La palabra identidad viene del latín, identitas, que a su vez viene de ídem (lo mismo). La raíz etimológica de la palabra vuelve al concepto contradictorio e interesante. Por un lado, la identidad es un conglomerado de rasgos propios de una persona o agrupación de seres humanos que, en conjunto, conforman un todo que es lo que genera una identificación, una particularidad que vuelve único al individuo o al grupo. A su vez, identidad se refiere a aquellas características de los sujetos que nos permiten comprender que somos lo mismo que otros.

Podríamos decir que esas cualidades que nos dan exclusividad (o todo lo diferentes que podamos ser, teniendo en cuenta lo poblado que está el mundo), son un montón de atributos compartidos con innumerables organismos pero que, unidos, conforman esa identidad que nos nombra como individuos. La verdad es que, de todas maneras, probablemente existan otras personas que reúnan todas o la mayoría de esas singularidades, pero esto no anula el hecho de que aquello que nos define, nuestra identidad, no es un nombre, o una profesión, o un color de pelo, sino esa suma, con el agregado de muchísimas otras cosas como los intereses, las ideas, las amistades y un sinfín de atributos extras, elegidos o naturales en nosotros. Esta interpretación de la noción puede conducir a la idea de identidades grupales, mientras que el primer concepto resulta útil para pensar en la identidad individual. En este último caso, el de la identidad individual, también hablamos de la conciencia que un individuo o colectivo tiene de sí mismo. Estas formas de la identidad no necesariamente anulan a las otras, pero sí pueden ponerse en tensión entre ellas (por ejemplo, la identidad grupal vs. la identidad individual de alguien).

Concierto
En una multitud que comparte gustos musicales hay una identidad colectiva común, aunque se trate de identidades personales diferentes.

Identidad personal.

La identidad personal comienza con el nombre y apellido que se nos asigna ni bien nacemos. Constan esos datos en nuestros documentos de identificación, en nuestras partidas de nacimiento. Esas referencias nos diferencian del resto. Si vemos un documento nacional de identidad, tenemos nombre, apellido, foto, número exclusivo y firma, información que nos pertenece únicamente a nosotros, pero también tenemos nacionalidad, una provincia y los nombres de las autoridades vigentes al momento de la tramitación de documento, o sea, cuestiones que pertenecen al colectivo, que nos unen a nuestro entorno. Esto nos permite comprender que la identidad personal (y por esto, la decisión de volverla el primer apartado) puede ser también un conjunto de otras identidades: nacionales, culturales, de género, etcétera. En los rasgos más personales pero que no nacen con uno, sino que se adquieren, podemos hablar de carácter, temperamento, habilidades, gustos, capacidades, conocimientos, ideas, virtudes, miedos y otras variables, combinadas con sucesos de la vida, que rondan entre la identidad personal y colectiva como oscilamos los humanos entre la intimidad y las instituciones (la escuela, el trabajo, la familia, etc).

Pasaporte
Los documentos de identidad o pasaportes son un rasgo de identidad personal, pero dentro llevan rasgos que son comunes a la población.

Identidad de género.

La identidad de género es un concepto que, tal vez, hasta hace algunos años a muchos se nos escapaba, pero que empezó a cobrar relevancia y colarse en la cultura general, volviéndose más comprensible y propiciando los espacios de respeto a la identidad personal. La identidad de género tiene que ver con la autopercepción del género de las personas que, en muchos casos, no se corresponde con el género asignado al nacer, basado en la genitalidad (aquello que en el documento de identidad se llama «sexo»). Es una modalidad de reconocimiento de las identidades que no se atribuye a las conductas o conjuntos de rasgos de las formas de socialización esperables según el sexo biológico. Tiene que ver con negar las construcciones sociales que componen al género y que varias veces no se adaptan a cómo se autoperciben las personas más allá del sexo y el nombre que figuren en el DNI.

Movimiento internacional LGBTIQ+
El movimiento internacional LGBTIQ+ es el que más ha abonado a la lucha que ha logrado el derecho a la identidad de género.

Hay múltiples corrientes (feministas, sociológicas, filosóficas) que proponen la abolición del género como una manera de suprimir esas opresiones basadas en él. Pero, de todas formas, el reclamo más vigente es el del reconocimiento de las identidades disidentes, del colectivo LGBTIQ+, porque si bien numerosas personas coinciden en cuanto a la necesidad de abolir el género, mientras esto no suceda todavía hay gente que debe convivir con ser encasillada en una identidad que, simplemente, no encaja con lo que es realmente. En este sentido, la identidad puede ser liberación pero también una trampa. Las identidades de género son muchas y muy variadas, y algunas se entremezclan con lo que, por otro lado, se consideran orientaciones sexuales. Por ejemplo, hay lesbianas que no se denominan mujeres, sino simplemente lesbianas.

Es interesante destacar que, mediante muchísimo capital de lucha por parte de los colectivos de identidades diversas, con los años la noción de identidad de género pasó de ser un factor «tolerable» a un factor respetado, dándole un tinte nuevo de mayor reconocimiento y validez a estas identidades.

Identidad cultural.

La identidad cultural se conforma por el conjunto de rasgos relativos a la tradición, la fe, los símbolos, los códigos de convivencia, los valores morales, los ídolos y otros elementos que son compartidos por un grupo determinado de personas. Gracias a la identidad cultural, estos individuos se nuclean en un sentimiento de pertenencia que deriva en una unión más fuerte. La identidad alimenta en cierta forma esa asociación y cada persona que la integra es abono de esa identidad. Se da una relación que resulta dinámica.

Vitral
La religión es un factor que puede ser de identidad cultural, pero también personal y nacional, casi siempre según el contexto.

Identidad nacional.

La identidad nacional es el conjunto de rasgos que fortalece el vínculo entre las personas con su nación. Muchas de esas características también son culturales, como la tradición, la religión en algunos países, los valores morales y el lenguaje. Pero también forman parte de la identidad la territorialidad, la historia nacional, las instituciones y otros elementos más arraigados a este concepto que al de lo cultural.

Nacionalismo y guerra
El nacionalismo desprendido de la identidad nacional muchas veces se usa como justificativo para las guerras.

La identidad nacional es muchas veces el ancla del nacionalismo. Se enfrenta bastante a los conceptos globalizadores o incluso a los movimientos emancipatorios regionales, que proponen abolir las fronteras en función de luchar por un bien común, o contra un enemigo o amenaza mutua. También se opone a la globalización, que promueve un estilo de desarrollo integrado de las naciones, con o sin la dominación de una patria o región sobre el resto. La globalización, de hecho, varias veces se traduce en la imposición de rasgos de identidad en los territorios ocupados o dominados por otros, lo que termina en última instancia generando nuevas identidades. Sucede con los consumos culturales, con las mezclas de idiomas y con un montón de otras cuestiones que están más vigentes que nunca debido a la facilidad de transmisión y de alcance que poseen las herramientas comunicacionales desde y hacia todo el mundo.

Identidad algebraica.

En el universo de las matemáticas, la identidad también tiene su propia definición, y es llamada identidad algebraica. En este caso, hablamos de una igualdad formada por números y letras que siempre se cumple, sin importar cuáles son los valores de la incógnita. Al confirmarse la igualdad de ambas variables, y aún sin conocerlas, se suelen utilizar para transformar una expresión matemática en otra, con la finalidad de resolver una ecuación matemática.

Citar este artículo

Krause, G. (26 de noviembre de 2021). Definición de identidad. Qué es, sus particularidades y sus acepciones. Definicion.com. https://definicion.com/identidad/

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