente desde la filosofía y el pensamiento científico. Filósofos como Immanuel Kant o científicos como Galileo Galilei establecieron una crítica total al dogmatismo del conocimiento.

Catolicismo
El dogmatismo de la Iglesia Católica fue uno de los más poderosos e influyentes de la historia de Occidente

Tipos de dogmatismo.

El dogmatismo es una tendencia que se expresa en múltiples formas. A continuación, expondremos los diversos tipos y ámbitos en donde se manifiesta el pensamiento dogmático:

  • Dogmatismo religioso: Es la expresión más antigua y expandida del dogmatismo en todo el mundo. La mayoría de las religiones, sobre todo las más ortodoxas, se establecen sobre un dogma como núcleo central de su sistema de creencias. El dogmatismo religioso considera a su doctrina como una «verdad absoluta revelada por Dios», la cual se acepta con fe ciega, devoción, fervor y fidelidad. Existen múltiples religiones y dogmas religiosos en todo el mundo, que se diferencian de muchas formas en sus preceptos y contenidos, pero tienen en común el hecho de ser dogmáticos en sus posturas. El catolicismo, el judaísmo, el islamismo, el budismo y el hinduismo, son expresiones representativas de religiones dogmáticas. A nivel político, el dogmatismo religioso postula una teocracia, según la cual, el dominio y gobierno de la humanidad y del mundo le corresponde a la religión, cuyo poder debe ser expandido hacia todas las áreas de la sociedad. El pensamiento teocrático busca establecer el dogma religioso como forma de poder en todo el mundo.
  • Dogmatismo político: Consiste en establecer un dogma político cuyas ideas y preceptos acerca del Estado, el gobierno y la sociedad se presumen absolutamente verdaderos, y a los que se le rinde una lealtad partidaria y militante del modelo político dogmático. El partidismo, el nacionalismo, el elitismo, el despotismo y la tiranía, el absolutismo y el totalitarismo son formas de dogmatismo político. El jingoísmo es una expresión extrema del nacionalismo, la cual se basa en un imperialismo que avala la agresión violenta y el ataque bélico a otras naciones. Este modelo basado en el militarismo nacionalista fue empleado por los imperios, dictaduras y tiranías más sangrientas y violentas de la historia, como el caso del nazismo y el fascismo, durante la Segunda Guerra Mundial, o el capitalismo norteamericano y el comunismo soviético durante la Guerra Fría.
  • Dogmatismo moral: Consiste en un conjunto de normas, preceptos y leyes morales que se postulan absolutas e inquebrantables. El dogmatismo moral supone un concepto absolutamente verdadero de lo que es el «bien» y el «mal», y el «correcto» o incorrecto» comportamiento de las personas. De manera que, el moralismo dogmático es intransigente respecto del resto de las ideas y valores morales, distintos a su código dogmático.
El militarismo, el autoritarismo y el totalitarismo son las formas más extremas y peligrosas que puede tomar el dogmatismo a nivel político
  • Dogmatismo filosófico: Se habla de dogmatismo filosófico cuando se postula un conjunto de ideas acerca del mundo, la realidad y el pensamiento, las cuales se presumen verdaderas y absolutas de por sí. En sí misma, la filosofía no es dogmática, ya que se permite dar lugar a la duda, crítica y cuestionamiento constante de sus conceptos e ideas. Sin embargo, es cierto que muchas corrientes y doctrinas filosóficas pueden endurecerse lo suficiente como para convertirse en dogmas. En este caso, ya no deberían ser llamados estrictamente «filosóficos». No obstante, la expresión se utiliza para aquellos casos en los que se postulan ideas filosóficas y metafísicas de forma absoluta y acrítica, como un pensamiento único e irrefutable. Casos extremos de idealismo, realismo, esencialismo, nihilismo o pragmatismo pueden convertirse en doctrinas dogmáticas.
  • Dogmatismo científico: Se habla de dogmatismo científico cuando se postulan ideas o modelos del universo, la naturaleza y la realidad física como un sistema corroborado y probado por «la ciencia» y, por ende, decretados como verdaderos e incuestionables. Sin embargo, el pensamiento científico, en sí mismo, no es dogmático, sino la ideología de la ciencia. En este sentido, puede utilizarse ideológicamente al conocimiento científico como un criterio de verdad absoluto, para afirmar postulados con categorismo y rigor extremo. El positivismo, por ejemplo, fue una corriente ideológica del siglo XX que postuló al método científico, la ciencia y las leyes físicas como el único modelo de conocimiento válido y verdadero. De esta manera, el positivismo fue una ideología dogmática cientificista.
Censura
El dogmatismo, en todas sus formas, se caracteriza por la censura de las ideas distintas o contrarias al dogma

Dogmatismo vs pensamiento crítico.

