Emprendimiento social es la denominación para una iniciativa que apunta a la construcción de soluciones frente a las necesidades de una comunidad. De este modo, la innovación social de estos proyectos radica en poder no solo generar beneficios económicos, sino también en tener un impacto social positivo.

La finalidad de este tipo de acciones radica en la posibilidad de desarrollar modelos de negocio sostenibles, no tanto desde lo económico sino desde una perspectiva social, con diversidad, inclusión, y que se trabaje en el empoderamiento comunitario de quienes pertenecen a esa comunidad o grupo social.

El término proviene de la unión entre:

  • Emprendimiento: surge del término inprehendĕre, es decir, tomar o agarrar algo con determinación.
  • Social: del latín socialis, hace referencia a aquello vinculado con la sociedad o con la vida dentro de un grupo social.
Construcción de comunidad
Un emprendimiento social se orienta a construirse coo un proyecto con beneficios económicos e impacto social positivo.

Principios.

Algunos elementos esenciales de un emprendimiento social son los siguientes:

  • Lo social como eje: la promoción de modelos productivos con valor e impacto social es el móvil principal de estas iniciativas. Por este motivo hay un abordaje desde negocios inclusivos, optar por utilizar una inversión de impacto y se orientan a la equidad y el consumo responsable.
  • La innovación: desde esta perspectiva se busca solucionar problemáticas desde enfoques novedosos que permitan descubrir nuevas tecnologías y alianzas estratégicas entre instituciones, incluso.
  • Responsabilidad social corporativa: este eje supone que tanto en la forma de trabajar al interior de la organización como en su vínculo con el contexto se mantienen estándares elevados en lo ético, en la forma de gestionar la empresa, en el vínculo con la comunidad y sus trabajadores y en la rendición de cuentas.
  • Medición de impacto: se tiene en cuenta el control frecuente del efecto que estas actividades tienen sobre la sociedad, para poder rediseñar estrategias, ajustar los objetivos de trabajo y disminuir todo lo posible las consecuencias negativas que puedan generarse. Para medir el impacto social, se implementan diferentes métodos como el Retorno Social de la Inversión (SROI), que evalúa el valor generado en relación con la inversión realizada. Esta métrica permite comprender la eficacia de las acciones emprendidas. Los emprendedores sociales también emplean evaluaciones de impacto que consideran cambios cuantificables en la sociedad, observando cómo las intervenciones proponen mejoras tangibles en el bienestar de la comunidad.
  • Replicabilidad: cuando estos proyectos logran posicionarse como empresas sociales con un triple resultado (social, ambiental, económico) positivo, es posible replicarlos para adaptarlos a nuevos entornos, o que haya escalabilidad social y la posibilidad de acceder a la solución de nuevas problemáticas.

Tipos de emprendimientos sociales.

Existen diversos tipos de emprendimientos sociales, cada uno con sus características y estructuras únicas. Entre ellos se encuentran las cooperativas, que son asociaciones de personas que buscan solucionar necesidades comunes mediante una empresa de propiedad conjunta y gestión democrática. También están los negocios sociales, que generan ingresos con el fin de reinvertirlos en causas sociales, maximizando el impacto positivo en lugar de las ganancias personales. Además, las organizaciones sin fines de lucro que se embarcan en actividades empresariales utilizan los ingresos generados para sostener sus misiones sociales, ofreciendo servicios o productos que beneficien directamente a sus comunidades.

En cuanto a la diversidad e inclusión, muchas empresas sociales están implementando programas que abordan específicamente estas áreas. Estos programas buscan no solo incluir a grupos minoritarios en procesos de toma de decisiones, sino también garantizar que sus productos y servicios sean accesibles y relevantes para todos los segmentos de la sociedad.

Innovación
La innovación y el uso de tecnologías novedosas son dos elementos importantes dentro de la construcción de estos emprendimientos.

Dos elementos que también son principios básicos de un emprendimiento social son la participación comunitaria y la construcción de redes de emprendedores sociales. El primer caso supone involucrar a la comunidad que va a recibir estas soluciones: por ende, deben tenerse en cuenta sus problemáticas, las soluciones que van a brindarse para ellas y que los proyectos que se lleven a cabo tengan impacto real y adaptado a esas necesidades por cubrir.

El segundo punto implica el poder construir red con otras organizaciones, instituciones y organismos que permitan llevar a cabo la compleja estructura de un emprendimiento. Así, no solo se posibilitan asociaciones público-privadas que permitan un flujo de ingresos que sostenga este proyecto, sino que también se pueda armar un espacio seguro para que otros emprendimientos tengan posibilidad de existir. Las colaboraciones entre empresas sociales, ONGs y corporaciones son claves para crear sinergias que potencien los recursos y la experiencia. Ejemplos exitosos incluyen alianzas donde las ONGs aportan conocimiento local y las empresas brindan capacidades operativas y de gestión. Estas relaciones permiten escalar soluciones y alcanzar un impacto social significativo, creando redes de apoyo donde los emprendimientos pueden florecer.

Características de un emprendedor social.

Los rasgos que distinguen a un emprendedor social de otros roles tienen que ver no sólo con las capacidades específicas de un empresario, en pequeña o gran escala, sino también con un interés genuino en fomentar el cambio social en sus diversas variantes.

