El consumo responsable es una forma sustentable de producción y consumo de bienes y servicios, que apunta a un cambio consciente en la manera en que se desarrolla el consumo en la sociedad. Consiste en la iniciativa de gestar formas responsables de consumir, comprometidas con el medio ambiente, la equidad social y los derechos humanos.

El consumo responsable responde a un conjunto de proyectos para el desarrollo sostenible, impulsados por diversas organizaciones ecológicas, sociales y políticas. Su objetivo se basa en concientizar acerca del impacto del consumo humano sobre el medio ambiente, la biodiversidad y el bienestar social. Las diversas iniciativas tienen el fin de impulsar vías de solución alternativa para los problemas ambientales y sociales del consumo en la actualidad.

Las condiciones del sistema de consumo actual presentan grandes problemas y contradicciones respecto al cuidado del medioambiente y el bienestar social. Actualmente, las relaciones de consumo y producción se desarrollan con importantes irregularidades frente a la responsabilidad ambiental y social del impacto que genera el consumo masivo en la sociedad.

El sistema de consumo basado en el enriquecimiento económico sin criterios éticos está llevando a las sociedades del mundo a producir una gran cantidad de residuos y contaminantes, cuyos efectos sobre el ambiente son altamente dañinos para la naturaleza y la biodiversidad, así como también para el bienestar social y la calidad de vida de las personas.

Por esta razón, es de vital importancia el desarrollo de una sostenibilidad comprometida con el medio ambiente y la sociedad a nivel de consumo y producción. En un contexto de cambio climático, contaminación ambiental y crecimiento de la pobreza a nivel mundial, el consumo responsable busca cambiar los hábitos del sistema de consumo masivo, tratando de ajustar las necesidades reales de consumo a las responsabilidades ambientales y sociales de la población.

Consumo responsable
El consumo responsable es una iniciativa que busca desarrollar formas sustentables de consumo en la sociedad

Contexto histórico y evolución del consumo responsable.

Durante el siglo XX, se produjo una gran expansión del comercio y la producción internacional a gran escala, que dio lugar al desarrollo del consumo masivo. En esta etapa de crecimiento y expansión de los mercados internacionales, las empresas y grandes grupos económicos obtuvieron importantes ganancias a raíz del consumo a nivel masificado. Sin embargo, el auge de la producción y el consumo masivos priorizó el éxito económico por sobre la justicia social y el cuidado del medio ambiente.

Se desarrolló así un sistema de consumo basado en las ganancias y la rentabilidad económica en detrimento de las responsabilidades sociales y ambientales del consumo y la producción. Los resultados de esta forma de consumo masificado y sin restricciones comenzaron a mostrar sus efectos negativos sobre el ambiente y la población durante el desarrollo de todo el siglo XX y aún continúan agravándose en la actualidad.

Contaminación
La contaminación generada por el sistema de consumo masivo provoca grandes daños al ambiente y el equilibrio socioeconómico de las poblaciones

A nivel ambiental, se aceleró en todo el mundo el cambio climático, la contaminación y la destrucción de ecosistemas y la biodiversidad del planeta. La industrialización y la producción en masa dieron lugar a un consumo desmedido de energía, contaminación ambiental y generación de residuos a gran escala.

A nivel social, se produjo un creciente aumento de la desigualdad económica. Los grandes grupos de capitales se convirtieron en monopolios, a la par que los pequeños y medianos productores se empobrecían con este sistema de consumo.

A raíz de estos efectos nocivos sobre el ambiente y la población, comenzaron a aparecer las primeras protestas y reclamos por parte de organizaciones sociales y civiles que comenzaron a tener cada vez mayor impacto y representación en la sociedad.

En 1992, la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro estableció la necesidad de generar medidas de consumo responsable con el medio ambiente y el bienestar social. En 1998, el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Humano) alertó sobre los peligros de sostener en el tiempo un sistema de desarrollo industrial, tanto para el ambiente como para la calidad de vida de las personas.

En la actualidad, el consumo responsable es considerado por la ONU como la prioridad número 12 en la escala de objetivos para el desarrollo sostenible durante el período 2015-2030. El consumo responsable es uno de los principales proyectos para el cambio social en materia de crecimiento económico y sustentabilidad.

Protesta ambiental
El influjo de los movimientos y agrupaciones sociales impulsó el crecimiento de las iniciativas de consumo responsable

Principios fundamentales del consumo responsable.

