Resistencia, del latín resistentia, es la cualidad de resistir, es decir, de mantenerse firme, con una postura clara, y de persistir frente a algo.

Tiene un amplio uso en diferentes disciplinas, por ejemplo, en física, se emplea para señalar la oposición que tiene un material para resistir el paso de corriente eléctrica. Por otra parte, en psicología, la resistencia alude a la capacidad de una persona para superar una situación negativa o de mantener la compostura frente a un evento adverso.

En política, por ejemplo, hace referencia a la lucha que es llevada a cabo por organizaciones o personas de forma individual y que se merece contra situaciones injustas o a favor de la lucha de derechos.

Rasgos y características generales.

La resistencia, en términos generales, se vincula con la capacidad de determinación y perseverancia que una persona tiene, y supone un elemento esencial para el desarrollo de las personas.

Resistencia personal
La resistencia tiene que ver con nuestra disposición hcia desafíos y objetivos, y la capacidad de superarlos.

Podemos considerarla desde dos grandes perspectivas:

  • Resistencia física: señala la fortaleza que tiene el cuerpo de una persona, así como la capacidad de aguante y de mantener el rendimiento. Trabajar sobre ella es algo positivo, ya que ayuda a mantener nuestra resistencia física, a que podamos siempre mantener la energía activa a lo largo de períodos prolongados y que mantengamos un estilo de vida saludable.
  • Resistencia mental: esta es la cualidad que tiene una persona para poder tener firmeza y adaptabilidad en situaciones adversas o tensas. Es también conocida como fortaleza mental, y hace referencia a la tolerancia que tenemos para atravesar estas situaciones, pero también para poder enfrentar la recuperación de esos eventos con coraje y resiliencia.

Dimensiones.

Podemos también considerar la resistencia desde dos grupos de dimensiones. Por una parte, la resistencia individual y colectiva.

El primer término hace referencia a la resistencia emocional de una persona en la lucha contra la adversidad, y en la capacidad de sobrellevar esa situación. Es, entonces, la capacidad de poder mantener la fuerza de voluntad aún en eventos que sean negativos. Por otra parte, la resistencia colectiva nos habla de la una forma de lucha contra la opresión de forma organizada, en conjunto con otros ciudadanos, que se manifiesta como un desafío a las normas y fuerzas externas que ponen en peligro la identidad del grupo social o sus derechos.

La resistencia colectiva constituye una instancia atravesada por la movilización, la lucha por los derechos y la confrontación contra la injusticia, la desigualdad y la falta o vulneración de garantías constitucionales.

Otra dimensión es la de la resistencia interna y externa. Por un lado, la dimensión interna hace referencia a la resistencia espiritual, emocional o psicológica que podemos tener al momento de enfrentarnos a desafíos o adversidades. En este sentido, la resistencia interna actúa como una barrera de protección hacia lo que resulta amenazante, por ende, impide que la persona pueda actuar con autonomía.

Desafío personal
La resistencia interna tiene que ver con las propias barreras que encontramos al momento de enfrentarnos a un evento. Atravesar este proceso es importante para nuestro crecimiento.

Sin embargo, aprender a lidiar con estas barreras puede resultar significativo para nuestras vidas. Atravesar estos eventos pueden ayudarnos en nuestro desarrollo personal, y a mejorar nuestra capacidad de superación. De este modo, podemos encontrarnos con algunas resistencias como el miedo al cambio, o a salir de nuestra zona de confort.

Esto es común cuando experimentamos miedo hacia lo novedoso, a abandonar la comodidad actual y podemos manifestar esa resistencia en crisis, en estrés, o en temor a que lo novedoso no resulte exitoso. Sin embargo, esta es una sensación usual frente a la posibilidad de explorar nuevas oportunidades, y es importante poder trabajar en nuestra fuerza interior y nuestra capacidad de adaptación.

Finalmente, la resistencia externa hace referencia a aquellas barreras que no surgen de nuestro interior, sino de nuestro entorno, al momento de atravesar una situación. Aquí encontramos obstáculos como el entorno familiar o social, el contexto socioeconómico, las barreras culturales, o las presiones de trabajo. Veamos algunas de ellas:

  • El poder de las normas socioculturales con las que vivimos pueden resultar un mecanismo de limitación frente a nuestro compromiso con nuestras propias expectativas personales. Por ejemplo, lo que se espera de nosotros en función de nuestro género, o en función de lo que deberíamos hacer, porque nuestra familia así lo desea para nosotros.
  • La discriminación que una persona puede atravesar en su entorno más cercano (familia, escuela, trabajo, socialmente) puede impactar negativamente sobre su salud emocional, y limitar a la persona a la supervivencia frente a esos ataques, sin poder desarrollarse plenamente.
  • Si nuestro universo afectivo se encuentra atravesando conflictos, es muy posible que estos problemas impacten también sobre nuestra preocupación diaria, que nos impidan desarrollarnos en toda nuestra capacidad y que no encontremos la paciencia suficiente para lidiar con ello y las demás presiones, como el trabajo.

La resistencia como movimiento social.

Revolución social
La resistencia social es una forma de posicionarse frente a las vulneraciones de derechos y las injusticias.

Finalmente, encontramos la resistencia como fenómeno social en el que un grupo de individuos se rebela o se opone a ciertas normativas gubernamentales, a estructuras sociales, a mandatos culturales o a otras formas de poder y hegemonía que encuentran injustas.

De este modo, este movimiento de resistencia cultural da paso a la confrontación con eso establecido y, mediante la rebeldía y la movilización, manifiestan su disconformidad con aquello que se presenta como una amenaza, como un ataque al bienestar social o como una vulneración de derechos humanos.

A lo largo de la historia, estas formas de lucha contra la discriminación se han interpretado como insubordinación o rebeldía contra las normas instauradas. Esta respuesta, usualmente, proviene desde los sectores de la sociedad que se resisten al cambio en todo el cuerpo social, o que haya nuevas oportunidades para todos.

De este modo, encontramos numerosos ejemplos a lo largo de la historia en los que esta resistencia a la violencia ha significado un cambio positivo para diferentes grupos vulnerados históricamente. Así, encontramos movimientos por los derechos civiles en todo el mundo, que luchaban contra la discriminación o la segregación racial.

También, encontramos que la lucha por el voto femenino supuso inicialmente una gran resistencia en múltiples sociedades, debido a la posibilidad que esto abría.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (30 de diciembre de 2023). Definición de resistencia. Características, tipos y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/resistencia/