Así, esta persona puede identificar problemáticas de índole social, cultural, económica o ambiental que le brinde la chance de construir una estrategia con impacto positivo, que pueda tener frutos en términos económicos y que sean desafiantes.

Trabajo y liderazgo
Un liderazgo positivo y traansformador impulsa el trabajo de equipo y el éxito de un emprendimiento.

Los desafíos a los que se enfrenta quien emprende requieren su entusiasmo, compromiso y pasión, además de la creatividad y la ética empresarial de cómo va a conducir su negocio. Además, la capacidad de adaptarse a contextos difíciles también es requerida, ya que permite identificar obstáculos y poder enfrentarse a ellos. Su capacidad de recuperarse y adaptarse a estos cambios son esenciales.

Entre las motivaciones específicas encontramos el deseo genuino de trabajar por la inclusión social, la sostenibilidad como eje transversal a todo el proyecto y un impacto ambiental que no afecte a la comunidad ni a los recursos que utilizará. Finalmente, y en relación con capacidades específicas de quien lleva adelante un plan de negocios, un liderazgo transformador es imprescindible.

Proceso de creación del proyecto.

Finalmente exploraremos las posibilidades y los obstáculos presentes en la construcción de un emprendimiento social.

Planificación de un proyecto
La planficación de un proyecto ayuda a organizar los recursos necesarios y a poder prever obstáculos por resolver.

Por una parte, encontramos la identificación del problema que va a tratarse y la evaluación de su pertinencia. Esto implica una aguda mirada sobre el entorno, los actores que están involucrados, las soluciones que ya existen o que pueden perfeccionarse y, con ello, la comprensión de las carencias de esa comunidad para que la propuesta sea innovadora, viable y alcanzable.

Luego, puede proceder con el diseño de su solución y, con ello, la construcción de un modelo de emprendimiento que pueda involucrar, necesariamente, a la comunidad específica, y que además consiga rendir económicamente.

Posteriormente encontramos la implementación de la iniciativa, algo que involucra obtener los recursos necesarios, la infraestructura precisa para construir los productos o bienes que van a desarrollarse hasta la comercialización de ellos. Aquí debe desplegarse un arduo trabajo de logística, organización y planificación, para asegurar el éxito.

Una vez que este proyecto está en marcha, con el paso del tiempo puede comenzar a analizarse cuál es el impacto que está teniendo sobre la comunidad y la solución que dan forma inicial al plan.

Tendencias recientes en emprendimiento social.

En los últimos años, el emprendimiento social ha visto un aumento significativo en el uso de plataformas digitales para facilitar iniciativas sociales. Este fenómeno incluye el desarrollo de aplicaciones móviles y plataformas online que permiten a los emprendedores conectar directamente con su audiencia o beneficiarios, expandiendo así su alcance e impacto. Además, se observa una tendencia hacia soluciones impulsadas por la tecnología, como el uso de blockchain para la transparencia en la rastreabilidad del origen de productos y fondos.

Rol del gobierno y apoyo político.

Los gobiernos juegan un papel fundamental en el fomento del emprendimiento social mediante políticas de apoyo e incentivos. Estos incluyen subvenciones, exenciones fiscales y programas de capacitación que alientan la formación de empresas sociales. Algunas regulaciones facilitan el acceso a financiamiento a través de plataformas de crowdfunding y fondos de inversión específicos para el desarrollo sostenible. La creación de un entorno legislativo favorable permite a los emprendedores sociales superar barreras y escalar sus innovaciones, logrando así un impacto más amplio en sus comunidades.

Casos de estudio de empresas sociales exitosas.

Existen numerosos ejemplos de empresas sociales que han tenido éxito en sus misiones. Un caso destacado es el de Grameen Bank, que desplegó un modelo de microcréditos revolucionario, otorgando acceso a fondos a comunidades marginadas. Por otra parte, TOMS Shoes ha implementado un modelo empresarial que dona un par de zapatos por cada par vendido, lo que ha beneficiado a millones de niños en países en desarrollo.

Desafíos en mercados emergentes.

Los mercados emergentes presentan desafíos particulares para los emprendedores sociales, como el acceso limitado al capital y la infraestructura insuficiente. Las barreras regulatorias y la falta de estabilidad política también pueden obstaculizar el crecimiento. Sin embargo, estos emprendedores desarrollan soluciones innovadoras adaptadas a sus contextos específicos, aprovechando los recursos locales e involucrando a las comunidades en la implementación de proyectos que abordan sus necesidades más urgentes.

Desafíos y riesgos en el emprendimiento social.

Uno de los mayores desafíos que enfrentan los emprendedores sociales es la obtención de financiamiento adecuado. Además, medir el impacto social a menudo requiere sistemas de evaluación complejos que pueden ser difíciles de implementar y costosos. Mantener altas normas éticas en mercados competitivos es otro riesgo considerable.

La tecnología desempeña un papel crucial en la potenciación del impacto social, proporcionando herramientas innovadoras que permiten mejorar la eficacia operacional y la gestión de proyectos. Desde la inteligencia artificial hasta los análisis de big data, estas tecnologías están ayudando a los emprendedores sociales a optimizar procesos, predecir tendencias y, en última instancia, maximizar su impacto positivo.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (29 de febrero de 2024). Definición de emprendimiento social. Rasgos, tipos y planificación. Definicion.com. https://definicion.com/emprendimiento-social/