La filosofía del lenguaje es una disciplina filosófica que se encarga de estudiar el lenguaje y su implicación en el pensamiento, las ideas y los sistemas de creencias. Como rama de la filosofía, la filosofía del lenguaje estudia la lingüística en sentido filosófico, se pregunta por la relación entre pensamiento, lenguaje y mundo, y cómo interviene el lenguaje en la formación del pensamiento y las ideas. Consiste en una indagación filosófica acerca del lenguaje, cuál es su naturaleza, origen y desarrollo, cómo se construyen los conceptos y se estructuran las ideas mediante el lenguaje y las palabras.

La filosofía del lenguaje comparte temáticas y campos de estudio con la lingüística, como son la semántica (estudio del significado o sentido del lenguaje); la semiótica (estudio de los signos lingüísticos); y la pragmática (estudio del uso práctico del lenguaje en las personas y la sociedad). Sin embargo, la filosofía del lenguaje se diferencia de la lingüística ya que esta se postula como un «estudio científico» y teórico de las estructuras elementales del lenguaje (sintaxis, gramática, semántica), mientras que la filosofía del lenguaje se pregunta por los problemas fundamentales del lenguaje, su relación con el pensamiento, la lógica, la ciencia, la historia, la ética y la política, entre otros ámbitos en los que el lenguaje representa un interés filosófico importante.

Desde la perspectiva de la filosofía del lenguaje, la lengua y la gramática no están exentas de problemas filosóficos y cognitivos que exceden al campo de las disciplinas lingüísticas particulares, las cuales se encargan del estudio del lenguaje en sus aspectos funcionales, sin detenerse en sus problemas fundamentales. Como campo de estudio filosófico aplicado a la lengua y los modelos lingüísticos, la filosofía del lenguaje se encarga de tratar los problemas ulteriores del lenguaje referentes a las distintas concepciones lingüísticas particulares. Entre las problemáticas más importantes de la filosofía del lenguaje podemos destacar interrogantes como:

¿Cuál es la naturaleza del lenguaje? ¿Existe un lenguaje «natural» o toda lengua responde a un orden arbitrario y convencional? ¿Cuál es el origen del lenguaje, cómo se formaron las distintas lenguas a lo largo de la historia?¿De qué manera el lenguaje modifica nuestra percepción del mundo? ¿Cómo se articulan lenguaje y pensamiento? ¿Cuál es la naturaleza del significado de las palabras? ¿Qué relación y diferencia existe entre la palabra hablada y la palabra escrita?¿Cómo interviene el lenguaje en el concepto de verdad, en relación con la lógica y los razonamientos? ¿Cuáles son los límites del lenguaje?

Históricamente, el pensamiento filosófico en relación al problema del lenguaje se remonta a la antigüedad clásica, con el surgimiento de la filosofía como tal. Desde los diálogos de Platón, en los que el lenguaje se presenta como un problema filosófico en obras como Protágoras, Crátilo o Fedro, hasta la actualidad contemporánea donde la filosofía del lenguaje se ha convertido en una disciplina filosófica independiente con temáticas y contenido propio.

Más allá de que el problema del lenguaje como universo filosófico se haya desarrollado desde los comienzos de la filosofía, es en la época contemporánea en la cual el lenguaje se convierte en el centro principal de múltiples e importantes discusiones y escuelas filosóficas surgidas entre los siglos XIX y XX, que tomaron al lenguaje como problema fundamental del pensamiento de la época. El positivismo lógico, la filosofía analítica, la hermenéutica, el estructuralismo, el psicoanálisis, entre otras corrientes contemporáneas desarrollaron un estudio filosófico del lenguaje.

Problemas del lenguaje
La filosofía del lenguaje se pregunta por los problemas fundamentales del lenguaje y sus implicaciones filosóficas

Origen e historia de la filosofía del lenguaje.

