Imperialismo es una palabra utilizada para designar a un tipo de gobierno que se caracteriza por ejercer dominio sobre otros territorios. Este poder lo obtiene a través de la fuerza militar, pero, también, de la política, de la economía y hasta de la cultura. Etimológicamente, imperialismo, deriva del latín imperium que significa «poder supremo, soberanía o gobierno». Refleja la unión de tres elementos, estos son:
- El prefijo in- que alude a «ir hacia adentro».
- Parare que es ordenar, preparar.
- El sufijo -ismo que remite a sistema, doctrina.
Todo esto sirve para definir a la palabra imperialismo como una doctrina que rige sobre una sociedad a través del poder de un emperador. Es decir, es una estrategia usada por algunos sistemas para expandir su dominio a través de la fuerza y así, ocupar territorios completos. Esta expansión lo hace por medio de la fuerza militar, la estructura política o el sistema económico dominante. Este dominio le permite al Estado imperialista tener el control sobre otras poblaciones, mientras que estas deben someterse a la fuerza directa o indirecta que aquel ejerce sobre ellos.
Entonces, cuando hablamos de imperialismo lo hacemos para referir a un tipo de práctica de control que un Estado tiene sobre otro. Por ello, el primero es considerado como superior; motivo por el cual, las naciones dominadas deben responder a su poderío. Podemos definirlo, también, como una doctrina política que refiere a la autoridad de un gobierno superior sobre un pueblo o una nación.
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Características del imperialismo.
Como bien mencionamos anteriormente, el imperialismo es una actitud, una doctrina o una acción que lleva a un Estado tener dominio sobre otros. Pero, para lograr esto, debe tener una fuerza superior que realmente le permita estar por encima de los demás. Hablamos de una fuerza militar, económica, cultural y política. Más allá de esto, existen otras características que hacen al imperialismo como un sistema de control de otros países. Nos referimos a que, el imperialismo, puede tener diferentes motivaciones como, por ejemplo:
- Explotación económica.
- Subordinación cultural.
- Ocupación militar.
- Posesión de terrenos.
Pero, para conocerlo mejor, nos adentraremos en las características propias de un Estado imperialista.
- Sustituye la cultura de un lugar por otra considerada dominante y de avanzada.
- Controla los medios de producción.
- Reparte los beneficios de lo explotado en el territorio entre las potencias que lo dominan.
- Ejerce un control militar y policial sobre una población determinada.
- Retiene el poder político de la nación dominada.
- Interviene en el mercado y promueve la acumulación a su favor.
- Pasa por alto las leyes y normativas vigente del Estado dominado.
- Promueve una diferencia social entre los ciudadanos del país dominante y los ciudadanos reales y originarios del estado dominado.
Causas del imperialismo.
Si bien las causas del imperialismo podrían resumirse en temas económicos y políticos, podríamos detallar otros motivos que llevan a un Estado dominar y ejercer fuerza sobre otros.
- Explotar las riquezas y los recursos naturales.
- Expandir la fuerza y el poderío militar.
- Dominar las economías regionales.
- Descubrir nuevos territorios.
- Desarrollar mercados de intercambio.
- Competir entre naciones por el prestigio y el poder de influencia.
- Encontrar mano de obra esclava o de bajo coste.
- Controlar las rutas comerciales.
- Ampliar el poder geopolítico.
- Investigar y conocer el desarrollo de otras naciones.
- Imponer creencias religiosas.
Consecuencias del imperialismo.
Las consecuencias del imperialismo pueden ser diversas, ya que estas dependerán del tipo de territorio que sea dominado y, también, del Estado que ejerza el dominio. Asimismo, otro condicionante será el tipo de imperialismo que se imponga en el lugar. Sin embargo, podemos detallar algunas consecuencias básicas y a la vez recurrentes de este tipo de acción, que un Estado superior provoca en otro considerado como inferior.
- Pobreza masiva en la sociedad dominada.
