Se llama postestructuralismo o posestructuralismo a una amplia y diversa corriente de pensamiento posterior al estructuralismo, que cuestionó y reformuló las bases teóricas del estructuralismo como doctrina filosófica, tanto en el nivel del lenguaje, la sociedad y la cultura. El postestructuralismo se caracterizó por la crítica a los conceptos de «estructura», «totalidad» y «orden universal», propuestos por el estructuralismo clásico, según el cual existe una «estructura subyacente» a los fenómenos que nos permite organizarlos a partir de una «totalidad abstracta» y «universal». Por el contrario, el postestructuralismo intentó salvar la diferencia, la singularidad y todo aquello que no entre dentro de los parámetros universalistas de la estructura como marco totalizante del conocimiento, el lenguaje y la cultura.

De manera que, para comprender qué es el postestructuralismo, en primer lugar, repasaremos brevemente qué es el estructuralismo como corriente de pensamiento, la cual fue de gran influencia en el desarrollo de estudios importantes en relación al lenguaje, la sociedad y la cultura a principios y mediados del siglo XX. El estructuralismo comenzó con la obra del lingüista suizo Ferdinand de Saussure, quien estableció que el lenguaje puede estudiarse como una estructura abstracta universal, más allá de las determinaciones de la historia y la cultura. Posteriormente, el antropólogo Claude Lévi-Strauss, aplicó el concepto de estructura para estudiar las distintas sociedades y culturas con el fin de establecer una «estructura universal» común a todas ellas.

El postestructuralismo se dedicó a cuestionar esta idea de que tanto el lenguaje como la sociedad podían ser estudiadas a partir de una estructura universalizable y abstracta. Por el contrario, en el nivel del lenguaje, el lingüista y filósofo francés Jacques Derrida postuló la deconstrucción como método de análisis de textos, cuestionando la idea de que el lenguaje tiene una única interpretación y significado, como en el estructuralismo tradicional. Para Derrida, existen diversas formas de interpretación de textos, los cuales pueden desarticularse y deconstruirse, produciendo diversas interpretaciones y categorías de análisis.

En el nivel de la sociedad y la cultura, el filósofo francés Michel Foucault analizó las estructuras del discurso y su relación con el poder, y estableció que todo conocimiento, discurso o estudio de la sociedad no está ligado a una estructura universal abstracta, sino establecidos a partir de las relaciones de poder en la sociedad y la cultura. Para Foucault no existe un conocimiento, ciencia o saber que no esté estrechamente ligado a las relaciones de poder que tejen el complejo entramado de la sociedad. Tanto el lenguaje como la filosofía o la ciencia construyen su «saber» a partir de ciertas formas de poder (implícitas o explícitas) que determinan las ideas y conceptos de tales saberes.

La principal crítica de los autores postestructuralistas está orientada a la idea, planteada por Saussure, de que es posible establecer un estudio del lenguaje separado de las condiciones sociales, históricas y culturales, lo que se conoce como la distinción entre el lenguaje diacrónico y sincrónico. Los postestructuralistas rechazan la posibilidad de un estudio diacrónico, es decir, no determinado por el momento histórico y el contexto sociocultural de la época, y establecen que todo estudio del lenguaje o la sociedad es esencialmente sincrónico, es decir, determinado por las condiciones del momento histórico en el que se realiza.

Postestructuralismo
El postestructuralismo es una corriente crítica del estructuralismo en sus bases filosóficas clásicas y continuadora en otros aspectos

Contexto histórico y surgimiento del postestructuralismo.

Relación y diferencia con el estructuralismo.

El postestructuralismo surge como una continuación y, al mismo tiempo, diferenciación del estructuralismo como corriente de pensamiento y teoría del conocimiento, el lenguaje y la sociedad. Este conjunto heterogéneo de obras, autores y estrategias teóricas que se agrupan bajo la categoría de «postestructuralismo» tienen en común la crítica del estructuralismo como marco teórico a nivel epistemológico y sus categorías de análisis del discurso, el lenguaje y la sociedad. En muchos aspectos, los autores que se consideran dentro de la corriente postestructuralista, como Jacques Derrida, Michel Foucault, Roland Barthes, Jean Baudrillard, Gilles Deleuze o Félix Guattari, sus obras se caracterizan por desarrollar una crítica epistemológica o continuidad teórica del estructuralismo, a través del cuestionamiento o la resignificación de conceptos como el de la identidad signo-significado, la lógica de las oposiciones binarias y la diacronía como concepto metodológico para el estudio lingüístico o sociológico.

