El neocolonialismo es una forma moderna e indirecta de colonialismo, en la cual las potencias internacionales ejercen una intervención económica, política y social sobre otros países independientes o descolonizados. Se trata de una práctica geopolítica de intervención, control o influencia indirecta por parte de ciertas potencias mundiales hacia otras naciones y territorios del mundo.
El neocolonialismo, entonces, se define como un sistema político relacionado con el imperialismo que se caracteriza por ejercer una injerencia indirecta sobre otras naciones. A diferencia del colonialismo tradicional, cuyos métodos de colonización se caracterizaban por la conquista bélica y la toma de territorios, los métodos del neocolonialismo se caracterizan por ejercer un control sobre la economía, la sociedad y la cultura de los países menos desarrollados.
Se trata principalmente del ejercicio de un imperialismo económico a través de generar sistemáticamente una relación de dependencia económica con los diversos países en desarrollo. A través de medios de intervención financiera como la deuda externa, la inversión extranjera directa o la explotación de recursos, se produce la intervención política sobre los pueblos y territorios alcanzados por las estrategias neocoloniales.
El neocolonialismo se desarrolla en el marco de la globalización, donde las relaciones internacionales son un elemento geopolítico fundamental para ejercer el dominio económico y político de las potencias. En este marco, no sólo los Estados territoriales del mundo participan del neocolonialismo sino que, además, toman protagonismo instituciones internacionales no estatales de grandes capitales económicos como el Banco Mundial, el FMI (Fondo Monetario Internacional) o las más acaudaladas corporaciones multinacionales.
En un contexto globalizado, el neocolonialismo se ejerce por diversos intereses geopolíticos: recursos naturales, posiciones estratégicas, supremacía militar o influencia social y cultural sobre las poblaciones. Los intereses imperialistas de las potencias neocoloniales se basan en la expansión económica y política sobre el contexto geopolítico internacional. El fin de todo neocolonialismo es el mismo que los colonialismos e imperialismos clásicos: ejercer un dominio mundial sobre los principales recursos naturales, económicos y políticos del resto de las naciones.
Los acuerdos de libre comercio, el ajuste estructural de las economías subdesarrolladas, la privatización y el extractivismo son algunas de las prácticas comunes de los neocolonialismos en la actualidad. El resultado a largo plazo de las intervenciones neocoloniales contribuye a la instalación de una profunda desigualdad económica entre los países del mundo, que se agrava conforme la pérdida progresiva de soberanía de los recursos, economías y territorios de los países afectados.
Índice de temas
Orígenes y evolución histórica del neocolonialismo
Neocolonialismo, crisis económica y Guerras Mundiales en el siglo XX
Neocolonialismo en la Guerra Fría
Neocolonialismo y capitalismo globalizado
Métodos y estrategias del neocolonialismo
Imperialismo económico y tecnológico
Imperialismo ideológico y colonialismo cultural
Imperialismo ambiental o neocolonialismo ecológico
Neocolonialismo en África y América Latina
Orígenes y evolución histórica del neocolonialismo.
En sus orígenes, el neocolonialismo fue un proceso que continuó a la independización y descolonización de los países que se hallaban sometidos bajo el imperialismo y colonialismo tradicional entre los siglos XVIII y XIX. A pesar de que los nuevos Estados soberanos habían alcanzado la soberanía política de sus naciones, la dependencia económica y tecnológica, y la influencia cultural de las grandes potencias continuó ejerciendo una injerencia decisiva sobre sus pueblos y territorios.
A partir del siglo XIX, la forma de colonización tradicional dio lugar nuevas manifestaciones de colonialismo moderno, cuya principal diferencia radicó en ejercer un poder económico, tecnológico y cultural sobre las naciones en vías de desarrollo. Tras la liberación política de las colonias, sin embargo, se mantuvieron las mismas estructuras económicas que permitieron a las potencias europeas continuar con su relación de control económico y político sobre los nuevos Estados independientes.
