La palabra espiritualidad, del latín spirituālis, se vincula a lo relacionado con el espíritu. Esto se suele definir desde la contraposición con el interés por lo material y/o físico: entonces, el interés espiritual se vincula con cuestiones inmateriales. que trascienden lo concreto.

Generalmente, esta palabra se utiliza pensando en la religión, y con cómo las personas la profesan. Sin embargo, no se restringe solo a este ámbito.

Del latín spirituālis, esa palabra proviene de espíritu, spirĭtus: esta a su vez deriva de spirare, respirar o soplar, y el sustantivo dio lugar a otros términos como aire. Tiene su equivalente en griego, y es la palabra πνεῦμα, pneuma, que se utilizaba para describir viento, o hálito. En ambos casos, a lo que en última instancia se hace referencia es al alma, como sinónimo de espíritu.

Meditación
La espiritualidad es un aspecto fundamental de las personas.

Características.

Existen diferentes rasgos que pueden asociarse con la espiritualidad. Veamos algunos:

  • Es un aspecto en el que se explora la vida interior de las personas.
  • No se focaliza tanto en el cuerpo, en lo físico, sino que se exploran otros elementos en ocasiones dejados de lado.
  • Supone un autoconocimiento mucho más profundo sobre nosotros mismos, sobre nuestros intereses y nuestros deseos.
  • La introspección que supone la exploración espiritual puede ser en el plano moral, ético, o incluso psíquico. También, puede ser en el plano religioso.

La espiritualidad como estilo de vida.

La búsqueda del bienestar espiritual supone un trabajo sobre uno mismo que requiere tiempo, paciencia y dedicación.

Es una exploración que puede resultar muy positiva para nuestra vida cotidiana, para nuestro vínculo con nosotros mismos y para el vínculo con los demás. 

En ocasiones, este tipo de exploraciones está motivada por situaciones que son poco felices en nuestras vidas, o después de cambios repentinos en ellas, que nos fuerzan a tratar de buscar cómo superarlas. En estas circunstancias, es posible que nos preguntemos por qué estas situaciones nos ocurren a nosotros, si podremos avanzar, cómo podemos hacerlo, y otras preguntas similares.

Otro aspecto que hay que tener en cuenta en el desarrollo de esta parte de nuestro interior es que puede suponer algunas prácticas que, en una primera instancia, pueden ser diferente de lo que esperábamos:

  • Es probable que debamos enfrentarnos a ideas preestablecidas, a creencias personales, o a creencias que involucran también al grupo de personas con el que nos vinculamos,
  • Es posible que en este examen de nuestro interior y de nuestro entorno, y en pos de incorporar nuevos hábitos a nuestra vida, nos pongamos en contacto con algunas emociones que pueden ser difíciles de afrontar.
Desafíos
La búsqueda del desarrollo espiritual en ocasiones es resultado de vivir desafíos y situaciones negativas.

Estos dos ejemplos, entre muchos otros, son la muestra de que una exploración de nuestra espiritualidad repercuten sobre todos los aspectos de nuestra vida, tanto en los internos como en los externos.

Cómo explorarla.

Como se ha mencionado, existen múltiples maneras de conectar con la espiritualidad. Puede hacerse a través de la religión, puede hacerse incluso a través de la filosofía; también, puede hacerse a través de disciplinas específicas que trabajan un desarrollo holístico de cuerpo y mente.

El yoga.

El yoga es una disciplina milenaria, que trabaja sobre el cuerpo y la mente, y tiene su origen en la India. El término, en sánscrito, significa unión: trabaja sobre la unión entre cuerpo y alma.

Es una práctica que en los últimos años ha cobrado gran relevancia en la sociedad, dado que físicamente supone un trabajo desafiante para el cuerpo, con resultados positivos. Sin embargo, es su profunda parte espiritual la que hace que sea una disciplina que cada vez tiene más adeptos.

El yoga supone un trabajo consciente sobre el cuerpo, que busca sentir cada movimiento, y trabajarlo en su relación con la respiración y la concentración. Un ejemplo de la parte física en el yoga son las asanas, es decir, las posturas del cuerpo cuyo fin último es entrar en contacto con la espiritualidad de cada practicante.

