Amistad es el nombre de una forma de afecto que se comparte con una o más personas, y que se basa en la confianza, el apoyo y la fraternidad, entre otros rasgos. Es una de las maneras que tenemos para vincularnos con nuestro entorno, ya que somos seres sociales.
Esta forma de relacionarnos puede manifestarse de múltiples modos. Es posible contar con un gran grupo de amigos, o con uno reducido, es posible que compartamos nuestro espacio diario con ellos o que, por el contrario, vivan a una larga distancia de nosotros.
El término proviene del latín amicĭtas, que describe esta forma de relación.
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Características.
Existe algunos ejes fundamentales para el desarrollo o la construcción de una amistad.
En primer lugar, es un vínculo que se basa en la confianza. Esto se relaciona con una forma de fidelidad o de honestidad mutua gracias a la cual podemos experimentar tranquilidad respecto de cómo la otra persona puede comportarse con nosotros.
Así, la confianza es una base ineludible para un vínculo sólido, fundamentalmente porque no hay intereses, sino cariño mutuo. En este sentido, una amistad no es un vínculo que se en obtener algo a cambio del otro. Gracias a ella, nuestro vínculo se sustenta en la seguridad y en la calma de que la otra persona no nos va a traicionar, o que puede confiarnos algo que puede ser doloroso y difícil.
Por otra parte, otro rasgo de una amistad es el entendimiento y la empatía. Podemos ponernos en el lugar de la otra persona, y comprender lo que le sucede, porque tenemos una sensibilidad hacia aquello que le ocurre.
Esto puede ocurrir aún si diferimos de las decisiones de la otra persona, y podemos escucharla sin juzgar. La comprensión que podemos sentir por quienes son nuestros amigos se basa en una escucha activa, con cariño, y también debemos procurar que nuestro acompañamiento sirva como consuelo en situaciones difíciles.
Otro rasgo de una amistad es el respeto mutuo: es posible que tengamos intereses comunes y diversas historias compartidas, pero también es posible que haya desencuentros. Es importante que ese vínculo también se base en el aprendizaje mutuo de las experiencias y vivencias del otro, y que sepamos que podemos acudir en su búsqueda por protección, compañía y consejos.
Tipos.
Entre algunos tipos de amistad, encontramos que es posible sostener amigos de la infancia a lo largo de nuestra vida. Estos vínculos suelen surgir en los primeros espacios de socialización, como la escuela, un club o un campamento. También, es posible que ocurran porque los padres de ambas partes se conocen y sus hijos crecen con un vínculo cercano.
Otra forma de amistad también puede desarrollarse desde esa época y es con amistades de la adolescencia y la juventud. Esos amigos son quienes acompañan muchas veces el recorrido educativo, con quienes vamos madurando y atravesando las complejidades de la adolescencia y el ingreso hacia una vida más adulta.
Este es un período particular de la vida de una persona, ya que es un momento donde muchas veces la autoridad de los adultos puede resultar molesta, o nuestras inquietudes propias van tomando forma poco a poco. Así, esto nos lleva a refugiarnos en nuestros pares, y a confiar en ellos.
Otro tipo de amistad, también atravesada por la edad, es la adulta. En esta etapa, esta relación interpersonal se ve atravesada por otras problemáticas, como el ingreso al mundo laboral, la necesidad de madurez y de búsqueda de estabilidad propia, que lleva a que muchas veces haya desencuentros. Esto puede deberse a las agendas apretadas de cada uno, o a proyectos como una familia, tener hijos, o el deseo de recorrer otros sitios.
A propósito de esto, la amistad a distancia es también otra forma de vincularse: implica la distancia física entre dos o más personas. La supervivencia de una amistad en este contexto depende en gran parte de cuán alimentado se mantenga el vínculo: si permanecen en contacto con frecuencia o si pueden encontrar espacios de diálogo y de intercambio.
La amistad en línea.
Con el auge de la tecnología, las formas de vincularnos con los demás también han ido cambiando. Una de estas manifestaciones es la amistad en línea, Esta puede desarrollarse mediante internet, porque se conocen en un sitio web, en una red social u otros espacios. Es posible entablar una amistad con alguien con quien nunca nos hemos visto, o que viva a miles de kilómetros de confianza.
Es posible construir este vínculo con alguien que no habla nuestra lengua, que no comparte nuestra cultura y con quien, genuinamente, sentimos un vínculo de afecto y aprecio.
Impacto psicológico.
Una de las razones por las que una amistad constituye un vínculo positivo para nuestras vidas es que, en tanto en cuanto implica una relación de compañerismo y cercanía, nos acompaña en diferentes eventos de nuestra vida.
Así, nos acompañan en situaciones positivas y de alegría, contribuyen con el fortalecimiento de nuestro autoestima y nos acompañan, también, en el proceso de una situación traumática o estresante. Esta compañía puede ser con medios materiales (como dinero) o con apoyo psicológico o simplemente escuchándonos.
En nuestro desarrollo personal, el vínculo con otras personas en quienes confiamos juega un papel esencial. Nos hacen saber que no nos encontramos solos y que tenemos alguien que por su sentimiento de fraternidad hacia nosotros puede ser nuestro soporte.
El saber que podemos sostener vínculos con las personas, en donde puede haber mayor confianza o un vínculo cercano y respeto, nos permite habitar en la sociedad, sin permanecer aislados o alejados de otros.
Citar este artículo
Fernández, A. M. (19 de octubre de 2023). Definición de amistad. Rasgos, tipos y beneficios. Definicion.com. https://definicion.com/amistad/
