Definición de sostenibilidad

Sostenibilidad es el nombre con el que se conoce a aquello que tiene la cualidad de sostenible, es decir, que es amigable con el medio ambiente y su conservación y que tiene en cuenta el cumplimiento de necesidades y demandas del presente sin comprometer al futuro. 

En un modelo económico o social anclado en la sostenibilidad, se procura un uso cuidado de recursos, que no haya derroche o desperdicio de elementos, que haya un acceso igualitario a esos recursos y que la sociedad también acompañe ese camino.

La palabra surge de sostenible que, a su vez, surge del latín sustentāre, es decir, aquello que puede sostenerse de pie por sí mismo.

Historia.

Cuando se habla del desarrollo del concepto de sostenibilidad, o del desarrollo sostenible, hubo manifestaciones por parte de diferentes autores a lo largo de la historia. Más precisamente, ya desde principios del siglo XVIII se hacía alusión al empleo de bosques y su vegetación como parte de la fuente de energía esencial para el desarrollo de la industria. 

Pocas décadas después, ya se hacía referencia a que los cambios demográficos en las sociedades eran mucho más veloces que la reproducción de especies y recursos naturales esenciales para la vida, y que había que atender a ello.

Sin embargo, su uso en los términos que conocemos actualmente inicia en la década del 60 del siglo XX, cuando más de 30 países de África emplean por primera vez el concepto desarrollo sostenible para enfatizar el cuidado en políticas ambientales de las naciones que promuevan el cuidado del ambiente y el desarrollo social. 

Hacia la década del 80, sin embargo, se emplea por primera vez el concepto de sostenibilidad, en un documento de la ONU. Allí, por primera vez se sistematiza cuáles son los efectos que podrían tener las actividades humanas, económicas, industriales y políticas sobre el medio ambiente, las generaciones venideras y la importancia de darle valor internacional.

En la actualidad, se han elaborado diferentes proyectos de leyes y declaraciones internacionales donde se habla de la necesidad ineludible de poder cuidar, proteger y concientizar sobre nuestro vínculo con los recursos naturales, la sobreexplotación y la búsqueda de alternativas para poder hacer un uso más consciente. La finalidad de esto ha sido poder permitir que, en el futuro, todos continúen teniendo acceso a estos recursos, y que no se vuelvan algo inaccesible.

Dimensiones.

Exploraremos a continuación algunas dimensiones de la sostenibilidad. En primer lugar, encontramos la sostenibilidad ambiental, es decir, el vínculo entre tres elementos relacionados intrínsecamente:

• la economía
• la sociedad
• el medio ambiente

La labor de tomar conciencia para hacer una utilización y un consumo responsable de los recursos naturales es una tarea que atañe tanto a las personas, en nuestra individualidad como ciudadanos, y a las empresas como instituciones con los recursos para impactar (positiva o negativamente) sobre la naturaleza. 

Así, existen diferentes maneras de dimensionar cómo nuestras acciones pueden ser valiosas y amigables con nuestro entorno, en el corto y en el largo plazo. Las empresas e instituciones, por una parte, deben gestionar sus actividades en función de la RSC (la responsabilidad social corporativa), es decir, con una maquinaria que tenga como objetivo esencial la responsabilidad de contribuir al cuidado de los recursos. 

Esta intervención puede hacerse mediante algunas de las siguientes acciones:

• promover el uso de energías renovables, como la energía solar, la energía hidroeléctrica o la energía eólica
• promover activamente el reciclaje en gran escala, para disminuir todo lo posible la cantidad de desechos (con una gestión de residuos, por ejemplo)
• trabajar activamente en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, que mitiga a largo plazo las consecuencias del cambio climático

La sostenibilidad económica, por otra parte, es aquella habilidad de un sistema (una empresa, una comunidad o un país) de poder administrar los propios recursos de forma organizada, sin afectar a las generaciones venideras.

Aquí, encontramos diferentes estrategias para llevarla a cabo:

• Desarrollo de economía circular: este es un modelo productivo y de consumo que permite que se reutilicen, se renueven y se reciclen materiales y productos para que otros puedan usarlo, en lugar de desecharlo.
• Inversiones sostenibles: estas implican el uso de instrumentos de inversión que tengan un impacto positivo sobre el medio ambiente y que la empresa en la que se invierte tenga conciencia de su propio lugar como organismo impulsor de medidas sostenibles.
• Desarrollo de mercados verdes: con este nombre se conoce al sector económico que comercializa e incentiva el empleo de productos amigables con el medio ambiente, muchas veces sin elementos de origen animal y formulado sobre la base de productos orgánicos o agroecológicos.

En tercer lugar, encontramos la sostenibilidad social. Esta se enfoca, fundamentalmente, en promover la inclusión y el acceso de todos los ciudadanos, más aún cuando provienen de poblaciones desprotegidas o desvalorizadas.

En este sentido, el vínculo entre población y sostenibilidad implica la posibilidad de acceder a determinados recursos considerados esenciales:

• agua potable
• comercio justo
• comida local y alimentos sostenibles, nutritivos
• energía limpia
• transporte público

Gracias a estos elementos esenciales, las personas puedan desarrollar sus actividades diarias con condiciones básicas de vivienda, comida y alimentos. También, al poder acceder a estos elementos, pueden comenzar a proyectar a futuro y a poder acceder a nuevas oportunidades gracias a las cuales puede progresar.

Algunos sectores fundamentales.

Veamos a continuación algunas áreas de la vida en las que la sostenibilidad puede manifestarse.

El sector energético, por ejemplo, tiene la responsabilidad de orientar sus actividades hacia la eficiencia energética, es decir, las diferentes acciones gracias a las cuales se puede brindar el servicio sin afectar la calidad de vida de las personas o las condiciones productivas.

En este sentido, existen diferentes formas de clasificar esta eficiencia: a grandes rasgos, encontramos elementos con un rendimiento mucho más eficiente que otros. Esta información debe estar visible en los productos que se comercializan para que sepamos cuál es el consumo de energía que tendremos.

Por otra parte, otra área esencial de este sector explora la importancia de las energías renovables, como alternativa. Además de las más conocidas (eólica, hídrica, entre otras), encontramos las siguientes:

• energía geotérmica, que utiliza el calor de la Tierra, y que está considerada renovable
• energía limpia, que en términos generales significa un tipo de energía que no contamina
• energía de mareas, o energía mareomotriz, usa el movimiento de las mareas, las subas y bajas del agua del mar y otros elementos para producir energía

Otro sector es el de la agricultura. Aquí, la sostenibilidad puede manifestarse mediante, por ejemplo, la agricultura orgánica. Este es un sistema productivo que trabaja con productos, como fertilizantes, entre otros, que sean 100% de origen natural, y otros elementos vegetales.

También, la agricultura regenerativa es otra práctica muy útil. Consiste en aplicar algunos conocimientos de reutilización de los mismos elementos del suelo para mantenerlo fértil, proteger la biodiversidad y regenerar toda la materia orgánica, en lugar de deshacerse de ellos.

Es una práctica esencial para tener suelos más cuidados, mucho más saludables y fuertes, y que a su vez puedan absorber mucho más los nutrientes que recibe.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (15 de noviembre de 2023). Definición de sostenibilidad. Historia, dimensiones y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/sostenibilidad/