Lenguaje, sociedad y poder.

Desde principios del siglo XX, se produjo un giro epistemológico y filosófico en la mayoría de las corrientes y pensadores, los cuales comenzaron a manifestar un especial interés por el estudio del lenguaje y su importancia, tanto en el conocimiento como en la sociedad. El estructuralismo estuvo estrechamente vinculado al llamado «giro lingüístico», en términos de Richard Rorty, una tendencia de priorizar al lenguaje como problema filosófico y epistemológico de la época. El surgimiento de la filosofía del lenguaje, la filosofía analítica y la filosofía continental, y otros grupos heterogéneos de la filosofía y las ciencias sociales, tuvieron en común la tendencia de virar el estudio filosófico hacia el lenguaje y su importancia en todos los ámbitos del conocimiento.

El postestructuralismo es heredero de este giro epistemológico y participa activamente en el desarrollo y profundización de los conceptos y problemas fundamentales de la filosofía del lenguaje. Los postestructuralistas desarrollan una perspectiva crítica de los conceptos clásicos del estructuralismo y, en sentido general, de las bases mismas de la filosofía estructuralista, que hallan sus raíces en el pensamiento moderno y los ideales de la Modernidad clásica. En este sentido, el postestructuralismo puede vincularse con el posmodernismo como crítica y paroxismo de la cultura y el pensamiento moderno.

El surgimiento de la teoría crítica de los autores de las distintas generaciones de la Escuela de Frankfurt, quienes desarrollaron un análisis crítico de las bases del pensamiento moderno, devinieron en el desarrollo de obras orientadas a pensar la relación entre lenguaje y sociedad, discurso y poder, ideología y narrativa, entre otros conceptos. El postestructuralismo estuvo fuertemente marcado por esta tendencia analítica y crítica del lenguaje, desde el problema de las relaciones de poder en la sociedad. Ejemplo de ello son los análisis de Michel Foucault, basados en el binomio poder-saber, la crítica de la razón instrumental de Max Horkheimer, las vinculaciones entre filosofía y psicoanálisis en la obra de Erich Fromm, Deleuze y Guattari, entre muchas otras.

Filosofía del lenguaje
El giro lingüístico y la importancia de la filosofía del lenguaje fueron fundamentales para el desarrollo de la filosofía postestructuralista

Conceptos y problemas fundamentales del postestructuralismo.

El postestructuralismo produjo una gran cantidad de conceptos y desarrollos teóricos innovadores que marcaron el surgimiento de nuevas formas de interpretación del pensamiento, el lenguaje, la sociedad y las ciencias, entre los cuales se destacan los desarrollos teóricos en filosofía del lenguaje, filosofía de la historia y filosofía política, estética y filosofía del arte, epistemología y filosofía de la ciencia, entre otras. A continuación, expondremos brevemente los conceptos y tendencias más destacadas del pensamiento postestructuralista:

