Se denomina teísmo a toda creencia en la existencia de un ser supremo (Dios) o de múltiples dioses. En sentido general, el término teísmo se utiliza para cualquier tipo de creencia o doctrina que establece la existencia de seres divinos, ya sea monoteísmo (un ser divino) o politeísmo (múltiples dioses). La etimología del término proviene del griego «theos» (Dios) más el sufijo «ismo» (doctrina), que se traduce como «doctrina de Dios». Todo teísmo se trata, entonces, de una doctrina, dogma o sistema de creencias basado en la existencia de, por lo menos, un Dios o deidad suprema creadora del universo.

A diferencia del deísmo, el teísmo es de carácter religioso y adopta la revelación divina, la fe o la autoridad eclesiástica como fuentes de verdad sobre el conocimiento de Dios. En cambio, el deísmo, si bien afirma la existencia de Dios, descree de medios sobrenaturales para probar su existencia, como la fe, la revelación o el milagro. El teísmo encuentra su fuente en la religión y la teología revelada, mientras que el deísmo lo hace en la razón y la teología natural, sin pertenecer necesariamente a un dogma o religión determinada. Mientras el teísmo es doctrinal y religioso, el deísmo es laico y racionalista. No obstante, ambos afirman, por diferentes vías, la existencia de un ser supremo (Dios), creador del universo.

Así, el término teísmo se asigna exclusivamente a todas aquellas creencias, doctrinas o religiones que afirman la existencia de una divinidad desde el aspecto estrictamente religioso y doctrinal. En este marco, el teísmo se fundamenta y desarrolla a través del culto religioso: la iglesia o templo, la figura del sacerdote, pastor o profeta y las sagradas escrituras son las fuentes principales de su doctrina.

El teísmo adquiere su conocimiento de la revelación, es decir, de las escrituras sagradas que cada religión despliega como texto religioso y doctrinal que justifica sus creencias. Por ejemplo: la Biblia, para el cristianismo; la Torah, para el judaísmo; el Corán, para el islamismo; o los Vedas para el hinduismo. Desde el teísmo, se considera que las escrituras sagradas son un «conocimiento revelado por Dios» (o dioses) a los hombres, y es considerado una verdad absoluta e incuestionable.

Aunque existen diferentes formas de teísmo, como el monoteísmo o el politeísmo, y cada religión tiene su propio concepto de Dios, existe un conjunto de ideas comunes a todo teísmo, entre las que se destacan:

  • La Creación del universo realizada por un dios o dioses.
  • Los atributos de omnisciencia, omnipotencia y omnipresencia de Dios.
  • La trascendencia divina como cualidad fundamental de la deidad suprema.
  • La importancia de la revelación como fuente del conocimiento divino.

Originalmente, el término «teísmo» fue acuñado por el filósofo inglés Rlaph Cudworth, durante el siglo XVII. En su definición, Cudworth expresó que puede llamarse estrictamente teístas a todas aquellas doctrinas que afirman la existencia de una entidad divina superior, perfectamente consciente, que existe por sí misma desde la eternidad y que es la causa de todas las demás entidades del universo.

Teísmo
El teísmo es un concepto amplio que abarca a todas aquellas doctrinas que afirman la existencia de Dios o dioses

Variantes del teísmo.

