El término dualismo designa a la doctrina filosófica que concibe la realidad como una naturaleza doble, la cual está constituida por dos sustancias o principios diferenciados. De esta manera, desarrolla un pensamiento dual de ver el mundo, basándose en la idea de dualidad postula que para toda manifestación, concepto o entidad existe su expresión contraria. Así, el pensamiento dualista se organiza en binomios: bien y mal, cuerpo y alma, luz y oscuridad, conocimiento e ignorancia, etc. En el dualismo la realidad manifiesta dos aspectos, dos caras, dos mundos.
El dualismo se contrapone al monismo al postular la realidad constituida por dos principios diferenciados y contrapuestos, a diferencia del monismo que afirma la unidad total de la naturaleza y el mundo, el dualismo divide en dos la realidad y la representa como una dualidad entre dos energías, naturalezas o entidades.
Históricamente, el dualismo es un concepto de muy antigua datación, ya desde las primeras civilizaciones, en las cosmogonías antiguas se diseñaron los primeros modelos duales de la realidad y se desarrollaron los conceptos fundamentales del pensamiento dualista. Religiones como el zoroastrismo, el maniqueísmo y el gnosticismo, plantean una cosmogonía dualista del universo, compuesto de dos divinidades antagónicas que representan las fuerzas del bien y el mal, la conservación y la destrucción, el orden y el caos.
El dualismo es un concepto fundamental en la historia de la filosofía occidental, desde el origen del pensamiento racional, con los presocráticos, la discusión entre monismo y dualismo fue uno de los problemas centrales del origen de la filosofía. Entre los principales exponentes del pensamiento dualista antiguo se destacó Platón, con la separación entre mundo sensible y mundo inteligible. Luego, en la modernidad, Descartes estableció una metafísica dualista a través de la distinción entre cuerpo y mente, sustancia extensa y sustancia pensante.
El término dualismo fue utilizado por primera vez, en el año 1700, por el orientalista británico Thomas Hyde, quién lo utilizó para estudiar la religión de la civilización persa, al describir el carácter doble de su teología. Posteriormente, Christian Wolff usó el término para referirse al dualismo metafísico y ontológico de las doctrinas filosóficas.
Índice de temas
Tipos de dualismo.
Existen diferentes tipos de dualismo según se aplique el término en distintos ámbitos y para diversos propósitos. Su clasificación, a su vez, se divide en dos: según su estructura y según su contenido.
Según su estructura.
- Dualismo de sustancias: Consiste en proponer que la dualidad se da en el nivel de la sustancia, propone que existen dos esencias cualitativamente distintas constitutivas de la realidad. El dualismo de sustancias se corresponde con el dualismo ontológico, ya que establece una división al nivel del sustrato, es decir, la esencia de las cosas. Ejemplo de este modelo es el dualismo cartesiano, que divide la realidad en sustancia pensante (res cogitans), y sustancia extensa (res extensa). El dualismo de sustancias se opone al materialismo debido a que plantea, además de una sustancia material, una sustancia inmaterial, espiritual o mental.
- Dualismo de propiedades: Consiste en establecer un dualismo a nivel de las propiedades y atributos de las cosas y no en su esencia o sustancia. En comparación con el dualismo de sustancias, el dualismo de propiedades supone que existe una sustancia material pero con atributos y propiedades inmateriales. Ontológicamente Parte de una sustancia material, pero no niega la inmaterial, y postula que existe una relación entre ambas propiedades, física y mental. El emergentismo plantea que las propiedades de la mente son distintas a las del cuerpo y que la consciencia se produce, «emerge», a partir a de complejos procesos fisiológicos y neuronales, los cuales no son reductibles. El emergentismo se opone al reduccionismo, ya que parte de la idea de que «el todo es más que la suma de las partes», la consciencia, como un todo, es irreductible a los procesos que la constituyen.
- Dualismo de predicados: Consiste en establecer un dualismo al nivel del lenguaje, en el que los predicados referidos a la mente no son reductibles a los predicados del cuerpo. Hay predicados que se afirman acerca de la mente que, por su forma y contenido, son distintos a lo que se dice acerca del cuerpo, y debido a esto, ambos predicados se distinguen entre sí según sean predicados mentales o físicos.
- Dualismo interaccionista: Parte de la distinción mente/cuerpo y describe la relación entre estas dos sustancias o entidades distintas, las cuales interaccionan entre sí afectándose mutuamente. El interaccionismo estudia la relación y la influencia entre el cuerpo y la mente, cómo una afecta sobre la otra y cómo se constituyen entre sí en interacción mutua. El epifenomenalismo, sostiene que la relación mente y cuerpo es psicofísica y que el origen de los procesos mentales se debe a procesos bioquímicos y fisiológicos.