  • Textualidad, intertextualidad y semiótica: El postestructuralismo estuvo estrechamente vinculado con la filosofía del lenguaje, los estudios interdisciplinarios con la literatura y la innovación en el campo de la narrativa y la teoría del texto. Los estudios literarios contemporáneos desarrollaron una diversidad de nuevas perspectivas literarias y lingüísticas, y profundizaron el análisis de la interpretación y la producción de textos. La hermenéutica como técnica de interpretación, la deconstrucción y la diferencia de Derrida, la narratología y la teoría del autor de Roland Barthes, la teoría del discurso y el análisis de las prácticas discursivas de Michel Foucault, son manifestaciones de la importancia de la filosofía del lenguaje en el desarrollo del pensamiento postestructuralista.
  • Relativismo epistemológico, cultural y lingüístico: Una de las principales críticas del postestructuralismo se dirigió a los conceptos de «objetividad», «realismo», «universalidad», «esencia», entre otros conceptos fundamentales del pensamiento moderno, cuya influencia marcó las bases conceptuales del estructuralismo clásico. Por el contrario, las diversas corrientes y autores de la crítica postestructuralista tuvieron una revalorización del relativismo en múltiples ámbitos como la cultura, el conocimiento y el lenguaje, y pusieron en marcha una relativización de los conceptos más duros del pensamiento moderno clásico, con el fin de lograr una descentralización y particularización del conocimiento en sus diversas ramas, y sus manifestaciones en la cultura y la sociedad. La crítica a la idea de «normalidad», la defensa de las minorías y los sectores marginales de la sociedad, la crítica a la homologación cultural y conceptual, o la defensa de la singularidad y diversidad por sobre la homogenización de la sociedad, son algunas tendencias que muestran la influencia del relativismo cultural y la diversificación de posturas planteadas por el postestructuralismo.
  • Alteridad, subalternidad y descentramiento: En el marco de la crítica de los conceptos clásicos del estructuralismo, el cuestionamiento a la idea del sujeto como centro del conocimiento y la cultura, propio del pensamiento de la Modernidad, el postestructuralismo cuestionó la idea del sujeto y su identidad como centros agentes de la cultura y el conocimiento. Por el contrario, los postestructuralistas se centraron en destacar la alteridad por sobre la identidad, la subalternidad por sobre la hegemonía y la universalidad, el descentramiento por sobre la cultura centralista del pensamiento moderno.
Relativismo, diversidad y alteridad
El relativismo, la diversidad, la alteridad y lo distinto formaron parte de la filosofía de la diferencia propia del pensamiento postestructuralista

Postestructuralismo y postmodernidad.

El postestructuralismo puede entenderse como una corriente transversal con lo que se llama posmodernismo, ya que muchos de sus autores y corrientes filosóficas son contemporáneas al período conocido como «posmodernidad». El posmodernismo consistió en una crítica y diferenciación del pensamiento moderno, a partir del cuestionamiento de sus conceptos fundamentales como el de «razón», «conocimiento», «subjetividad», «ciencia», «progreso», «libertad», etc. Los autores postestructuralistas desarrollaron un profundo análisis de la sociedad moderna y posmoderna, y se dedicaron a cuestionar los aspectos más críticos y contradictorios del pensamiento moderno y sus consecuencias en la sociedad, a través de sus crisis tanto sociales como culturales, políticas y epistemológicas. La denuncia del fracaso del «proyecto moderno», la búsqueda de la superación de los conceptos y parámetros de la modernidad tardía, la actitud disruptiva en el ámbito de la sociedad y el conocimiento, la tendencia a la divergencia, la trasgresión y la innovación, son algunas señales de posmodernismo en el postestructuralismo.

Existe un estrecho vínculo entre el postestructuralismo y la posmodernidad como movimientos críticos y disruptivos de la cultura y el pensamiento clásicos

Principales pensadores del postestructuralismo.

Michel Foucault: Saber, poder y discurso.

El filósofo francés Michel Foucault desarrolló un análisis crítico del pensamiento, el lenguaje y la cultura del siglo XX, estudiando sus orígenes históricos y la conformación de las estructuras y relaciones de poder que sostienen el pensamiento y la cultura en Occidente. El análisis foucaultiano se centró en el estudio de la relación entre el saber y el poder, es decir, de qué manera el conocimiento está estrechamente vinculado a las relaciones de poder en la sociedad. Para Foucault, ningún «conocimiento», «ciencia» o «saber» es de carácter objetivo y separado de las relaciones de poder establecidas en la sociedad, sino que «el poder produce el saber», es decir, el «conocimiento» y los «criterios de verdad» son producidos como un discurso que legitima y expande el poder sobre la sociedad. A partir del binomio saber-poder, Foucault estudia las estructuras de opresión y control de la sociedad moderna sobre los cuerpos y subjetividades, y establece que los mecanismos de poder circulan a través de los discursos, donde el lenguaje tiene una especial influencia sobre la configuración del ejercicio del poder en la sociedad.

