Emoción es una palabra latina cuyo origen lo encontramos en emotio, emotionis. A su vez, estas expresiones derivan del verbo emovere, el cual significa sacar, trasladar, hacer mover. También hace referencia a movimiento e impulso. Entonces, podemos entender “emoción” como un tipo de agitación que provoca un movimiento interno. O sea, incita un estado mental de excitación o de vehemencia.
A decir verdad, la emoción se define como un conjunto de reacciones orgánicas que todo individuo experimenta al reaccionar ante un estímulo externo. Esta reacción es la que le permite al sujeto adaptarse al contexto en el cual se encuentra. Se presenta como un estado afectivo que aparece de manera repentina y que puede manifestarse en diferentes tipos de reacciones, siendo las más comunes el enojo, la ira, la tristeza, la felicidad, etc. Estas mismas emociones pueden tener una mayor o menor intensidad y duración de acuerdo a diferentes factores.
Básicamente, podemos decir que emoción refiere a ciertas respuestas orgánicas que una persona experimenta luego de reaccionar a estímulos procedentes del afuera y que, como ya mencionamos, cumplen una tarea fundamental en la adaptación del sujeto en una situación concreta ya sea ante otro sujeto, un lugar, un objeto, etc. Estas reacciones suelen presentarte como una perturbación del estado de ánimo o, como bien refiere su etimología, un impulso determinado.
Por su parte, el resultado de una emoción es el sentimiento. Este es más durable que el primero y es el que, básicamente, se termina expresando con más claridad. Más allá de esto, la emoción ocupa un papel relevante en la salud de todo individuo, especialmente, en el sistema inmunológico, ya que genera hormonas o estados de tensión y relajación que, a la larga, favorece o afecta el estado del cuerpo y de la mente.
Asimismo, la emoción se presenta como una reacción con dos orígenes:
- Psico-fisiológica: a través de la cual, el sujeto expresa un modo de adaptación frente a los diversos cambios ambientales.
- Fisiológica: Las respuestas que surgen permiten ordenar la manera de reaccionar de las estructuras biológicas. Esto incluye, por ejemplo, la voz, los músculos, las expresiones faciales, etc.
Las emociones se manifiestan a través de sentimientos, los mismos que motivan ciertas respuestas orgánicas del tipo:
- Psicológico
- Fisiológico
- Conductual
Un dato de interés es que, estas respuestas orgánicas, están controladas por el sistema límbico.
Índice de temas
Características de la emoción.
La emoción reúne una serie de características que veremos a continuación.
- Alteración del estado de ánimo
La emoción tiene como característica principal la capacidad de alterar el estado de ánimo de un sujeto y, sobre todo, de tener un periodo corto de duración.
- Mayor intensidad
Pese a tener un periodo corto de duración, tiene una gran intensidad (si lo comparamos con un sentimiento). Esto ocurre porque, las emociones, se dan de manera repentina, duran poco en cuanto a tiempo, pero son más profundas y significativas.
- Sentimiento como consecuencia
Esta sensación de gran intensidad, pero de corta duración, permanece en el tiempo a través de los sentimientos, pues estos son las consecuencias directas de las emociones. Son más duraderas en el tiempo y tienen la capacidad de ser expresadas, por ejemplo, a través de la palabra.
- Reacciones orgánicas
Una emoción causa diversas reacciones orgánicas (fisiológicas, psicológicas o conductuales). Estas reacciones pueden ser innatas, pero, también, pueden recibir la influencia de ciertas experiencias o situaciones conocidas con anterioridad. Como mencionamos anteriormente, estas reacciones están controladas por el sistema límbico.
Tipos de emociones.
Los tipos de emociones no son más que una clasificación según sean estas positivas o negativas. Aquí encontramos las emociones más básicas como aquellas que pueden manifestarse en diferentes momentos. Conozcámoslas con detalle.
- Emociones primarias: también son denominadas como emociones básicas. Se trata de las emociones innatas y que tienen la capacidad de responder a algún tipo de estímulo externo. Aquí nos encontramos con la sorpresa, la alegría, el miedo, la ira, la tristeza y la apatía.
- Emociones positivas y negativas: son las reacciones que pueden afectar de una u otra forma las conductas de una persona. Algunas se pueden presentar como positivas, es decir, generan algo bueno o, todo lo contrario, pueden aparecer como negativas, afectando la vida del sujeto en cuestión. Es decir, las emociones positivas están relacionadas con aquellos sentimientos que resultan ser más agradables, perciben una situación como algo bueno y duran poco tiempo. Las negativas, en cambio, estimulan sentimientos desagradables, analizan una situación como algo perjudicial y pueden durar un poco más en el tiempo.
Las emociones más comunes en las personas.
Felicidad.
La felicidad, también relacionada con la alegría, es un tipo de sentimiento considerado como positivo. Esta emoción es experimentada por todas las personas a lo largo de su vida, en pequeñas o grandes manifestaciones. Lo importante es que, la felicidad, genera una fuerte carga emocional, la misma que se transforman en un motor para mejorar la autoestima de un sujeto desde edades muy tempranas, pues es fundamental para la supervivencia y sentir goce de estar vivo.
Tristeza.
La tristeza es un tipo de sentimiento negativo, pues genera una carga emocional pesada y dolorosa que, a la larga, puede provocar algún tipo de trastorno o enfermedad. El desencadenante de este tipo de sentimiento puede ser diverso como, por ejemplo, una pérdida o un fracaso. Lo cierto es que, se presenta de diferentes modos:
- Real: es decir, ocurre en lo concreto.
- Probable: aún no ocurre, pero se teme que se manifieste.
- Temporal: aquello que acontezca solo tendrá un periodo corto de tiempo.
- Permanente: se presenta como un hecho sin solución aparente.
Miedo.
El miedo aparece ante la presencia de peligro y es considerado como un sentimiento que despierta una sensación de desagrado y puede ser tanto algo real como algo imaginario.
Se trata, básicamente, de la sensación que el cuerpo y la mente experimenta ante aquello que se vive como un peligro, pues el cuerpo o la mente están frente a una situación amenazante.
Asco.
El asco es una sensación de desagrado pura. Se trata de un tipo de rechazo o de evasión ante un estímulo determinado. Asimismo, se considera el asco como un tipo de mecanismo de defensa que posee el organismo para protegerse de algo externo.
Ira.
La ira es considerada como un modo de autoprotección y suele manifestarse cuando el sujeto se siente ofendido, maltratado o vulnerado. Lo primero que provoca esta situación es rabia, frustración e indignación.
Sorpresa.
La sorpresa es considerada como un tipo de emoción media o neutra. Básicamente, porque puede ser tanto positiva como negativa, pues suele ocurrir de manera repentina, sin aviso. Esto provoca en el organismo una duda sobre si lo que se presenta, es una oportunidad o una amenaza.
La educación emocional.
La educación emocional se presenta como una herramienta, podría decirse, de enseñanza-aprendizaje que permite a todo sujeto no solo conocer los tipos de emociones que lo integran, sino que, además, tener un control real y consciente de los mismos.
Se trata de una estrategia que permite al sujeto entender, sentir y modificar, en caso de ser necesario, los estados emocionales que en él mismo se generan y que están vinculados con otras personas o situaciones de la vida.
Aprender a manejar las emociones implica:
- Que cada sujeto conozca las emociones que lo invaden en diferentes momentos de su vida.
- Identificar cuando son positivas o negativas.
- Aprender a controlarlas según sea la necesidad.
Citar este artículo
Navicelli, V. (13 de mayo de 2022). Definición de emoción. Características, tipos y la educación emocional. Definicion.com. https://definicion.com/emocion/