  • Monoteísmo: De «mono» (uno) y «theos» (dios), se trata de la creencia en un solo Dios. El monoteísmo rechaza la posibilidad de la existencia de otros dioses y atribuye la totalidad de los atributos divinos a una sola entidad suprema y absoluta. Las religiones monoteístas consideran a las politeístas como blasfemas y afirman que la divinidad sólo puede ser una y no múltiple, ya que Dios, al ser la entidad suprema y absoluta por excelencia, no puede tener otros dioses que compartan su única y suprema sustancia. El cristianismo, el judaísmo y el Islam son diferentes expresiones del monoteísmo. El Dios monoteísta suele concentrar todos los atributos divinos en su propia esencia: Es omnisciente (todo lo sabe), omnipresente (está en todas partes), omnipotente (es todo poderoso) y, en casos como el cristianismo, omnibenevolente (es absolutamente bueno). Se trata de un Dios creador del universo y trascendente al universo, es decir, que está más allá del mundo y la creación. En muchos casos, también se lo considera trascendente, y al mismo tiempo, inmanente al universo, es decir, que está más allá del universo pero también a través de él.
  • Politeísmo: De «polis» (muchos) y «theos» (dios) se trata de la creencia en múltiples dioses. El politeísmo afirma la existencia de muchos y muy diversos dioses. La divinidad no se agota en una sola entidad sino que se despliega en diferentes entidades que, en muchos casos, suelen ser desdoblamientos de una entidad superior o, diferentes dioses y familias de dioses que tienen una existencia jerárquica. Por ejemplo, los dioses griegos son múltiples y viven en el Olimpo bajo el gobierno de Zeus, a quien se considera el rey de los dioses. En el hinduismo, existen una gran cantidad de divinidades, entre los cuales se destaca la llamada Trimurti («tres formas» o «trinidad») que contiene a las tres deidades más importantes del hinduismo: Brahama (Dios creador), Vishnu (Dios preservador) y Shiva (Dios destructor). A su vez, estos dioses se desdoblan en otras divinidades y avatares que componen el vasto mundo politeísta del hinduismo. Otros ejemplos de religiones politeístas los encontramos en las mitologías mesoamericanas (maya, azteca e inca); el maniqueísmo (creencia en la existencia de dos dioses que representa el bien y el mal); y las religiones nórdicas y escandinavas.
Politeísmo
El politeísmo consiste en la creencia en muchos dioses
  • Henotheísmo: Del griego «heis» o «henos» (único o uno) y «theos» (dios) consiste en la adoración a un dios sin negar la existencia de otras divinidades. Se trata de religiones politeístas que tienen múltiples dioses pero adoptan a uno de ellos como la entidad suprema y la más digna de adoración. El henoteísmo postula la existencia de un Dios supremo y dominante que coexiste con otras deidades inferiores. Un ejemplo de henoteísmo lo constituye la antigua religión egipcia del período de Akenatón. Akenatón fue un faraón egipcio que se propuso borrar el politeísmo de la religión del antiguo Egipto y reemplazarlo por la adoración a un Dios supremo al que llamó: Atón (Dios solar). Términos relacionados al henoteísmo son el monolatrismo (creencia en varias deidades pero adoración a una superior) y el katenoteísmo (adoración de un dios por vez). Originalmente, el concepto de henoteísmo fue acuñado por el filósofo alemán Friedrich Schelling, en el siglo XIX.
  • Teísmo abierto: También llamado «teología abierta» o «apertura de Dios», es una visión que enfatiza la relación dinámica entre Dios, la creación y el libre albedrío del ser humano. Se vincula con el problema de la omnisciencia de Dios y la libertad humana, el cual consiste en considerar que si Dios fuese conocedor absoluto del futuro, entonces no se podrían considerar libres a los seres humanos, ya que el futuro estaría prefijado absolutamente antes de que el ser humano sea capaz de tomar decisiones, lo que negaría la libertad humana; por lo tanto, Dios conoce todo lo posible de conocer pero no es conocedor absoluto del futuro. El argumento básico del teísmo abierto se expresa de la siguiente manera:
    1. El ser humano es libre y tiene libre albedrío.
    2. Si Dios conociera todo el futuro, los seres humanos no serían libres.
    3. Entonces, Dios no sabe absolutamente todo acerca del futuro.

El teísmo abierto parte de ciertos pasajes bíblicos en los cuales parece manifestarse que Dios no conoce el futuro en su totalidad. Por ejemplo, en aquellos casos en los que «se arrepiente» o «se decepciona» de la humanidad y decide «cambiar de opinión» respecto a la creación y al ser humano en sí mismo.