A nivel histórico, Foucault realiza una genealogía del poder, un método tomado de Nietzsche que consiste en realizar un estudio histórico de las bases de la relación entre saber y poder que configuraron las estructuras sociales en Occidente. Foucault sitúa así un cambio en la forma de ejercer el poder a partir de la Modernidad, fundamentado y justificado por el emergente conocimiento científico, en especial en el campo de la medicina y la biología. Así, entre los siglos XVII y XVIII, Foucault analiza el nacimiento de la biopolítica (de bios = vida, y política = poder), una nueva forma de ejercer el poder a partir del control de la vida y la salud de los cuerpos.

En el plano del conocimiento, Foucault realiza una arqueología del saber, método que consiste en investigar históricamente las etapas del desarrollo del conocimiento y los distintos saberes, a la manera de la arqueología, hallando los rastros históricos de los estratos más profundos, a través de las capas más superficiales del conocimiento en la actualidad.

Poder-saber
Según Foucault, el poder se ejerce y se expresa mediante el saber, el conocimiento y los discursos

Jacques Derrida: Deconstrucción y diferencia.

El filósofo y lingüista francés Jacques Derrida elaboró un método de análisis e interpretación de textos conocido como «deconstrucción», el cual consiste en estudiar la relación entre el texto y sus múltiples significados. A diferencia del estructuralismo clásico, Derrida postula que no existe una sola forma de interpretar el significado de los textos, ya que su interpretación no está sustentada en la idea de que existe una «forma única» o «esencia» del significado de los términos y los textos.

La teoría derridiana del lenguaje establece que este es un fenómeno complejo, caótico e inestable, cuya naturaleza resulta imposible de determinar de manera unívoca, formal y acabada. A diferencia del estructuralismo de Saussure, que concebía al lenguaje como una «estructura formal» estática, Derrida entiende al lenguaje como un fenómeno en constante movimiento y transformación, sin estructura formal subyacente y con aspectos «indecibles» o «inefables» dentro de sus propias dinámicas y transformaciones. La deconstrucción como método comprende que la significación de un texto determinado se da partir de las diferencias entre las palabras empleadas, ya que, en sí mismas, las palabras no tienen una «esencia» o «significado intrínseco», sino que obtienen su significación a partir de la diferenciación con otros términos. En este sentido, el concepto de «significación» de Derrida es similar al concepto desarrollado ya en la lingüística estructural de Saussure.

Las ideas de Derrida respecto del lenguaje tuvieron gran repercusión en la filosofía continental, en especial en el marco de las discusiones en ontología, metafísica, epistemología, ética y filosofía del lenguaje, entre otras. La deconstrucción derridiana tuvo, además, influencias sobre diferentes ámbitos teóricos como el surgimiento del deconstructivismo en arquitectura o en los desarrollos de la teoría feminista y la teoría queer, que utilizaron el término en el marco de los nuevos estudios de género para hablar de la deconstrucción de género y la deconstrucción de la identidad heteronormativa de los conceptos binarios patriarcales de la sociedad occidental.

Deconstrucción
La deconstrucción es un método de descomposición de los textos que propone múltiples significados e interpretaciones

Roland Barthes: Meta-narrativa y crítica literaria.

Roland Barthes fue un crítico, teórico literario y filósofo norteamericano, cuyo trabajo se inscribe dentro de la corriente estructuralista, por sus influencias en Saussure y Levi-Strauss. Barthes se destacó en el marco de la crítica y la teoría literaria, en la cual desarrolló un concepto del análisis de textos basado en la idea de que el sentido y significado de un texto es producto de las interpretaciones socio-culturales que se establecen sobre el mismo. De manera que, según Barthes, «el significado del texto no está en el texto mismo» sino en las personas y los efectos sociales que dicha textualidad produce en los lectores.

Influenciado por la teoría estructuralista, Barthes desarrolla un método de análisis literario conocido como «narratología», el cual consiste en el estudio de los rasgos estructurales de las distintas formas de la narración. Según la narratología, a toda narración subyace una estructura narrativa, independiente de la propia narración, pero al mismo tiempo, constituyente de la misma. Si bien la estructura forma parte estructurante de las diversas narraciones, el contenido de cada texto contiene el mensaje y propósito estético que hace particular a cada relato.

