Mindfulness es el nombre de la práctica en la que aprendemos a concentrar nuestra atención en el momento presente que vivimos, con conciencia y serenidad.

Se conoce también con el nombre de atención plena, y es una práctica muy útil para trabajar la concentración, el reconocimiento de emociones y para hacer una pausa consciente en la que nos ocupemos de nuestro bienestar.

Se afirma que el término proviene de una traducción al inglés del término de origen pali sati, es decir, la toma de conciencia de nuestro propio interior.

Historia y orígenes.

Budismo
El «mindfulness» es una práctica de atención y concentración originaria del budismo.

El mindfulness es una práctica originaria del budismo, es decir, el sistema filosófico espiritual surgido en la India. En este sentido, esta actividad está basada en la técnica de meditación vipassana, es decir, visión clara o visión profunda. Esta técnica, como la meditación en general, se basa en tres elementos esenciales:

  • Estar conscientes de nuestra presencia aquí y ahora
  • Practicar la observación: en lo que sentimos, en lo que pensamos, en lo que nos moviliza e incluso en nuestras sensaciones corporales
  • Trabajar la conexión con el ser interior y enfocarnos en el desarrollo de la empatía, tanto con nosotros como hacia los demás.

Cabe destacar que la práctica de esta técnica es milenaria, y data de al menos tres mil años antes de Cristo. Su llegada a Occidente se relaciona con los estudios de Jon Kabat-Zinn, un profesor de medicina creador del Mindfulness-based stress reduction, conocido en español como MBSR (Reducción del Estrés Basado en Mindfulness).

Este programa, construido hacia la década de los 70, poco a poco comenzó a trabajar sobre problemáticas que diferentes personas tenían al acercarse a su espacio de ayuda:

  • reducción del estrés
  • regulación emocional
  • reducción de la ansiedad y búsqueda de mayor tranquilidad
Reducción del estrés
La práctica de la atención plena es muy útil para disminuir los niveles elevados de ansiedad y estrés.

Principios fundamentales.

Existen una serie de principios esenciales desde los cuales el mindfulness trabaja. Veamos algunos a continuación:

Atención al momento presente.

La posibilidad de trabajar nuestro enfoque en el presente, mediante la atención sostenida al aquí y ahora, es uno de los principales pilares del mindfulness. Es una de las formas más esenciales de poder trabajar en el desarrollo de la atención en aquello que logramos, en dónde estamos posicionados y hacia dónde queremos dirigirnos.

Una de las formas en las cuales podemos practicar esta inmersión total con nuestro presente y con nosotros mismos es mediante la meditación y la respiración profunda. Esta, también llamada respiración consciente, puede ayudarnos a encontrar calma momentánea, a mejorar nuestra conexión cuerpo-mente y a trabajar en la contemplación y a observar pensamientos que experimentamos en ese momento.

Observar sin juicios.

La observación sin prejuicios, además, es otra forma de trabajar en nuestra atención. Esto nos ayuda a tener una conexión con el entorno desde la escucha con profundidad, a trabajar nuestra autorreflexión y aprendemos a potenciar nuestra intuición. Escuchar sin juicios previos nos ayuda a desarrollar nuestra empatía, tanto por nuestros propios pensamientos como por los ajenos. 

Pensamientos
Gracias a esta práctica, también podemos aprender a concentrarnos en nuestros pensamientos y emociones.

Gran parte de los prejuicios tienen que ver con creencias predeterminadas sobre una situación, un evento o una persona. Además, también se relacionan con falta de información o de instrucción, y por desconocimiento. Trabajar activamente para observar estos eventos con una conciencia no enjuiciadora y con más compasión nos ayuda a un mejor desarrollo personal y la claridad mental.

Beneficios.

Algunos de los beneficios del mindfulness son, desde el plano de la salud emocional y mental, los siguientes:

  • reduce el estrés
  • disminuye la ansiedad
  • contribuye con mejorar la depresión

Cabe destacar que en estas situaciones, no es únicamente el mindfulness el que provoca esto, sino que, utilizado como una herramienta más (donde también se debe incluir descanso adecuado, y más autocuidado), puede ser muy útil para disminuirlos

Esto significa que es un trabajo de integración mente-cuerpo, en el que para poder alcanzar un equilibrio emocional, o intentar acercarnos a él, también debemos tener en cuenta una práctica diaria y atenta de cómo dormimos, cómo descansamos, qué comemos, entre otras.

Por otra parte, desde una perspectiva de los beneficios físicos, el mindfulness también contribuye con una mejora en general sobre el sistema inmunológico y la presión arterial, por ejemplo. Existen diferentes estudios científicos e investigaciones que demuestran que impacta de forma positiva sobre el envejecimiento biológico, y que ayuda a equilibrar algunos valores celulares.

La concentración que llevamos a cabo cuando permanecemos durante un momento de silencio y trabajo tiene efectos positivos sobre ciertos genes vinculados con el sistema inmunitario. Esto se ha demostrado que contribuye con mejorar la respuesta a virus, incluso, del cuerpo. Todas estas investigaciones fueron complementadas con un extenso período de meditación, descanso profundo y mindful eating (alimentación consciente).

Finalmente, la práctica de la atención y la concentración impacta muy positivamente sobre nuestras relaciones interpersonales. La dedicación de unos minutos diarios a la búsqueda de aceptación interna, de desapego del mundo externo y de gratitud nos permite enfocarnos en nuestros vínculos desde una perspectiva con más energía positiva.

Alimentación consciente
La práctica de una alimentación consciente también es muy beneficiosa para nuestra salud mental y física.

Técnicas.

Existen diferentes formas de practicar rituales diarios que podemos hacer parte de nuestra conexión con la naturaleza o de nuestra búsqueda de espiritualidad, para desarrollar y practicar el mindfulness. Veamos algunos de ellos:

  • Meditación: puede practicarse en sus diferentes variantes (meditación guiada, meditación en movimiento, asistir a un retiro de meditación o simplemente recitar mantras o sentarse en silencio a contemplar). Todas ellas nos llevan a relajar el cuerpo, la mente y a estar anclado en el aquí y el ahora.
  • Escaneo corporal: esto consiste en tomar completa dimensión de nuestras sensaciones en el cuerpo. Esto puede hacerse de forma lenta, muy suave y atenta, ya que nos ayuda a enfocar nuestra atención sobre sensaciones y percepciones que usualmente son más bien involuntarias y mecánicas. Esto nos puede ayudar a mejorar y disminuir el estrés, por el hecho de que es posible inducirnos un estado de relajación absoluta.

Finalmente, el mindfulness no es una práctica que solamente se hace permaneciendo quietos, sentados o en reposo. Existen también otras formas de practicarlo para que integre nuestra vida diaria: la alimentación consciente, mediante la cual nos involucramos con todos los alimentos que ingerimos, la caminata consciente, para poder practicar la atención plena, e incluso podemos adaptarlo a nuestra jornada laboral para sacarle el máximo provecho.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (25 de noviembre de 2023). Definición de mindfulness. Historia, rasgos y beneficios. Definicion.com. https://definicion.com/mindfulness/