Teísmo abierto
El teísmo abierto es una variante que se plantea los problemas entre la omnisciencia de Dios y la libertad humana

Diferencia entre teísmo y deísmo.

  • Teísmo: Es la creencia en la existencia de la divinidad, ya sea monoteísmo o politeísmo, todas las formas de teísmo se basan en la creencia de la existencia de, por lo menos, una entidad suprema y divina. Es de carácter doctrinal y se fundamenta en la religión, la liturgia, la mitología y la revelación. Llamamos teísmo a toda forma tradicional y doctrinal de concebir la creencia en Dios. Su fuente principal es la teología revelada y la autoridad religiosa. El Dios del teísmo consiste en una divinidad creadora del universo que interactúa activamente con su creación, como en los casos del cristianismo, el judaísmo o el Islam.
  • Deísmo: Es la creencia en la existencia de una divinidad todopoderosa. Se diferencia del teísmo por ser una corriente no doctrinal y por descreer de los medios sobrenaturales para probar la existencia de Dios, como los milagros, el misticismo, la fe o la revelación. En cambio, el deísmo es una corriente secular del teísmo que intenta fundamentar la existencia de Dios mediante la razón y la argumentación, descartando todas aquellas demostraciones basadas en el dogma o lo sobrenatural. En este sentido, el deísmo no depende de ningún dogma, religión o doctrina para fundamentar su creencia en la existencia de Dios. Los deístas se basan en la idea de un Dios creador que, luego de la creación, no interactúa con el universo ni la humanidad, sino que se limita sólo a crearlo.

A nivel histórico, la diferencia entre teísmo y deísmo se debe al advenimiento de las revoluciones científicas y el cisma de la Iglesia Católica que desataron el surgimiento de diversas posturas no dogmáticas de concebir la existencia de Dios. El teísmo representa el modelo tradicional, dogmático y religioso de la creencia en Dios, mientras que el deísmo es una versión secular del teísmo, surgida a partir de la influencia de la ciencia, la razón y el empirismo en la sociedad europea, desde el siglo XVIII en adelante. Así, el deísmo se construyó como una corriente que busca fundamentar la existencia de Dios sin recurrir a los dogmas ni a explicaciones sobrenaturales, sino que trata de construir una teología natural (racional) que reemplace a la tradicional teología revelada del teísmo.

Teísmo vs deísmo
A diferencia del teísmo, el deísmo postula un Dios creador que se mantiene inactivo luego de la Creación

Panteísmo, panenteísmo y pandeísmo.

