Tolerancia es el vocablo que designa el respeto por las ideas, la forma de vida, las prácticas o las creencias de otra persona u otra comunidad, aún cuando va en contra de las propias creencias.

Esta es una capacidad que, en la actualidad, se considera altamente valiosa. Su ejercicio permite una convivencia más armónica al interior de un grupo social y en el vínculo con otros.

Surge del término en latín tolerantia, utilizado para indicar cualidad de aquello que puede soportar o aguantar.

Características generales.

Algunos rasgos con los que podemos identificar la tolerancia son los siguientes:

  • Comprensión y empatía por el otro.
  • Respeto por las ideas y creencias de las otras personas.
  • Búsqueda de mantener una convivencia armónica y en paz con las personas.
  • Flexibilidad en la comunicación, en la escucha activa y en el entendimiento.
  • Receptividad para poder abrirnos, de buena voluntad, a lo que la otra persona pueda mostrarnos y enseñarnos.
Comunicación respetuosa
La tolerancia implica una comunicación respetuosa, aunque no necesariamente de acuerdo, con otras personas.

La tolerancia puede ocurrir en diferentes niveles y, a la vez, otro rasgo es que es posible ser tolerantes con determinados rasgos o temas y no con otros. Esto se vincula con la empatía, y con la capacidad de tener sensibilidad a la experiencia de las demás personas.

Una persona, además, puede tolerar determinadas opiniones, creencias o formas de vida, por ejemplo, pero a la vez puede no ser abierta y receptiva con otras ideas.

Tipos.

Para poder clasificar la tolerancia, pueden contemplarse diferentes niveles o formas en las que se manifiesta; veamos algunas de ellas:

Tolerancia social.

Puede definirse a la tolerancia social como la habilidad de poder aceptar que, como humanos diversos, con distintos trasfondos sociales, familiares y culturales, podemos tener múltiples diferencias con otras personas con las que cohabitamos.

Si se considera cómo las sociedades han ido avanzando a lo largo de la historia, la coexistencia entre grupos de diferentes etnias, lenguas, religiones y culturas es inevitable. En un mundo como el de hoy, donde la globalización y el multiculturalismo están tan presentes, el respeto a la diferencia, para una convivencia pacífica, es elemental.

Tolerancia religiosa.

Un tipo más específico de tolerancia es la religiosa: esta tiene que ver con la solidaridad y la consideración con las ideas religiosas que otra persona puede tener.

Tolerancia religiosa
La tolerancia religiosa es el respeto por las creencias de otra persona u otra comunidad.

A lo largo de los siglos, la religión ha sido un motivo de disputas, guerras crueles y persecuciones a quienes no profesaran una religión que la mayor parte de ese grupo social tenía. Esto ocurrió, por ejemplo, con las persecuciones cristianas hacia los paganos en el siglo IV d. C., o la persecución que los mismos cristianos sufrieron dos siglos antes. Con el paso del tiempo, ocurrió algo similar con la llegada de los europeos a América, cuando un gran despliegue burocrático y militar extendió el cristianismo por todo el nuevo continente.

La intolerancia religiosa, en la mayoría de las situaciones, puede ser acompañada de violencia, tortura, restricción de libertades civiles e, incluso, la muerte.

Tolerancia política.

Finalmente, la tolerancia política, de modo semejante a la religiosa, se vincula con el poder admitir las diferentes posturas ideológicas que pueden coexistir en la sociedad. Este respeto se vincula no solo con el derecho a la libertad de expresión sobre las propias creencias, sino a poder construir una democracia atravesada por el pluralismo y la variedad de opiniones.

Su vínculo con la sociedad.

En la actualidad, la tolerancia es un concepto que, en la dinámica de los distintos grupos y actores sociales, puede ser presentada como una problemática por abordar.

La capacidad de tener la sensibilidad social de comprender, o de poder escuchar y debatir con alguien cuyas ideas difieren de las nuestras, implica poder posicionarnos desde el respeto. Sin embargo, es un ejercicio que debe practicarse desde ambos grupos sociales o desde ambos posicionamientos, siempre y cuando las libertades de la otra persona puedan ser tenidas en consideración.

Tolerancia por los demás
La práctica de la tolerancia puede ejercerse con terceros, con los amigos o con familiares.

La tolerancia, además, tiene un estrecho vínculo con los derechos humanos. Cada persona tiene el derecho de poder vivir libremente en función del derecho a la libertad de expresión, de pensamiento y de ser tratado con igualdad y dignidad.

El diálogo y la comunicación tolerante.

A propósito de la tolerancia como un derecho, cabe destacar la importancia de atender al aspecto social de esta habilidad.

Es posible aprender a ser tolerantes desde nuestros diferentes espacios de socialización, como el hogar familiar, la escuela, los clubes donde realizamos actividades deportivas o recreativas, y otros. Como tal, es un valor que aprendemos, fundamentalmente, de quienes son adultos a cargo (ya sean padres, docentes o tutores). Con el paso del tiempo, si esta enseñanza se incorpora desde pequeños, aprendemos diferentes valores:

  • Aprendemos a no burlarnos de los demás, en función del aspecto físico, de sus ideas o de sus creencias;
  • Aprendemos a tomar responsabilidad por nuestros dichos, y a comunicarnos con sabiduría;
  • Aprendemos de generosidad, compasión y amabilidad para dirigirnos hacia otros, y a poder transmitir lo que pensamos con tacto;
  • Entendemos que es posible respetar y convivir con los demás, aún si no pensamos u observamos una situación de igual manera.

Esto puede ayudar a desarrollar nuestra paciencia, nuestro cuidado en las palabras y en poder hablar, con sinceridad pero con benevolencia, al comunicar nuestras ideas.

El mundo digital.

A través de las múltiples tecnologías con las que contamos hoy en día para comunicarnos, encontramos que, así como puede ser un factor positivo de comunicación más rápida, también puede tener una contracara negativa.

Redes sociales y tolerancia
La falta de tolerancia en redes sociales puede manifestarse en un grave impacto sobre la salud mental de la persona agredida.

En relación con la tolerancia, las redes sociales se han transformado, en la actualidad, en un espacio donde, mediante las tecnologías, una persona puede ser amada o puede ser hostigada, molestada o burlada. Esto, denominado ciberacoso, puede deberse a múltiples factores, como por ejemplo cuando un grupo de personas está en desacuerdo con una persona y, mediante sus redes sociales, envían miles de mensajes.

Se ha evidenciado el fuerte impacto en el equilibrio mental y la psiquis de la persona agraviada que tienen estas actitudes. Existen muchos casos donde las víctimas de ciberacoso decidieron quitarse la vida, debido a la imposibilidad de soportar las burlas, la exclusión y el hostigamiento constante.

En la actualidad, es importante reforzar, fundamentalmente desde el entorno de los más jóvenes, quienes más emplean redes sociales, a ser cuidadosos con sus palabras. Es importante instarlos a reflexionar sobre el significado y el peso que puede tener ese mensaje sobre otra persona, para poder promover una convivencia con más cordialidad y serenidad en este espacio de socialización tan utilizado.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (31 de julio de 2023). Definición de tolerancia. Historia, rasgos y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/tolerancia/