Definición de gobierno

La palabra gobierno alude, en primer lugar, a la acción de gobernar sobre algo o alguien. En segundo término, también refiere al sitio en el cual, quien gobierne, tiene autoridad para hacerlo (a esto se lo denomina, asimismo, jurisdicción). En tercer orden, y con mayúsculas, Gobierno se utiliza para describir al organismo superior en un Estado. Este organismo, u órgano, se compone por el presidente del país y sus ministros. 

Como se observa, el concepto incluye diferentes acepciones, en este caso vinculadas todas a través de la gobernabilidad sobre un territorio, las autoridades y los alcances de esa autoridad. 

El vocablo tiene su origen en el griego κυβερνέιν, kybernein, que se empleaba para hablar de pilotar un barco o una nave. Tal sentido es, entonces, el que se ha trasladado al uso que hoy en día posee, como sinónimo de gestionar, administrar, ejercer autoridad sobre algo o dirigir.

Características de un gobierno.

Un gobierno es, entonces, el sistema mediante el cual se ejerce autoridad sobre un territorio y sus habitantes. Es uno de los elementos fundamentales de todo Estado, ya que es el que permite la administración del poder.

No es solo el ejercicio de la autoridad y el control territorial y poblacional, sino que es también el encargado de administrar a todos los demás organismos e instituciones pertenecientes al Estado. Encontraremos así, en el interior del gobierno, a todos los representantes y dirigentes que deben velar por la comunidad. 

Además de esto, un gobierno es el encargado de velar por el bienestar de la sociedad, de establecer objetivos que sean beneficiosos para el territorio y de contribuir con el cumplimiento de las normas que rigen su sociedad y que están inscriptas en la ley.

Funciones.

Para que un gobierno pueda cumplir con sus funciones, existe en cada país una normativa que tanto ciudadanos de a pie como el conjunto de los gobernantes debe cumplir. Esto se manifiesta en la Constitución Nacional de cada nación, por ejemplo, cuya autoridad es suprema (ningún poder ni ley está sobre ella).

Es la manera con la cual puede regularse el ejercicio adecuado del poder en una nación y la que garantiza el respeto de los derechos de los habitantes.

Veamos, a continuación, algunas funciones de un gobierno:

• Como pilar de la sociedad, debe ejercer y administrar el poder político y los recursos de una nación de la forma más adecuada y beneficiosa para sus habitantes.
• Debe conducir a la nación desde diferentes planos: en lo militar, en lo administrativo y en el cuidado de la población civil.
• Tiene la tarea de construir propuestas que contribuyan con el mejor funcionamiento de la vida dentro del territorio.
• Le corresponde hacerse cargo de la política exterior del país y de los vínculos diplomáticos con otras naciones.
• Debe poder contar con los fondos necesarios para hacerle frente a situaciones inesperadas que puedan afectar negativamente a la nación: fenómenos naturales, invasiones, guerras y catástrofes climáticas, entre otras.
• Es el encargado de recolectar el dinero de impuestos, que serán distribuidos en las diferentes actividades del Estado (como por ejemplo salud pública, educación y subsidios, entre otros), en función de lo que los ciudadanos generen como ingresos.

Tipos o formas de gobierno.

Las formas en las que pueden clasificarse las modalidades de gobierno han cambiado mucho a lo largo de nuestra historia como sociedad occidental. La clasificación depende de la época y del contexto. Una forma de considerar cómo distinguir una de otra se vincula con las maneras en las que el poder se ejerce, y si hay mayor o menor participación ciudadana en tal elección.

Veamos, a continuación, algunas clasificaciones generales de gobierno.

Teocracia.

Una teocracia, del griego θεοκρατία, theokratía (de théos, dios, y kratos, poder), alude a una forma de poder político en la que quien gobierna lo hace bajo la concepción de que es guiado por una divinidad.

