Ayuda mutua es el nombre que recibe una forma de colaboración entre individuos, instituciones y organizaciones en pos de cumplir algunos objetivos y/o metas. Cada parte, con solidaridad y colaboración, contribuyen a llevar adelante un trabajo en equipo que permite que haya un beneficio mutuo y se generen efectos positivos en la comunidad.

El concepto proviene de la unión entre:

  • Ayuda: del latín adiutāre, se emplea para señalar el apoyo, la asistencia o la cooperación que una persona lleva a cabo.
  • Mutua: también proveniente del latín, su origen es el término mutuus, y hace referencia a algo que ocurre entre dos partes, entidades o personas.

Características.

Entre algunos rasgos de la ayuda mutua, encontramos la colaboración compartida como uno de estos elementos. Esta hace referencia a una interacción que da lugar a un intercambio de recursos o un intercambio de habilidades, lo que crea grupos de apoyo donde hay responsabilidad compartida.

Solidaridad
La solidaridad es uno de los valores esenciales vinculados a la ayuda murua entre individuos.

También, la solidaridad es un elemento constitutivo de ella. La filantropía, las redes de solidaridad, los proyectos comunitarios suponen esfuerzos colectivos donde la ayuda a quien está más desfavorecido es el norte de cada acción.

Por otra parte, otro elemento es la dimensión de cómo estos proyectos colaborativos requieren del compromiso social de todos sus miembros para poder salir adelante.

También, en estas situaciones, es importante tomar dimensión de lo esencial, de compartir conocimientos, trabajar en el desarrollo de habilidades y de construir redes de aprendizaje para que todos los que participan puedan mejorar su vida.

Principios.

Uno de los principios generales de la ayuda mutua es que el cuidado mutuo y el altruismo, al igual que la solidaridad, son los ejes del desarrollo comunitario y del bienestar de las personas. Esto implica poder brindar apoyo en crisis económicas, educativas o de salud, hacer intervenciones de grupo para las sociedades más desfavorecidas y encontrar nuevas maneras de dar apoyo a minorías desfavorecidas.

De este modo, la reciprocidad de este acto fortalece nuestra integración social con las problemáticas locales, y ayuda a quienes lo necesitan a salir adelante.

Ayuda recíproca
La reciprocidad implica que así como ayudamos a otros, nosotros también tenemos la posibilidad de ser ayudados, y acompañarnos mutuamente.

Aquí encontramos, entonces, tres conceptos claves:

  • solidaridad
  • cooperación
  • reciprocidad

El primero resalta el intercambio de servicios y ayuda con otros sin necesariamente esperar algo a cambio. Esto puede manifestarse de diferentes modos: con ayuda a personas mayores, con conformar grupos de defensa de derechos, interviniendo en proyectos medioambientales o brindando apoyo en educación, por ejemplo.

El segundo resalta la importancia de un trabajo en conjunto, en equipo, que pueda potenciar las habilidades singulares de cada miembro y combinarlas hacia un fin superior. Finalmente, el tercer concepto nos presenta la ayuda mutua como un acto de beneficio en conjunto.

Modelos y tipos.

Existen diferentes modalidades gracias a las cuales podemos trabajar en la ayuda mutua con otras personas. Una de estas es asistir a grupos de autoayuda: allí, las personas se acercan a compartir sus experiencias y vivencias para poder manifestar lo que les ocurre y, a la vez, para buscar apoyo de los demás.

Es común que este tipo de asociaciones comunitarias se presenten para ayudar a personas con depresión, con problemas de adicción, que estén atravesando un duelo o incluso una enfermedad crónica, propia o de un tercero.

Autoayuda
Los grupos de autoayuda son espacios de ayuda mutua donde las personas pueden comunicar aquello que las aqueja y compartir sus experiencias con otros.

De este modo, pueden encontrar refugio en las demás personas, sentirse identificados con la experiencia que atraviesan, descubrir estrategias nuevas para atravesar lo que les acontece y, fundamentalmente, sentir que tienen redes de apoyo en su comunidad.

Por otra parte, otro tipo de grupos de ayuda son las comunidades de apoyo. Estas suponen grupos más amplios que las asociaciones de vecinos, aunque también son iniciativas de barrio, pero que abordan otras problemáticas como la asistencia económica, la ayuda en la crianza de las infancias y otras.

Este tipo de agrupaciones son muy útiles para poder brindar bienestar comunitario a los vecinos, y construir redes de cuidado y apoyo emocional colectivo.

Otro ejemplo conocido de grupos de ayuda mutua son las cooperativas: en ellas, sus integrantes son quienes poseen el control del negocio por lo que también son los encargados de tomar las decisiones financieras y de negocio de esa organización.

Todos quienes las integran tienen la responsabilidad social de participar activamente no solo en la toma de decisiones, sino en poder contribuir con que todos cumplan sus tareas.

Finalmente, otros modelos quizás menos extendidos, pero aun así utilizados, son las redes de intercambio y los bancos de tiempo. Los segundos son organizaciones en las que cada cliente intercambia servicios o algún conocimiento que se traduce en minutos u horas y que posteriormente le sirven para poder solicitar un servicio que requiera a cambio de la unidad de tiempo que corresponda.

Las redes de intercambio, por otra parte, funcionan como espacios en los que se conforman grupos de interés por el servicio de los otros y los intercambian. Así, puede haber una suerte de trueque de servicios, productos y otro tipo de bienes que nosotros podemos ofrecer y que a otros le sirve.

Aplicaciones y contextos.

Lazos comunitarios
La ayuda mutua en una comunidad contribuye con el fortalecimiento de los lazos entre los miembros.

Los espacios donde la ayuda mutua puede resultar útil y beneficiosa son en todas aquellas instancias donde encontramos grupos de personas, grandes o pequeños. Sin embargo, esta iniciativa puede resultar fundamentalmente útil en espacios donde se brinda ayuda en salud mental, para contribuir con el bienestar de las personas.

Así, al poder compartir entre varias personas sus experiencias con sus luchas en salud mental, es posible sentir que hay redes y soporte para ese malestar. No solo puede ser un espacio clave para superar o aprender a vivir con una condición, sino que esas mismas personas posteriormente pueden aprender a enseñar a otros cómo atravesar estos momentos.

Por otra parte, en relación con la salud física, la ayuda comunitaria mutua puede ser útil para capacitar a la población en temáticas diversas. Esto puede ser prevención de enfermedades, la importancia de mantener un estilo de vida atento que incluya una alimentación nutritiva, un hábito saludable de sueño y algo de actividad física.

De este modo, puede circular la información y la experiencia propia, y aprendemos de los demás.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (28 de diciembre de 2023). Definición de ayuda mutua. Rasgos, tipos y modelos. Definicion.com. https://definicion.com/ayuda-mutua/