Llamamos consciencia a la capacidad cognitiva de un sujeto de tener una intuición inmediata de sí mismo y del mundo circundante. La palabra «consciencia» proviene del latín «conscientia», que se compone de los vocablos «cum» (con) y «scientia» (conocimiento). En sentido general, llamamos consciencia a la capacidad que un sujeto tiene de reconocerse a sí mismo y al mundo que lo rodea, pudiendo interactuar e intercambiar conscientemente con el entorno.

Existe una sutil diferencia entre los términos consciencia y conciencia, ya que, en la mayoría de los casos, estas palabras no son totalmente intercambiables y su sentido difiere en usos y contextos. En líneas generales, podemos distinguir que el vocablo «conciencia» remite a un uso moral o ético del término, ej.: «Tengo la conciencia limpia»; mientras que para el término «consciencia» hablamos de la propia capacidad cognitiva de los sujetos de tener conocimiento de sí y del mundo.

Suele entenderse a la consciencia como el conjunto global de capacidades cognitivas que permiten a un sujeto ser consciente de sí, del mundo, procesar los estímulos del entorno y elaborar respuestas conscientes. En este sentido, la consciencia se vincula con las principales facultades cognitivas de un sujeto como son la percepción, la inteligencia, el pensamiento, la memoria, la cognición, la reflexión, entre otras.

Además, la noción misma de consciencia, en su propia definición, supone cierto grado de autoconsciencia, ya que los sujetos son conscientes de sí mismos y de su propia subjetividad. La diferencia entre ambos términos radica en que mientras la «consciencia» es entendida como el conocimiento inmediato o espontáneo que un sujeto tiene de sí mismo, la autoconsciencia se trata de un proceso voluntario complejo y no inmediato de re-conocerse a sí mismo.

El fenómeno de la consciencia es estudiado en múltiples disciplinas científicas y filosóficas, entre las cuales se destacan la filosofía de la mente, la psicología cognitiva y las neurociencias. En el ámbito filosófico, la consciencia es estudiada desde la fenomenología como el objeto de conocimiento primordial del análisis fenomenológico. Edmund Husserl (1859 – 1938) desarrolló la fenomenología como el estudio de los fenómenos de la consciencia, en la cual definió conceptos clave como el de conciencia fenoménica, experiencia subjetiva, intencionalidad y estado mental.

En el ámbito de la psicología, fue el psicólogo experimental Wilhelm Wundt (1832 – 1920), quién llevó a la consciencia al plano del laboratorio, intentando realizar un estudio científico y experimental del fenómeno de la consciencia. Wundt fue pionero en introducir el concepto de consciencia en el ámbito de la psicología experimental e inauguró un área de estudio psicológico basado en la consciencia como el principal objeto de estudio de la psicología.

Por otro lado, el concepto de consciencia también es importante en el ámbito de la espiritualidad. En religiones y filosofías orientales como el budismo y el hinduismo, el concepto de consciencia es importante en relación a prácticas como el yoga y la meditación. En la actualidad, la consciencia es un concepto fundamental en formas occidentalizadas de espiritualidad como las nuevas prácticas de mindfulness basado en la atención plena y la consciencia del momento presente.

Consciencia
Definimos a la consciencia como el conocimiento inmediato de sí y del mundo

Distinción entre consciencia y conciencia.

En lengua castellana, existen ambos términos «consciencia» y «conciencia», cuyo uso y significado difiere en varios aspectos:

  • La palabra «conciencia» (sin «s» intermedia) remite a un uso moral y ético del término. Implica locuciones en las cuales se hace referencia a la conciencia entendida como el «conocimiento del bien y el mal», es decir, aquello que permite a las personas distinguir qué actos, palabras o pensamientos son correctos o incorrectos. Por ejemplo: «Remordimiento de conciencia», «tener buena o mala conciencia», «tener la conciencia limpia», etc.
  • La palabra «consciencia» (con «s» intermedia) no remite al uso moral o ético del término sino a la definición de la capacidad cognitiva inmediata de los sujetos de poder ser conscientes de sí mismos y del mundo. En este sentido, la consciencia está expresando una cualidad cognitiva, referida al conocimiento en general, mientras que la conciencia refiere a expresiones y cualidades específicamente referidas al conocimiento moral.