Pronto, la diferencia entre países industrializados y países exportadores generó una dependencia de las importaciones, de la maquinaria técnica y el capital en manos de las potencias industrializadas. Esto dio lugar al desarrollo de una dinámica de interdependencia entre países centralizados (productores industriales) y países periféricos (no industrializados, vendedores de materias primas).
Neocolonialismo, crisis económica y Guerras Mundiales en el siglo XX.
A principios del siglo XX, el panorama geopolítico internacional se estableció según una división internacional del trabajo que tenía como principales actores políticos y económicos a las potencias industrializadas del mundo. Se ejerció así una relación de dependencia económica y tecnológica sobre los países periféricos. Se genera entonces la brecha Norte-Sur y la noción de «tercer mundo» para catalogar a los países en subdesarrollo que dependían económica y tecnológicamente de las grandes potencias internacionales.
La crisis económica de los años 30, conocida como la Gran Depresión, fue la primer crisis que afectó considerablemente la economía y la política a nivel internacional. La caída de la Bolsa de Wall Street produjo la quiebra de múltiples empresas y la ruptura de la economía norteamericana, lo que afectó al resto de las economías dependientes de Estados Unidos. Surge el keynesianismo como respuesta para desarrollar una economía política desde la acción presente del Estado para reactivar el circuito económico.
Por otro lado, el agravante de ambas guerras mundiales dio lugar a formas de autoritarismo, imperialismo y totalitarismo que debilitaron la soberanía política y económica de muchos países afectados por las guerras. Las políticas imperialistas de los fascismos durante la Segunda Guerra y la crisis económica dejada tras su caída afectaron profundamente las relaciones económicas y políticas a nivel internacional.
Neocolonialismo en la Guerra Fría.
El fin de la Segunda Guerra Mundial (1945) marcó el inicio de una nueva Era geopolítica signada por la Guerra Fría. El panorama político internacional se organizaba entorno a la competencia entre las dos nuevas superpotencias mundiales: Estados Unidos y la Unión Soviética. Comienza así, un largo proceso de guerra económica y carrera armamentista por parte de las dos grandes potencias que dividiría a los Estados del mundo en aliados del capitalismo norteamericano o aliados del comunismo soviético.
La guerra contra el terrorismo, la instalación de bases militares extranjeras, la producción de armas de destrucción masiva y la protección de la seguridad nacional fueron parte de la política exterior de ambas potencias. Durante la Guerra Fría se desarrollaron nuevas formas de intervencionismo, no sólo en la economía sino en la política y la cultura del resto de los países del mundo. Los llamados conflictos proxy fueron enfrentamientos armados impulsados por ambas potencias a través de la guerra entre otras naciones. La guerra civil griega, las guerras de Corea, Vietnam o Afganistán se dieron en el marco del enfrentamiento ideológico de la Guerra Fría.
La doctrina Truman, impulsada por Estados Unidos en 1947, consistió en el financiamiento económico de aquellos países que se opusieran al comunismo soviético. Así, el imperialismo norteamericano consiguió que muchas naciones se alinearan al bloque capitalista y se pusieran en relación de dependencia con la economía norteamericana, al mismo tiempo que se alineaban a su ideología política.
En este marco ,surgió en 1955 el Movimiento de los Países No Alineados (MNOAL), integrado por aquellas naciones que optaban por no subordinarse ni a Estados Unidos ni a la Unión Soviética. El movimiento de los no alineados significó una medida de resistencia frente al neocolonialismo de ambas potencias mundiales durante la Guerra Fría.
Neocolonialismo y capitalismo globalizado.
Con la caída de la Unión Soviética (1991), el capitalismo norteamericano se estableció como nuevo orden económico del mundo. La expansión del capitalismo a nivel internacional inauguró nuevas formas de mercantilismo basadas en las economías neoliberales como eje central de relaciones económicas y políticas entre los países del mundo. El neoliberalismo globalizado contribuyó al desarrollo de las principales formas de neocolonialismo en la actualidad: la deuda externa, la reestructuración económica y la intervención sistemática en la soberanía política de los países menos desarrollados.