Según su contenido.
- Dualismo teológico: Representa el modelo dualista más antiguo y consiste en una dualidad religiosa y teológica, la cual concibe a la naturaleza divina bajo una doble expresión: dos divinidades que se oponen y se complementan mutuamente.
- Dualismo metafísico: Consiste en concebir una realidad dualista desde su base ontológica y metafísica, la división establece un corte que parte en dos la realidad, dando lugar a la existencia de dos mundos, dos sustancias, dos esencias.
- Dualismo gnoseológico: Se basa en la distinción entre conceptos opuestos del conocimiento como sujeto y objeto, verdad y falsedad, empírico y teórico. A diferencia del dualismo metafísico, el gnoseológico establece una distinción a nivel epistemológico del pensamiento y no de la realidad en sí misma.
- Dualismo psicofísico: Concepto propio de la psicología y la filosofía de la mente. Consiste en la distinción entre la mente como representación de la identidad del ser, ego o consciencia, y el cerebro, como órgano del sistema nervioso encargado de procesar los pensamientos de la mente. Este dualismo se basa en la discusión acerca del problema mente-cuerpo. Se pregunta si la mente es idéntica al cerebro, y por lo tanto, se aloja allí, o por el contrario, el concepto de «mente» o «consciencia», representa una dimensión más compleja, la cual va más allá del órgano cerebral. A partir de esta distinción, se desarrollan tanto argumentos a favor del dualismo mente-cuerpo, como argumentos en contra, que intentan reducir la mente a procesos físicos.
Dualismo platónico.
El dualismo platónico es el primer modelo metafísico sistemático del dualismo filosófico. La realidad platónica consta de dos mundos: el Mundo de las Ideas (mundo inteligible), al que Platón postula como el mundo real, ontológicamente verdadero, en el que existen las Ideas que son unidades perfectas, eternas e inmutables. Por otro lado, el mundo sensible, representa para Platón un mundo falso, una visión ilusoria de la realidad provista por los sentidos. Según Platón, el mundo sensible es un mundo imperfecto, cambiante y perecedero, que brinda una imagen engañosa y confusa de la realidad.
La dualidad psicofísica entre cuerpo y alma se corresponde con esta división metafísica, en la división platónica, el alma pertenece al mundo de las Ideas y es capaz de captar la esencia perfecta de las cosas, debido a que es de naturaleza similar a la perfección de las Ideas. Según Platón, el alma es eterna y capaz de captar la perfección de las ideas, sin embargo, está atrapada en un cuerpo carnal, que no le permite «recordar» su verdadera naturaleza eterna y perfecta. El cuerpo, entonces, representa para Platón, la cárcel del alma, y los sentidos son la fuente del desconocimiento y la ignorancia.
De esta división ontológica y psicofísica, deviene su teoría del conocimiento, conocida como la Teoría de las Ideas, en la que Platón postula que el conocimiento verdadero proviene del mundo inteligible y hacia él debe orientarse toda investigación filosófica. A partir de esta teoría, Platón separa el conocimiento verdadero (episteme) basado en las Ideas, de la mera opinión (doxa), el conocimiento falso, basado en el engaño de los sentidos.
Dualismo cartesiano.
Se conoce como dualismo cartesiano a la división entre cuerpo y mente planteada por el filósofo francés René Descartes. Bajo la fórmula cogito ergo sum «pienso, luego existo», Descartes establece que la realidad del ser se basa en el yo (ego) como entidad separada de todas las cosas, incluso de su cuerpo y de sus percepciones sensoriales. A partir de esta idea, Descartes elabora un dualismo entre la mente y el cuerpo, en donde el pensamiento es totalmente independiente de los sentidos. Esta dualidad gnoseológica del cogito, se manifiesta también en el plano ontológico de de la realidad, la cual está dividida en res extensa, la sustancia extensa que representa el mundo de los objetos, y las res cogitans que es la sustancia pensante, que representa al pensamiento, el ego, la consciencia. Según Descartes, la relación mente/cuerpo se da a partir de que las impresiones sensoriales son captadas por los sentidos y luego llevadas al cerebro, hacia a la glándula pineal, la cual transmite las impresiones a la consciencia inmaterial (ego).
Nicolás Malebranche adhirió al dualismo cartesiano y desarrolló una corriente conocida como ocasionismo en la que se postula que el cuerpo y el alma son entidades separadas y cualitativamente distintas, y que si existe conexión entre ambas sustancias no es por ninguna otra causa más que la voluntad de Dios. El ocasionalismo postula que todos los hechos y eventos, tanto del mundo como de la consciencia y el cuerpo, son ocasionados por Dios.