Como adjetivo, no existen los vocablos «conciente» o «inconciente». En todos los casos, la forma correcta del adjetivo es: «consciente» o «inconsciente». El calificativo «consciente» se utiliza junto al verbo transitivo «estar» cuando se quiere expresar que «no se ha perdido el conocimiento», es decir, que alguien (o algo) «está consciente» cuando conserva la cualidad de tener el conocimiento de sí mismo. Ejemplo: «El parte médico indica que está consciente y su vida no corre peligro».

También, se usa el calificativo «consciente» junto al verbo «ser» cuando se quiere expresar que «se sabe algo» o «se tiene claro conocimiento de determinada cosa». Ejemplo: «Es consciente de que su apuesta es muy arriesgada». No es infrecuente, en algunos casos, encontrar también este mismo sentido articulado con el verbo «estar»: «Está consciente del peligro que corre».

Como verbo que expresa el sentido de «hacer consciente a alguien» o «hacer que alguien sea consciente de algo», las formas correctas para expresarlo son: «concienciar» o «concientizar» y no «conscienzar». El verbo «concienciar» se utiliza en sentido de anunciar, notificar o anoticiar: «Se conciencia a los presentes el carácter obligatorio de la reunión»; y «concientizar», en sentido de «hacer entender» o «hacer reconocer»: «Es imprescindible concientizar a los jóvenes sobre los peligros del consumo de drogas». Los sustantivos correspondientes a ambos verbos son: «concienciación» y «concientización».

Consciencia y conciencia
En lengua castellana, llamamos «consciencia» al conocimiento de sí y del mundo, y «conciencia» al conocimiento moral

Teorías filosóficas sobre la consciencia.

La consciencia en la filosofía de la mente.

La filosofía de la mente es una disciplina que se encarga del estudio de la mentalidad, la consciencia y los procesos cognitivos de la mente humana. Principalmente, sus implicaciones filosóficas en el conocimiento y los problemas referentes a idea que tenemos de la consciencia, la mente y la cognición. En este marco, el concepto de consciencia es un tema central de múltiples debates y teorías filosóficas respecto de la naturaleza de la mente humana y sus características esenciales.

La filosofía de la mente presenta un conjunto de interrogantes fundamentales al rededor del concepto de consciencia: ¿Qué es la consciencia y qué es la mente? ¿Cómo se produce el fenómeno de la consciencia de sí y del mundo? ¿Son la consciencia y la mente entidades separadas e independientes del cuerpo o, por el contrario, dependen de un soporte físico para existir? ¿La mente es (o está) en el cerebro o, por el contrario, tiene una existencia propia e independiente?

Filosofía de la mente
La filosofía de la mente se pregunta acerca de los problemas filosóficos referentes a la mente, la consciencia y los procesos cognitivos

A raíz de estos interrogantes, se despliega un conjunto de teorías filosóficas sobre la naturaleza del fenómeno de la consciencia:

