El término editorial suele emplearse en el marco de dos grandes acepciones: por un lado, para hacer referencia a un artículo periodístico que no se identifica con una firma y expresa la línea de pensamiento de un periódico o una revista (es común que se publique en determinados temas de interés público, para marcar la pauta de la postura del medio). Por otro lado, se habla de una editorial para aludir a una empresa que se dedica a la tarea de imprimir y distribuir publicaciones, por lo general libros, aunque también se editan revistas o cómics.

En los últimos años empezó a tener lugar un fenómeno interesante, dado que con el auge de las nuevas tecnologías, múltiples publicaciones pasaron a editarse directamente en formato digital (además del libro impreso o, en numerosos casos, con independencia de él). Así, la actividad experimentó una mutación en su esencia misma, dejándose de lado la práctica de la imprenta que llevaba siglos siendo la quintaesencia de la misma.

De la segunda interpretación se desprende, a su vez, el empleo de la noción editorial en tanto adjetivo, para hacer mención a todo aquello relativo al ámbito de las ediciones y los editores. Por ejemplo, en el caso de la oración: “Como consecuencia de las restricciones a la movilidad impuestas en la pandemia, el mercado editorial experimentó un crecimiento del 45% en el año 2020, y la venta online, un aumento del 135%”.

Al estudiar el origen etimológico del concepto hemos de remontarnos al latín para descubrir que la palabra se compone de edere («el acto de producir o publicar algo»), tor («el sujeto que efectúa la acción de»), y del sufijo –al («relativo a»). Así, podemos entender que es aquello que tiene relación con aquel que realiza la acción de producir o publicar algo.

Ebook, libro en formato digital.
Con el avance de las nuevas tecnologías, el mundo editorial se va transformando.

La editorial periodística.

La editorial periodística suele consistir en un texto de índole expositiva y argumentativa, que por lo general sale sin firma, y que deja al descubierto la postura del medio en relación con una noticia o un asunto de fondo especialmente relevante. Más que la opinión de un periodista, es el sentir del conjunto, una suerte de explicitación colectiva de la línea ideológica con la que comulga la empresa.

Cuando un periódico o similar publica una editorial, se trata de un hecho de trascendencia, y por eso es común que se la posicione en un lugar central, o en una sección específica de opinión. En ciertos casos las escribe personalmente el director del diario.

Tipos de editorial periodística.

A lo largo de la historia se han publicado editoriales famosas, y dado que en ciertas épocas el peso de la opinión pública es grande, se podría decir que algunas de ellas han colaborado para torcer el curso de la historia. De entre todas las editoriales que han ido saliendo a la luz, es posible hacer una clasificación según el objetivo buscado:

  • De tesis: Lo que se busca es marcar con claridad la postura del medio, respaldando o condenando algún hecho o las acciones de una persona o de un grupo de ellas.
  • De interpretación: En este caso se ofrecen interpretaciones sobre lo que subyace a un hecho concreto.
  • De acción: Su objetivo es movilizar a los lectores, a partir de una persuasión enfática.
  • De explicación: La finalidad de la editorial explicativa es detallar los elementos constitutivos de un hecho. A diferencia de la editorial de interpretación, aquí no hay lugar para las opiniones. Hay un método y cierta meticulosidad a la hora de describir solo los sucesos.
Stand de editorial en feria del libro.
En las ferias del libro, las grandes empresas editoriales suelen tener su propio stand.

La empresa editorial.

Cuando se habla de una editorial en este sentido, nos referimos a la empresa encargada del diseño, maquetación e impresión de todos los tipos de libros, ya sean literarios o de otros ámbitos (de psicología, de derecho, de medicina, enciclopedias, cómics, etc.). También puede recaer en el sello editorial la tarea de distribuir y promocionar dichos ejemplares, pero no es un requisito excluyente.

En muchos casos esa actividad es desarrollada de modo independiente por las distribuidoras. Y lo mismo puede decirse en cuanto a la evaluación del contenido a imprimir: las editoriales más consolidadas tienen una línea de calidad que buscan mantener, como un estándar, y un equipo de correctores, editores e incluso de traductores para respaldar su nivel. En cambio, muchas de las llamadas editoriales de autor, simplemente ofrecen un servicio de impresión, y está en el escritor o en la escritora el juzgar la calidad de aquello a lo que su nombre se verá inmortalizado en papel.

Libros, resultado de un proceso editorial.
Todos los libros han atravesado un proceso editorial que consta de diversos pasos.

El proceso para la edición de un libro.

Se describirán a continuación los pasos típicos que recorre un proyecto de libro hasta verse materializado y circulando. Se trata del proceso editorial estándar, y no el caso que se ha mencionado de las editoriales de autor.

  1. Recepción del original: Es el acercamiento de un escritor con un libro terminado a una editorial para solicitar su publicación. Muchas veces este paso no se da exactamente de este modo, como por ejemplo en los autores que ya han sido publicados por el sello, y tienen un contrato que incluye la producción de más obras. Por ejemplo, J. K. Rowling se acercó con su primer libro de la saga de «Harry Potter» a diversas editoriales, recibiendo siempre la misma respuesta negativa: que los materiales literarios para niños no daban las ganancias necesarias. Ahora bien, luego del éxito mundial de «Harry Potter y la Piedra Filosofal«, la ecuación se alteró, y pasó a tener un contrato de exclusividad para los seis tomos restantes.
  2. Evaluación y dictamen editorial: En esta instancia el equipo de lectura de la editorial se dedica a revisar el original recibido, y a evaluar si cumple, o no, con los criterios y estándares y con la línea de la editorial. A partir de ello, se realiza el dictamen editorial y, solo en caso de aprobación, el recorrido continúa.
  3. Contratación: Si se da la aceptación, se procede a la firma de un contrato con el autor o la autora, a fin de encuadrar legalmente los términos del acuerdo y sus detalles prácticos (cantidad de ejemplares en la tirada, ejercicio de la venta y la distribución, porcentajes por derechos de autor, etc.).
  4. Corrección y estilo: Se repasa la obra íntegramente, corrigiendo, en primer término, faltas ortográficas o de sintaxis y, en algunas ocasiones, también cuestiones de fondo (acordadas con el autor, o aún sin su consentimiento, si en el contrato está estipulado que ello puede hacerse).
  5. Edición: Ya con la versión terminada del texto se procede al diseño y a la maquetación (esto sí o sí debe tener lugar después de la última revisión confirmada, ya que la modificación de una sola palabra, una vez maquetado, puede generar desajustes).
  6. Diseño de la tapa y solapas: Un equipo especial dentro de la editorial se ocupa del arte en la presentación externa. Muchas veces un acierto en esta instancia puede marcar una gran diferencia en cuanto al futuro de la obra. Por ejemplo, la tapa de la primera novela de Patrick Rothfuss «El nombre del viento«, es reconocida por captar la esencia del misterio en el mundo que las páginas esconden, y ha generado en muchos seguidores su propio ámbito de fan art.
  7. Impresión: El acto concreto de materializar la obra, el punto de confluencia de todos los pasos previos.
  8. Venta y distribución: Esta etapa puede estar a cargo de la editorial o de las distribuidoras que con ella trabajan. Se trata del proceso de facilitar que el libro llegue a las manos de los lectores.

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Lehrer, L. (7 de marzo de 2022). Definición de editorial. La editorial periodística, la empresa y el proceso editorial. Definicion.com. https://definicion.com/editorial/