Diplomacia es el nombre de un área de la política en la que se trabaja en fomentar y mejorar los vínculos entre dos o más naciones mediante diferentes estrategias como acuerdos o tratados, entre otros. Es, así, una profesión que se ocupa de proteger los intereses del país al que representa en el exterior.
Además de este uso, se ha extendido al habla cotidiana: cuando se señala que una persona es diplomática, o que se conduce con diplomacia, se hace referencia a que es cuidadosa, escrupulosa y atenta a lo que dice o hace.
La palabra proviene del griego δίπλο, diplo, o διπλομα, diploma, utilizado para indicar un documento o nota que un soberano enviaba a otro con información relevante. Por ende, la persona encargada de tener esa labor era un diplomático.
Historia.
La diplomacia, en tanto en cuanto herramienta de comunicación e intercambio entre dos estados, es una práctica muy antigua, empleada tanto en la sociedad occidental como en la oriental. Es el eje de las negociaciones, de la constitución de alianzas y de la mediación entre partes.
Con el paso del tiempo, ha sido un elemento esencial para trabajar en mantener la paz o, frente a situaciones de conflictos, como guerras, en mitigar los efectos negativos todo lo posible.
El rol del diplomático, sin embargo, es uno que ha variado con el paso del tiempo. Hay que considerar que antiguamente las distancias que debían recorrer impedían estadías breves y acotadas. Por el contrario, quienes ejercían esta labor debían permanecer períodos un poco más largo de tiempo, para aprovechar esos viajes.
Aquí también es importante tener en cuenta el impacto de las diferencias culturales y de lengua entre dos naciones. Por este motivo, era esencial que quien fuera en representación de un pueblo tuviera conocimiento o contacto con la otra cultura de antemano.
Se tiene conocimiento de que estas prácticas se realizaron en la antigua Mesopotamia, entre los griegos, las demás naciones mediterráneas y que poco a poco se expandió.
Cuando estas delegaciones encargadas de la política exterior comenzaron a volverse más relevantes, pasaron a formar parte esencial de la estrategia política y geopolítica de las naciones. Así es como, desde fines del período medieval, la paulatina consolidación de los Estado nación modernos tiene lugar. Por este motivo, la presencia de un grupo de enviados especiales que puedan trabajar en asuntos exteriores se hizo casi obligatoria.
Con el paso del tiempo, las labores del diplomático comienzan a cobrar mayor relevancia. No solo no son meros mensajeros de un soberano, sino que en ocasiones son elementos esenciales para la vida política del país en el que habitan y contribuyen con la cooperación entre ellos.
Tipos.
Hay una gran cantidad de manifestaciones de la diplomacia en la actualidad. Por una parte, encontramos la diplomacia bilateral, es decir, entre dos partes o países. De este modo, la diplomacia multilateral hace referencia a las relaciones internacionales entre más de dos países.
Es un modelo muy presente fundamentalmente desde la Primera Guerra Mundial, cuando una gran cantidad de Estados nación intervinieron en el conflicto armado que duró 4 años.
Esta modalidad particular de negociación, sin embargo, ya estaba presente en los concilios que, a mediados del siglo XVII, tuvieron lugar para dar fin definitivo a las guerras de los Treinta Años en territorio europeo.
Por otra parte, encontramos la diplomacia pública, que es aquella en la que se evidencia, a través de programas, herramientas educativas y herramientas culturales, como medios de comunicación, la intención de establecer vínculos no tanto entre naciones sino más bien en un plano social. Dicho de otro modo, es la construcción mediante la cual otra nación u otra comunidad puede conocer esa nación.
Encontramos también la diplomacia económica, que vincula tratados, acuerdos y negociaciones entre países donde también interviene el plano empresarial y comercial. Esto permite que el país que recibe aquellas empresas del extranjero goce de inversiones, y de fomento de la mano de obra local.
Estos, sin embargo, no son los únicos tipos de diplomacia: encontramos la cultural, que permite por ejemplo el intercambio entre las comunidades y sus ciudadanos, para aprender y enriquecerse de los demás. Esto puede ser potenciado gracias a intercambios estudiantiles, por ejemplo, para que los jóvenes del extranjero puedan tener una experiencia dentro del otro país.
También, la diplomacia digital, que utiliza las herramientas actuales como tecnología, internet o redes sociales para amplificar la llegada de la imagen de un país o, también, la diplomacia preventiva. Esta recibe su nombre de la acción de limitar y controlar los conflictos que puedan surgir entre dos o más países.
Actores.
Veamos, a continuación, algunos de los participantes en las relaciones exteriores entre países.
En primer lugar, encontramos a los embajadores y los cónsules. Los primeros son quienes detentan el más alto rango dentro del servicio diplomático: son el representante del Estado al que pertenecen, del Jefe de Estado de su nación (el presidente, por ejemplo) y al Gobierno, en última instancia.
Entre sus labores, que realiza desde la embajada, se encuentra la negociación entre los intereses del país al que representa y el país en el que está temporal o permanentemente. En su misión diplomática, además, tiene el trabajo de alimentar y fomentar los vínculos amigables entre las dos naciones. Goza de inmunidad diplomática, al igual que sus familias,
Por otra parte, un cónsul es también un representante frente a otro país, aunque su rango es menor al de un embajador.
Su espacio de trabajo es un consulado, instituciones de la administración de un Estado en otro territorio: allí, tienen la labor de proteger y ayudar a sus compatriotas. Su función no se manifiesta tanto en un plano político como un embajador, sino que más bien se encarga de algunas de las siguientes tareas:
- expedir certificados de nacionalidad
- asistir en lo vinculado a documentación que el ciudadano requiera
- legalizar esa documentación
- intervenir en la producción y renovación de pasaportes
Finalmente, otro de los actores en el área diplomática es el ministro de Relaciones Exteriores. A diferencia del cónsul y el embajador, esta labor se enmarca dentro de las funciones que el Ministerio de Relaciones Exteriores debe realizar y pertenecen al sector ejecutivo del Gobierno.
Este organismo, junto con el ministro, protege y cuida los intereses de un país frente a otras naciones. También, está a su cargo la negociación de tratados y acuerdos con otros países para poder avanzar en el plano comercial, económico o político.
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Fernández, A. M. (21 de septiembre de 2023). Definición de diplomacia. Historia, tipos y actores. Definicion.com. https://definicion.com/diplomacia/