  • Dualismo: El llamado dualismo mente-cuerpo es una teoría que postula la existencia independiente de la mente (o consciencia) del cuerpo físico. Según la concepción dualista, tanto la mente como el cuerpo tienen existencias ontológicas separadas, es decir, que el cuerpo está constituido por una sustancia material, mientras que la mente se constituye de una sustancia metafísica o inmaterial, más allá del cuerpo físico o el cerebro. Existen diferentes tipos de dualismos, todos confluyen en una diferenciación entre el cuerpo y la mente, sin embargo no todos establecen una diferenciación ontológica:
    • El dualismo ontológico o metafísico establece que cuerpo y mente son sustancias cualitativamente distintas y que la mente tiene una existencia independiente y autónoma, separada del cuerpo físico. Un ejemplo de dualismo ontológico es la concepción cartesiana del «ego cogito» como una res pensante (sustancia pensante), diferenciada del cuerpo como res extensa (sustancia material).
    • El dualismo cognitivo no establece una dualidad a nivel ontológico sino en el nivel del conocimiento. La mente es distinta del cuerpo a nivel cognitivo, pero no afirma una sustancia mental absolutamente independiente, sino que distingue que existen procesos cognitivos que no pueden ser meramente reducidos a los procesos físicos.
    • El emergentismo postula una teoría mixta en la cual la mente emerge del cerebro, a partir de sus procesos bioquímicos y neuronales. Se trata de una posición intermedia entre el dualismo y el monismo de la consciencia.
problema mente cuerpo
El problema mente-cuerpo presenta interrogantes fundamentales acerca de la naturaleza de la consciencia y su relación con el cuerpo y el cerebro
  • Materialismo: En contraposición al dualismo mente-cuerpo, el materialismo, también conocido como fisicalismo, es una teoría que niega la existencia separada de la mente en relación al cuerpo. Según la concepción materialista de la consciencia, la mente se aloja o se identifica con el cerebro y depende enteramente de sus procesos bioquímicos. En este sentido, no hay mente sin cerebro y no hay consciencia sin cuerpo físico. El materialismo introduce una reducción de la mente, la consciencia y los procesos cognitivos al cuerpo, el cerebro y los procesos físicos cerebrales.
  • Panpsiquismo: De los términos griegos «pan» (todo) y «psique» (mente o alma) se trata de una teoría monista que establece que todo es mente. El panpsiquismo, también llamado mentalismo, niega la realidad física y la subordina enteramente a una realidad mental, puramente psíquica. En oposición al materialismo, el panpsiquismo establece una reducción del cuerpo y la realidad física a la mente y la consciencia. Según esta perspectiva, el mundo físico y el cuerpo son una proyección mental de la consciencia y, por ende, no existe en último término ninguna sustancia material, sino que todo está compuesto de una sustancia mental o psíquica.
Panpsiquismo
El panpsiquismo es una teoría monista que establece que la realidad física es una proyección de la consciencia
  • Problema difícil de la consciencia: Se trata de una teoría que presenta la problemática a la hora de explicar porqué tenemos experiencias subjetivas y cómo las sensaciones adquieren rasgos subjetivos (cualidades) en la mente como colores, olores y sabores. También llamado problema de la experiencia consciente, fue postulado por el filósofo de la mente David Chalmers en el marco de los debates entre dualismo o materialismo de la consciencia. Chalmers llamó «cualia» a aquellas representaciones subjetivas de las percepciones sensoriales y se refirió a ellas como un «problema difícil» de resolver debido a la carga subjetiva y singular de dichas experiencias. La pregunta tras el problema radica en cómo y por qué somos capaces de tener experiencias subjetivas únicas e individuales de las percepciones sensoriales. Chalmers diferenció el problema difícil de la consciencia de los «problemas fáciles»: aquellos que pueden ser explicados mediante los mecanismos de la cognición y su funcionamiento. Por el contrario, la experiencia subjetiva no es explicable mediante un conjunto de patrones funcionales ni tampoco a partir del materialismo o el fisicalismo.
  • Consciencia y libre albedrío: En el marco de la ética y la filosofía moral, el concepto de consciencia guarda una estrecha relación con el libre albedrío y la capacidad humana de tener libertad para pensar, actuar y decidir por sí mismo. En este sentido, la consciencia es la base fundamental para obtener libre arbitrio, es decir, libertad de acción y pensamiento. Lo que lleva a desarrollar luego una consciencia moral. El libre albedrío es un concepto que vincula a ambas acepciones: la consciencia entendida como «conocimiento de sí» y la conciencia entendida como el «conocimiento de lo correcto y lo incorrecto». Ambas constituyen el universo de la libertad humana y son la base del libre albedrío.
Problema difícil de la consciencia
El problema difícil de la consciencia plantea la complejidad de comprender la experiencia subjetiva de la mente

La fenomenología de Edmund Husserl.

La fenomenología de Edmund Husserl es una disciplina filosófica que tiene a la consciencia como objeto de estudio primordial de sus investigaciones. Husserl definió a la fenomenología como el estudio de cómo los fenómenos del mundo se manifiestan directamente en la consciencia entendida como el centro epistémico de la subjetividad humana. En este sentido, la fenomenología busca estudiar cómo la experiencia humana se estructura y produce consciencia (de sí y del mundo).

Husserl llamó «fenómenos» a las impresiones de consciencia, no buscó explicarlos como fenómenos del mundo u objetos fuera de la consciencia, sino como experiencias propias de la consciencia en sí misma. Para estudiarla aplicó lo que llamó reducción fenomenológica (epokhé), la cual consiste en descartar todas aquellas concepciones culturales, sociales, históricas o epistemológicas de la consciencia para quedarse exclusivamente con un análisis fenomenológico de sus fenómenos puros.

