La palabra índice, del latín index, alude a una señal, o a una marca, de algo.

La etimología del concepto nos remite, generalmente, al listado organizado del contenido que un libro, una enciclopedia, o un artículo tiene. Veremos cómo se lo construye, cuáles son sus usos, y cuál es su función.

Además, a modo de complemento de esta acepción, nos encontraremos con que es también una noción que tuvo un uso histórico muy específico a fines de la Edad Media, en estrecha relación con la literatura, la religión y la cultura. ¡Comencemos!

¿Qué es un índice?.

Cuando nos encontramos frente a una obra escrita, ya sea un libro, un artículo extenso, una enciclopedia o algún otro tipo de material, podemos hacer uso de una herramienta que simplifica el rastreo de información y la búsqueda de una sección en específico.

Páginas de libro
Aunque suele pensarse en el índice como un listado de capítulos, hay otras variedades muy útiles.

Para esto sirve el índice. Suele colocarse en la primera parte de la obra, delante de todo y tras la portada, y consta de una lista ordenada de los nombres de secciones, divisiones, subdivisiones y capítulos que componen el trabajo en su totalidad. Para poder armar este índice, lo primero que debe hacerse es enumerar las hojas (actualmente, hay programas con los cuales podemos hacerlo de forma simple y automática). Por lo general, esto se hará una vez que todo el texto esté completamente listo.

Durante el proceso de edición de una obra, previo a su impresión o a su publicación digital (algo muy frecuente hoy en día), puede modificarse la cantidad de páginas al añadirse nuevo contenido. Con un programa que lo realice, esta tarea no resulta una dificultad.

Hay muchas formas de agrupar el contenido para los índices:

  • Puede hacerse por capítulos: si el libro tiene 30 capítulos, por ejemplo, nuestro listado constará de 30 secciones donde se indique el nombre del capítulo, y la página donde inicia. No es necesario describir desde dónde hasta dónde va el capítulo, ya que el mismo listado por página lo explicita.
  • Puede que dividamos la obra en secciones y, en su interior, coloquemos los capítulos.
  • Puede que, además de segmentar en secciones, armemos subsecciones para ubicar en su interior los capítulos correspondientes.

Más allá de qué tanto deseemos segmentar el material, lo importante es siempre considerar que esta herramienta es para simplificar la labor de rastreo del lector. Mientras más específicos seamos, más rápido se encontrará un dato o una referencia.

Además del índice más “tradicional” (aquel que se construye en torno al listado en orden de los capítulos, secciones y subsecciones), encontramos otros dos tipos que son muy útiles y que sirven en textos extensos.

En primer lugar, encontramos el denominado índice de terminología, o índice terminológico.

Si hay conceptos que el lector necesita rastrear en una publicación, este formato será muy útil. Es muy valioso para propuestas de, por ejemplo, contenido académico o científico: se colocarán los conceptos (sustantivos) al finalizar la obra, y al lado se indicará en qué páginas podemos hallar dichos vocablos.

Suelen ser, también, listados con frases muy breves, de quizás no más de tres palabras, pero esto deberá justificarse por su valor conceptual: si esos tres términos conforman el concepto, se incluirán.

Computadora
Con los programas actuales, es posible armar rápidamente un índice sin tener que hacerlo manualmente, página a página.

Por otra parte, existe el llamado índice por autores. Puede insertárselo de igual modo al finalizar la obra. Se listará, usualmente, en orden alfabético, a todos los autores y las autoras que figuren en el texto. A continuación, como en el anterior índice, se incluirán todas las páginas en las que ese nombre figure.

Este tipo de índice es también muy útil en obras con contenido académico, ya que la referencia a otros autores es ineludible.

Su uso en la religión: el índice expurgatorio.

Si continuamos dentro de la idea de índice como “listado”, encontraremos que, desde el siglo XVII, la historia de España nos conduce a una serie de textos que se consideraron negativos para la sociedad en general y la religión católica en particular.