  • Panteísmo: De los términos griegos «pan» (todo) y «theos» (dios) «todo es Dios», es una corriente que postula que Dios y el universo son una única y misma sustancia. En este sentido, Dios es inmanente al universo y está presente en la totalidad y en cada pequeña parte que compone el cosmos. Según el panteísmo, Dios no es una entidad separada del universo y la naturaleza sino que está confundido y mezclado en ella: Dios es la sustancia misma de la que se compone todo el universo. Mientras que en el teísmo, Dios está separado del mundo y su relación constituye una fuente de problemas filosóficos entre la Dios y la Creación; en el panteísmo existe una identidad entre Dios y el mundo que el teísmo rechaza de manera general. De modo que, el panteísmo se basa en un monismo metafísico como concepción del mundo y la divinidad, donde ambas se unen en una misma y única sustancia. Un ejemplo de panteísmo lo constituye el sistema filosófico y teológico de Baruch Spinoza, según el cual, Dios es la sustancia que constituye todo el universo.
  • Panenteísmo: De los términos griegos «pan» (todo), «en» (en) y «theos» (dios), «todo en Dios», es una corriente teológica que postula que Dios es tanto inmanente como trascendente al universo. El panenteísmo incluye al panteísmo y va más allá de él, ya que trasciende sus límites al afirmar que Dios no sólo es inmanente y forma parte constitutiva del universo, sino que, además, es trascendente al mismo y tiene una existencia más allá de los límites del mundo y la naturaleza. El Dios panenteísta es a la vez creador, sustancia y ley del universo, de modo que es tanto trascendente como inmanente al mundo, es decir, que lo constituye al mismo tiempo que lo supera. En el panenteísmo, la inmanencia y la trascendencia son ambos atributos esenciales de la divinidad. El concepto de «panenteísmo» fue acuñado por el filósofo alemán y masón Friedrich Krause con el fin de conciliar las diversas posturas del teísmo, el deísmo y el panteísmo, dando así con la creación de una corriente filosófico-teológica conocida como krausismo, que postula una visón a la vez inmanente y trascendente de Dios: el panenteísmo.
  • Pandeísmo: Se trata de una combinación entre el deísmo y el panteísmo que consiste en la creencia de un Dios creador del universo que luego se fusionó con la Creación y perdió su naturaleza individual y consciente. Se trata de la creencia de que el propio creador del universo se convirtió él mismo en el universo. Así, el pandeísmo consiste en una respuesta a la idea deísta de que Dios se mantiene inactivo luego de la Creación, pues de la postura deísta surge la siguiente interrogación: ¿Por qué Dios crearía el mundo y luego lo abandonaría? Existen versiones pandeístas que toman el Big Bang como principio de la Creación de Dios, en la cual el propio Dios «explotó» y se esparció así por todo el universo.
Panteísmo
El panteísmo supone que Dios y el universo son una única y misma sustancia

Argumentos filosóficos del teísmo.

Argumentos a favor de la existencia de Dios.

  • Argumento cosmológico: Es un argumento filosófico que busca probar a posteriori la existencia de Dios como causa fundamental del universo. También llamado «argumento causal» o «de la primera causa», el argumento cosmológico se basa en el principio de causalidad para establecer que debe existir una causa divina que haya creado el universo. En líneas generales, el razonamiento expresa lo siguiente:
    • Todo evento o entidad tiene una causa que le dio origen.
    • El universo es un evento que comenzó, por ende tiene un origen.
    • Entonces, la causa del origen del universo es Dios.
  • Argumento teleológico: Es un argumento filosófico que busca probar a posteriori la existencia de Dios como diseñador inteligente del universo. Del griego «telos» (fin), el término teleológico se basa en la idea de que el universo fue creado con un fin específico, propuesto por una entidad divina inteligente. También llamado «argumento del diseño», el argumento teleológico consiste en establecer que el universo tiene un orden inteligente y un fin prefijado; por lo tanto, debe haber un ser inteligente que lo haya creado con un fin determinado. En líneas generales, el argumento teleológico expresa lo siguiente:
    • El universo tiene un diseño inteligente.
    • Como todas las cosas diseñadas inteligentemente, el universo tiene un fin determinado.
    • Este diseño y este fin fueron puestos por una entidad divina inteligente: Dios.
Los argumentos cosmológico y teleológico afirman la existencia de un Dios creador del universo
  • Argumento ontológico: Es un argumento filosófico que busca probar a priori la existencia de Dios a partir de su esencia o sustancia perfecta. Es ontológico, ya que se basa en la constitución metafísica del ser de Dios. El razonamiento postula que Dios en un ser perfecto y absoluto y, por ende, debe existir, ya que de no existir su perfección no sería completa. Es un argumento a priori, ya que intenta inferir la existencia de Dios a partir de su esencia, es decir, que en el propio concepto de Dios está incluida su perfección y su existencia ontológica. El primero en desarrollar el argumento ontológico fue el filósofo medieval Anselmo de Canterbury (s. XIII). Anselmo postuló que Dios es «el concepto más grande que puede ser pensado» y, por lo tanto, para corroborar su grandeza, Dios debe, por necesidad metafísica, existir, ya que, de lo contrario, existiría un ser más grande y perfecto que Dios; como esto es imposible, entonces: Dios existe.
  • Argumento moral: Es un argumento axiológico que busca probar la existencia de Dios a partir de su valor moral. También llamado «argumento de la moralidad» o «argumento del bien», el razonamiento consiste en probar la existencia de Dios a partir de la existencia de valores morales. En este sentido, el argumento establece que si existen nociones como «lo bueno», «lo bello» o «la virtud», es porque debe haber una fuente objetiva de la cual provengan estos valores morales. El argumento apunta a que Dios no sólo existe, sino que, además, es un ser absolutamente bueno y la causa de la bondad en el mundo. Este argumento fue abordado por el filósofo alemán Gottfried Leibniz en su obra Teodicea como una fundamentación de la suprema bondad de Dios frente al problema del mal.
Argumento moral
El argumento moral busca probar la existencia de Dios a partir de su suprema bondad

