Por ortografía se entiende al conjunto de normas que reglamentan la escritura, tanto en los símbolos como en los signos que forman parte de una lengua. Su origen lo encontramos en el latín orthographia, que significa escritura correcta. Este vocablo proviene del griego ὀρθογραφία, formado por los vocablos ὀρθος (órthos), cuyo significado es ‘correcto’, y γράφος (gráphos), ‘escritura’. Es decir, correcta escritura. Por lo tanto, cada vez que nos referimos a la ortografía lo hacemos para mencionar las reglas que un texto debe cumplir para ser considerado legible y correctamente producido.

Como tal, la ortografía está incluida en la gramática normativa, pues establece las bases del correcto uso de las palabras y, también, de los signos de puntuación. Esta idea de “lo correcto” se logra gracias a una convención que realiza la comunidad lingüística, a la cual el resto de la sociedad se adapta. Básicamente, es la forma de conservar la lengua escrita en una misma unidad y bajo unas mismas reglas.

Generalmente, la institución que se encarga de velar por el cumplimiento de las reglas de ortografía y que, además, es responsable de actualizar la información y difundirla, es la Academia de la Lengua. En el caso del español, la entidad es la Real Academia Española.

Si bien la ortografía nada tiene que ver con la comprensión del texto, es indudable que escribir en forma correcta brinda prestigio no solo al texto, sino también al productor del mismo. Aporta unidad textual y, sobre todo, permite estandarizar la lengua. Asimismo, en la medida que se cumplan con las normas y reglas establecidas, mejor será el proceso de comunicación que dos o más personas desarrollan. Caso contrario, la comunicación estará cargada de virus, manifestados en problemas de coherencia y, por lo tanto, interpretaciones erróneas del mensaje.

La ortografía plantea las normas o reglas para la excelente escritura de las mayúsculas, la acentuación, los signos de puntuación, los usos correctos de las letras, la abreviación, etc.

Origen de la ortografía.

La ortografía tiene su origen durante el reinado del Alfonso X, entre 1252 y 1284. Por aquel entonces, este rey convirtió al castellano en el idioma principal de toda Castilla. Fue el mismo Alfonso quien, con los conocimientos de la época, corrigió las obras que había escrito junto a la Escuela de Traductores.

Ya en 1517, Antonio de Nebrija presentó un material llamado “Reglas de ortografía”. En él se desarrollaban las ideas principales para corregir un texto y transformarlo en correcto. Fue De Nebrija quien desarrolló los 26 signos para darle representación a los sonidos con el que se pronuncian las palabras en el español. Pero fue Gonzalo de Correas quien, a través de “Nueva y perfecta ortografía”, estableció las letras del alfabeto.

En 1713 surgió la Real Academia Española, institución que añadió el criterio normativo y, a partir de 1741, comenzó a publicar los diccionarios que marcan el uso correcto de la ortografía y establece regulaciones tanto en España como en América.

Formas de escritura
Existen diferentes formas de escritura, ya sea a mano, máquina de escribir u ordenador.

Propósito de la ortografía.

La ortografía tiene un propósito muy claro, y es la correcta escritura. Sin embargo, podemos dividirla según cinco funciones principales:

  • Organizar ideas o pensamientos.
  • Brindar una imagen positiva de aquello que se escribe.
  • Garantizar la comunicación escrita entre las personas.
  • Establecer un código común entre individuos para lograr una representación gráfica.
  • Ofrecer estabilidad al componente fonético del lenguaje.

En síntesis, podemos decir que la ortografía permite la estandarización de la lengua, aspecto que resulta indispensable para que una comunidad pueda comunicarse en forma fluida y sin “ruidos” que entorpezcan la interpretación del mensaje.

Asimismo, su función y control sobre la lengua escrita permite que los procesos comunicativos se realicen con completa fluidez especialmente en situaciones donde existen o se dan dialectos diferentes.

El primer lugar donde las reglas de ortografía son aplicadas y enseñadas es en la escuela, sobre todo en el nivel primario. Igualmente, el aprendizaje de las reglas y normas es un proceso que el niño comienza mucho antes de la etapa escolar, pero que profundiza académicamente en las instituciones escolares.

Un punto a destacar de las funciones de la ortografía o de su propósito es que aspira a conformar una unidad lingüística del idioma. Es por ello que se busca homogeneizar las normas o principios para que pueda ser fácilmente comprendida por los hablantes, ya sea que compartan la misma lengua o que estén aprendiendo una nueva.

escribir a mano
Para escribir necesitamos tener el conocimiento necesario para producir textos en buenas condiciones.

Ortografía y tecnología.

La relación entre ortografía y tecnología es cada vez más fuerte. Si bien la ortografía pretende una estandarización de la lengua y un uso correcto de las normas y reglas a la cual está sometida, la tecnología a veces no acompaña dichos procesos. Es decir, los aparatos tecnológicos que hoy utilizamos han sido desarrollados con la inteligencia necesaria para evitar caer en errores gramaticales que no solo harían incomprensible el mensaje, sino que dejarían en evidencia el poco conocimiento ortográfico del hablante. Aún así, no siempre ocurre que los mensajes enviados lo hagan en una correcta escritura.

Los dispositivos que se utilizan con frecuencia están preparados con procesadores de textos capaces de asistir al usuario en caso de detectar un error ortográfico. Sin embargo, la existencia del “corrector ortográfico” o el “autocompletado” no frena el avance acelerado de los errores ortográficos que día a día se comparten ya sea a través de correos electrónicos o mensajes mediante diferentes redes sociales.

Igualmente, no podemos culpar ni responsabilizar a la tecnología por los casos de escritura incorrecta, ya que el proceso de aprendizaje de las normas y reglas se da tanto en el hogar y en la escuela para que, después, se manifiesten en las prácticas comunicativas cotidianas.

Ortografía especializada.

La ortografía especializada es un tipo de ortografía o una rama de la misma que vela por el uso correcto de los signos de puntuación. Es decir, por los signos que no son precisamente letras, sino símbolos como, por ejemplo, la coma (,), el punto (.), los dos puntos (:), los signos de exclamación (¡!) e interrogación (¿?), las comillas («…», “…”, ‘…’), la raya (-), entre otros.

Conocer la normativa que regula estos símbolos garantiza la producción de un mensaje claro y coherente, pues la falta de alguno de ellos puede cambiar rotundamente el sentido de lo dicho. Por ejemplo: “Vamos a perder poco, se resolvió” o «Vamos a perder, poco se resolvió».

ortografía y tecnología
La tecnología cuenta con herramientas inteligentes para que escribamos cumpliendo con las normas establecidas.

Ortotipografía.

La ortografía tipográfica, u ortotipografía, es la que se encarga de establecer cómo se usan o se combinan los elementos tipográficos de la lengua como, por ejemplo, las cursivas y las negritas, entre otras. Es lo que se denomina corrección o normativas de estilo y se enfoca en los textos en formato impreso. Sin embargo, suele adaptarse de acuerdo al estilo que cada editorial o autor quiera darle a su texto.

Para qué sirve la ortografía.

La ortografía sirve para establecer una normativa compartida por todos los hablantes y así elaborar textos bien escritos, que guarden coherencia y puedan ser entendidos con mejor precisión. Además, es un reflejo del nivel profesional o de razonamiento ordenado que tiene tanto el que produce el texto como el que lo recibe. Escribir correctamente es esencial para la vida, ya sea que se realicen escritos en el ámbito laboral o en el campo social.

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Navicelli, V. (23 de diciembre de 2021). Definición de ortografía. Qué es, origen, función y para qué sirve. Definicion.com. https://definicion.com/ortografia/