En la actualidad, existen formas de neocolonialismo como la globalización empresarial, la hegemonía cultural y el intervencionismo corporativista que reflejan prácticas neocoloniales a niveles cada vez mayores. La influencia de las potencias mundiales se introduce en el mercado y la economía de los países en vías de desarrollo para luego establecer una influencia paulatina sobre la política, la sociedad y la cultura de los pueblos. La globalización ha dado lugar a la expansión de múltiples formas de neocolonialismo, las cuales se basan, principalmente, en la intervención económica y la supremacía tecnológica para establecer luego un control político sobre los países del mundo.
Métodos y estrategias del neocolonialismo.
Imperialismo económico y tecnológico.
El imperialismo económico y tecnológico es la definición misma en la que se enmarca el neocolonialismo, ya que su estrategia consiste en ejercer un dominio político a través del control económico y tecnológico sobre las naciones soberanas. En este sentido, el imperialismo económico, es decir, el neocolonialismo, opera de forma «indirecta», se trata del debilitamiento sistemático de las economías y recursos de otros países, impidiendo su desarrollo y generando una dependencia sistémica que subordina económicamente a las naciones al poder de los grandes capitales internacionales.
En un mundo de capitalismo globalizado, la soberanía política de las naciones no basta para garantizar la soberanía completa de los pueblos y países del mundo. Mientras el contexto político supone que los Estados son soberanos a nivel político, las estructuras de dependencia económica y tecnológica generadas en los inicios del colonialismo clásico aún continúan en vigencia. La gran desigualdad económica del colonialismo dio lugar a la profundización de estas estrategias de subordinación económica durante todo el desarrollo del neocolonialismo. Desde finales del siglo XVIII hasta la actualidad, los grandes capitales del mundo han ido en aumento y han crecido a niveles globalizados, dominando los mercados, la producción y la explotación de recursos mas allá de la soberanía de los Estados territoriales.
Estrategias económicas de neocolonialismo.
A continuación, veremos algunas estrategias económicas del neocolonialismo en la actualidad:
- Deuda externa: Se trata de una práctica que consiste en el empréstito económico por parte de entidades financieras internacionales como el Banco Mundial o el FMI a los países generalmente en vías de desarrollo. A partir de la deuda, luego, las entidades financieras logran el acceso a la intervención política de las naciones a partir de intervenir en la economía de los pueblos. De esta manera, se avanza sobre los territorios, recursos y soberanía política de las naciones y se ejerce una relación de dominación económica a partir de la deuda. La deuda externa es un caso de neocolonialismo altamente expandido en regiones como Latinoamérica, África o Asia.
- Reestructuración económica: Se trata de la intervención directa en las estructuras económicas de un país a través de la manipulación extranjera de sus economías. Se produce a partir de la perpetuación de la deuda externa y representa el siguiente paso de intervención ya no sólo en la deuda sino en la estructura misma de la organización económica de un país. La intervención a partir de la reestructuración económica representa un estadio más avanzado de neocolonialismo donde los capitales extranjeros acceden directamente a la organización económica de un país.
- Corporaciones multinacionales: La economía global se ha desarrollado entorno al imperialismo económico, donde grandes capitales son acumulados por pocas entidades que trascienden los límites territoriales de los Estados y se convierten en corporaciones multinacionales de alto impacto en la economía internacional. El Banco Mundial, el FMI, el Foro Económico Mundial, el G20 y las empresas multinacionales son ejemplos de estas corporaciones que se organizan entorno a la concentración masiva de capitales e influencian de forma imperialista al resto de las economías y Estados del mundo.
Imperialismo ideológico y colonialismo cultural.