Los primeros problemas filosóficos en relación al lenguaje se plantean desde los orígenes de la filosofía antigua. En primer lugar, los debates entre la dialéctica de Platón y la retórica de los sofistas abrieron múltiples interrogantes acerca de la relación del lenguaje con el pensamiento y el mundo. El problema entre lenguaje y realidad fue uno de los más controversiales de la filosofía antigua. Mientras que Platón sostenía una identidad parmenídea entre la realidad y el pensamiento (el ser y el pensar), los sofistas negaron tal identidad y postularon un relativismo gnoseológico y lingüístico, según el cual la «verdad» no es posible de ser expresada mediante el lenguaje.

De manera que, lo que se discute tras estas posturas divergentes acerca del lenguaje es el problema de la verdad, y si el lenguaje es o no un medio para transmitirla. Muchos diálogos platónicos muestran diferentes versiones en la postura de Platón acerca del lenguaje. En el mito de Theuth y Thamus (Fedro), Platón cuestiona la palabra escrita y pondera al lenguaje oral (dialéctico) como el camino propicio hacia la «verdad». Señaló que la arbitrariedad del lenguaje en sí mismo (sin dialéctica) se extraviaba en las palabras sin llegar al «verdadero conocimiento». Esto mismo sostuvo acerca de la retórica de los sofistas, Platón criticó el relativismo sofístico, según el cual, el lenguaje es considerado sólo un artificio útil para la persuasión pero no para el conocimiento. Por el contrario, si bien Platón también fue crítico del lenguaje como medio de conocimiento, intentó llevar el arte de la palabra al plano de la verdad, a través de una identidad ontológica entre el pensamiento y la realidad.

Lenguaje y realidad
Platón diferenció la palabra hablada de la palabra escrita y presentó, por primera vez, el problema del lenguaje en relación a ambas formas de expresarlo

Naturalismo, convencionalismo y esencialismo.

El problema entre lenguaje y realidad fue plasmado por Platón en el diálogo Crátilo, en donde se expresan las tres posturas en relación al problema del lenguaje, a partir del pensamiento de los tres interlocutores del diálogo:

  • Naturalismo: Crátilo desarrolla una concepción naturalista del lenguaje, según la cual, las palabras y los nombres señalan objetivamente las cosas en sí mismas. Según el naturalismo de Crátilo, existe una identidad inequívoca entre las palabras y las cosas, por lo que es imposible decir algo falso. Todo significado remite a una cosa real y existente, sin excepción, el lenguaje es el medio por el cual se «nombran» las cosas del mundo.
  • Convencionalismo: Por el contrario, Hermógenes cree que el lenguaje es convencional y arbitrario, y que las palabras pueden modificarse debido a la artificiosidad del lenguaje. El significado de las palabras no es natural, sino convencional, es decir, creado por común acuerdo cultural y social. Por lo que su significado puede variar y cambiar según la cultura y el contexto social.
  • Esencialismo: En una tercera postura, se encuentra Sócrates, quien, en una primera instancia, rechaza el convencionalismo de Hermógenes debido a que llevaría a un relativismo lingüístico, tal como el que Platón criticó a los sofistas. En segundo lugar, cuestiona el naturalismo de Crátilo debido a que Sócrates da cuenta de las contradicciones y errores a los que un naturalismo extremo llevaría a afirmar. Luego de refutar ambas posturas, Sócrates elabora la teoría platónica del lenguaje, según la cual, este es un arte imitativo, es decir, el lenguaje imita la realidad pero no la expresa con exactitud, tal cual es. Al ser un arte, existen diferentes formas de expresar (mejor o peor) las cosas a través del lenguaje. Un arte excelente del lenguaje será capaz de transmitir la «verdad», mientras que uno mediocre sólo aportará confusión y ambigüedad. En la versión esencialista de Sócrates, a diferencia del naturalismo de Crátilo, existe la posibilidad del error, la confusión y la falsedad, pero también existe una forma excelente de aplicar el lenguaje, la cual sirve de puente hacia el «conocimiento verdadero»: el conocimiento de las esencias o Ideas.
El problema entre el lenguaje y la realidad fue un tópico importante desde los orígenes de la filosofía

Áreas de la filosofía del lenguaje.