Frente a la postura dualista cartesiana que marcó un antes y un después en la historia de la filosofía moderna, se desarrollaron, también, posturas tendientes a refutar el dualismo y afirmar un monismo metafísico, como el caso de Leibniz y su Monadología, en la que postula las monadas como esencias indivisibles ordenadas en una armonía preestablecida. También, Espinosa desarrolló una postura monista al establecer un panteísmo y panenteísmo, en donde la realidad se unifica en la totalidad de Dios y la Naturaleza. El panpsiquismo de Berkeley también se opuso al dualismo, al afirmar la inexistencia de sustancia material alguna y a la realidad como un producto de la mente. Por último, el idealismo alemán también se orientó a negar el dualismo y postular un monismo idealista, basado en la unidad trascendental entre pensamiento y ser.
Dualismo en la filosofía de la mente.
La filosofía de la mente se caracteriza por estudiar la composición, naturaleza y estructura de la mente humana y los problemas e interrogantes que de ella se desprenden, como la relación entre cuerpo y mente, el origen de los fenómenos mentales y físicos, la causalidad de los procesos mentales, la posibilidad de una mente física o inmaterial, entre muchos otros. En esta rama de la filosofía, se destacan corrientes como la fenomenología de Edmund Husserl, que realiza un estudio fenoménico de la conciencia y postula que la intencionalidad es una de las demostraciones más probables de la causalidad mental y el fenómeno de la mente. Husserl llamó noesis a toda actividad de la consciencia como sinónimo de la mente, y noema a las ideas, eventos o representaciones mentales que se forman como elementos constitutivos de la consciencia.
Maurice Merleau-Ponty, en su obra Fenomenología de la percepción, desarrolló un intento de superar el dualismo mente-cuerpo, a partir de las nociones de forma y estructura propias de la percepción. Merleau-Ponty concibió la idea del cuerpo vivido, como una consciencia perceptual que se anoticia de los fenómenos del mundo mediante el sentir, el cuerpo vivido o cuerpo fenoménico, no se corresponde con la mente sino con una conciencia fenoménica, que se percibe a sí misma y al mundo mediante el cuerpo y la percepción.
Las ideas de Merleau-Ponty fueron influenciadas por la fenomenología de Husserl en su aspecto fenoménico, pero también en su metafísica o concepción del ser, por el existencialismo de Sartre y su binomio ser y nada, el cual se hace eco de las concepciones metafísicas del Dasein de Heidegger en su obra Ser y tiempo, en la que postula al ser arrojado al mundo, atravesado por el tiempo y enfrentado a la realidad de su propia existencia.
Problema mente-cuerpo.
Se conoce como problema mente-cuerpo, al conjunto de discusiones respecto de la posibilidad de la relación entre la mente y el cuerpo, cómo se vinculan, si son idénticas o distintas, si es posible (o no) una mente inmaterial, y si es así, el problema de la causalidad de los procesos mentales. Frente a este conjunto de problemáticas se perfilan dos posturas antagónicas: unas tendientes a argumentar a favor de la dualidad y, por lo tanto, la existencia de una mente inmaterial; y por otro lado, un conjunto de argumentos en contra del dualismo, conocidos como teorías reduccionistas o fisicalistas, ya que niegan la posibilidad de una consciencia inmaterial y reducen la mente a principios físicos.
En este marco, Donald Davidson, filósofo estadounidense de orientación analítica, desarrolló el concepto de anomalous monism (monismo anómalo) para referirse a la correspondencia entre los sucesos y fenómenos mentales y físicos, que intenta responder al problema mente-cuerpo alegando que los sucesos de la mente y el cuerpo se afectan mutuamente y son causa el uno del otro.
Paralelamente, en el ámbito de la psicología, las discusiones respecto de la identidad mente-cuerpo dieron lugar a diversas posturas como el conductismo radical de B.F. Skinner que basa todo el estudio de la mente en la conducta como única expresión científicamente analizable del comportamiento humano.
La teoría de la identidad mente-cerebro, postulada por U.T. Place y
J.J.C. Smart, consiste en postular que la mente, es decir, la consciencia, se aloja en el cerebro y es producto de los procesos neuronales y bioquímicos cerebrales. Según esta teoría, todo el conjunto de manifestaciones y procesos de la mente (pensamientos, imágenes, representaciones, impresiones, recuerdos, etc.) se deben a la acción del cerebro y no son más que procesos neuronales. De manera que, la teoría de la identidad, reduce la mente a la acción de un órgano bioquímico y niega la existencia de una entidad mental inmaterial de cualquier tipo. Por esta razón, a esta teoría también se la conoce como fisicalismo de la mente o monismo neurológico.
