El concepto semiótica se utiliza, desde el siglo XX, para hacer referencia a lo que se dio en llamar la ciencia de los signos en la vida social. El término proviene del griego σημειωτικός, sēmeiōtikós:

  • La raíz proviene de semeion, que significa signo;
  • El prefijo -iotikos significa interpretación.

Por tal razón es que también se la denomina la ciencia de la interpretación de los signos (es decir, de aquel objeto, señal, acción o palabra que representa algo).

Hay que considerar que, si bien el término existe ya desde la antigüedad, se consolida como un campo de estudios a principios del siglo XX. Quien trabajó en su construcción teórica, en sus conceptos y en cómo se la podría abordar fue Ferdinand de Saussure, lingüista ginebrino (1857-1913).

Por otra parte, el concepto es también utilizado en la medicina. Hace referencia a un área específica de ella donde se trabaja en el diagnóstico de enfermedades, y en el reconocimiento de ellas.

Corazón como signo
La semiótica estudia los signos: un corazón representa, en muchas culturas, el amor, por lo que aquel es un signo de este.

Qué es el signo en la semiótica.

El concepto fundamental al interior de la semiótica es el signo. Hemos adelantado que es aquello que representa algo; puede ser una palabra o una figura, un objeto o una imagen.

Podemos, en esta instancia, preguntarnos qué es representar: es algo que está en el lugar de otra cosa. Consideremos la palabra casa, y ahora tengamos en mente estas dos situaciones:

  • Si alguien me menciona la palabra casa en voz alta, evocamos mentalmente la imagen de aquello que representa la palabra casa (a grandes rasgos, vivienda, cuatro paredes, techos, ventana y puertas);
  • Si alguien escribe la palabra casa, evocamos la misma imagen mental, probablemente.

¿Qué ocurre aquí?

  • Por un lado, tenemos una imagen mental respecto de casa (como ocurre con las demás palabras de nuestra lengua, concretas o abstractas, simples o complejas, cotidianas o que no comprendemos del todo);
  • Por otro lado, hay, de algún modo u otro (una palabra en voz alta, una palabra escrita, un dibujo que realice un niño, entre otras), una representación de ella
Imagen de una casa.
La imagen visual de una casa, como una fotografía, constituye «la otra cara» del concepto mental casa. Ambas caras conforman un signo.

Esto es lo que Ferdinand de Saussure, hacia la primera década del siglo XX, logró definir como uno de los conceptos fundamentales de su teoría: el signo lingüístico (la imagen mental es lo que llamó el significado; la representación, el significante). En un primer paso para la lingüística, y luego para la semiología, De Saussure señaló cómo este signo lingüístico era un concepto de dos caras. Indicó que eran indivisibles una respecto de la otra, que estaban unidas como dos caras de una moneda.

Signo lingüístico era, así, el nombre de cada uno de los componentes de una lengua, cualquier lengua, ya sea el español, el quechua o el portugués, el esloveno, el francés o alguna lengua. Los signos están, además, en íntimo vínculo unos con otros: cada uno representa una porción de lengua, no existen uno sin el otro.

Lo que el autor propuso fue lo siguiente:

  • que el lenguaje, más específicamente la lengua, era un sistema de signos;
  • que el análisis sobre este sistema de signos debía ser sincrónico (es decir, en un estado determinado del tiempo) y no diacrónico (a través del tiempo)
  • que debíamos considerar el estudio de este sistema de signos en su vínculo con lo social (no hay lengua sin hablantes)

Cabe destacar que su elección de la lingüística sincrónica responde a una elección metodológica, no a que lo diacrónico no sirviese. Un análisis diacrónico de la lengua supone una historia de la lengua, que es perfectamente válida. También, el análisis tuvo una fuerte base de consideración sobre fonemas, y morfemas, no sobre unidades más grandes.

Ahora bien, esta ciencia que se ocuparía de los signos en lo social sería la semiología, como él le llamó: sin embargo, se la ha estudiado con el nombre de semiótica.

Qué es la semiótica: historia del concepto en la Antigüedad.

El concepto semiótica despertaba reflexiones ya desde la Antigua Grecia, aunque no en los mismos términos como luego los pensó De Saussure.

Aristóteles
Filósofos como Aristóteles o Platón analizaban la semántica, pero desde una postura más general respecto de la teoría saussureana.