  • Lógica: La lógica es un área de la filosofía que estudia la estructura de los razonamientos y la teoría de la argumentación. Su relación con el lenguaje es sustancial, ya que la lógica se construye como un metalenguaje, es decir, un lenguaje formal a partir de las proposiciones del lenguaje natural. La lógica representa una traducción formal del lenguaje ordinario. El fin principal de la formalización de los lenguajes naturales a un lenguaje lógico-formal consiste en reducir las ambigüedades propias del lenguaje ordinario y dar un carácter normativo y formado de sus estructuras. Desde Aristóteles, hasta los debates contemporáneos en relación al problema de la referencia de Frege, o la filosofía analítica de Bertrand Russell, las temáticas tocantes a la lógica y el lenguaje son de amplia y profunda relación.
  • Dialéctica: La dialéctica es una rama de la filosofía que aplica el lenguaje a partir de la dinámica del diálogo, la contradicción y el desarrollo progresivo del pensamiento mediante el lenguaje hablado. Su principal exponente fue Platón, cuyos diálogos presentaron los primero problemas y concepciones acerca del lenguaje. En la actualidad, la dialéctica como disciplina filosófica y lingüística interviene en distintas áreas del conocimiento, como la lógica, la filosofía del lenguaje y la filosofía de la historia.
  • Retórica: Campo de estudio dedicado al arte de la persuasión mediante el discurso. La retórica comprende un conjunto de técnicas y formas argumentativas cuyo eje principal consiste en la utilización del lenguaje como herramienta de persuasión, es decir, con el fin de convencer a los interlocutores de una idea determinada. Fue practicada en la antigüedad por los sofistas, cuyas teorías acerca del lenguaje y el conocimiento en relación al relativismo y el escepticismo del lenguaje, son retomadas hoy en día por diversos estudios lingüísticos y filosóficos.
  • Filología: De philo (amor) y logos (palabra, discurso), «amor a las palabras» o «amor por los discursos». La filología es un campo de estudio filosófico acerca del origen de los términos, la interpretación de textos y la creación filosófica de palabras y conceptos. Se diferencia de la etimología, ya que la filología estudia el lenguaje escrito, su estructura y desarrollo a lo largo de la historia y la literatura, mediante el estudio de los textos literarios y la cultura, en relación al lenguaje y la creación lingüística.
  • Hermenéutica: Se define como el arte o la técnica de interpretación de textos. La hermenéutica consiste en el análisis y comprensión de los distintos significados de un texto. La hermenéutica interpreta la simbología, la metáfora, la denotación y la connotación de los textos, en busca del «significado oculto» o no evidente que subyace al tejido superficial de un texto. El término «hermenéutica» proviene del nombre del dios romano Hermes (Mercurio para los griegos), quien era considerado el «mensajero de los dioses». Según la mitología, los dioses se comunicaban con los hombres a partir de mensajes ocultos, como los oráculos, profecías, alegorías o parábolas de lenguaje abstruso y de difícil comprensión. Así, la hermenéutica se definió, a lo largo de la historia, como el arte de descifrar el «significado oculto» de los textos. Por ejemplo, en la religión católica, la hermenéutica fue aplicada al estudio de la Biblia. Según la hermenéutica bíblica, las Sagradas Escrituras tienen distintos significados, a partir de cómo se la lea o interprete. Así, la Biblia presenta tres dimensiones de significado distintas: alegórica, moral y anagógica. Posteriormente, la versión moderna de la hermenéutica se atribuye al filósofo y filólogo Friedrich Schleiermacher. En la actualidad contemporánea, encontramos versiones hermenéuticas en las obras de filósofos como Martin Heidegger y Georg Gadamer.
Hermenéutica
La hermenéutica es una disciplina filosófica y lingüística que se basa en la interpretación de textos y sus diversos significados

Teorías lingüísticas.

