La palabra diferencia alude a la cualidad por la que se discierne entre una cosa y otra, o entre más de dos. También se aprovecha para hablar de las variedades u opciones que hay entre elementos de una misma especie.

Es, por otra parte, un concepto propio de las matemáticas. En una resta (es decir, cuando a un número X se le quita una cifra Y), la diferencia es el resultado de tal operación. Tenemos, por ejemplo, 8-5=3:

  • 8 es el minuendo;
  • 5 es el sustraendo;
  • 3 es la diferencia o resta.

Finalmente, la noción de diferencia adquiere relevancia cuando dos o más personas dialogan. En un punto, se encuentran con que tienen posiciones distintas y que pueden ser incluso imposibles de conciliar. Aquí se dice que entre ellas hay diferencias.

Sombrilla que destaca
La diferencia hace que un objeto o una persona se distingan de otras en función de sus rasgos específicos.

El término proviene del latín differentia, cuyas partes pueden analizarse en función de:

  • prefijo dis-, usado para expresar oposición, o separación
  • la raíz, que proviene del verbo fero, “llevar”

Así, su significado se asocia con “llevar a diferentes partes”, lo que puede entenderse también como “ir por caminos distintos o desiguales”. Diferencia se asocia con disentir, con ser disímil y con divergencia (esta última vinculada a la idea de inclinarse para múltiples lados). Por otra parte, es antónimo de vocablos como semejanza o igualdad.

La diferencia en la vida cotidiana.

En la lengua castellana tenemos muchas veces expresiones con las cuales podemos detectar algunas operaciones cognitivas muy interesantes:

  • La diferencia entre mi hermana y yo es abismal, no nos parecemos en nada
  • Me gusta este auto, pero la diferencia con el anterior es que es más costoso
  • Ellos son mellizos, pero tienen muchas diferencias

La diferencia como operación mental pone en una relación de comparación dos o más elementos. Esto forzará a la mente a realizar ciertas acciones específicas, como rastrear, en cada una de las partes comparadas, sus cualidades particulares. De esta manera, puede haber dos escenarios:

  • Mientras menos cosas tengan en común, más distintas son estas dos partes
  • A la inversa, mientras más cosas en común hay, más similares son entre sí

Esto se puede aplicar a todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. Por tal razón, la comparación es una actividad muy común que se realiza de forma casi automática e instintiva. Comparamos seres, canciones, equipos deportivos, y los calificamos en función de criterios objetivos, descriptivos (Un rascacielos es más grande que una choza; Un triángulo tiene menos lados que un cuadrado). También, podemos analizar esas diferencias desde criterios más bien subjetivos, es decir, considerando aspectos externos a las partes comparadas. Esto significa clasificar a algo como bueno, malo, lindo, desagradable, etcétera.

Elección de un camino.
El análisis de las diferencias entre dos elementos puede ayudarnos a elegir entre aquel que sea mejor para nosotros.

Una situación que podría considerarse ideal es que se comparen dos cosas que, si bien pueden ser distintas, tienen en cierto punto un eje común. ¿Qué significa esto? Que ambos elementos deberían ser, al menos, de la misma naturaleza, para poder tener un resultado final más adecuado.

La comparación entre las diferencias de dos personas, o dos elementos, muchas veces puede tener que ver con cuestiones que se resuelven en ese momento. Por ejemplo, elegir entre dos productos en el supermercado: se chequean las diferencias (como precio, calidad e ingredientes), y se elige uno o se resuelve no llevar ninguno.

Una expresión como Mi hermana y yo tenemos diferencias, en tanto, no pasa de ser una mera descripción. Es decir, estas situaciones no tienen un impacto mayor en el desarrollo de la vida, ya que son cuestiones simples.

En otras instancias del día a día, las diferencias pueden tener otro valor, ya no solo descriptivo. Esto puede pensarse en relación con ideas, posturas y valores entre dos sujetos o grupos.

Veamos un ejemplo: dos hombres pueden estar debatiendo sobre algún tópico en el que no encuentran muchos puntos en común. Si las diferencias entre sus posturas son cada vez más grandes, pueden terminar en una discusión que suba de tono.

En estas situaciones de comunicación, lo óptimo es que ambos puedan tratar de hallar puntos en común y construir un diálogo más amigable. Si las diferencias llegan a un nivel en el que es imposible poner ejes que concuerden, probablemente la discusión sea poco fructífera. En última instancia, esa charla no será productiva para ninguna de las partes.

Diálogo entre personas
Las diferencias pueden darse en un diálogo entre dos o más personas.

Diferencia y diversidad.

La diferencia puede ocurrir, en la vida cotidiana, sin pasar a mayores. Como se ha mencionado, podemos establecer diferencia entre dos objetos que elijamos comprar, o simplemente hacer una descripción de algo o alguien. Podemos, asimismo, debatir con un individuo, encontrar diferencias y elegir buscar aspectos positivos o finalizar el intercambio de posturas. Sin embargo, en otras circunstancias, las diferencias generan conflictos sociales con impacto real en la población.

En este sentido, el concepto de diferencia posee un fuerte vínculo con la palabra discriminación. Este fenómeno social lleva a que las diferencias entre humanos den lugar a jerarquías donde A se considera bien, correcto o aceptable, y B está mal, es incorrecto o inaceptable. Estas jerarquizaciones, más que verdades objetivas, responden a criterios subjetivos, por lo que se ligan con prejuicios. Las diferencias en lo social pueden manifestarse en muchos aspectos:

  • Diferencias de clase: la gente recibe tratos muy desiguales si pertenece a una clase menospreciada (clase baja, generalmente)
  • Diferencias de género: las identidades no incluidas en lo masculino (mujeres y disidencias), tradicionalmente han tenido dificultad para acceder a algunos derechos (como trabajar o votar)
  • Diferencias por origen étnico o por nacionalidad: esto se asocia con la inmigración. Es el ámbito en el que se cruzan diferentes identidades, culturas y valores a veces completamente distintos. Hay estereotipos y prejuicios construidos en torno a las nacionalidades que impactan tanto en el plano emocional como en las posibilidades de acceso a trabajos y a educación.

En este sentido, la Declaración Universal de Derechos Humanos, que rige desde 1948 (y que fue instaurada por la ONU), supuso un importante paso legal para la aceptación de las diferencias y la búsqueda de la igualdad.

Diversidad de personas
El respeto por las diferencias entre personas, y por la diversidad, es un valor altamente positivo.

Este documento señala libertades y derechos inalienables de las personas. Son treinta y el eje en común tiene que ver con el respeto por las diferencias. Veamos algunos ejemplos:

  • El primer artículo indica que todos somos libres e iguales
  • El segundo, que somos iguales más allá de color, idioma, religión u origen
  • El séptimo, que somos todos iguales ante la ley
  • El decimoctavo señala que todos tenemos derecho a la libertad de pensamiento y religión

Estos artículos, con los cuales se aboga por el respeto a las diferencias, apuntan a que no haya persecución generada por etnia, género o nacionalidad. También se orientan a respetar los derechos de los individuos en todos los aspectos de su vida.

Usos en expresiones comunes.

Finalmente, en la lengua española hay otra expresión con el concepto desarrollado en esta publicación: marcar la diferencia o hacer la diferencia. Esto supone que, en un ámbito específico, podamos aportar lo mejor de nosotros para generar impactos positivos y resaltar respecto de los demás. La expresión puede ser similar a “distinguirse” y “destacarse”, y toma la idea de diferencia con una perspectiva positiva.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (26 de abril de 2022). Definición de diferencia. Características, usos y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/diferencia/