Solidaridad es una palabra que encuentra su origen en el latín «soliditas» y refiere a la realidad de algo compacto, unido, físicamente entero, cuyas partes son de igual naturaleza. También deriva del adjetivo latino «solidus», que alude a una cosa sólida y firme.
En ambos casos, solidaridad habla de una cualidad humana que describe a un sujeto capaz de adherirse a una causa común y estar al servicio de todos.
Expresado de otro modo, apelamos al concepto de solidaridad para explicar un tipo de apoyo o de adhesión a una causa o a una situación que es de interés para un amplio número de gente.
Refiere a la unión de dos o más sujetos con el propósito de lograr un objetivo común, generalmente sin pretender nada a cambio. Se trata de un acto humano de servir a los demás, ya sea compartiendo material que se posee o acompañando los procesos emocionales y sentimentales de los sujetos. Es decir, poniéndose en «los zapatos» del otro, sentir empatía, ofrecer colaboración.
Asimismo, la solidaridad es un acto de ayuda y apoyo que se presenta de modo recíproco entre humanos.
A quien practica la solidaridad, actuando con el propósito de proteger, ayudar y brindar un respaldo al prójimo, se lo describe como solidario. Del mismo modo, la solidaridad persigue un fin que no es más que el deseo de cambiar la realidad del mundo para transformarlo en un lugar mejor, donde los humanos puedan habitarlo con más dignidad.
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Solidaridad como valor .
Se dice que la solidaridad es un valor humano y una de las cualidades por excelencia de toda persona, en el sentido de que habla de una colaboración mutua entre los sujetos, sin pedir nada a cambio. Simplemente, es la entrega desinteresada de alguien hacia los demás.
Este valor bien desarrollado permite a la gente superar situaciones de extrema complejidad social y humana como, por ejemplo, guerras, enfermedades, desastres naturales, etc. Asimismo, la solidaridad como valor también se aplica en el ámbito familiar y en otras relaciones humanas y sociales como la amistad, la pareja y con los vínculos más cercanos. Esto se manifiesta cuando ocurren hechos complejos en los que los individuos sienten soledad, dolor o angustia y un ser solidario colabora en mejorar su estado.
Además, la solidaridad como valor humano permite distinguir la cualidad de los hombres y de las mujeres. En este sentido, podemos encontrarnos con dos tipos:
- Quien asiste y acompaña de modo desinteresado a otro.
- El sujeto que evita brindar su colaboración y se muestra distante, indiferente y egoísta.
Visiones de la solidaridad.
La solidaridad es una palabra que puede analizarse desde muchas visiones o áreas de estudio diferentes. En este apartado veremos tres de ellas:
- Derecho
- Lingüística
- Sociología
Solidaridad en el derecho.
En el área del derecho, se afirma que la solidaridad es un modo o una obligación «in sólidum», es decir, que es algo que se da por entero.
En este marco, aquella persona que fuera víctima de una situación cuyo resultado provocó un daño en su vida (material, física o emocional), tiene derecho a obtener una reparación. Para conseguir un resarcimiento, el sujeto dañado exige la pronta reparación al coautor del hecho.
Un detalle no menor es que todo este proceso se da de la mano de instrumentos jurídicos.
Solidaridad en la lingüística.
Cuando hablamos de solidaridad en la lingüística nos referimos a una función propia de este campo de estudio.
Alude a la implicancia que se da entre dos elementos dentro de un texto o a su interdependencia.
Ejemplo de ello es la relación que se produce en la lengua castellana entre los morfemas de número y las personas verbales.
Solidaridad en la sociología.
En el área de la sociología, la solidaridad es entendida como la adhesión de los sujetos a los mismos valores y principios.
Fue el sociólogo francés Emile Durkheim quien analizó este aspecto según tres puntos de vista:
- La solidaridad en comunidad: se trata de una unidad comunal que está basada en ciertos intereses u objetivos comunes. Se refiere a una unidad que busca que las personas pertenezcan a un mismo grupo social, que trabajen aunando fuerzas y que persigan una misma meta o que deseen luchar por una misma razón.
- La solidaridad orgánica: esta visión aplica para el ámbito empresarial. En este sentido, se refiere a la interdependencia de los sujetos provocada por la especialización de cada uno, en relación con su rol o función. Asimismo, apunta a la división técnica del trabajo en diferentes áreas, roles o funciones.
- La solidaridad mecánica: es una postura que se contrapone a las dos anteriores, puesto que se refiere a la competencia e independencia que los individuos desarrollan en el ámbito laboral o de cualquier actividad que implique desarrollar un trabajo. En este sentido, se establece una diferencia entre los sujetos porque no existe algo que los vincule. Es decir, no se presenta una necesidad de uno sobre otro.
En pocas palabras, para la sociología, la solidaridad es saber y querer comprometerse con los demás. Por ello se considera a la solidaridad como un acto social. En este contexto se da una cohesión entre los sujetos y, por tanto, un fuerte lazo social que los une a la vez que colabora en aunar criterios para el bien de toda la sociedad.
Principio de solidaridad.
El principio de solidaridad es una doctrina social presente en la Iglesia Católica. En ese campo de espiritualidad, la solidaridad es entendida como la unión entre las personas.
Para comprender mejor este principio, vamos a desarrollar lo que la misma doctrina establece.
Según el catolicismo, esta noción se transforma en principio para aludir a la consideración de las características y de los aspectos que relacionan y unen a los individuos. A su vez, refiere a una ayuda mutua y, por tanto, a la interacción y colaboración entre los miembros de un grupo social.
Para la Iglesia, la solidaridad es un servicio que las mismas relaciones del grupo social promueven, enfatizan y sostienen.
Esta colaboración supone:
- Contribuir al desarrollo humano.
- Alentar el crecimiento de los sujetos en todas las áreas de la vida.
- Promover el progreso de los seres humanos.
Diferencia entre solidaridad y altruismo.
Existe una diferencia sustancial entre solidaridad y altruismo. A estas nociones suele tomárselas como sinónimos, sin embargo, refieren a ideas distintas. Veamos cada concepto para entenderlo mejor.
- Solidaridad: es un valor humano que se aprende a partir de una influencia social. Esta cualidad humana está estrechamente relacionada con sentimientos como el respeto, la tolerancia, el amor, la igualdad y la empatía. No pretende nada a cambio.
- Altruismo: es una expresión filosófica que alude a la ayuda sin interés. En este sentido, un sujeto decide colaborar con otro y, para hacerlo, deja de lado todo tipo de objetivo propio. Se trata de un acto humano de entrega y consideración sin evaluación. Así se colabora sin mirar a quién y sin pedir una devolución por lo concedido.
Las diferencias principales entre ambos conceptos:
- La solidaridad es un valor que se adquiere o aprende a partir de la relación que un sujeto desarrolla con su familia, amigos, instituciones, etc desde temprana edad. Asimismo, este acto implica buscar el bienestar a través de la ayuda o asistencia. Se ejerce a partir de un valor positivo. Se presenta de modo innato y se lo vincula con el sentimiento del amor.
- El altruismo es un concepto filosófico y es una ayuda desinteresada, en el sentido de que, realmente, no se espera nada a cambio. Para desarrollar un acto altruista es fundamental la voluntad y el sacrificio, puesto que el ser altruista convierte esto en su estilo de vida. El altruismo interviene en el bienestar social como en el personal, ya que persigue alcanzar una ayuda real.
Citar este artículo
Navicelli, V. (29 de noviembre de 2022). Definición de solidaridad. Como valor, visiones, principio y diferencia entre solidaridad y altruismo. Definicion.com. https://definicion.com/solidaridad/
