La educación es un proceso de transmisión de conocimiento. Un fenómeno social que promueve el desarrollo del ser humano, propiciando la enseñanza y el aprendizaje de habilidades, técnicas, prácticas, hábitos, creencias y valores.
Estos saberes suelen ser transmitidos por personas o grupos de personas portadoras de dicho conocimiento, quienes actúan como guías y facilitadores del aprendizaje. Generalmente, se trata de figuras de autoridad como padres, madres, educadores o líderes espirituales.
Justamente, la etimología de la palabra educación -del latín ēducātiō o ēdūcō- hace referencia a “criar”, “entrenar”, “llevar adelante” y “guiar fuera de”.
Diversas instituciones proveen un marco para la educación. Los primeros aprendizajes se dan con la crianza, en el seno familiar; más tarde, a partir de los vínculos entre pares y, luego, en distintos ámbitos de formación académica, como el jardín de infantes, la escuela primaria y secundaria, la universidad, entre otros.
Así, a través del proceso educativo, las distintas sociedades y culturas transmiten sus creencias, tradiciones y características más esenciales de una generación a la siguiente, asegurando de este modo su continuidad en el tiempo.
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Educación como fenómeno social.
La educación es un proceso de transformación del ser humano. Esta transformación se da en una sociedad determinada, ella misma favorece -y exige- la educación con el objetivo de promover el desarrollo de los individuos que la conforman y el progreso social en general. Es decir, a través de la educación se busca propiciar un cambio y una evolución en las condiciones (individuales y sociales) existentes.
Como se trata de una transformación y no de una mera acumulación de información, la educación supone una actitud activa por parte de quien la recibe. De esta manera, además de conocimientos, habilidades o valores, se va desarrollando en la persona una estructura interna que permite continuar el proceso educativo de modo indefinido, posibilitando un aprendizaje de mayor complejidad y profundidad cada vez.
Las personas también pueden instruirse a sí mismas, de modo autodidacta, buscando información, reflexionando y accediendo a experiencias enriquecedoras por cuenta propia.
Tipos de educación.
Hay múltiples experiencias de aprendizaje que permiten el desarrollo de las capacidades intelectuales y físicas, así como la incorporación de valores y formas de comportamiento socialmente aceptadas. Toda experiencia que enriquezca a la persona, ya sea intelectual, espiritual, física o emocionalmente, puede considerarse educativa.
- Educación informal: Las experiencias educativas que se viven desde la primera infancia, dentro del contexto familiar o comunitario, y a lo largo de la vida, en la cotidianidad, de modo involuntario, fuera de todo marco académico.
- Educación formal: Experiencias educativas planificadas, con una metodología determinada y objetivos concretos, impartidas en una institución o centro educativo (escuelas, universidades, institutos, etc.).
- Educación no formal: Experiencias educativas que, si bien son planificadas y orientadas a un fin determinado, tienen lugar fuera de todo ámbito académico formal o avalado oficialmente.
Dentro de la educación formal se dan distintos niveles, formatos y contenidos. Según el nivel educativo, ésta se divide en preescolar, educación primaria, educación secundaria, educación superior o de grado (formación profesional y universitaria) y educación de posgrado (especialización, maestría y doctorado).
A su vez, las experiencias educativas pueden ser impartidas en distintos formatos: educación presencial, educación a distancia o en línea (de modo virtual, a través de una computadora o dispositivo electrónico), y educación semi-presencial, que combina las dos anteriores.
Según el contenido, hay infinidad de experiencias educativas (formales o no). Existen tantas como áreas de conocimiento, destrezas y habilidades que se desee difundir y aprender. Por mencionar algunas: educación física, educación ambiental, educación religiosa, educación ciudadana, educación artística, educación emocional, educación especial, educación alternativa, etc.
La educación puede estar administrada por el sector público o por el sector privado. El primer caso hace referencia al sistema educativo formal de cada país, gestionado por la administración pública, cuyo objetivo es garantizar el acceso a la educación para toda la población. En el caso de la educación privada -la cual puede ser formal o informal-, la misma es impartida por instituciones o individuos particulares, habitualmente con fines de lucro.
Derecho a la educación.
La educación es reconocida como derecho humano fundamental en numerosas convenciones y tratados internacionales. En ellos se declara que toda persona tiene derecho a la educación primaria gratuita (la cual es obligatoria) y al acceso equitativo a la educación secundaria y superior.
La Organización de las Naciones Unidas habla de las 4-A, cuatro dimensiones del derecho a la educación:
- Disponibilidad (Available, en inglés): Los Estados deben garantizar la disponibilidad de instituciones educativas (infraestructura y programas) que cubran la totalidad de la población.
- Aceptabilidad: Los programas de estudio deben ser adecuados culturalmente y de buena calidad, de modo que sean aceptables para las y los titulares del derecho (estudiantes, madres, padres o tutores).
- Accesibilidad: El acceso a la educación no puede ser prohibido, debe ser universal, sin distinción de raza, sexo, credo o clase social.
- Adaptabilidad: Los programas educativos deben adecuarse a los cambios de la sociedad.
Los cuatro pilares de la educación.
En 1996, la UNESCO publicó un informe de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI, titulado “La educación encierra un tesoro”. El texto señala la importancia de la educación en el progreso de la humanidad hacia los ideales de paz, libertad y justicia social. Además, indica que la educación se basa en cuatro pilares:
- Aprender a conocer: Supone la capacidad de aprender a aprender, dominar los instrumentos mismos del saber. Propone la combinación de una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de estudiar a fondo un acotado número de materias.
- Aprender a hacer: Más allá del aprendizaje de una técnica o actividad específica, se plantea la adquisición de una competencia que permita al individuo hacer frente a numerosas situaciones, además de facilitar el trabajo en equipo.
- Aprender a ser: Explorar todos y cada uno de los potenciales talentos de la persona. Se destaca la necesidad de que cada individuo pueda comprenderse mejor.
- Aprender a vivir juntos: Conocer mejor a los demás (su historia, sus tradiciones y espiritualidad) para comprender las -cada vez mayores- relaciones de interdependencia y buscar soluciones inteligentes y pacíficas a conflictos inevitables.
Referencias.
- La Educación encierra un tesoro, informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI (Jacques Delors, 1996).
- Derecho a la educación, artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
- Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Citar este artículo
Lehrer, L. (21 de noviembre de 2021). Definición de educación. Su clasificación, su importancia y sus dimensiones. Definicion.com. https://definicion.com/educacion/