El concepto bienestar se define como el estado en el cual una persona cuenta con los suficientes recursos para pasar una vida tranquila. La noción de recursos no se limita únicamente a lo económico. También se contempla el estar bien en el plano emocional, y en el plano físico.

La palabra se conforma de dos términos que surgen del latín: bene (bien) y stare (estar). Como tal, ha sido analizado durante muchos siglos con distintos nombres (placer, felicidad, calidad de vida), pero es un complejo fenómeno de estudio. La filosofía, por su parte, cuenta con múltiples autores que han tratado de precisar este concepto y sus componentes.

Una concepción amplia del término, en función de aspecto concretos, puede contemplar los siguientes factores:

  • dinero
  • lo mental, lo emocional
  • lo físico y la salud

Es pertinente aclarar, también, que podemos considerar al bienestar desde dos puntos de vista. Por una parte, este no deja de ser una concepción subjetiva, en estrecho vínculo con aquello que a cada persona le hace bien, necesita, y le sirve. El bienestar tiene un profundo lazo con la sensación de satisfacción, de haber alcanzado una meta, un objetivo, por más pequeño que este sea. 

Por otra parte, el bienestar puede también concebirse desde una perspectiva más global, desde una orientación con vínculo con lo social. De esta manera, involucra aspectos de la vida cotidiana que son considerados necesarios, si no esenciales, para poder alcanzar ese estar bien.

Bienestar y felicidad
El bienestar, ya sea desde una perspectiva social o una individual, supone en última instancia la posibilidad de sentirse bien con uno mismo y con el entorno.

La filosofía y el bienestar: el hedonismo.

Dentro de la filosofía, un tema que ha ocupado la atención de filósofos y grandes pensadores es qué es aquello que moviliza al hombre, al humano, para sentirse bien y a gusto.

Entre las múltiples escuelas que han pensado cómo o qué es aquello primordialmente valioso para las personas, encontramos la escuela hedonista. Sus orígenes pueden rastrearse hasta el siglo IV a.C. aproximadamente, donde encontramos la escuela cirenaica. Su nombre es tomado de Aristipo de Cirene (435 a.C. – 350 a.C.), filósofo griego, quien señaló que aquello que hace bien al humano es el bienestar físico, el placer, más precisamente.

Así, este bienestar que el pensador plantea no es uno entre tantas opciones que el hombre tiene para sentirse pleno: es la opción última, más profunda, a la que se aspira. De esta manera, el placer que proporciona bienestar al cuerpo es aquel de los sentidos, el perceptible. Esto deja de lado, entonces, concepciones como las que aspiran al bienestar del alma, de algo supremo. Para graficar tal diferencia podemos considerar el bienestar que desde el cristianismo se profesa, y que se vincula con otros factores:

  • La cercanía con Dios mediante la oración o la acción,
  • Bienestar o gratitud alcanzada por misericordia con el prójimo,
  • Templanza del espíritu, entre otros.

El bienestar de Aristipo consistía en poder disfrutar de todo aquello que involucre lo corporal. Este bienestar, a diferencia de lo que en la actualidad podemos considerar, no tenía un vínculo directo con la idea de felicidad, ni se confundía con ella. Por el contrario, el placer es, así, visto como algo específico (incluso, no duradero). La felicidad, por otra parte, era considerada un grupo de placeres, un bienestar sostenido a largo plazo.

Distinto es el hedonismo (quizás el más conocido) que tiempo después se plantea con Epicuro (421 a.C. – 270 a.C.), filósofo de Grecia también. Su noción de hedonismo, y de placer, excede lo meramente sensorial, corporal o material. Hay en él una búsqueda de un estar bien con el espíritu, con lo más íntimo de sí mismo. Esta búsqueda supone un bienestar que se extiende a lo largo del tiempo, y que no se restringe únicamente al aquí y al ahora.

Bienestar y hedonismo
La escuela hedonista cirenaica abogaba por el placer, pero no confundía esto con felicidad.

Bienestar social.