De este modo, quien gobierna una teocracia es tanto jefe de gobierno como jefe religioso, es decir, en estos casos no hay diferenciación entre el Estado y la religión, ya que ambas autoridades confluyen en una única persona.

Un ejemplo de este sistema de gobierno en la actualidad es el Vaticano. En él, el sumo pontífice es tanto jefe de Estado como líder espiritual de la Iglesia Católica.

República.

Una república (del latín res publĭca, es decir, la cosa —res— de interés público) es una forma de gobierno en la que la máxima autoridad es elegida mediante voto (sufragio) para ejercer la presidencia u ocupar cargos parlamentarios. Actualmente, este tipo de gobierno se vincula, también, con una separación de tres poderes:

• Poder Ejecutivo
• Poder Legislativo
• Poder Judicial

Estos tres poderes o facultades se dividen y no deben interferir uno con otro para conseguir limitar la autoridad de cada uno y restringir sus tareas a un área específica (el legislativo hace las leyes, el judicial las interpreta y el ejecutivo las hace cumplir). 

Existen dos grandes formas de dividir esta categoría:

Parlamentaria.

Una república parlamentaria es aquella en la que los mandatarios del poder ejecutivo son elegidos desde el poder legislativo; este último, a su vez, continúa cumpliendo sus obligaciones de aprobar leyes.

En este sistema el jefe de Estado no posee el poder ejecutivo total, dado que en estos casos el poder le es conferido a la autoridad real del gobierno: el primer ministro o la primera ministra. Tal figura tiene responsabilidades tanto frente al jefe de Estado como al parlamento.

Presidencialista.

En una república presidencialista, el jefe de gobierno surge del resultado del sufragio. Es decir, porque la elección de los ciudadanos así lo dispuso con su voto. En este caso, el presidente o la presidenta de una nación es la persona que detenta el poder del Estado y el poder de gobierno.

Como autoridad del Ejecutivo, no posee poder ni puede intervenir sobre los otros dos poderes (Legislativo y Judicial).

Semipresidencialista.

Una república semipresidencialista tiene un sistema mixto: es decir, hay un presidente o presidenta y, además, está la figura del primer ministro o la primera ministra. Por lo tanto, no es ni parlamentarismo ni presidencialismo.

Otro nombre que este sistema recibe es el de república bicéfala; sin embargo, el presidente aquí sí tiene facultades que devienen de haber sido electo por el pueblo. Por ejemplo, tiene la capacidad de destituir ministros o de nombrarlos si así lo demanda.

Monarquía.

A diferencia de una república y sus múltiples manifestaciones, una monarquía, del griego μοναρχία (es decir, gobierno de uno), es una forma de gobierno en la que el jefe de Estado es el rey o la reina. A esta posición se accede por herencia y por derecho, es decir, no es por elección popular. Cada uno pasará este cargo de igual manera, es decir, de forma hereditaria. 

Podemos diferenciar dos grandes subdivisiones de cómo puede ser esta modalidad de gobierno.

Constitucional.

En una monarquía constitucional existe la división de poderes (tal y como ocurre en una república presidencialista), y el rey o la reina puede nombrar a miembros del gobierno.

Si bien el monarca es el jefe de Estado, no concentra el poder absoluto ni puede ejercerlo de ese modo. Sus facultades están limitadas a lo que la constitución determine. 

Absolutista.

Por otra parte, una monarquía absolutista se caracteriza por otorgar el poder absoluto al soberano o monarca.

En estas formas de gobierno, la voluntad del jefe de Estado (que también ha accedido al cargo por herencia) es ley, y no hay normativa alguna que supere su poder. En este tipo de sistemas, la separación de poderes no existe, ya que los tres confluyen en la figura del rey o de la reina. 

Citar este artículo

Fernández, A. M. (11 de agosto de 2022). Definición de gobierno. Funciones, rasgos y tipos. Definicion.com. https://definicion.com/gobierno/