El consumo responsable busca desarrollar un amplio conjunto de medidas de protección y saneamiento del sistema de consumo, en favor del bienestar ambiental y social. A continuación, veremos los principios más importantes sobre los que se desarrollan las diversas iniciativas de consumo responsable:

  • Sostenibilidad y desarrollo sostenible: La sostenibilidad es un concepto fundamental mediante el cual se busca desarrollar un sistema de producción y consumo que sea sostenible a nivel ambiental, económico y social. La sostenibilidad es un principio que se aplica tanto al medioambiente como la economía y la sociedad con el fin de no perjudicar el equilibrio ambiental ni la calidad de vida de las personas. Se trata de generar un sistema de relaciones de producción y consumo que garantice la satisfacción de las necesidades del presente sin perjudicar a las generaciones futuras, ni destruir los ecosistemas naturales. A raíz de este principio, se despliegan diversas formas de contribuir con la sostenibilidad ambiental y social como lo son: las energías renovables, el etiquetado ecológico y los empaques sostenibles, la gestión sostenible del agua, la agricultura ecológica o el transporte sostenible, entre muchas otras.
  • Comercio justo y equidad económica: El comercio justo reúne un conjunto de iniciativas tendientes a establecer un sistema de comercio basado en criterios éticos de compromiso con el medioambiente y el bienestar social. El principal objetivo del comercio justo apunta a desarrollar una economía sostenible que sea sustentable con el ambiente e incluya a los sectores más pequeños de la economía en un sistema de comercio ético e igualitario. Así, el comercio justo consiste en desarrollar mejoras ambientales y sociales en diferentes niveles: a nivel ecológico, se busca contribuir mediante la producción y el comercio basado en el desarrollo sostenible; a nivel social, se impulsan prácticas de comercio equitativo, integración social y apoyo a comunidades locales; a nivel económico, se fomenta el crecimiento de una economía equitativa, con oportunidades para todos mediante el desarrollo del comercio local y el consumo de productos locales.
Comercio justo
El comercio justo implica el apoyo a las economías regionales, locales y los sectores minoritarios del sistema de consumo
  • Reducción de la huella de carbono: Se llama huella de carbono a un indicador ambiental que mide la cantidad de gases de efecto invernadero que producen los individuos, empresas y sociedades, y su impacto sobre el medio ambiente. La huella de carbono mide la cantidad de CO2 que se emite al ambiente en determinado proceso de producción y consumo. Las emisiones de gases de efecto invernadero son la principal fuente de cambio climático, contaminación ambiental y calentamiento global. Por esta razón, resulta imprescindible medir el consumo y la producción a fin de promover la reducción de emisiones de gases invernaderos y la compensación de carbono en el ambiente.
  • Conservación de recursos y biodiversidad: Frente al creciente deterioro de los ecosistemas, debido a la explotación desmedida de los recursos naturales, el sistema de producción y consumo masivo ha contribuido a la destrucción de la biodiversidad y la explotación irresponsable de recursos. En este marco, el consumo responsable apunta a desarrollar estrategias de conservación de la biodiversidad y la protección de ecosistemas mediante iniciativas verdes, empresas ecológicas, protección del bienestar animal, desarrollo de una agricultura regenerativa, el uso de energías renovables como la energía solar o la energía eólica, entre muchas otras.
Reducción de carbono
La reducción de carbono en el ambiente contribuye a la conservación de los ecosistemas y el cuidado de la biodiversidad

Rol del consumidor en el consumo responsable.

Una parte fundamental del consumo responsable se apoya sobre la figura de los consumidores, ya que se considera que el consumidor es corresponsable en el desarrollo de las relaciones de consumo. Al consumir, estamos participando activamente del sistema no sólo de consumo, sino también del proceso de producción de los bienes y servicios que consumimos. De manera que, la responsabilidad activa y consciente de los consumidores es fundamental para fortalecer aquellos lazos de consumo comprometidos con el medio ambiente, la realidad social y los derechos laborales.

El consumo responsable busca desarrollar consumidores conscientes que no muestren una actitud pasiva frente al consumo, sino activa y responsable. Las acciones de consumo consciente podrían influir sobre las empresas e industrias a desarrollar productos basados en criterios más éticos y responsables de producción.

De esta manera, el consumo responsable apunta a que el acto de consumir es también un acto de responsabilidad, ya que el consumidor puede contribuir a perpetuar sistemas de producción que perjudican al medioambiente y el bienestar social o, por el contrario, mediante un consumo selectivo y consciente, incitar a las empresas a desarrollar el consumo responsable.