Para poder definir qué es el bienestar social desde otra perspectiva, hay que considerar el concepto desde dos actores principales. Si bien está orientado a pensar en el individuo (o un grupo de individuos), no es posible pensarlo sin su relación con la sociedad

Se contemplan, para el bienestar social, todos aquellos factores que contribuyen con una mejora en la calidad de vida de una persona. Además de lo económico y lo emocional, inciden otros factores.

Vivienda.

La falta de acceso a una vivienda de calidad impacta sobre los habitantes y las familias de manera negativa. El impacto psicológico de no tener una vivienda digna ha sido estudiado por numerosos especialistas. Además, no habitar una vivienda digna supone que no haya acceso a servicios (gas, luz, agua), que es más probable sufrir enfermedades, y que no es posible llevar un cuidado adecuado de la propia higiene y salud. 

Su vínculo con la educación.

El acceso a la educación desde la primera infancia supone proveer de herramientas a niños, niñas y adolescentes. La educación es uno de los pilares para toda sociedad, ya que es uno de los elementos fundamentales para el progreso.

Sin embargo, la educación es también un derecho: gracias a ella es posible contar con más opciones en el futuro y poder desarrollarnos con solidez en lo laboral, profesional y personal.

Educación
La educación contribuye con acceso a futuras oportunidades, y es también un derecho.

Cuando esto no se cumple, hay dos aspectos que suelen contribuir con la deserción escolar o su falta de acceso:

  • Lo económico: no contar con dinero para el traslado hasta instituciones educativas, los materiales necesarios para estudiar, o incluso falta el acceso a vestimentas;
  • El trabajo infantil y adolescente: en muchas áreas, los niños forman parte del entramado laboral desde que son pequeños. La asistencia al colegio, en estas situaciones, puede suponer un gasto de tiempo que se considera innecesario, lo cual afecta sus futuros. 

Es labor de los estados intervenir y regular en estas instancias, y poder asegurarle a las infancias y adolescencias el acceso a otras oportunidades.

Empleo digno: bienestar personal y familiar.

El acceso al empleo como signo de bienestar no se vincula, únicamente, con poseer un trabajo. Aquí hay que considerar, también, otros elementos:

  • Salario digno: los ingresos deberían adecuarse, mínimamente, con los indicadores que cada nación señala como básicos (el salario mínimo, como se lo denomina en Argentina por ejemplo).
  • Asegurar derechos para quienes trabajan y sus familias: aquí hay que considerar acceso a coberturas de salud, y protección para quien trabaja (como en caso de accidentes). 
  • Posibilidades de capacitación y crecimiento: esto supone poder asegurar que quien trabaja cuente con herramientas. Tales herramientas deberían permitirle avanzar y aspirar con seguridad a otros puestos de trabajo a futuro. El bienestar también se constituye con el progreso personal y laboral.
  • Acceso a salud: el acceso a la salud debe poder contemplar no solo la cobertura, sino la posibilidad de que quienes trabajan puedan tomarse el tiempo de realizarse estudios o tomarse días por enfermedad. Se considera adecuado, también, que pueda contemplarse la situación particular de quienes tienen familiares a cargo (adultos y ancianos, o niños).
Bienestar y salud
El acceso a la salud se considera uno de los elementos fundamentales para el bienestar integral de una persona.

Hay, además, otros factores que contribuyen con el bienestar social generalizado. Estos tienen que ver con aspectos más generales:

  • políticas que atiendan la contaminación
  • políticas que intervengan sobre el desempleo o el trabajo no regulado
  • El PBI o Producto Bruto Interno

En el marco de estas problemáticas, es posible considerar que el bienestar no se vincula únicamente con empleo, educación y salud. Es necesario que se atienda a cuestiones como la contaminación (y su impacto sobre la salud).

También, es importante pensar en el cuidado del medio ambiente: se ha estudiado el impacto de la deforestación en el aumento y peligro de las inundaciones. Algunos países, como es el caso de Argentina, cuentan con tal problema. La deforestación descubre grandes espacios para la agricultura, la ganadería o para la instalación de grandes fábricas. 

Citar este artículo

Fernández, A. M. (13 de junio de 2022). Definición de bienestar. Usos, ejemplos y características. Definicion.com. https://definicion.com/bienestar/