Neurociencia es el nombre que recibe la especialidad científica mediante la cual se estudia el sistema nervioso, desde múltiples aspectos.

Aquí se contempla tanto la estructura cerebral como la función de sus partes, el comportamiento del cerebro, cómo trabaja, qué procesos ocurren, entre otras. La palabra proviene de la unión de los siguientes términos: neuro-, prefijo cuyo origen está en el griego νευρο, y que se utiliza para hablar de nervio o de sistema nervioso.

Por otra parte, el segundo componente es ciencia, del latín scientia, que señala saber, erudición. También, de forma más amplia, este concepto señala a todo el conjunto de conocimientos que se originan de la observación, la estructuración y la organización en leyes, principios y conceptos.

Breve recorrido histórico.

Para considerar la historia de la neurociencia, hay que entender que no implica un único tipo de conocimiento. Esta es, en la actualidad, resultado de extensos siglos de investigación y análisis de cómo funciona el cerebro humano, cuáles son sus elementos, cómo se vincula con nuestras emociones y habilidades, cuál es su relación con nuestro comportamiento, entre otras.

Estudio del cerebro
La neurociencia explora el cerebro, y el sistema nervioso, desde la morfología y su estructura, desde cómo se desarrollan el comportamiento y las emociones, y otras perspectivas.

Desde la antigüedad, la disección de cadáveres sirvió para poder analizar este órgano, al que solo es posible acceder de esta manera, para analizarlo y observarlo. Con el paso del tiempo, este análisis fue perfeccionándose y ha sido posible acceder a partes cada vez más complejas, a nivel celular o molecular e incluso neuronal.

Entre algunas de las disciplinas con las que trabaja interdisciplinariamente encontramos la genética, la biología, la fisiología y la bioquímica. También, encontramos la filosofía, la psicología, la neurofarmacología, la anatomía, la neuropatología, y muchas otras.

Sin embargo, con el avance tecnológico del siglo XIX, su interacción con las ciencias de la computación, la inteligencia artificial y otras son campos esenciales para explorar.

De este modo, es posible cruzar este saber con, por ejemplo, conceptos de la psicología o la filosofía: qué áreas del cerebro se activan cuando realizamos alguna actividad o cuando sentimos alguna emoción en particular. Además, es posible explorar qué patologías pueden desencadenarse si algún área en particular tiene un funcionamiento diferente del usual.

Estructura del sistema nervioso.

El sistema nervioso cuenta con dos partes. Por un lado, el sistema nervioso central o SNC, que se compone esencialmente de los siguientes elementos:

  • Médula espinal: ubicada dentro de nuestras vértebras (que la protegen), es la que conecta al cerebro con los nervios de todo nuestro cuerpo, lo que posibilita el funcionamiento de nuestro organismo.
  • Encéfalo: es un órgano gracias al que se regula el tacto, las emociones, la capacidad motriz, otras funciones del organismo como el hambre, la respiración o la temperatura.
Sistema nervioso central
Entre las funciones del sistema nervioso central, se encuentra el control de funciones biológicas involuntarias como la respiración y el hambre.

El sistema nervioso periférico (SNP), por otra parte, comunica al SNC con el resto del cuerpo. Está constituido, casi totalmente, por nervios, que recorren nuestra cabeza, nuestro cuello y que se conectan con el cuerpo. A su vez, se divide en dos:

  • Sistema nervioso somático: rige sobre las acciones voluntarias.
  • Sistema nervioso autónomo: rige sobre las acciones involuntarias, automáticas, como la respiración, la digestión, el sudor, entre otros.

Encontramos, además, la corteza cerebral, o córtex cerebral. Esta es la capa de sustancia gris que recubre, externamente, a los dos hemisferios (izquierdo y derecho). El cerebelo, por otra parte, se ubica en la parte posterior del cráneo, y es un elemento esencial para el movimiento, la coordinación, y para mantener el equilibrio.

Uno de esos elementos esenciales son los lóbulos, zonas del cerebro; veamos algunos de ellos:

  • Lóbulo frontal: el más grande del cerebro, es clave para llevar adelante las funciones cognitivas y para el control de acciones voluntarias.
  • Lóbulo parietal: se encarga de las funciones vinculadas con la sensación, o la construcción de opiniones, y también de la integración sensorial.
  • Lóbulo occipital: este se involucra en lo relacionado con el procesamiento visual (interpreta lo que vemos, lo procesa, y ayuda a la formación de recuerdos visuales).
  • Lóbulo temporal: se involucra en acciones como la memoria (visual o fáctica), las emociones, lo relacionado con el lenguaje, entre otras.

El cerebro.

El elemento esencial en toda rama de la neurociencia es el cerebro, órgano altamente complejo, ubicado dentro de nuestro cráneo y que regula toda actividad del sistema nervioso.

Neurona
Las neuronas son células que se conectan entre sí y controlan múltiples funciones en los tejidos del cuerpo.

Nuestro cerebro tiene dos hemisferios, y es en donde se genera la sinapsis (comunicación entre neurona y neurona). Además, es el encargado de generar energía para producir reacciones neuronales y de regular las funciones del cuerpo como la temperatura, la frecuencia cardíaca, la presión, entre otras (digestión, respiración).

También regula todo lo vinculado con la cognición, el pensamiento, el control de emociones, de recuerdos, y organiza la información sensorial que nos llega.

Ramas.

Una de las diferentes ramas de esta disciplina es la neurociencia cognitiva. En ella, se analiza y estudia cómo se recibe información en el cerebro y cómo esta es procesada. Dicho de otro modo, se estudia la vertiente biológica de los modos en que diferentes procesos cognitivos se construyen.

Es posible investigar sobre el lenguaje, las formas en que el aprendizaje tiene lugar, las emociones y sentimientos.

Otra rama es la neurociencia del comportamiento: de modo similar a la cognitiva, esta estudia las bases biológicas de la construcción de conducta y de los procesos vinculados con ella. Se sirve de múltiples disciplinas para complementarse: la psicología, la biología, la genética, pero también la inteligencia artificial, por ejemplo, entre otras.

Lesiones y rehabilitación
Gracias al desarrollo de esta disciplina, es posible detectar patologías y su relación con algún daño en alguna región del sistema nervioso, y trabajar en ello.

Una tercera rama es la neurociencia clínica, donde el eje es el estudio de patologías y trastornos cuyo origen es alguna lesión en el sistema nervioso. De este modo, es posible trabajar en la rehabilitación de los pacientes con estas patologías.

Además, con el avance tecnológico, se sirven de múltiples elementos y técnicas novedosos que contribuyen con un diagnóstico más rápido, certero y efectivos.

Existen otras áreas, como la neurociencia social (que analiza la interacción entre procesos cognitivos y neuronales con los sociales), la neurociencia molecular (que estudia el rol de diferentes moléculas en el desarrollo de las neuronas) o la neurociencia computacional. Esta se ocupa de estudiar cómo tienen lugar las conexiones entre neuronas desde la informática; se sirve también del análisis matemático, la biofísica y otras neurociencias.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (22 de agosto de 2023). Definición de neurociencia. Historia, elementos y ramas. Definicion.com. https://definicion.com/neurociencia/