Así, un consumidor o consumidora responsable es aquella persona que se cuestiona acerca de la necesidad, gestión y organización en su forma de consumo. El consumo responsable se trata de un proceso de concientización en la manera en que producimos y consumimos bienes y servicios. Cuestionarnos acerca de su utilidad, su procedencia y los métodos de producción significa una actitud responsable frente al consumo.

Consumidor responsable
La responsabilidad del consumidor es imprescindible para el desarrollo del consumo consciente

Acciones y estrategias para consumidores responsables.

A continuación, apuntaremos una lista diversa de pautas generales para el desarrollo del consumo responsable a nivel de los consumidores:

  • Emplear bolsas reutilizables y ampliar el consumo de productos reciclados.
  • Evitar el consumo desmedido o innecesario, desarrollando compras conscientes.
  • Contribuir con el reciclaje y la reducción de residuos (reutilizar, reciclar, reparar).
  • Contribuir con el consumo colaborativo mediante compras locales.
  • Evitar el desperdicio de alimentos.
  • Consumir productos orgánicos y compostar los residuos biodegradables.
  • Tener un compromiso con la eficiencia energética mediante el cuidado en el consumo de luz y electricidad.
  • Contribuir con la conservación del agua, gestionando el gasto y economizando su uso.
  • Mantener una alimentación saludable mediante una dieta basada en plantas y un menor consumo de carne.
  • Ampliar el consumo de alimentos sin transgénicos.
  • Incursionar en el consumo de productos justos, productos artesanales o productos hechos a mano.
  • Realizar compras a granel de productos sin empaque.
  • Contribuir con la reducción del consumo innecesario de bienes y servicios.
  • Tomar como alternativa de traslado el transporte público o el transporte compartido.
  • Usar medios de transportes sostenibles (bicicletas o vehículos eléctricos).
  • Consumir productos de cosmética natural.
  • Apoyar y contribuir con el voluntariado ambiental.
El lema conocido como la triple «R» (Reducir, reciclar, reutilizar) propone un tipo de consumo que apunta al cero desperdicio

Rol de las empresas y la responsabilidad social corporativa.

Las empresas son el principal agente de desarrollo del consumo masivo. La producción empresarial a gran escala representa uno de los factores más influyentes en el desarrollo del sistema de producción y consumo en la sociedad. Por esta razón, las empresas deben realizar sus actividades económicas en el marco de ciertas pautas de comercio justo, consumo responsable y desarrollo sostenible. Es importante que las distintas empresas se involucren en el compromiso con la protección del medio ambiente y el bienestar socioeconómico del conjunto de la población. A continuación, veremos algunos aspectos fundamentales del rol de las empresas en el consumo responsable:

  • Prácticas empresariales éticas y sostenibles: Las empresas deben desarrollar sus actividades laborales, comerciales y económicas en un marco de respeto por los derechos humanos, laborales y ambientales. Desarrollar prácticas éticas, justas y sustentables de trabajo resulta fundamental para que las empresas puedan contribuir con las iniciativas de consumo responsable. De esta manera, la producción y el consumo empresarial debe generarse a partir de ciertas pautas favorables con el medioambiente y los trabajadores:
    • Contribuir con la conservación de energía mediante el ahorro de recursos.
    • Utilizar menos plástico y sustituirlo por productos biodegradables.
    • Realizar inversiones verdes en el mantenimiento de la empresa.
    • Trabajar con el uso de tecnología limpia y construcción sostenible.
    • Utilizar productos sin químicos en los procesos de producción.
    • Ser responsable con la gestión de residuos que produce la empresa.
    • Abastecerse a partir de cadenas de suministro éticas.
    • Mantener un compromiso con la reducción de la contaminación.
    • Generar condiciones dignas de trabajo para los empleados.
Responsabilidad social corporativa
La responsabilidad social corporativa consiste en el compromiso de las empresas con el bienestar de los trabajadores
  • Certificaciones y etiquetas ecológicas: Las certificaciones ecológicas son distintivos que representan bienes y servicios que fueron elaborados a partir de una serie de criterios éticos de desarrollo sustentable. El etiquetado ecológico identifica a aquellos productos y empresas que contribuyen con los criterios del comercio justo y el consumo responsable. El sistema B de certificación consiste en una calificación de empresas comprometidas con el cambio sustentable en los modos de producción y consumo. Las empresas B buscan desarrollar estrategias de mercado con fines sustentables, amigables con el medio ambiente y el bienestar social.
  • Transparencia y trazabilidad en la cadena de suministro: Las cadenas de suministro involucran un conjunto complejo de actores económicos y sociales, los cuales intervienen directamente en el impacto positivo o negativo sobre el medio ambiente y las condiciones sociales de trabajo. La transparencia en la cadena de suministro es importante para certificar a las empresas según criterios de producción y consumo éticos. Tener fuentes de suministro verificables que cumplan con los requisitos para el desarrollo del comercio justo y el consumo responsable contribuye a la transparencia y la certificación de empresas responsables. Adquirir materias primas de origen sustentable y corroborar que las condiciones laborales de las cadenas de suministro cumplan con los derechos de los trabajadores en materia de salario, salud y bienestar laboral representa una acción fundamental para las empresas B y las empresas interesadas en el desarrollo del consumo responsable.
Etiquetado ecológico
El etiquetado ecológico es una distinción que identifica a aquellos productos y empresas comprometidas con el desarrollo sustentable