Teoría de la referencia.

Existen varias teorías o concepciones acerca de la referencia, en sentido general, estas teorías suponen que cada palabra o término hace referencia a un objeto determinado. Según las teorías referencialistas, el significado de las palabras es equivalente a los objetos del mundo que nombran. El filósofo y matemático Gottlob Frege publicó, en 1892, un artículo titulado Sobre el sentido y la referencia, en el cual, distingue el sentido de una expresión y su referencia. Frege postula que el sentido y la referencia son aspectos distintos, constitutivos del significado. La expresión de un objeto o un concepto tiene una referencia (la cosa o idea a la cual refiere), y un sentido (la forma en la que se refiere a determinado objeto).

Teoría de la significación.

Las diversas teorías de la significación forman parte de la lingüística y la semántica, las cuales buscan comprender y explicar cómo se forma el significado de las palabras y cómo los signos adquieren su sentido. Principalmente, la teoría de la significación se concentra en explicar cómo se manifiesta la relación intrínseca de un signo lingüístico, el cual está compuesto por un significante (la palabra o signo) y un significado (la idea o concepto al cual hace referencia). Según esta teoría, el significado de un signo o palabra es arbitrario, es decir, que no existe una relación natural o intrínseca entre el significado y el significante, sino que su significación depende del contexto en el cual se utilice el término. Esto explica que una palabra pueda tener diversos significados, según el contexto en el que se la utilice. Por ejemplo, la palabra «hoja», según cómo se la emplee, puede significar una hoja de papel, la hoja de un árbol o la hoja de una navaja.

Significación
La teoría de la significación explica las diversas relaciones entre el significante y el significado de las palabras

Teorías de la verdad.

Existen diferentes teorías acerca del concepto de «verdad» y de cómo explicar su estructura y significado. Aquí, hablaremos de las dos teorías más importantes acerca del concepto de verdad y su relación con el lenguaje:

  • Correspondentismo: Es una teoría que postula que una proposición es verdadera si, y sólo si, esta se corresponde con los hechos. Aristóteles postula la teoría de la verdad como correspondencia, según la cual la verdad se define por la correspondencia entre un enunciado y el «mundo real». Según Aristóteles, una proposición es verdadera cuando lo que dice se corresponde con algún objeto observable. Tomás de Aquino concibió esta teoría como adecuación, en la que la «verdad» consiste en una adecuación del lenguaje al ser. Según esta postura, el lenguaje está subordinado a la realidad y sólo tiene sentido en relación de correspondencia o adecuación, hay una primacía ontológica del ser sobre el lenguaje.
  • Coherentismo: Es una teoría que postula que una proposición es verdadera si, y sólo si, esta es coherente dentro de un sistema lógico de proposiciones, las cuales están unidas entre sí por la coherencia. De esta manera, el criterio de verdad depende de las demás proposiciones y de la coherencia interna que se establece entre ellas. La principal objeción al coherentismo es que la coherencia interna no es suficiente para dar un criterio de verdad definitivo, ya que un postulado puede ser coherente con un conjunto de proposiciones falsas, pero que, por coherencia, parecen verdaderas. Por ejemplo, si pensamos que la Tierra es plana, sería verdadero decir que al llegar al final de la Tierra caeríamos a un abismo. Sin embargo, esta afirmación no es necesariamente verdadera, aunque suene coherente en relación a el resto de las proposiciones.

Teoría de los actos de habla.

La teoría de los actos del habla es una teoría pragmática del lenguaje postulada originalmente por los autores John Searle y John Austin, la cual postula que la enunciación o proposición constituye, en sí misma, un «acto de habla», también llamado «acto ilocutivo», a través del cual se manifiesta el uso pragmático de los hablantes, o interlocutores, que al «hablar», también determinan una acción. Esta teoría establece la relación entre lenguaje y acción, en donde el «habla», no es meramente una forma de referirse al mundo, sino, también, de modificarlo. Mediante el habla se interviene en la realidad produciendo una transformación en la misma. Por ejemplo, en una ceremonia nupcial, al decir «sí, acepto» los hablantes están consumando el acto del matrimonio. De esta manera, se lleva a cabo la materialización de una acción mediante el uso del lenguaje, es decir, se interviene en la realidad a través de las palabras.