Husserl definió a la consciencia como el conjunto de experiencias subjetivas a las cuales llamó vivencias. La consciencia fenomenológica se define a partir de su intencionalidad, es decir, por su «tendencia hacia algo». Según Husserl, la consciencia siempre es consciencia de algo, es decir, se es consciente siempre de una cosa determinada. A estos objetos de la consciencia Husserl los denominó fenómenos, cuya realidad no es la de los objetos físicos, sino que tienen carácter de experiencias subjetivas (vivencias) propias de la consciencia.

Fenomenología
La consciencia fenomenológica se define por su intencionalidad siempre como «consciencia de algo»

Teorías psicológicas de la consciencia.

La consciencia en la psicología experimental de Wilhelm Wundt.

El psicólogo experimental Wilhelm Wundt fue el primero en llevar la consciencia al estudio experimental y científico en el laboratorio. Según Wundt, el objeto primordial de la psicología consiste en estudiar la experiencia inmediata de los sujetos en relación a las percepciones sensoriales a partir de un método científico-experimental. La psicología debe estudiar la consciencia humana entendida como la totalidad de experiencias adquiridas en un momento dado.

A raíz de este concepto, Wundt se propuso estudiar las impresiones inmediatas de la consciencia a partir de aplicar diversos estímulos a distintos sujetos dentro del laboratorio. Para estudiarlos, Wundt aplicó un método conocido como introspección, la cual se trata de la percepción interna de los elementos de la consciencia. Wundt llamó «contenidos de la consciencia» a aquellas aprehensiones inmediatas que se dan en la consciencia de los sujetos a raíz de los estímulos sensoriales.

Wundt encontró que entre el estímulo y la respuesta existe en retraso, un tiempo para procesar la reacción, en este lapso de tiempo, surge un proceso interno: la experiencia subjetiva, a la que Wundt llamó «consciencia». Así, Wundt buscó medir los niveles de aprehensión subjetiva de cada estímulo y separó los elementos más simples de la consciencia: sensaciones, imágenes y emociones, de los más complejos: pensamientos, representaciones e interpretaciones.

Psicología experimental
Wundt se propuso estudiar la consciencia de forma científica y experimental

El inconsciente y el subconsciente en el psicoanálisis de Sigmund Freud.

El psicoanálisis es una teoría psicológica que estudia la psicología humana a partir del concepto de inconsciencia o subconsciencia. Freud fue pionero en proponer la existencia de una dimensión inconsciente propia del sujeto, la cual debe ser estudiada en detrimento de la consciencia ordinaria o ego. Según el psicoanálisis, la consciencia individual del sujeto está determinada por una dimensión inconsciente más profunda que define gran parte de los pensamientos, actos y emociones de la vida consciente.

En la primera tópica del psicoanálisis, Freud describe la estructura del aparato psíquico, en la cual distingue tres dimensiones básicas de la psicología humana:

  1. Consciente: Se trata de la parte más superficial del aparato psíquico, la cual se identifica con la experiencia consciente del sujeto. En esta dimensión, el sujeto es consciente de sí y de sus pensamientos, actos y emociones de su vida diaria. El consciente está separado de la vida psíquica interior profunda y no puede acceder al contenido del inconsciente.
  2. Preconsciente: Se trata de un estadio intermedio entre el consciente y el inconsciente en el cual se produce un intercambio entre la consciencia superficial y algunos contenidos propios del inconsciente. Retazos de recuerdos, fragmentos de sueños y representaciones vagas del inconsciente pueden atravesar el preconsciente para acceder al consciente.
  3. Inconsciente: Se trata del aspecto «no conocido» de la consciencia. El inconsciente es el reservorio de los recuerdos, memorias, pensamientos, sentimientos, imágenes y representaciones reservadas en una dimensión totalmente separada de la consciencia. Según el psicoanálisis, el sujeto no es consciente de sus propios contenidos mentales profundos y debe extraerlos a través de una práctica de análisis indirecta de su discurso, sueños, fallidos, olvidos, etc. Para Freud, el inconsciente domina gran parte de la vida consciente y representa el núcleo de la vida psíquica del individuo.
Inconsciente
La introducción del inconsciente cambió radicalmente el concepto ordinario de consciencia en la cultura occidental