El imperialismo cultural es una forma de imposición ideológica principalmente ejercida desde los medios de comunicación masivos. Consiste en la instalación de una hegemonía cultural a través del dominio de los medios para influenciar en la cultura y la sociedad de otros países. Se llama aculturación al proceso mediante el cual un grupo social es despojado de su identidad cultural para adoptar la cultura, las creencias y costumbres de un imperio hegemónico.
En la actualidad, los medios de comunicación globales ejercen una poderosa influencia sobre la cultura de los pueblos del mundo. La industria cultural, la sociedad de consumo, la producción masiva y estandarizada, el turismo masivo y el consumo global de productos hegemónicos son formas en las cuales se manifiesta el imperialismo cultural en el mundo globalizado.
El neocolonialismo ejerce imperialismo cultural como una forma indirecta de imponer la cultura dominante sobre los pueblos y países del mundo. A través del cine, la televisión y el control de los medios masivos, se construyen ideologías estandarizadas y se venden como productos de consumo cultural. La expansión masiva de un mismo producto cultural hegemónico se instala en la cultura de otros pueblos y desplaza la producción cultural propia de cada uno.
Así, las estrategias neocoloniales de influencia económica y tecnológica se expanden también hacia la cultura, teniendo un impacto decisivo sobre la ideología de los pueblos, ya que mediante la cultura se moldean las ideas políticas y las tendencias sociales.
Occidentalización e imperialismo cultural europeo y norteamericano.
- Imperialismo cultural europeo: Se trata de la imposición cultural e ideológica por parte de las potencias europeas al resto de los países del mundo. El imperialismo cultural europeo comenzó a partir del colonialismo clásico. Las conquistas europeas en territorios indígenas llevaron el cristianismo y las costumbres de los pueblos europeos imponiendo su cultura a los pueblos colonizados. A partir de entonces, la expansión cultural europea en territorios como América, África o Asia continuó produciendo un amplio proceso de aculturación que llega hasta nuestros días. La educación occidental, la instalación de sistemas políticos occidentales o la imposición lingüística son formas en las cuales se manifiesta el imperialismo cultural europeo en el mundo.
- Imperialismo cultural norteamericano: Uno de los casos más emblemáticos es el del imperialismo cultural norteamericano que, a través de la expansión de sus mercados, reproduce una influencia en la cultura alimenticia, social, artística y política de los países en los que se instalan sucursales de consumo cultural provenientes de Norteamérica. El costumbrismo estadounidense, ampliamente producido y extendido a través del cine, la televisión y los medios masivos de comunicación, es un claro ejemplo del imperialismo cultural norteamericano. La construcción sistemática de estereotipos culturales transmiten e instalan los valores y creencias propias de la cultura hegemónica en la cultura de otros pueblos. El capitalismo, el neoliberalismo, la democracia liberal, el patriotismo el patriarcado occidental, la sociedad de consumo masivo, la comida chatarra son algunos ejemplos de cómo se instala la cultura norteamericana en el resto de los países. Se conoce con el nombre de americanización al proceso de aculturación ejercido por la hegemonía cultural norteamericana sobre otros pueblos y culturas del mundo.
Imperialismo ambiental o neocolonialismo ecológico.
También llamado ambientalismo imperialista o imperialismo verde, se trata de una forma indirecta de intervención sobre los territorios y recursos de otros países a partir de la cambio climático como correlato para introducir una influencia y control sobre los recursos naturales de otras naciones. El neocolonialismo ambiental se manifiesta en todas aquellas exigencias de desarrollo sostenible, tecnologías limpias y economía verde por parte de los países potencia hacia los países subdesarrollados. El colonialismo se ejerce debido a que, mientras se exigen múltiples cuidados y transformaciones a los países en desarrollo, los países potencia continúan siendo los principales impulsores de la contaminación ambiental y el cambio climático.