La consideración sobre el signo y la significación (y el lenguaje, en última instancia) era una problemática relevante para los antiguos filósofos. Pensemos en Platón (427 a.C.-347 a.C.): el filósofo trabajó sobre la cuestión de la naturaleza del lenguaje. ¿Qué significa esto? El debate en aquel momento tenía dos grandes posturas, que se manifiestan en el famoso diálogo de su autoría, Crátilo:

  • Un grupo de filósofos afirmaba que el vínculo entre lenguaje y realidad era natural (φύσις, fysis). Esto significa que a una realidad le corresponde un nombre, porque hay un vínculo directo y único entre ella y la palabra con la que se nombra ese aspecto de la realidad.
  • Por el contrario, otro grupo afirmaba que el origen era convencional (νόμος, nómos). Esto suponía que, si se optaba por una palabra A para designar un aspecto de la realidad, no sería más ni menos válido que una opción B. ¿La razón? La convencionalidad. Nada en una palabra señalaba, indicaban, que fuese más verdadera que la otra, más adecuada.

Si bien este debate en aquella época surgió en torno al aspecto jurídico sobre el lenguaje y la verdad, y cómo era el vínculo entre ambos, despertó las reflexiones sobre lo lingüístico. ¿Cómo ocurre esto? Si no había acceso a la verdad a través del lenguaje, de la palabra, debía haber otra forma de hacerlo. Este interrogante da paso, así, a la pregunta por la naturaleza de los signos.

La semiótica y la medicina.

En este sentido, en la Antigüedad había también otra famosa figura que se interesaba por la correlación entre un signo y lo que representaba. Nos referimos a Hipócrates (460 a.C.-370 a.C.), médico cuya labor tuvo 3 ejes:

  • observación
  • registro preciso
  • análisis de la sintomatología de los pacientes

La observación de este aspecto de la enfermedad le permitió interpretar las características comunes y las recurrencias en síntomas como señales un poco más precisas, y en etapas anteriores, de una enfermedad. Esto permitía saber cómo tratar a un paciente que empezaba a evidenciar signos de una u otra enfermedad, antes de que pudiesen (en algunos casos) desarrollarlas completamente.

Busto de Hipócrates
Hipócrates, desde la medicina, hizo un minucioso análisis semiológico sobre las enfermedades.

Cabe destacar que, en el ámbito de la medicina, en lugar de semiótica se optó por el concepto de semiología. Difieren en el sufijo: el primero significa interpretación, el segundo, -λογος, –logos, es estudio o tratado.

Semiótica: cómo se utiliza.

Ahora bien: ¿cómo se analizan los signos en el seno de la vida social, tal y como lo plantea De Saussure?

Diferentes autores se han embarcado en la tarea de aplicar lo propuesto por el teórico suizo en su lingüística estructural para construir un análisis desde la semiótica. 

En la escuela francesa está Algirdas Greimas (1917-1992), lingüista lituano, que trató de ampliar el panorama de análisis hacia lo discursivo. Louis Hjelmslev (1899-1965), lingüista de Dinamarca, trabajó sobre la glosemática, teoría de muy alta complejidad que apuntaba al análisis de la forma más que al contenido. 

Consideremos, sin embargo, la especificación de De Saussure sobre la lengua en su sincronía. Lo que considera, entonces, es una suerte de imagen congelada de la lengua, una fotografía de ella, una radiografía de su estado aquí y ahora:

  • un tiempo determinado
  • un lugar determinado
Imagen de fotografías
La semiótica, en su análisis de los signos, los considera en función de la sincronía, como una fotografía que captura un momento específico.

Así, tenemos un contexto. ¿Cuáles son los componentes de un contexto? Si lo pensamos a la manera saussureana, es decir, en el marco de lo social, consideraremos lo siguiente: 

  • un contexto cultural (valores, ideas, creencias y tradiciones de una sociedad)
  • un contexto económico (condiciones de existencia de esa sociedad)
  • incluso, un contexto político (ideas sobre ello, los gobiernos que ocurren, el vínculo entre sociedad y lo político)

A esto, le sumaremos el contexto lingüístico: cómo se habla en ese momento, en ese lugar, en el sentido más amplio. Es decir, consideramos qué palabras se usan, qué palabras no se usan (recordemos que la lengua se conforma de reglas), qué términos surgen, cuáles se abandonan, qué piensa la sociedad sobre sus usos, entre otros interrogantes.

La semiótica, además de la recopilación de datos, información y de la observación, tal y como hizo Hipócrates en su momento, interpretará posteriormente toda esa información en función de los elementos que constituyen ese aquí y ahora de los signos. Allí es donde está todo su potencial.

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Fernández, A. M. (13 de mayo de 2022). Definición de semiótica. Historia, campos y usos. Definicion.com. https://definicion.com/semiotica/