Esta práctica física tiene también una vertiente meditativa, donde todo se reduce a aquello que estamos haciendo con nuestro cuerpo, a conectar con nuestra mente, con la respiración, y dejando el mundo exterior de lado. No hay intervención del afuera. Este tipo de prácticas puede requerir muchos meses, incluso años, de perfeccionamiento.

Yoga
La práctica del yoga se ha vuelto un ejercicio común en la actualidad.

Espiritualidad en filosofía.

En la filosofía, es posible hallar autores que trabajan sobre la espiritualidad, sobre su naturaleza, y sobre cómo desarrollarla.

El estudio sobre la propia humanidad, sobre aquello que hay en la Tierra y sobre lo que existe más allá de nosotros no es algo que ocupa a las generaciones actuales. Es una pregunta milenaria, que en diversas culturas ha sido elaborada, y que hasta la fecha no tiene una única forma de interpretarse.

En este sentido, la filosofia ha trabajado históricamente con estos interrogantes, y la característica principal en ella es que se diferencia entre la materia y el espíritu. Aristóteles, por ejemplo, diferencia entre tres tipos de alma:

  • La vegetativa: de las plantas pero también en los animales y la especie humana,
  • La sensitiva: propia de animales y de la especie humana,
  • La racional: propia del humano.

Lo que nos caracteriza como personas, lo que nos hace diferentes a todos los demás seres, señalaba, es la posibilidad de que la actividad de nuestro espíritu es el desarrollo de nuestro pensamiento. Nuestro desarrollo cognitivo, la capacidad de poder examinar internamente aquello que hacemos, es una habilidad única, y lo que nos transforma en seres racionales.

La espiritualidad y la religión.

La forma más conocida sobre el desarrollo de la espiritualidad es la vinculada con el aspecto religioso.

En la teoría cristiana, por ejemplo, la espiritualidad se vincula con la parte inmaterial de los seres vivos. Es aquello que nos une a lo divino, a Dios, y lo que desde este sistema de creencias es lo que sobrevive a nuestra parte física una vez que morimos. No es, sin embargo, la única religión que interpreta lo espiritual:

  • Los egipcios hablaban de la existencia de dos almas, una que permanecía con el cuerpo una vez que alguien moría, y otra parte que abandona el cuerpo en ese momento;
  • Los hindúes adoraban a Brahmán como espíritu absoluto, universal, pero consideraban que no había una existencia del alma. Sí creían en la reencarnación, por lo que no hablan en términos de salvación.
Rezo
Hoy, las generaciones nuevas exploran alternativas a la espiritualidad religiosa tradicional.

Hoy por hoy, sin embargo, es cada vez más común que las nuevas generaciones desarrollen cuestionamientos y críticas hacia lo que se considera espiritual (usualmente, vinculado con la religión en general, y con el cristianismo en particular). De ahí que haya una proliferación de personas que, bautizados en el cristianismo, por ejemplo, deciden renegar de tal acción, y se proclaman o bien como no cristianos, o que incluso apostatan de su religión.

Sin embargo, la consideración sobre lo espiritual no debe estar ligada directamente con algo religioso. Cuando se plantea esto a la luz de las generaciones actuales, es inevitable percibir que los jóvenes de hoy tienen un vínculo muy diferente con la religión, en comparación con el vínculo que sus padres, sus abuelos, pueden tener. Pero una observación a las nuevas prácticas que proliferan en la actualidad hace notar que, si bien hay un alejamiento de lo religioso, como sinónimo de lo espiritual, sí hay un acercamiento a otras prácticas que tienen una fuerte carga de concepción sobre el vínculo con uno mismo, y con el mundo.

Estas prácticas son, por ejemplo, la meditación, el yoga (tal y como se ha mencionado), o la exploración sobre conocimientos alternativos tales como la astrología. Incluso, este alejamiento del cánon tiene lugar en la medicina, con la proliferación de prácticas alternativas como la medicina holística o la medicina basada en plantas.

Entonces, se observa un alejamiento de las formas tradicionales de conectar con la espiritualidad, al haber un fuerte cuestionamiento hacia las religiones, lo instituido y la tradición. Si embargo, no por ello hay un desapego de la búsqueda de contención espiritual, de conectar con aquello que nos trascienda, y de explorar otras posibilidades a cómo concebir al ser, al cuerpo, y a nuestro entorno.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (29 de julio de 2022). Definición de espiritualidad. Desarrollo, ejemplos y características. Definicion.com. https://definicion.com/espiritualidad/