Poder es una palabra con dos significados muy marcados. Por un lado, hace referencia a tener una capacidad de algo y, por otro lado, refiere a superioridad y a ejercer autoridad en un sistema de jerarquías. El vocablo poder proviene del verbo latino potēre, que a su vez encuentra su origen en los latinos posee, potis y poti, que pueden traducirse como amo, potente, dueño. Es decir, alguien que es potente o que posee el potencial para hacer lo que se propone, pues potis puede entenderse como “tú puedes”. Básicamente, se remite a que alguien (o algo) cuenta con una capacidad, una habilidad o una posibilidad de realizar una determinada cosa.
El término poder adquiere los sentidos de “ser capaz de”, “ser posible” o “tener la fuerza de o para”. Si bien tiene una función verbal, en la Edad Media fue utilizado como sustantivo, lugar en el que también se desarrollaron las palabras “poderoso” y “todopoderoso”. Entonces, entre los usos de la noción poder podemos destacar el de describir la habilidad, capacidad o autorización que una persona tiene para realizar una acción. Además, implica contar con una fuerza corporal o un desarrollo intelectual superior a otro, bondad que le permite sobreponerse ante este último.
Este vocablo se aplica en diferentes contextos o áreas de la vida en las que una acción no solo se está desarrollando, sino que, además, implica una capacidad, una habilidad, un decir ya que es la capacidad que alguien o algo tiene de hacer que una cosa sea posible en la realidad. Asimismo, el poder y sus mecanismos de acción son estudiados por muchas de las ciencias sociales que conocemos, como sucede con la sociología, el derecho y la politología, entre otras.
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Usos habituales de la palabra poder.
Los usos habituales de la palabra poder tienen que ver con toda situación en la que se pone de manifiesto una capacidad, una habilidad y una fuerza. Entonces, no solo hace alusión al puesto que alguien ocupa en supremacía sobre los demás, sino a la posibilidad de que una situación se presente. Por ejemplo: “Puede que llueva esta noche” es una posibilidad de tormenta en un lugar determinado.
Sin embargo, al emplear el concepto de poder, automáticamente lo relacionamos con control, dominio o imperio. Es decir, con la fuerza de un hombre para concretar algo e imponerlo sobre el resto, tal es el caso de los gobernantes.
Poder como sustantivo.
La palabra poder puede ser vista como sustantivo, pues se presenta con múltiples variantes: facultad, jurisdicción y, como ya mencionamos, dominio para efectuar una imposición. Igualmente, refiere a un documento legal o a un instrumento a partir del cual un sujeto puede actuar o representar a otro.
Otros usos como sustantivo de este término los encontramos en expresiones que denotan el tener la posesión de algo como, por ejemplo, “Juan tiene el poder sobre el terreno”. Y, también, el hacerse con la fuerza y la capacidad como se evidencia en la siguiente oración: “Las empresas megamineras quieren el poder sobre las tierras”. Por último, y el más expandido en el inconsciente colectivo es la idea de poder vinculado con el Estado como órgano rector de una nación.
Poder como verbo.
El poder como verbo hace referencia a aquella situación en la que una persona tiene la capacidad o la facultad de realizar algo. «Puedo subir las escaleras» es una muestra de esto. Asimismo, alude a la posibilidad o disposición a hacer algo como, por ejemplo, “puedo llevarte a la fiesta”. Y, asimismo, a que una situación determinada sea posible de ocurrir: “abrígate, puede que refresque”.
Tipos de poder.
De acuerdo a la definición que hemos abordado, podemos afirmar que existen tipos de poderes, los mismos permiten explicar diferentes situaciones en los que se ejerce poder. Vamos a conocer a los principales:
- El poder absoluto: describe al despotismo.
- El poder adquisitivo: es la capacidad o disponibilidad económica de una persona o sociedad para adquirir bienes o servicios.
- El poder constituyente: gira en torno a la soberanía popular para reformar o redactar la Constitución de un Estado.
- El poder público: aquí encontramos la división de poderes que forman parte de una Nación. Es decir, el conjunto de autoridades que tiene poder en un territorio. Nos referimos al poder político. Esta segmentación fue creada por el modelo republicano y tiene como intención lograr la estabilidad institucional de un Estado a través del control y la limitación de sus roles.
- El poder ejecutivo: es el poder que tiene a cargo el gobierno, su representante es el presidente de la República y es el responsable de la gestión de los recursos.
- El poder legislativo: se encarga de redactar, reformar y aprobar leyes.
- El poder judicial, el que se encarga de la administración de la justicia y de la aplicación de las normas jurídicas en situaciones de conflicto.
- El cuarto poder: así se denomina a los medios masivos de comunicación, responsables de difundir la información a la sociedad.
- El quinto poder: esta es la forma para referirse a la Iglesia y las religiones, doctrinas que influyen sobre los seres humanos.
- El poder fáctico: es aquel que gobierna “de hecho”, pero también tiene la capacidad de influir o ejercer presión sobre el poder político. Se trata de una autoridad informal que muchas veces se implementa en organizaciones, gremios o sectores económicos.
- El poder coercitivo: es cuando se emplea una amenaza o cuando se intimida a otro para que cumpla con una disposición autoritaria.
- El poder de recompensa: surge cuando se ofrece dinero u otro tipo de premio (tangible o no) a aquel que responda a pedidos u órdenes.
- El poder legítimo: cuando el puesto de autoridad o de poder es tomado por una persona elegida en forma democrática, no así por la fuerza.
- El poder militar: son las fuerzas armadas de un país, responsables de actuar ante un conflicto armado entre naciones.
- El poder del pueblo: se trata de la fuerza de los fenómenos sociales cuando la comunidad se manifiesta en forma colectiva para exponer su punto de vista sobre una situación determinada.
El poder de la palabra.
Para algunas culturas o civilizaciones, el poder de la palabra estaba sobre la base de la construcción de la realidad. Según ellos, la palabra era la manifestación divina de sus deseos más profundos y, mientras más se trabajara el “bien decir”, la realidad manifiesta sería la deseada.
Así es como existen lecturas y reflexiones tales como “Los cuatro acuerdos Toltecas” o “El Kybalion” donde se afirma que la palabra tiene poder vibracional y que todo lo que se emite por la boca tiene repercusión en la vida de quien pronunció dichas palabras.
Entonces, el poder de la palabra está en la capacidad de practicar la escucha activa para emitir las palabras perfectas, las mismas que se reflejarán en la vida.
Para qué sirve el poder.
El poder sirve para brindar soluciones a los diferentes problemas que preocupan a una sociedad. También para gestionar los recursos de los que se disponga en pos de la comunidad. Utilizado en forma negativa, el poder afecta a las masas, lo que provoca estallidos sociales de todo tipo.
Ya sea para gobernar a una nación o para tomar decisiones por otros grupos más reducidos, tener el poder implica ser responsable y velar por los derechos de todos. Asimismo, hace referencia a la administración correcta de lo tangible y de lo intangible, pues el poder puede ejercerse sobre un cuerpo, bienes o sobre sueños, deseos, esperanzas, etc.
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Navicelli, V. (20 de diciembre de 2021). Definición de poder. Qué es, tipos de poder, para qué sirve. Definicion.com. https://definicion.com/poder/