En obras como «El grado cero de la escritura», «Introducción al análisis estructural de los relatos», «El placer del texto» y «Elementos de semiótica», Barthes desarrolla un estudio teórico-crítico de la literatura, en el cual profundiza sobre conceptos de semiología y semiótica, y su relación con la filosofía, la sociología y la teoría literaria. En obras como «La muerte del autor», Barthes postula que la intención del autor no es la única fuente de sentido de un texto, sino también sus lectores y el correlato socio-cultural en el cual se desarrolla la escritura y recepción del texto.

Teoría literaria
La teoría literaria de Barthes profundizó y amplió los conceptos respecto a las claves de la interpretación y sentido de los textos

Otros autores y pensadores vinculados al postestructuralismo.

  • Julia Kristeva: Es una escritora, filósofa y teórica literaria francesa, cuyo trabajo se desarrolla en relación a múltiples áreas de influencia como el feminismo, el psicoanálisis, la filosofía del lenguaje y la teoría literaria, entre otras. Actualmente, es profesora de Semiología en la Universidad de París y la Universidad Estatal de Nueva York. Su obra se desarrolla en el marco de la crítica al estructuralismo como teoría y método literario, a partir de conceptos como la alteridad, lo inefable y las realidades inexpresables, heterogéneas y caóticas de la producción e interpretación literaria. Kristeva entiende al lenguaje como un proceso creativo, transgresor y disruptivo, en contraposición a la mayoría de los teóricos del lenguaje contemporáneos a su trabajo, quienes se preocupaban más por estudiar las estructuras básicas del lenguaje. En cambio, Kristeva prestó especial atención al lenguaje poético, en su obra «La revolución del lenguaje poético» , estudia los efectos de la poesía en la sociedad y las transformaciones culturales. Influenciada por el psicoanálisis de Jacques Lacan, Kristeva elabora una teoría del sujeto en la cual entiende a la subjetividad como un proceso, donde el sujeto es una realidad incognoscible e inefable que sólo se conoce por sus efectos.
  • Jean-François Lyotard: Fue un filósofo, sociólogo y teórico literario francés cuyo trabajo acerca de la posmodernidad y la crítica a la cultura moderna y posmoderna fue de gran influencia en el desarrollo del pensamiento postestructuralista y postmodernista de mediados del siglo XX. En su obra «La condición posmoderna» , Lyotard anuncia «el fin de los grandes relatos», como el cristianismo, el marxismo o el positivismo, cuya forma narrativa de pensar el mundo y la historia había caído en crisis durante las últimas décadas del siglo XX, dando como resultado una sociedad particularizada y en crisis con sus propias estructuras culturales, debido a la caída de las formas tradicionales y universalistas de explicar y entender la sociedad. A partir de la caída de las grandes meta-narrativas, cuya estructura se basaba en la explicación universal de los hechos culturales, Lyotard anuncia la llegada de las micro-narraciones y la apertura de una dimensión particularizada, individualizada y singularista de comprender la cultura y el mundo posmoderno.
  • Jean Baudrillard: Fue un filósofo y sociólogo francés cuyo trabajo es categorizado como uno de los más representativos de la filosofía postestructuralista y el análisis del posmodernismo. Baudrillard fue traductor de importantes autores como Karl Marx y Bertolt Brecht, publicó una gran cantidad de críticas literarias en la revista Les Temps Modernes, fundada por el filósofo Jean Paul Sartre, y se desarrolló ampliamente en los campos de filosofía política, filosofía del lenguaje, sociología y teoría crítica. En su obra «Crítica a la economía política del signo», Baudrillard intenta aplicar el método estructuralista de la teoría de los signos para estudiar el surgimiento de la sociedad de consumo en la cultura y la economía. Desde la perspectiva del estructuralismo, Baudrillard se propuso explicar que la sociedad de consumo no se basa en el comercio de objetos, sino de signos. A partir de este marco teórico, explica que el capitalismo de producción, aquél criticado por el marxismo, había sido reemplazado por un capitalismo de consumo, donde la privatización y el aislamiento se convierten en las nuevas herramientas de dominación y opresión a nivel económico y social.

Citar este artículo

Aci, E. M. (12 de diciembre de 2023). Definición de postestructuralismo. Características, historia, corrientes y autores. Definicion.com. https://definicion.com/postestructuralismo/