Competencia es una de las palabras más usadas de nuestro vocabulario. Esto se debe a que su significado es amplio y abarca dos vertientes muy importantes. Además, este vocablo puede aplicarse a diferentes situaciones, siempre y cuando hagan mención a una u otra de dichas variantes.
Por un lado, la noción de competencia hace referencia al enfrentamiento o encuentro entre dos personas o un par de fuerzas diferentes que pretenden alcanzar un mismo objetivo y que, para lograrlo, entran en disputa. Es decir, es el contexto en el que dos partes (ya sean personas, empresas, equipos) se vinculan entre sí con la intención de una superar a la otra. En esta primera acepción, el vocablo competencia refiere tanto a dos o más fuerzas (o partes) así como también, al vínculo, relación o enfrentamiento con uno mismo.
Por otro lado, con competencia también definimos al conjunto de habilidades, capacidades o destrezas que posee un individuo o una institución/organización/compañía para ocupar un rol, es decir, para ejercer una función determinada y ser reconocida por ello. Es la aptitud que alguien o una entidad posee y a partir de la cual logra alcanzar un objetivo propuesto sea el ámbito en el cual se desarrolle, siendo esto posible tanto en el sector académico, laboral, interpersonal, económico o social.
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Etimología de la palabra competencia.
Si nos remontamos hacia la etimología de la palabra competencia descubrimos que el secreto está en las partes que la conforman. Antes que nada, debemos saber que competencia deriva del latín competentia que significa la cualidad de pelear por lograr un objetivo. Está compuesta por el prefijo com-, que refiere a unión, por completo o encuentro y por el verbo petĕre que indica alcanzar algo. En síntesis, competencia es la cualidad de luchar para alcanzar un propósito. De ahí la idea, por un lado, de enfrentamiento o contienda y, por otro, de cumplir con un rol; como lo vimos anteriormente.
Asimismo, en la Grecia Clásica fue Platón quien hizo mención a esta palabra en 380 d. C. El pensador griego aplicó el término ikano, que deriva de “iknoumai”, interpretado como llegar y ser capaz. Entonces, para este sabio, competencia refería a la capacidad de conseguir algo. Es decir, lo consideraba como una destreza, una verdadera habilidad. Los romanos también tomaban este vocablo con la misma impronta de “ser capaz de”.
Podemos pensar a la competencia como una manera de ejercer una labor o una tarea y, a la vez, como la rivalidad entre dos o más partes. Es importante destacar que no es una noción que esté de moda, sino una palabra amplia que puede aplicarse tanto en uno o en otro de los escenarios descriptos, pero que tiene como finalidad demostrar una forma superior de actuar. Esto nos obliga a comprender mejor su sentido de acuerdo al contexto en el que se encuentre o se quiera utilizar.
Cómo surge la competencia.
Si queremos conocer cómo surge la competencia podemos decir que este vocablo es el conjunto de conocimientos puestos en práctica en diferentes momentos y que, al aplicarlos, generan una destreza, una habilidad que posibilita resolver o transformar dichas situaciones. Es decir, es una forma de interactuar con el ambiente a partir de ciertas habilidades. Entonces, mientras más destacadas sean las competencias de un sujeto o una empresa/organización/institución, mejor podrá afrontar situaciones. Del mismo modo si eso implica un enfrentamiento con otro, ya sea simbólico o real.
Toda competencia se desarrolla en forma gradual y tiene como base un entrenamiento. Es decir, una mejora de la técnica o táctica que le permitirá al sujeto lograr el objetivo que persigue y superar a otro en el logro de dicho propósito o, según la otra vertiente del vocablo, perfeccionar sus habilidades y destrezas para alcanzar un fin.
Tipos de competencia.
Si bien el concepto de competencia es bastante claro, es importante destacar que existen diferentes contextos o espacios donde aplicar esta noción, ya sea como enfrentamiento o como habilidad. Vamos a conocer los más nombrados y, por lo tanto, más conocidos.
Competencia deportiva.
La competencia deportiva es aquella que hace referencia a un enfrentamiento cuerpo con cuerpo de personas entrenadas en una disciplina en particular. Siempre se da entre pares, es decir, entre gente que comparte la misma fuerza y técnica. Además, en este tipo de competencia existen las clasificaciones, por ello es que se dice que hay ganadores y perdedores y, además, se hace entrega de un premio o de un reconocimiento a quien logra vencer al contrincante.
Competencia biológica.
La competencia biológica es la que se da entre los sujetos que pertenecen a la misma o a diferentes especies, pero que muestran tener una capacidad trófica idéntica. Compiten entre ellos tanto por el alimento, como por ocupar un territorio o poseer una pareja. Es decir, compiten por tomar los mismos recursos.
Competencia educativa.
La competencia educativa es la que se da en el proceso de enseñanza-aprendizaje en el que el estudiante interioriza las habilidades, actitudes, aptitudes y conocimiento impartidos por el docente dentro del ámbito educativo. Asimismo, son estas mismas cualidades las que luego permitirán al niño o niña en proceso de formación, ser un adulto capaz de realizar actividades o cumplir roles que persigan un propósito claro, además de resolver situaciones conflictivas.
Competencia financiera.
La competencia financiera es uno de los conceptos que más se dan en el campo de la economía. Y aparece cuando los sujetos participan libremente del mercado a través de la adquisición de productos o servicios a partir de la lógica del mercado. Es decir, hay competencia porque existe la oferta y la demanda.
Competencia interpersonal.
La competencia interpersonal es aquella que se da en el ámbito de la familia o de la amistad y que no busca superar al otro, sino que pretende ser un campo de acción donde poner en práctica el logro de objetivos con fines comunes. Este tipo de competencia permite fortalecer el desarrollo de las personas, además que posibilita el intercambio de ideas, la estimulación temprana y los lazos con individuos con diferentes conocimientos o posturas.
Competencia laboral.
La competencia laboral es la más conocida de todas, pues siempre que se habla de competencia se nos vienen a la cabeza ideas de desarrollo y crecimiento. Asimismo, tiene que ver con cumplir un rol y lograr alcanzar los objetivos propuestos. Aquí se mide el desempeño de una persona a partir de sus habilidades, actitudes y aptitudes y, por ende, a la consecución de un logro.
Competencia comunicativa.
La competencia comunicativa es aquella que refiere al conjunto de conocimientos compartidos que las personas poseen y a partir del cual se puede entablar una relación. Es decir, los saberes previos y los sistemas de creencias que permiten la interacción con el mundo.
Para qué sirve la competencia.
La competencia sirve para desarrollar habilidades, pero también para saber medirse ante los demás, pues tarde o temprano todos buscan lograr el mismo objetivo. Entonces, mientras más desarrolladas estén las habilidades, capacidades, destrezas de un sujeto o de un grupo, mejor podrán competir o enfrentarse con los demás y esto se verá reflejado en los resultados obtenidos.
Lo más interesante del concepto de competencia es que transforma a los individuos en seres activos que forman parte de los procesos sociales. Espacios donde el sujeto continúa el proceso de aprendizaje, pues si hay algo que caracteriza a la competencia es que está en constante desarrollo y expansión.
Citar este artículo
Navicelli, V. (13 de diciembre de 2021). Definición de competencia. Cómo surge y tipos de competencia. Definicion.com. https://definicion.com/competencia/