- Diferencia entre las razas o los pueblos.
- Abusos laborales.
- Pérdida de identidad.
- Explotación de la fuerza de trabajo.
- Fuerte crisis económica.
- Desigualdad social.
- Éxodo poblacional.
- Pérdida cultural e ideológica.
- Conflictos sociales.
Tipos de imperialismo.
El imperialismo está dividido en dos tipos, por un lado, uno denominado regresivo y, por otro lado, uno llamado progresista. Veremos a cada uno con un poco más detalle.
Imperialismo regresivo.
Se denomina imperialismo regresivo a aquella doctrina que se caracteriza por conquistar pueblos y, sobre todo, por explotar sus tierras. Además, este imperialismo cumple con la tarea de eliminar todo aquello que no es de su interés. El Estado imperial ejerce una fuerza destructiva sobre el territorio, tanto es así que puede llegar a reducir y exterminar a la población originaria y reemplazarla por sus propios pobladores.
Imperialismo progresista.
El imperialismo progresista es aquel que tiene una visión más amplia y pretende extender su población a tierras consideradas como tercermundistas. La excusa para hacerlo es la intención de mejorar la vida y la cultura de aquel territorio que logró dominar estratégicamente.
Es decir, pretende una expansión de la civilización. De esta manera, garantiza una mejora en los estándares de vida de aquellos pueblos considerados como inferiores, en comparación a la vida que los Estados dominantes llevan en sus tierras de origen. Pretenden, así, elevar la cultura y potenciar las realidades sociales de las poblaciones dominadas.
Asimismo, se plantea que existe otra clasificación de imperialismo, aquel que toma a la economía y a lo político como elementos de diferenciación. Aquí nos encontramos con dos tipos de imperialismos, tal como lo acabamos de mencionar:
Imperialismo económico.
El imperialismo económico es aquel en el que una nación domina a otra desde el punto de vista comercial y financiero. Aquí no interviene la política ni mucho menos la fuerza militar; sino que, solo se pacta el dominio desde un punto de vista de las relaciones comerciales. Entonces, el Estado dominante control las rutas a través de las cuales se producen los intercambios comerciales en los que, se extrae recursos del territorio dominado y el dominante, elige hacia dónde se repartirán.
Imperialismo político.
El imperialismo político tiene como fin dominar territorios y expandirse geográficamente. Es decir, un Estado presiona a otro y, a partir de allí, invade sus tierras. No necesariamente ocurre por la fuerza militar, a veces solo ocurre por cuestiones políticas.
También se lo denomina como imperialismo ideológico, pues se imponen ideas para que estas sean las que dominen una estructura política.
Cualquiera sea el caso, el imperialismo genera una dinámica social que desemboca en una mercada desigualdad. En este marco, el sector más perjudicado es aquel que fue dominado, pues su economía, su ideología, su cultura y su sistema político ha cambiado por completo transformándose en uno nuevo y, por lo tanto, desconocido.
Imperialismo en la actualidad.
En la actualidad, se considera como imperialismo moderno a toda aquella estrategia que pretenda una expansión comercial. Es decir, todo movimiento político que tenga como fin una intención capitalista. Esto ocurre, por ejemplo, con la influencia política, económica y cultural que los países del norte ejercen sobre otras naciones a lo largo y a lo ancho del mundo.
Uno de ellos es Estados Unidos, país que se lo denomina como potencia imperialista o neocolonialista. Su poderío económico y militar le permite intervenir en diferentes zonas geográficas del mundo, tanto en lo político como en lo meramente comercial.
Asimismo, existen otras naciones con fuertes connotaciones nacionalistas que también buscan conquistar sistemáticamente a otros pueblos, ya sea por la fuerza militar, a través de una invasión o una guerra o; por la fuerza política y económica.
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Navicelli, V. (10 de mayo de 2022). Definición de imperialismo. Características, causas e imperialismo en la actualidad. Definicion.com. https://definicion.com/imperialismo/