Hacia mediados del siglo XVI, llevaba funcionando hacía casi 200 años la institución conocida como Inquisición española: su vínculo con la Iglesia, sin embargo, databa desde mediados del siglo XII.

En tanto en cuanto era un tribunal reconocido legalmente por esta entidad, su función era ir tras quienes se rebelaban contra el cristianismo. La persecución de “herejes” (del griego hairetikós, es decir, quienes rechazaban los dogmas) se justificaba bajo la idea de que se cuidaba, de esta manera, a la fe católica y a sus fieles.

Entre las acciones realizadas contra aquellos que eran perseguidos (enviados a la hoguera, humillados frente a la sociedad o torturados), se encontraba la persecución contra personas que producían material escrito que consideraban herético.

Dentro de estas creaciones, se prohibían:

  • Obras sobre astronomía
  • Textos relacionados con el pueblo judío, como el Talmud (donde se recopila todo el folklore oral de esta religión)
  • Escritos que no contaran con una autorización directa por parte de miembros de la Iglesia
Iglesia en Almudena, España
La Inquisición española, desde el siglo XVI, conformó un índice donde censuraban autores, libros, y prohibían su lectura.

La quema de libros fue algo común en aquellos tiempos. Desde su primera publicación, en 1551, donde se censuró a cerca de veinte autores, hasta fines del siglo XIX cuando se publicó la última recopilación, el índice se construyó a partir de tres modalidades:

  • Obras anónimas consideradas inadecuadas
  • Materiales escritos por un solo autor (es decir, la censura ya más que contra la obra era contra el creador de ella)
  • Textos de distintos escritores

Algunas publicaciones hoy conocidas, que en aquel entonces (siglo XVI) se consideraban inmorales, fueron las siguientes:

  • La producción de Martín Lutero en su totalidad, que supo estar prohibida
  • «La vida de Lazarillo de Tormes» (1554), obra anónima, emblema del género de la picaresca. Su prohibición pudo haberse relacionado con la descripción de la vida de su personaje principal y la sociedad de la cual se rodea (sin contar la clara crítica que realiza contra la Iglesia y la hipocresía de obispos y frailes).

Algunos autores franceses como Rabelais (y su obra maestra, publicada hacia 1530, sobre Gargantúa y Pantagruel, dos criaturas), Jean de La Fontaine (creador de cuentos para niños y fábulas) o incluso Sartre en el siglo XX, demuestran que no solo conformaban este índice los intelectuales locales españoles.

Alrededor de la década del 70, en el siglo XX, se abolió finalmente este índice, ya que se consideró una tarea imposible de completar. Aunque es difícil de calcular hasta la fecha cuántos libros estaban incluidos, sí se sabe que durante el siglo XVI las obras censuradas fueron más de dos mil. Esto ha dado pie a que se contabilicen alrededor de seis mil creaciones hasta el siglo XX.

Otros usos de la palabra índice.

Finalmente, y ya en un plano más cotidiano, encontraremos que hay dos acepciones del término que son de uso corriente.

Una de ellas alude al aspecto económico. Más específicamente, nos referimos a que permite expresar, con números, la relación entre dos cantidades. Con esto, nos referimos a expresiones como “Los índices en el turismo aumentaron en octubre de 2021” o “El índice de los precios a los consumidores este año ha registrado un alza”. Esto significa que se tienen en cuenta diferentes variables para medir dicho índice, y precisar cómo y dónde se ha modificado.

Por otra parte, con índice hacemos referencia al segundo dedo de la mano: es el que se ubica entre el pulgar y el dedo del medio. Es el que se emplea para señalar, para indicar algo, tal y como la etimología de “índice” nos sugiere, y es también el dedo con el que, comúnmente, se apunta contra alguien en caso de que haya que regañarlo.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (31 de marzo de 2022). Definición de índice. Usos, diferencias y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/indice/