La palabra conocimiento tiene múltiples acepciones. Por una parte, se refiere al acto y a la consecuencia de conocer. Por otro lado, alude a la comprensión y a la inteligencia. Asimismo, hace foco en el hecho de noticiarse de algo, o al estado de conciencia de una persona que vigila lo que la rodea.
En comercio, conocimiento es la documentación en que la persona encargada de capitanear un buque declara las mercancías que transporta y entregará al destinatario en la locación portuaria designados; pero, además, también en comercio, se utiliza para referirse a la documentación exigida a fines de identificar a alguien que tiene intenciones de realizar el cobro de un cheque.
La palabra conocimiento viene del verbo conocer, que se compone del prefijo con-, cuyo significado es todo, o junto, que es un prefijo asociado al indoeuropeo kom, que se traduce como junto o cercano a. La raíz del verbo, etimológicamente, está relacionada con gno, que viene del griego gnosis, cuya interpretación en español es conocimiento. Además, se compone de un sufijo de carácter verbal, -sk, que sirve para definir un acto duradero. El sufijo en español, –miento, es indicador de instrumentación o consecuencia.
Índice de temas
Características del conocimiento.
La idea de conocimiento se puede aprovechar para nombrar cosas muy diversas. Puede referirse a comprender, práctica o teóricamente, una temática particular. Incluso puede ser de carácter implícito (por ejemplo, las habilidades prácticas o las pericias) o de tipo explícito, como cuando comprendemos en la teoría una temática. Por otra parte, puede ser formal o informal, de cualidades sistemáticas o particulares.
Según algunas lecturas de Platón, el filósofo proponía que el conocimiento era una creencia verdadera de índole justificada, argumentando que para que haya conocimiento debe haber primero algo que se cree, que además debe ser verdad y se debe poder justificar con evidencias concretas.
Tipos de conocimientos.
Además de caracterizarlo, el conocimiento se puede tipificar y clasificar en función de las áreas que componen, por ejemplo, el conocimiento del campo de la biología, la matemática, la literatura o la gramática. De igual modo, el conocimiento puede ser clasificado en:
- Conocimiento teórico: es el conocimiento que implica interpretar la realidad, que deriva de un proceso interpretativo de los actos comunicativos entre terceros. Se refiere a la asimilación de experiencias que le han sucedido a otros, y que nos llegan de forma directa aunque no las hayamos vivido nosotros mismos. Es el caso de los conocimientos relacionados con la ciencia, con la filosofía o con las creencias.
- Conocimiento empírico: es el tipo de conocimiento que nos llega directo de la experiencia universal, que conforma un entorno básico de normas de comprensión acerca de cómo funciona el mundo que habitamos. Es el caso de los conocimientos relacionados con el espacio, las estructuras abstractas y lo vinculado con las sensaciones o percepciones.
- Conocimiento práctico: es el conocimiento que apunta a la obtención de un fin o la realización de un acto. Este tipo de conocimiento nos orienta a la hora de intentar moldear las conductas humanas. Es el caso de los conocimientos relativos al ámbito de las áreas técnicas, la política o la ética.
Elementos que componen al conocimiento.
Son cuatro los elementos fundamentales que son parte de las formas que tenemos de adquirir o formular aquello que sabemos:
- Sujeto: el conocimiento debe ser adquirido por un sujeto, pasando a ser parte de su intelecto.
- Objeto: todo elemento que percibimos en la realidad es un objeto. Estos elementos son útiles para que el sujeto pueda realizar la formación de conocimientos, formular ideas, comprender las dinámicas relacionales y generar pensamientos.
- Operación cognoscitiva: es un proceso del área de la neurofisiología, de gran complejidad, que hace que podamos lograr el establecimiento del pensamiento en torno al objeto que nos resulta de interés. Este proceso da lugar para que el sujeto y el objeto puedan interactuar, y que esa experiencia se traduzca en conocimiento.
- Pensamiento: este es, de los cuatro, el concepto de más compleja definición. En lo que nos compete, nos referimos a una especie de huella que, en el ámbito psíquico, queda en el sujeto. Es el resultado de la experimentación del sujeto con el objeto, la consecuencia directa de la operación cognoscitiva. Sirve para brindar una forma de representar mentalmente al objeto de interés, e insertarlo en un entramado en el que se relacionan mentalmente las cosas. Este proceso es el que permite que exista el conocimiento propiamente dicho.
¿Cómo se adquiere el conocimiento?.
El conocimiento puede ser adquirido de múltiples modos, y desde muchas fuentes de información o experiencia diversas. Por ejemplo, puede ser adquirido:
- Utilizando la capacidad perceptiva.
- Mediante la capacidad intuitiva.
- A partir de la experiencia.
- Como parte de las tradiciones.
- Gracias al uso de razonamiento.
- Empleando la memoria.
- Mediante la atención a testimonios.
- Gracias a investigaciones de carácter científico.
- Accediendo a la formación educativa.
- Por medio de la práctica.
- Desde la autoridad de otros.
- Con ayuda de las experimentaciones en el ámbito científico.
Estudio del conocimiento desde la filosofía.
El estudio del conocimiento desde la rama filosófica se denomina epistemología. Esta rama del pensamiento filosófico se dedica a estudiar el conocimiento en términos generales, puntualizando en su naturaleza, sus posibilidades, sus alcances y su fundamentación.
Lo que hace la epistemología es dedicarse al estudio de las circunstancias o contextos históricos, psicológicos y sociológicos que permiten obtener conocimientos científicos, y las fundamentaciones con las cuales se validan o injustifican.
La epistemología se diferencia con la metodología en tanto que la primera se permite cuestionar absolutamente todos los métodos y, por ende, los resultados obtenidos con los mismos, mientras que la metodología se dedica a buscar expandir el conocimiento, pero sin necesariamente cuestionar el conocimiento existente hasta el momento de la investigación que le competa.
Conocimiento y sabiduría.
Aunque el conocimiento y la sabiduría, o el conocer y el saber, a veces se asuman la misma cosa, la verdad es que no lo son. Al menos, no en sus acepciones más técnicas y formales.
Muchas veces en la cotidianidad damos a las palabras significados que exceden a su definición, pero lo cierto es que en estas situaciones tendemos a convertir en sinónimas palabras que en realidad no lo son.
El conocimiento, en ese sentido, está ligado a las evidencias, que se componen de las creencias, que a su vez se basan en la experimentación y las memorias. Este concepto es común en la historia evolutiva de los seres que se conciben como sistemas.
Por su parte, la sabiduría necesita, además de lo mencionado, fundamentalmente de una justificación que le dé significación y sentido, y que se pueda fundar en y comprender como realidad.
La importancia del conocimiento.
El conocimiento, como tal, es la consecuencia inmediata de las experiencias humanas. Mediante su obtención, atesoramiento y transmisión es que podemos aprender de nuestras vivencias, para evitar la repetición de errores, y también para poder anticiparnos a que nos sucedan las mismas situaciones.
Necesitamos del conocimiento para poder llevar a cabo la vida que vivimos, pero además para poder transmitir información que nos sobreviva y que pueda servir para que las sociedades continúen avanzando, sin resetearse cada vez que una generación reemplaza a la anterior.
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Krause, G. (22 de diciembre de 2021). Definición de conocimiento. Sus características, elementos e importancia. Definicion.com. https://definicion.com/conocimiento/