Rol de las políticas públicas en el consumo responsable.

Los Estados y gobiernos representan otro importante actor dentro de las relaciones de producción y consumo en la sociedad. La acción gubernamental, a través de políticas públicas, puede contribuir en gran medida al crecimiento y desarrollo del consumo responsable y el desarrollo sostenible. Los gobiernos tienen la responsabilidad de gestionar e impulsar proyectos públicos para la contribución del consumo sostenible, el comercio justo y la protección del medio ambiente. Mediante legislaciones y regulaciones públicas, los gobiernos son capaces de intervenir positivamente sobre el desarrollo del consumo responsable a nivel ambiental, social y económico. A continuación, veremos un conjunto de medidas y políticas públicas vinculadas al consumo responsable:

  • Políticas medioambientales en diversos sectores (urbano, agroecológico, industrial).
  • Legislación internacional y acuerdos medioambientales.
  • Iniciativas de reforestación de zonas afectadas.
  • Campañas de concientización para el consumo de agua responsable.
  • Obras públicas destinadas al desarrollo social, ambiental y cultural.
  • Promoción del consumo de productos de comercio justo.
  • Apoyo a pequeños productores y fomento de la producción local.
  • Regulaciones económicas para una banca ética.
  • Respaldo a la economía circular, local y regional.
  • Apoyo a las iniciativas comunitarias y la economía colaborativa.
  • Gestión del turismo responsable.
  • Innovación social y ambiental en movilidad urbana.
  • Financiación para la construcción y ecodiseño de empresas sustentables.
  • Generación de empleo en materia de saneamiento público e higiene urbano.
Políticas públicas
Las políticas públicas en materia de cuidado ambiental y bienestar social son fundamentales para el crecimiento del consumo responsable

Rol de la educación en el consumo responsable.

A nivel educativo, la contribución para el desarrollo del consumo responsable es fundamental como estrategia para educar desde las tempranas infancias en materia de concientización del impacto ambiental y la importancia del consumo responsable. A través de diversas actividades pedagógicas, es posible desarrollar una educación ambiental que brinde herramientas concretas de intervención responsable en el consumo. Impulsar una educación para la sostenibilidad puede contribuir en gran medida a la formación de consumidores responsables, conscientes y comprometidos con el medio ambiente y el bienestar social. A continuación, apuntaremos algunas estrategias pedagógicas para la gestión de la educación ambiental en consumo responsable:

  • Desarrollar una educación básica para el consumo responsable.
  • Realizar actividades al aire libre, fomentando el reciclado y el cuidado de los espacios verdes.
  • Ampliar la educación en técnicas de agricultura y jardinería orgánica en el hogar y la escuela.
  • Crear huertos comunitarios escolares con intervención directa de los alumnos.
  • Generar actividades artísticas y sociales con materiales reciclados y biodegradables.
  • Proponer asignaturas vinculadas al estudio específico del medioambiente y su intervención responsable.
  • Educar en el uso consciente de la tecnología.
  • Diseñar talleres de electrónica responsable.
  • Educar en formas alternativas de consumo de bajo impacto ambiental.
  • Creación de jardines comunitarios en zonas necesitadas y enajenadas del acceso a la educación.
Educación ambiental
La educación ambiental es fundamental para la contribución al consumo responsable

Citar este artículo

Aci, E. M. (20 de marzo de 2024). Definición de consumo responsable. Principios, iniciativas y estrategias de consumo responsable. Definicion.com. https://definicion.com/consumo-responsable/