En la segunda tópica del psicoanálisis, Freud describe con mayor detalle la estructura del aparato psíquico según tres nuevas dimensiones:

  • Ello: Se trata de la estructura elemental del inconsciente y responde a los impulsos instintivos y las necesidades básicas del individuo. Representa el aspecto más primitivo de la consciencia y se rige por el principio del placer. Busca satisfacer de forma inmediata las necesidades sin tener en cuenta las consecuencias a largo plazo.
  • Yo: Se trata de la parte consciente de la mente humana, ya que es responsable de tomar decisiones y de controlar los impulsos del Ello. El yo se rige por el principio de realidad y su función es la de equilibrar las demandas del Ello con las exigencias del Superyó, para tomar decisiones acordes a las normas socialmente aceptables.
  • Superyó: También llamado «superego», se trata de la representación inconsciente de la moralidad, la ley y las normas sociales. Se llama «super-yo» ya que representa el ideal de yo y el yo ideal. Su función es imponer las normas y la moralidad al Yo, la cual se construye a partir de las enseñanzas familiares y las normas de la sociedad en general.
Ello, yo, superyó
Ello, yo y superyó son las tres estructuras del aparato psíquico según el psicoanálisis

Consciencia en la neurología y las neurociencias.

Desde la perspectiva de la neurología y las neurociencias, la consciencia es un estado fisiológico y neuronal propio del sistema nervioso, que varía sus funciones según el dominio tempo-espacial de sus operaciones neuronales. El sistema nervioso es capaz de elaborar operaciones complejas que llevan al surgimiento de la consciencia y las operaciones conscientes del individuo. Dichos comportamientos complejos pueden ser pensamientos (procesos cubiertos) o conductas motoras (procesos descubiertos).

A diferencia del resto de las teorías de la consciencia, la concepción neurológica de la consciencia se basa en datos empíricos que se pueden medir tanto a partir de la observación directa del comportamiento como a través de la neuroimagen de la actividad cerebral. La neurología describe a la consciencia desde su funcionalidad y la divide en dos aspectos fundamentales:

  1. Estado de alerta (arousal): El nivel de alerta se mide por el nivel de energía o activación físico-mental, e indica el estado de consciencia del individuo. La ausencia o disminución drástica de alerta significa la ausencia de consciencia (por ejemplo, en los sueños o bajo un estado de anestesia).
  2. Experiencia de consciencia (awarness): Se trata de la capacidad cognitiva de los individuos de percibir sus propios estados mentales y los estímulos del entorno y de poder elaborar respuestas a los mismos.

Ambos indicadores de consciencia están determinados neurológicamente por la actividad cerebral y dependen enteramente de los procesos bioquímicos y eléctricos del cerebro y el sistema nervioso.

Neurología
La neurología estudia la consciencia desde la investigación de la actividad neuronal del cerebro

Existen variantes especiales de la neurología que se vinculan estrechamente con el concepto de consciencia:

  • Neuroética: Se trata del estudio de las implicaciones y problemas éticos respecto de la aplicación e investigación neurológica. En relación a la consciencia, la neuroética es una disciplina importante, ya que reflexiona sobre aquellos problemas éticos de la concepción neurológica y científica de la consciencia.
  • Neuroteología: También llamada bioteología o neurología espiritual, se trata de una compleja disciplina que busca vincular la neurología con la teología, es decir, con aquellas realidades vinculadas al aspecto trascendental o transpersonal de la consciencia, estudiadas desde la perspectiva de la neurología. El campo de investigación de l neuroteología es muy amplio y abarca cuestiones muy diversas como:
    • La consciencia de la muerte y las experiencias cercanas a la muerte.
    • La expansión de la consciencia y los estados alterados de consciencia.
    • La sincronicidad y la neuroplasticidad.
    • Experiencia mística y experiencia cumbre.
    • Hipnosis, trance e iluminación espiritual.
Iluminación espiritual
La neuroteología aborda temas como la iluminación espiritual desde la perspectiva científica de la neurología

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Aci, E. M. (30 de junio de 2024). Definición de consciencia. Características, teorías filosóficas, psicológicas y neurológicas. Definicion.com. https://definicion.com/consciencia/