Las principales causas del aumento de la contaminación ambiental y la crisis climática se deben a la expansión del imperialismo capitalista globalizado. La apertura del libre mercado a las corporaciones multinacionales produjo el extractivismo y la explotación masiva de recursos naturales en todo el mundo, principal fuente de la desregulación climática a nivel internacional. Mientras las grandes potencias y capitales del mundo, continúan su proceso acelerado de explotación de recursos y contaminación exigen al resto de los países desarrollar políticas de consumo responsable e imponen objetivos de desarrollo sostenible (ODS) sin regular sus propias prácticas de explotación masiva. En este contexto, las iniciativas ambientalistas de las potencias mundiales apuntan más al imperialismo económico que a una verdadera transformación sostenible de la economía, la producción y el consumo.
Neocolonialismo en África y América Latina.
Neocolonialismo en África.
En el continente africano, el colonialismo se expresó a partir de la ideología de la dominación y el racismo como formas de ejercer un poder absoluto sobre las colonias africanas. La esclavización de la población africana se prolongó través de los siglos hasta alcanzar las primeras manifestaciones de los movimientos sociales de liberación nacional contra el racismo y la xenofobia, recién a mediados del siglo XX, influenciados por la revolución india (1942-1947).
Sin embargo, en épocas de neocolonialismo, el imperialismo a las naciones africanas continúa en vigencia a través de la dominación económica, la intervención política y, en muchos casos, la intervención militar directa. Un ejemplo de neocolonialismo en África es el caso de Francia, cuyas prácticas se sirven de la educación francófona, la imposición lingüística y la diplomacia como presión para su política exterior neocolonial en los territorios africanos.
Otra forma de neocolonialismo en África se dio a partir del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando EE UU y la URSS, quienes no habían participado del reparto colonial de África, comenzaron a financiar a las emergentes naciones africanas con fines imperialistas. La influencia económica e ideológica se dio en el marco de la Guerra Fría, donde ambas potencias buscaron influir a partir de la ayuda al desarrollo y la búsqueda de cooperación internacional en el marco de la guerra ideológica y política de las potencias.
Neocolonialismo en Latinoamérica.
En neocolonialismo en América Latina comenzó a finales del siglo XIX, cuando las potencias mundiales, principalmente Gran Bretaña y Estados Unidos, buscaron influir económica y políticamente en la región de América Latina. La instalación del modelo agroexportador, un sistema económico basado en una relación de dependencia tecnológica de los países exportadores a los países industrializados, dio lugar a la configuración de un mundo dividido en la brecha Norte-Sur. Los países del Sur (subdesarrollados) dependen económicamente de los países del Norte (industrializados).
Las estrategias de imperialismo económico de los países industrializados sobre los países exportadores de América Latina forjó la constitución de los Estados nacionales y la propia conformación de la sociedad en función de las demandas de los países industrializados.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, el neocolonialismo se instala en Latinoamérica mediante el endeudamiento y el debilitamiento sistemático de las economías latinoamericanas. Durante la década de los setenta, muchos gobiernos latinoamericanos accedieron a empréstitos de empresas multinacionales o bancos mundiales. La toma de deuda, en la mayoría de los casos, se dio por causa de la negligencia de la clase dirigente o de gobiernos militares, muchas veces coordinados y financiados por las potencias extranjeras.
Se conoce con el nombre de Operación Cóndor al plan de financiamiento y coordinación por parte de Estados Unidos a los gobiernos militares instalados por la fuerza en América Latina. Se trató de un plan de represión política y terrorismo de Estado en los países latinoamericanos impulsado, organizado y financiado por Estados Unidos. Representó una de las políticas neocoloniales más sangrientas y crueles del siglo XX y consistió en la instalación del terror en las sociedades latinoamericanas, a través de la persecución política, la desaparición de personas y los crímenes de lesa humanidad. Países como Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay fueron afectados económica, política y socialmente por el Plan Cóndor.
Citar este artículo
Aci, E. M. (15 de julio de 2024). Definición de neocolonialismo. Historia, estrategias y métodos, hegemonía económica, cultural y política. Definicion.com. https://definicion.com/neocolonialismo/