La palabra armonía deriva del griego ἁρμονία que refiere a la diosa Harmonía. En términos generales, este vocablo significa «acuerdo» o «concordancia». Se la entiende además como «equilibrio» y «belleza» entre elementos de un todo.
Asimismo, también encuentra su origen en el verbo griego ἁρμόζω que se traduce como «hermoso»: de ahí su idea a algo que tiene la capacidad de ajustarse y conectarse.
En latín, deriva de harmonia, formado por harmos que conduce a «ajustamiento» y «combinación». Se interpreta como nexo o unión y posee una fuerte raíz indoeuropea en *ar-, que alude a juntar. Básicamente, describe aquello que es capaz de unirse a otra cosa y lograr hacerlo de modo placentero.
Esta expresión tiene muchos usos o aplicaciones, siendo los más conocidos:
- La música: en cuanto a la fluidez de los sonidos.
- La poesía: la belleza de las palabras.
- La literatura: el encanto de las historias.
Asimismo, suele utilizarse en el área social para referir al buen funcionamiento de un grupo, de un área del Estado, del mismo operar del gobierno o de una empresa, institución u organización. De igual manera, puede decirse que el cuerpo humano actúa en armonía cuando todas sus partes, funciones o sistemas trabajan de modo equilibrado.
En resumen, hablamos de armonía para hacer alusión a todo aquello que se presenta o que se desarrolla de manera combinada, conectada e, incluso, ajustada.
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Características de la armonía.
Si bien las características de la armonía pueden ser muchas, es indispensable destacar que lograr un estado armónico implica una mirada profunda y un gran trabajo interior o, lo que es lo mismo, desde las bases de toda estructura.
Sencillamente, porque alcanzar un estado de perfecta combinación supone un trabajo responsable y constante.
Sin más, detallemos algunas de las características fundamentales de la palabra armonía.
Equilibrio.
La armonía es una invitación a lograr un equilibrio perfecto entre las partes, lo cual posibilita una visión más ordenada y ajustada de la realidad.
Puede tratarse de piezas metódicamente ordenadas o de sonidos, colores, elementos, estados, etc. Lo cierto es que, sea como sea que se presenten, deben hacerlo de modo proporcionado y guardando ciertos detalles armónicos.
Belleza.
La belleza de lo armónico supone una relación coherente entre las partes que componen un todo. En este sentido, es bello lo que genera tranquilidad, estabilidad y, sobre todo, relajación.
Por tanto, la belleza de la armonía se puede presentar tanto en la palabra como en el sonido, puesto que son formas capaces de expresar un estado puro de encanto y delicadeza.
Calidad.
La calidad tiene que ver con que aquello que está en estado de armonía es veraz y perdura en el tiempo. Cuando algo no es capaz de lograrlo, evidencia una falta de armonía, puesto que rompe con las estructuras naturales.
Armonía y desarmonía.
Así como la armonía es aquello que se presenta como un equilibrio y una belleza crucial, la desarmonía es todo aquello que carece de armonía. En este sentido, es desarmónico una cosa o situación que causa dolor, tristeza, enfado, ansiedad y depresión.
Entonces, encontramos desarmonía en los estados que se presentan con vértigo y en los que, además, se exige ligereza.
En este sentido, la vida actual está teñida de momentos desarmónicos, puesto que las personas viven a contrarreloj. Es decir, de modo apresurado, cumpliendo funciones y roles, sin tomar en cuenta ni conciencia de las tareas que ponen en práctica a diario.
Esto ocasiona, indudablemente, reacciones de tensión e insatisfacción que polarizan la existencia y llevan a la humanidad a sentir un estado permanente de angustia.
Acabar con esta desarmonía es encontrar el centro, lo que los orientales denominan «el eje» para relajar la mente y el cuerpo, en pos de alcanzar un estado más amable para el que estos dos polos (mente y cuerpo) funcionen y se vinculen como un todo.
Por ello es que se afirma que la armonía como estado de la mente y del ser prolonga la vida. Mientras que la desarmonía la acorta.
Tipos de armonía.
Existen diferentes tipos de armonía, no obstante, detallaremos a continuación la clasificación más común y, por tanto, conocida a la hora de hablar de armonía en sentido literal y de modo más concreto.
Armonía musical.
La armonía musical o armonía en la música refiere a una de las partes más fundamentales de toda pieza o composición musical. Básicamente, apunta a la fusión de dos o más notas musicales que suenan a la vez, produciendo un sonido agradable y perfectamente combinado.
Asimismo, la armonía puede hacer mención tanto a los arreglos de las notas de modo individual en un acorde, como también a la estructura de acordes que una pieza musical tiene de manera general.
Armonía social.
La armonía social habla del perfecto balance entre las personas y de estas con la comunidad en la que se encuentran. Es igual que decir «una buena relación social» a partir de un reconocimiento de todas las partes (individuos) como condición indispensable para la propia vida individual.
Esta relación o vínculo social no solo se da entre los miembros de una población, sino también entre comunidades aledañas o con ciertas similitudes.
Lograr la armonía social implica un trabajo de responsabilidad individual y colectiva para mantener un equilibrio entre las reacciones emocionales impulsivas y las acciones racionales que se manifiestan en los vínculos sociales. Asimismo, este equilibrio o estado de bienestar social es un trabajo, sobre todo, personal.
Armonía del color.
La armonía del color refiere a la combinación de colores de manera efectiva y atrayente. Para lograrlo correctamente se aplican diferentes técnicas de la teoría del color.
Como bien se sabe, el color ocupa un rol muy importante en la vida de todos los seres que habitan el planeta, sencillamente porque cada color o tono tiene un significado, ya sea social o emocional.
Hay colores que reflejan estados emocionales, generan conductas o, al menos, influyen en ellas. Es por eso que se afirma que el color tiene la capacidad de provocar ciertas sensaciones.
De igual manera, el color consigue estimular cambios a nivel físico. Ocurre, por ejemplo, cuando aumenta la presión arterial, se pierde el apetito o todo lo contrario. Los tonos del color pueden, también, estabilizar el consumo energético de un lugar determinado.
Entonces, hablamos de armonía del color cuando nos referimos a una técnica de la teoría del color cuyo propósito es combinar gamas cromáticas de modo equilibrado. Se trata de un método que busca asociar colores con el fin de transmitir algunos mensajes con intención.
Para lograrlo se utiliza el círculo cromático, en el cual se plasman todas las relaciones posibles entre los colores existentes, sus combinaciones y, sobre todo, las potenciales emociones generadas. Este círculo se dibuja como una rueda en la cual se presentan, de manera gráfica y ordenada, diferentes tonos. Se conforma por doce colores basados en los que se denominan primarios (rojo, verde y azul).
Tiene una estructura fija, es decir, el orden de los tonos no varía, sino más bien, es inamovible y universal. Es por esto que el círculo cromático es aplicado en el mundo de la imagen, ya sea en el campo de las artes o la comunicación.
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Navicelli, V. (12 de septiembre de 2022). Definición de armonía. Características, armonía y desarmonía, tipos de armonía. Definicion.com. https://definicion.com/armonia/