Censura es un término que se utiliza para señalar aquella acción mediante la cual algo o alguien es intervenido por un tercero de modo tal que su presencia o mención son moderados, contenidos y también impedidos.

Es un fenómeno que se manifiesta en diferentes áreas, como la literatura, la política, el cine, la religión, la publicidad y muchos otros espacios. A lo largo de la historia, sus manifestaciones han ido modificándose, y se ha aplicado de diferentes maneras y con distintos fines.

Proviene del término en latín censor, que era el nombre de un oficio en la antigüedad. Quienes ejercían este rol debían velar por el comportamiento moral y público adecuado, y condenar las formas de actuar inapropiadas.

Historia.

La historia de las civilizaciones nos muestra cómo las restricciones a la libertad de expresión y la prohibición de discursos son un fenómeno frecuente.

Así, podemos considerar lo que, durante la antigüedad griega, tuvo lugar en la sociedad occidental. Gracias a la restricción que se impuso desde grupos de poder, se reguló el contenido y el material que circulaba por la sociedad.

Entre las diferentes situaciones de regulación sobre lo que se consideraba contenido prohibido, encontramos el delito de la asebeia, del griego ἀσέβεια. Traducido como irreverencia, hace alusión a lo que habría acontecido con Sócrates, quien menosprecia públicamente a los antiguos dioses e, incluso, sugiere que son falsos.

Libros censurados
La censura en la antigüedad se manifestó a través de la figura del «censor», encargado de velar por el comportamiento de la sociedad.

Hacia la Edad Media, la censura se manifiesta bajo una figura: la Inquisición. Cabe destacar que, hacia mediados del siglo XII, la Iglesia católica y el papa en aquel entonces legitimaron la vigilancia, persecución y censura de quienes fuesen considerados herejes. Esta práctica se extendió tanto en territorio europeo como, algunos siglos después, en las recientemente conquistadas tierras americanas.

La inquisición persiguió sin necesitar acusaciones explícitas: la sospecha de brujería, herejía o hechicería bastaba para poder torturar a los presuntos criminales. Uno de los más conocidos inquisidores fue Tomás de Torquemada (1420-1498), quien confesaba a la reina Isabel la Católica. Hacia mediados del siglo XIX, tras nueve siglos de poder, fue abolida.

Finalmente, en la modernidad, la censura muta su forma con la aparición de nuevos actores e instituciones sociales. En este sentido, con el auge de los medios de comunicación, la difusión de la prensa, la educación de cada vez más ciudadanos a lo largo del mundo y la vinculación entre libertad de información y democracias, la restricción de contenido prohibido fue más compleja de aplicar.

prensa
Con la multiplicidad de medios de comunicación informando respecto de posibles censuras, esta es más difícil de aplicar sin ser cuestionada.

Sin embargo, las razones políticas y militares para poder ejercer el control de contenidos fueron abriéndose paso entre las motivaciones religiosas de antaño.

Además, a lo largo de la historia, múltiples libros fueron censurados, prohibidos e incluso quemados, para que su difusión desapareciera. Las razones son muy variadas: en ocasiones, la autoridad eclesiástica condenaba alguna pieza literaria por considerarla inmoral.

En otros casos, algunas propuestas científicas también fueron censuradas y sus autores perseguidos, como aconteció con Galileo Galilei y su cuestionamiento heliocentrista (donde el Sol es el centro, no la Tierra) a la teoría geocentrista, lo que le costó la vida.

Tipos.

La censura política es una modalidad en la que el poder político vigente logra imponer control sobre discursos contrarios al suyo. Así, los límites a la libertad ideológica son reprimidos con más o menos violencia y sus promotores, perseguidos.

Por otra parte, la censura moral es una práctica muy antigua, y consta de prohibiciones contra todo discurso que falte a los valores respetados y las buenas costumbres de una comunidad social. A lo largo de la historia, y en función de cada sociedad, los valores morales han ido modificándose y adaptándose según lo que en ese momento un grupo social considera correcto o no.

Censura moral
La censura moral se vincula con los valores que, al interior de un grupo social, se consideran válidos o no.

De modo similar, la censura religiosa se vincula no tanto con valores que una u otra religión pueda tener, sino más bien con restricciones respecto de algunas religiones. Esto puede evidenciarse en las múltiples persecuciones que, a lo largo de la historia, algunos pueblos han vivido por ejercer sus religiones libremente.

Mecanismos.

Existen diferentes formas mediante las cuales la censura puede manifestarse. Esto puede ser, por ejemplo, mediante la autocensura, es decir, la autorrestricción en la que una persona o una institución incurre. Los motivos son diversos: por lo general, se vinculan con el miedo a las consecuencias, por decir lo que se opina, y puede manifestarse en distintos ámbitos. 

Otra forma de censura es a través de leyes que impidan que se afirme algo en medios públicos o para que se difunda. Esto puede tener diferentes motivaciones:

  • contra los discursos de odio, lo que restringe la expresión de ideas estigmatizantes
  • leyes de difamación, que impiden que se manche o mancille el honor de una persona a través de calumnias, hasta tanto logre comprobarse la veracidad de los dichos

Finalmente, otro mecanismo para ejercerla se vincula con el universo digital y la tecnología. La censura puede practicarse a través de bloqueos a ciertos sitios de internet cuyo contenido pueda resultar nocivo o peligroso para la población en general.

tecnología
La restricción a sitios web, por su contenido, es también una práctica de censura

Consecuencias.

Los efectos que la censura tiene son múltiples y diversos. Desde la individualidad de una persona, puede producirse lo que se denomina efecto chilling, también conocido como efecto intimidatorio. Debido a la intimidación que una persona puede tener, o una plataforma digital, por ejemplo, que limite lo que puede expresar, fundamentalmente cuando cuenta con un público al cual se dirige, puede desmotivar a poder manifestarse con libertad.

Una de las consecuencias más reconocidas de la censura es la restricción de la libertad de expresión, entendida como el derecho a poder hablar y expresarnos libremente. Cabe destacar aquí que la libertad de expresión no implica la reproducción de discursos de odio, estigmatizantes, que inciten a la violencia generalizada o que hagan apología de odio.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (7 de septiembre de 2023). Definición de censura. Historia, rasgos y consecuencias. Definicion.com. https://definicion.com/censura/