Colaboración es el nombre con el que se conoce al trabajo de cooperación y alianza entre dos o más partes, que puede ser entre personas, grupos de personas o comunidades más amplias.

Es una capacidad esencial para poder mantener una relación sana y productiva con los demás, ya que nos ayuda a poder aprender a pedir ayuda o apoyo, a asistir a otros y a construir consenso.

Proviene del verbo colaborar, que a su vez surge del latín collaborāre: el verbo laborāre se empleaba para describir la acción de trabajar, por lo que desde sus inicios nos remite a la idea de un trabajo en equipo.

Características.

La comunicación y la escucha de diferentes perspectivas son dos claves para la colaboración.

Encontramos algunos rasgos en común entre las diferentes formas de cooperación:

  • La comunicación es un elemento insoslayable, ya que es la herramienta con la cual las distintas interacciones entre las partes van a resolverse de la forma más adecuada para todos.
  • La coordinación entre los distintos objetivos que cada parte puede tener debe poder permitir que haya una interacción donde estos puntos no se contradigan entre sí.
  • Tiene que haber integración de perspectivas, objetivos y formas de trabajar, pero también la confianza suficiente para que cada aparte avance por sí misma cuando sea pertinente.
  • El respeto no puede dejarse de lado: una colaboración es una relación donde hay que compartir recursos, construir una estrategia conjunta sobre la cual trabajar y la transparencia ayuda a no entorpecer este proceso.

Entre otros elementos para tener en cuenta, encontramos que cada uno de los miembros de estas colaboraciones deben tener la responsabilidad individual de hacer su labor. Así, evitan entorpecer el trabajo de los otros y aportan el valor agregado que sus habilidades y capacidades puedan brindar. Con el paso del tiempo, instan a los demás a cumplir sus roles y responsabilidades en pos del beneficio mutuo.

Principios esenciales.

Es importante que cada colaboración pueda pactar, a través de la escucha activa, cómo se va a construir el espacio colaborativo donde el grupo de trabajo pueda desempeñar las tareas correspondientes.

Estos acuerdos pueden tener diferentes elementos que se coordinan mutuamente:

  • La definición de un único líder, que guíe y asigne tareas y objetivos, o un co-liderazgo entre dos personas de ambas partes.
  • La determinación de construir un proyecto conjunto, único, o construirlo por partes y elegir cómo, en una asamblea o mediante un acuerdo, es posible unificar e integrar esas partes de forma coherente.
  • La elección de un equipo multidisciplinario, si es pertinente, para que cada área se ocupe en profundidad de una temática y que posteriormente puedan ponerse perspectivas en común.
  • La co-creación de plataformas colaborativas para que, con soporte de la tecnología, se pueda trabajar de forma más ágil, cómoda y rápida.
La colaboración nos enseña a poder trabajar no solo en un vínculo uno a uno entre partes, sino a poder integrar, también, grupos más amplios.

La puesta a disposición de espacios para profundizar conocimientos, como un taller colaborativo, un voluntariado, un grupo de trabajo o espacios de brainstorming.

Otros aspectos esenciales para una colaboración involucran el poder tener, en aspectos generales, una visión compartida de cómo construir los objetivos de interés común. Es importante tener en consideración que en una colaboración, la diversidad de ideas, de personas y de formas de trabajar puede llevar a que en algunos momentos no haya entendimiento mutuo, por estas discrepancias.

Sin embargo, espacios donde la pluralidad está presente pueden resultar muy fructíferos para construir nuevas perspectivas, para observar un fenómeno desde otro punto de vista y dar espacio a otras ideas.

Tipos.

Los distintos tipos de colaboración que podemos encontrar en el ámbito social tienen que ver, fundamentalmente, con cómo se conforman los grupos que se interrelacionan.

En primer lugar, encontramos la colaboración interpersonal, que implica el intercambio entre una persona con otra, u otras. Esto ayuda a poder compartir conocimientos, a trabajar la equidad y a poder aprender sobre negociación, cómo ceder y en qué puntos consideramos que un acuerdo debe detenerse.

De esta manera, cuando debemos intervenir en una colaboración grupal, de equipos, hay ciertas herramientas que ya podemos manejar:

  • la inclusión de ideas diferentes
  • la adaptabilidad a los cambios
  • el esfuerzo conjunto como elemento esencial para ser productivos
  • la empatía con las limitaciones ajenas y propias
  • la apertura al diálogo, al intercambio y al aporte
Logros y objetivos
Gracias a la colaboración con otros, podemos alcanzar nuestras metas y objetivos con un equipo que acompaña cada paso.

Estos elementos pueden aplicarse en cualquier instancia de intercambio donde debamos establecer un encuentro con otros. De este modo, al poder gestionar estas herramientas tanto en nuestros vínculos individuales como en vínculos grupales, adquirimos cada vez más fluidez al momento de tener que delegar, confiar en el trabajo de los demás y en saber cuándo nuestra contribución es útil y pertinente.

Otras formas de colaboración involucran las ayudas interorganizacionales, es decir, entre equipos de trabajo que pertenecen a diferentes instituciones. Este trabajo, usualmente, involucra otras herramientas y tiene una complejidad más alta, debido a que hay más personas involucradas, diferentes áreas o departamentos que intervienen y la coordinación debe ser mucho más equilibrada.

Herramientas.

Algunas prácticas que ayudan a poder tener espacios de colaboración saludables, que integren a sus miembros y que posibilite instancias de acuerdo e intercambio, son las siguientes: las plataformas de colaboración, por ejemplo. Estas son espacios de trabajo en línea, que permiten que diferentes personas puedan intervenir, corregir y editar el material con el que se está trabajando de forma simultánea

Por otra parte, encontramos las técnicas de creatividad: estas necesitan, en primera instancia, que haya una aceptación de que se van a presentar ideas diversas, diferentes, con las que no siempre podemos coincidir o que no consideramos.

La instancia creativa de trabajo permite descomprimir del trabajo más técnico, y construye un espacio más relajado y de intercambio. Uno de estos casos es el brainstorming, es decir, la denominada lluvia de ideas, para mejorar un producto, resolver un problema o aportar propuestas nuevas.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (31 de octubre de 2023). Definición de colaboración. Rasgos, tipos y herramientas. Definicion.com. https://definicion.com/colaboracion/