Fraternidad es un término utilizado para designar en primer lugar, aquello relativo a quienes son hermanos o hermanas. Sin embargo, más comúnmente se utiliza para señalar un vínculo entre pares que se caracteriza por el cuidado entre ambas partes, el afecto y la solidaridad mutua.
Por este motivo, no se hace referencia únicamente a una hermandad de sangre, o a estar unidos por vínculos entre sus padres: puede extenderse al ámbito social, con las amistades y los pares. También, puede extenderse a un contexto más amplio de solidaridad con miembros de nuestra comunidad, o de otras, en un sentimiento de compañerismo y cooperación.
La palabra proviene del latín fraternus, es decir, hermanos. De aquí vienen conceptos como fraternidad en el sentido de espacio social (asociación donde se establecen vínculos de hermandad universitaria, para estudiantes).
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Características.
Este sentimiento se caracteriza por una serie de conductas que son vitales para una convivencia o un vínculo armonioso entre dos o más personas:
- Hay confianza mutua entre las partes, y un sentimiento de apoyo mutuo y protección por el otro.
- Puede experimentarse como una unidad de amor y afinidad, donde la camaradería es el eje;
- El respeto también es un elemento esencial, ya que nos permite actuar con empatía y comprensión;
- Hay un compromiso entre ambas partes, surgido de la simpatía o de la lealtad, por lo que se establece un fuerte vínculo de sinceridad y dedicación.
En la familia.
La fraternidad como valor nace a partir del vínculo entre hermanos, es decir, entre quienes son hijos de los mismos padres o de al menos uno de ellos. Históricamente y en el imaginario social, son las personas con las que hay una unión que no se experimenta con ninguna otra persona.
Esto lleva a que este vínculo sea uno esencial de alimentar desde la infancia, para desarrollar la generosidad entre ambos: suelen ser el primer compañero en los niños más pequeños. A lo largo de la vida, pueden acompañarse de distintas maneras, trabajando por sostener la conexión y la cercanía.
En este sentido, los vínculos de amistad que se desarrollan en estos términos tienen estas características.
A diferencia de una hermandad de sangre, las personas con las que nos vinculamos a lo largo del tiempo por fuera de nuestro círculo familiar son, en algún punto, elecciones. Optamos por permanecer con aquellos con quienes la interacción es grata, donde existe cariño, valoración y ayuda, pero también honestidad y confianza mutua.
De este modo, es posible que las amistades, con el paso del tiempo, se transformen en vínculos donde el lazo fraternal puede ser muy similar o incluso igual al que la idea de hermandad sostiene.
En sociedad.
El sentimiento de fraternidad en el ámbito social puede manifestarse de diferentes maneras. Esencialmente, podemos aludir aquí a las ideas de unidad, de compromiso colectivo, de altruismo incluso y de cooperación entre partes.
Puede manifestarse este vínculo a través de la intervención en nuestra comunidad más cercana, para ayudar y colaborar allí donde podamos aportar nuestro apoyo y cooperación. Estas acciones pueden manifestarse, por ejemplo, colaborando en la resolución o mitigación de alguna problemática en particular. Esto puede ser en ámbitos como la educación, la salud, la economía o la alimentación, entre muchos otros.
Al conocer a la comunidad a la que asistimos, conocemos también sus vivencias, sus problemáticas y sus sentimientos, y podemos empatizar con quienes necesitan nuestra ayuda.
Algunas formas de ser solidarios y fraternos con nuestra comunidad es colaborando en la educación de los sectores más desfavorecidos. De este modo, podemos acercar nuevos conocimientos a diferentes grupos sociales. También, podemos ayudar en un comedor comunitario, brindando nuestro tiempo para preparar lo que los asistentes pueden recibir.
Por otra parte, también podemos intervenir sobre otras problemáticas como medio ambiente y cuidado de espacios públicos, o acompañar en campañas de concientización respecto de temáticas como salud.
En la política y la filosofía.
Desde una perspectiva política, la idea de fraternidad puede concebirse desde el vínculo que podemos ejercer entre nosotros y nuestros pares. Es una perspectiva donde el respeto por el otro y su dignidad es esencial para poder construir una relación saludable y colaborativa.
En este sentido, cabe destacar el impacto que ha tenido, desde su uso masivo gracias a la Revolución francesa, la idea de Libertad, Igualdad y Fraternidad como lema revolucionario.
Cuando el pueblo de Francia se levanta en armas contra sus monarcas, con quienes había una profunda desigualdad y un desconocimiento mutuo, el vínculo de apoyo se construye entre los propios pares, entre los trabajadores, madres, campesinos y artesanos que estaban unidos por una profunda desigualdad social.
Así, se establece una relación de identificación por atravesar las mismas problemáticas, y con una finalidad común: poder experimentar la libertad de vivir una mejor vida, sin la opresión asfixiante de quienes controlaban el poder.
De modo similar, en la filosofía este concepto ha sido analizado como una virtud, de las más valiosas, debido al vínculo de camaradería y confraternidad que generaba con los pares.
En esta disciplina, la fraternidad tiene una importancia ética esencial ya que implica una lealtad hacia nuestro vínculo con la persona con quien entablamos esta relación.
Este vínculo se entiende en términos de desinterés, de igualdad en un sentido literal ya que no se espera obtener un beneficio, una ventaja o un rédito de esa relación. En griego antiguo, el término philia phylos hace referencia a una forma de amor particular que la amistad, en un sentido no necesariamente romántico, expresa.
Impacto psicológico.
La estima que puede existir entre dos personas desde una perspectiva de fraternidad y hermandad supone un vínculo que nos hace sentir parte de algo, es decir, trabaja profundamente sobre nuestra identidad y nuestra identificación con la otra persona.
Poder experimentar esta sensación nos ayuda a construir vínculos con el entorno social e impacta positivamente en nuestra autoconfianza, ya que hay alguien con quien compartimos un sentimiento mutuo de afecto y cariño. Esto puede ayudar a reducir los niveles de estrés que se experimenta, y es un elemento esencial para la salud mental, puede evitamos el aislamiento y nos hace sentir felices y seguros.
Citar este artículo
Fernández, A. M. (29 de septiembre de 2023). Definición de fraternidad. Historia, rasgos y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/fraternidad/