El eliminativismo fisicalista representa la expresión más extrema del materialismo postulado por la teoría de la identidad, ya que propone la eliminación de todo aparato conceptual y teórico para explicar la mente, y sustituirlo por concepciones basadas en las neurociencias, con el fin de hacer más «científico» el estudio de la mente. El eliminativismo, el funcionalismo, el epifenomenismo y la teoría de la identidad, se agrupan en el conjunto de las teorías reduccionistas, debido a que intentan reducir las leyes mentales a leyes físicas, asociándolas a los procesos biomecánicos del cerebro.
En contraposición a las posturas reduccionistas de la mente se destaca el pensamiento del filósofo norteamericano Thomas Nagel, quien en un artículo llamado ¿Cómo es ser un murciélago? cuestiona las tesis reduccionistas al plantear que si redujéramos el concepto de «mente» a un proceso de relaciones y acciones meramente bioquímicas y mecánicas, entonces cualquier ser que presentara los órganos y las algoritmos suficientes para funcionar, podría ser considerado un ser con consciencia, por ejemplo, un robot. Por el contrario, para Nagel «lo mental», la mente, consiste en representar una singularidad que no se haya en ninguna otra parte y de la cual las leyes físicas no pueden decirnos nada, ya que se basa en la experiencia subjetiva de la propia percepción de ser. De manera que, no es posible reducir el concepto de mente a un conjunto de procesos neurológicos y bioquímicos.
Cabe destacar que los argumentos en contra del reduccionismo y el fisicalismo de la mente, se inclinan en favorecer la idea de una mente inmaterial, y por lo tanto, se postulan a favor del dualismo. En esta línea de pensamiento, se destaca la teoría de los «cualia» que son definidos como las experiencias subjetivas individuales de los fenómenos, las cuales son irreductibles e inefables, y comprenden la realidad subjetiva inmaterial de la consciencia. Para probar la existencia de los cualia, Frank Jackson elaboró un experimento conocido como el experimento mental de Mary, en el que plantea una situación hipotética donde una científica (Mary), debe estudiar los colores sin haberlos visto nunca, encerrada en una habitación en blanco y negro. Mary conoce la teoría de los colores, los procesos y patrones elementales que constituyen el rojo, el azul, etc., pero jamás los ha experimentado con sus ojos. La pregunta es si Mary ve los colores ¿Adquirirá, entonces, un conocimiento nuevo? Para Jackson, la respuesta es que sí: obtendrá la experiencia subjetiva del color. Lo que el experimento intenta demostrar es que la experiencia subjetiva de los colores, es más que todo el conocimiento teórico que se pueda adquirir sobre ellos. A partir de la diferencia entre conocimiento teórico y experiencia, Jackson busca probar la existencia de los cualia como un conocimiento subjetivo devenido de la experiencia de las sensaciones, el cual prueba la existencia de un principio inmaterial de la mente.
David Chalmers, planteó el problema difícil de la conciencia, a partir del cual intenta abordar la cuestión de cómo y por qué existen los denominados cualia. Chalmers se pregunta cómo las experiencias fenoménicas y las sensaciones adquieren cualidades como el color, el sabor, el placer, el dolor, etc. En este sentido, el problema también puede entenderse como un problema relacionado con la experiencia subjetiva. Así, contrastó la idea de «problemas difíciles de la consciencia» con los que llamó «problemas fáciles», como los que requieren un ordenamiento mecánico en pos de cumplir una función objetiva, ya que a estos el funcionalismo mecanicista puede explicarlos muy bien. Sin embargo, respecto a la experiencia subjetiva de la consciencia, para Chalmers, esta representa un problema que persistirá incluso cuando todas las funciones mecánicas sean explicadas completamente. La problemática responde a la cuestión de cómo y de qué manera los procesos físicos pueden crear la consciencia, y hasta qué punto estos procesos determinan las experiencias subjetivas y cualitativas de la consciencia, o por el contrario, la experiencia subjetiva responde a un principio inmaterial como los cualia. En este caso, el problema radica en cómo se vinculan la parte inmaterial de la mente con el cuerpo físico y los procesos bioquímicos.
Citar este artículo
Aci, E. M. (11 de junio de 2023). Definición de dualismo. Características, tipos, origen e historia. Definicion.com. https://definicion.com/dualismo/