El pensamiento crítico surge a partir de la filosofía, y es otro nombre para hablar del pensamiento filosófico, el cual consiste en una actitud crítica e interrogativa acerca de las propias ideas, conceptos y prejuicios, y de cómo definimos y fundamos nuestras creencias. El pensamiento crítico-filosófico se pregunta cuál es el fundamento de las ideas y, sobre todo, si es válida esa fundamentación. En pocas palabras, pensar filosóficamente significa cuestionarse a uno mismo en las raíces propias de sus ideas. De manera que, el pensamiento crítico o filosófico se permite dudar sobre las ideas y fundamentos de su propio sistema de creencias, y por ende, del resto de opiniones e ideas acerca del mundo y la realidad. Por el contrario, el pensamiento dogmático se postula como una posición intransigente, sus ideas y postulados no pueden ser cuestionados y deben aceptarse sin lugar a crítica o mínima duda. Razón por la cual, conceptualmente, la filosofía y el pensamiento crítico se posicionan en las antípodas del dogmatismo.

No obstante, en este sentido, es importante realizar la siguiente desambiguación: existe la expresión «dogmatismo filosófico» para referirse a un sistema de ideas filosóficas cuyo contenido se postula absoluto y necesariamente verdadero. Si bien, esto es posible, y existen muchos ejemplos de doctrinas filosóficas que construyen sus propios dogmas a partir de postulados absolutos, es importante destacar que la definición esencial de «filosofía» y de «pensamiento crítico» se caracteriza por su apertura hacia la duda, la interrogación y la revisión de sus conceptos, actitud que es anti-dogmática en sí misma. Por el contrario, el dogmatismo es una tendencia acrítica, la cual surge de una actitud de rechazo frente a toda posible interrogación y debate respecto de sus propias ideas.

Pensamiento crítico
La filosofía y el pensamiento crítico surgen de una actitud interrogativa respecto de las ideas, creencias y pensamientos

Sesgos comunes del pensamiento dogmático.

La expresión «pensamiento dogmático» es un tanto ambigua, ya que el dogmatismo o la postura dogmática en sí misma no se permite «pensar», en el sentido de reflexionar críticamente sobre las ideas y fundamentos, sino que se basa en un conjunto de axiomas y principios decretados a priori, sin fundamentación ni demostración alguna. De manera que, para sostener sus ideas, el «pensamiento dogmático» no se establece mediante razones, sino a partir de un conjunto de sesgos que dan como resultado una postura rígida e intransigente:

  • Rechazo de lo distinto: Para el dogmatismo, toda postura distinta al dogma es radicalmente rechazada y cuestionada de forma categórica y determinante.
  • Rechazo al debate: La negativa a espacios de debate y diálogo en los cuales se permita cuestionar y fundamentar racionalmente las ideas, hace que el «pensamiento dogmático» se establezca desde la terquedad, la obstinación y la cerrazón, imposibilitando el diálogo que pueda enriquecer el intercambio de ideas.
  • limitación y censura del pensamiento: El inmovilismo de las posturas dogmáticas, sumada a la rigidez de sus ideas, puede dar como resultado un alto grado de estrechez mental, que se genera a partir de un control y una fuerte limitación del libre pensamiento. La censura y la opresión ideológica del dogmatismo entorpecen e imposibilitan la clara comprensión y comunicación de las ideas. Es por esta razón, que todo dogmatismo deviene en una postura autoritaria y, finalmente, degenera en violencia.
El dogmatismo deviene en una actitud de censura y adoctrinamiento como forma de control mental

Efectos del dogmatismo en la sociedad.

Los efectos del dogmatismo en la sociedad son amplios y muy diversos. Históricamente, las sociedades de todo el mundo han sido atravesadas por los dogmas y el pensamiento dogmático, cuya influencia sobre la cultura, la política y la vida cotidiana fue muy poderosa y, en muchos casos, limitante para el desarrollo libre de la sociedad y la cultura. Toda forma de dogmatismo, al ser cerrada y absolutista, no tolera la existencia de posturas divergentes o distintas a su propio dogma, lo cual puede derivar en múltiples formas de violencia como la discriminación y la xenofobia, el racismo, el sexismo, la persecución, la opresión, el sometimiento y la restricción de libertades. Cuando una postura dogmática se expande lo suficiente como para ejercer una poderosa influencia en la sociedad, surgen formas políticas y sociales como el autoritarismo y el totalitarismo, cuyo daño a los derechos de las personas son una prueba histórica.

Los modelos autoritarios atentan contra la libertad y la integridad de los pueblos y retrasan el desarrollo libre e igualitario hacia una sociedad cada vez más abierta, tolerante y diversa. Actitudes como el enjuiciamiento, la sentencia y la condena de lo distinto, pueden derivar en una sociedad intolerante, atravesada por conflictos sociales y situaciones de violencia, surgidas de las diferencias ideológicas y la falta de educación para el debate y la tolerancia. De manera que, resulta de vital importancia una apertura a los espacios de debate y la educación en el pensamiento crítico, para fomentar el desarrollo de una sociedad tolerante, capaz de debatir y convivir en lo distinto, sin posturas extremistas ni dogmatismos que imposibiliten la igualdad y el respeto a la diversidad de las personas.

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Aci, E. M. (23 de septiembre de 2023). Definición de dogmatismo. Características, historia y modelos dogmáticos. Definicion.com. https://definicion.com/dogmatismo/