Actos de habla
Los actos de habla forman parte de la teoría pragmática que relaciona al lenguaje con la acción

Principales filósofos y teóricos del lenguaje.

  • Ludwig Wittgenstein: Filósofo, lingüista y lógico austríaco, famoso por su célebre frase «Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo». Para Wittgenstein el lenguaje es la condición de posibilidad de todo pensamiento y representación del mundo. Sin embargo, la ambigüedad y equivocidad del lenguaje nos lleva a la dificultad filosófica acerca de qué enunciados podemos postular y cuáles exceden nuestro conocimiento del mundo, es decir, están más allá de los límites del lenguaje. A raíz de esta dificultad, Wittgenstein consideró que la filosofía sólo debía dedicarse a aquello de lo que se puede hablar, y de lo que no podemos hablar (lo inefable), Wittgenstein afirmó: «Hay que callar».
  • Bertrand Russell: La filosofía analítica de Russell vinculó al lenguaje con la lógica y las matemáticas. Según Russell, los análisis lingüísticos no tendrían ningún sentido si no se realizaran para resolver problemas lógicos o filosóficos sustanciales. Al igual que Wittgenstein, Russell consideró que a partir del análisis de la estructura del lenguaje es posible conocer la realidad, estableciendo así, una relación directa entre lenguaje y realidad. El realismo semántico de Russell consiste en que el significado de una proposición es la «cosa» o «entidad» a la cual refiere. De manera que, para aprender el significado de una expresión, es preciso conocer la entidad a la cual se refiere. Esto prueba la relación entre el lenguaje y los objetos que menciona.
  • Gottlob Frege: Lógico y matemático alemán, es considerado uno de los pioneros en la moderna filosofía del lenguaje y de la lógica formal. Sus estudios y aportes en relación a la teoría de la referencia, la denotación y la connotación influenciaron a pensadores posteriores de la talla de Wittgenstein, Russell o Edmund Husserl.
  • Saul Kripke: Filósofo y lógico estadounidense realizó grandes aportes a la filosofía del lenguaje a partir de su obra El nombrar y la necesidad, en la cual cuestiona la versión descriptivista de los nombres propios y postula su teoría causal de la referencia, a través del concepto de designador rígido. Los estudios de Kripke fueron de gran importancia en la filosofía del lenguaje y la filosofía analítica.
  • Noam Chomsky: Chomsky desarrolló una teoría innatista del lenguaje, según la cual, la adquisición o aprendizaje del lenguaje no se da a partir de la imitación y repetición de los elementos lingüísticos, sino que el lenguaje responde a una condición innata de la «naturaleza humana», en la cual se manifiesta un carácter creativo propio de los sujetos hablantes. Así, Chomsky postuló la existencia de una «gramática universal» innata en todos los seres humanos.
  • Jacques Lacan: Desde la perspectiva del psicoanálisis, Jaques Lacan realizó un estudio psicoanalítico del lenguaje, al que le otorgó un lugar preponderante y estructurante de la psicología humana. A partir de esta postura, Lacan estableció que el inconsciente se estructura como un lenguaje. Según Lacan, la formación de la subjetividad, y el sujeto como tal, se dan en el marco del lenguaje. En cierto modo, el sujeto es «creado por el lenguaje» y es a través de la matriz lingüística que se desarrolla la formación de las subjetividades.

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Aci, E. M. (3 de septiembre de 2023). Definición de filosofía del lenguaje. Características, problemas principales, teorías lingüísticas y áreas de estudio. Definicion.com. https://definicion.com/filosofia-del-lenguaje/