Argumentos en contra de la existencia de Dios.

  • El problema del mal: Consiste en un problema filosófico que cuestiona la existencia de Dios a partir de la existencia del mal en el mundo. También conocido como «paradoja de Epicuro», la primera versión del problema del mal fue postulada por el filósofo helenístico Epicuro (s. III a. C.), quien cuestionó la omnipotencia u omnibenevolencia de Dios a partir del siguiente razonamiento:
    1. El mal existe.
    2. Si Dios es omnipotente y omnibenevolente, debería terminal con el mal.
    3. Si no termina con el mal, entonces o no es omnipotente (Dios es incapaz de terminar con el mal en el mundo); o no es omnibenevolente (a Dios no le interesa terminar con el mal); o no es ni omnipotente ni omnibenevolente; entonces, no es un dios.
  • Ateísmo y agnosticismo: Ambas posturas cuestionan o suspenden la posibilidad de la existencia de Dios. El ateísmo es la negación del teísmo, y postula que Dios no existe a partir de diversos argumentos como el problema del mal o el problema de la demostración empírica de la existencia de un ser supremo. El agnosticismo de «a-gnosis» (desconocimiento), es una postura que no se posiciona ni a favor ni en contra de la existencia de Dios ya que postula la incapacidad de la mente humana de abordar tal problema. Según el agnosticismo, es imposible poder fundamentar racional o empíricamente tanto la existencia como la no existencia de Dios, por lo que opta por suspender el juicio respecto al problema de la fundamentación acerca de la existencia de una entidad suprema.
  • filosofía de la religión: Consiste en una rama de la filosofía que busca estudiar filosóficamente los asuntos teológicos. No se trata de un argumento a favor o en contra de la existencia de Dios sino de una disciplina filosófica que se propone estudiar, desde la perspectiva crítica de la filosofía, los asuntos referidos a la teología natural. En este sentido, la filosofía de la religión busca estudiar tanto los argumentos a favor como en contra de la existencia de Dios, los límites y alcances de las ideas filosóficas de las distintas religiones del mundo y sus teologías.
Problema del mal
El problema del mal busca cuestionar la existencia de Dios a partir de la existencia del mal en el mundo

Prácticas y liturgias del teísmo.

  • Ritos y sacramentos: La importancia de los rituales y sacramentos constituye un aspecto fundamental en las diversas religiones teístas. Algunos ejemplos son el bautismo, la eucaristía, la peregrinación o la confesión en el cristianismo; la meditación y el ascetismo en el hinduismo; la oración, la lamentación y la adoración en el judaísmo.
  • Festividades y celebraciones religiosas: La importancia de la fiesta religiosa en el teísmo es vital. Algunos ejemplos son Navidad y Semana Santa en el cristianismo; el Yom Kippur (Día de la expiación de los judíos); o el Ramadán (Mes de purificación, ayuno y oración del pueblo musulmán).
Devoción
La oración y la adoración son prácticas comunes a la mayoría de las religiones teístas

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Aci, E. M. (19 de mayo de 2024). Definición de teísmo. Variantes, argumentos, religión, teología y filosofía. Definicion.com. https://definicion.com/teismo/