Coherencia es un concepto cuyo significado dependerá del contexto en el cual se aplique. Sin embargo, si entramos en el corazón del término, coherencia es un vocablo que utilizamos para afirmar o especificar la relación o conexión que existe entre dos o más elementos. El origen de coherencia es la acción y la consecuencia (o efecto). Si profundizamos en su etimología, deriva del latín “cohaerentia”, interpretado en español como “relación lógica entre dos cosas”.

Se dice que la definición de coherencia es amplia porque puede referir a muchas cosas o a numerosos momentos. Básicamente, cuando dos o más ítems están en relación directa, se dice que son coherentes. Esto puede referir tanto a la concordancia entre ideas y acciones de una persona, pero también a los pensamientos o lineamientos que se ejecutan de acuerdo a un plan diseñado con anticipación.

Coherencia y tipos de relaciones.

A grandes rasgos, podemos considerar que la coherencia refiere a dos tipos de relaciones:

  • Coherencia de una persona: es la actitud constante que alguien sostiene luego de haber asumido o aceptado como propia una postura. En caso de no mantenerla más, se dice que es “incoherente”, pues no hace lo que dijo o no sostiene más el perfil que afirmó tener.
  • Coherencia en un texto: aquí referimos al vínculo de concordancia entre dos o más ideas de un escrito. La coherencia es un recurso lingüístico formal que organiza la información o los datos dentro de un texto.

Entonces, podemos decir que coherencia es una relación de carácter lógico y efectivo entre las partes que forman un todo, ya sea un texto o la actitud de un ser humano. Asimismo, en este lazo no existen contradicciones ni opuestos. Pero avancemos un poco más para conocer cómo se dan estas conexiones establecidas líneas arriba.

coherencia global
Una propiedad del texto que permite que este sea comprendido e interpretado correctamente.

Coherencia personal.

La coherencia personal está relacionada con las acciones que un sujeto lleva a cabo en su vida diaria. Pero esto no se limita a lo que hace, sino también a lo que piensa. Pues toda acción primero parte de una idea. Entonces, la coherencia personal es la acción que alguien realiza en sintonía con su estado de conciencia y pensamiento.

Es por ello que, según la situación, podemos afirmar si un hombre o una mujer es coherente o no. Si actúa de acuerdo a sus palabras y a su forma de ver el mundo, estaremos ante un sujeto coherente. Caso contrario, diremos que es incoherente. Además, esta cualidad traspasa escenarios o contextos, pues el accionar de una persona será coherente o incoherente sea que esté inserto en el mundo laboral o en el plano social.

Aquellos que dicen pensar algo pero en su vida cotidiana su praxis es contraria generan desconfianza, inseguridad y malestar. Pues no están siendo coherentes y, por lo tanto, se transforman en poco creíbles.

Ser coherente supone:

  • Tener una actitud consecuente
  • Mantener una postura concreta (acción-efecto)
  • Sostener una idea o forma de pensar
  • Actuar o dirigir la vida en función a dicha idea
  • Defender su punto de vista con argumentos

Esta cualidad humana no surge de la nada, sino que tiene como base una postura muchas veces ideológica. Esto supone que un individuo va a pensar y actuar de acuerdo a su sistema de creencias.

coherencia personal
Ser coherente es actuar en función a lo que se piensa y se dice.

Coherencia textual.

La coherencia textual es propia del mundo académico y es un recurso lingüístico por excelencia. Se da en todos los textos y tiene como propósito asociar o relacionar ideas y palabras en una unidad bien conformada. Esto puede ser en oraciones, párrafos, secciones o capítulos.

Un escrito con coherencia textual supone una conexión perfecta entre ideas y palabras, lo que, obviamente, colabora en comprender mejor aquello que se lee. Para producir un texto con coherencia es necesario conocer los mecanismos textuales que posibilitan desarrollarlo con exactitud.

Mecanismos de coherencia.

Los mecanismos de coherencia son herramientas que la lengua utiliza en la producción de textos, para que estos tengan sentido y, además, sean comprendidos por todos. Para que esto ocurra las ideas no deben contradecirse, sino complementarse.

Entonces, los mecanismos de coherencia permiten darle forma al escrito y, además, compresión y fluidez. Todas las partes que conformen el texto deben estar relacionadas y deben referirse a un mismo tópico o tema.

Veamos algunos de los mecanismos de coherencia para elaborar un texto:

  • Nexos causales: se refiere a elementos que permiten enlazar las causas o razones de un hecho que, por tanto, tienen un efecto o consecuencia. Aquí encontramos conectores como: porque, ya que, dado que, pues, puesto que, etc. Como, por ejemplo, “No pude llegar temprano, pues mi auto se rompió”.
  • Conectores temporales: se trata de conectores que ubican a la acción en el tiempo. Esto permite comprender en qué momento es que ocurre algo y cómo es que suceden los hechos. Después, al mismo tiempo, al final, luego y durante son algunos de estos recursos. A modo de referencia: “Miré hacia los lados y, luego, crucé la calle”.
  • Opositores o adversativos: son los elementos que se utilizan para mostrar un antagonismo, una diferencia entre ideas expuestas. A este grupo pertenecen sin embargo, por el contrario, pero, en cambio, etc. Como, por ejemplo, “Los días de verano son perfectos para salir a caminar, sin embargo, hay que cuidarse del sol”.
  • Conectores de certeza: son un tipo de conectores cuyo propósito es reafirmar lo dicho, dándole más sentido y argumento. Este conjunto abarca nexos como de hecho, seguramente, por supuesto, evidentemente, etc, como se advierte en “Maradona fue un verdadero ídolo; de hecho, es uno de los personajes más conocidos en el mundo”.
  • Conectores consecutivos: son lazos que sirven para unir dos acciones, en donde una es la causa y la otra es la consecuencia. Aquí encontramos conectores como de modo que, por esta razón, por ello, etc. Como, por ejemplo, “La aerolínea canceló el vuelo, de modo que tendremos que buscar otra opción para viajar”.

Otros mecanismos de coherencia son:

  • Los conectores aditivos (además, también, más, etc.)
  • Los conectores amplificadores (más aún, incluso, de igual manera, asimismo, etc.)
  • Los conectores condicionales (si, ya que, siempre que, así que, etc.)
coherencia textual
Existen mecanismos de coherencia que permiten unir los elementos de una oración y de un texto para hacerlo más entendible.

Coherencia global.

La coherencia global tiene que ver, también, con un recurso lingüístico, pues refiere al tema central de un texto. El mismo que llama la atención del lector y que, a medida que avanza el contenido, también surge más información.

Coherencia local.

La coherencia local también refiere a un recurso lingüístico y hace foco en cómo las oraciones de un mismo texto están interconectadas de manera individual. Las unidades semánticas siguen una secuencia de palabras que, en su totalidad, tienen un sentido.

Entonces, afirmamos que un texto posee coherencia porque sus ideas están vinculadas en forma eficaz y lógica. De esta manera, el lector podrá comprender lo que el autor del mensaje quiso transmitir.

En síntesis, podemos decir que el término coherencia es una herramienta de la lengua, pero también es una cualidad humana. Si bien es utilizada con frecuencia para referir a la construcción de un texto con sentido, también podemos hacer alusión a cómo una persona se dirige en la vida de acuerdo a su forma de pensar y de decir.

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Navicelli, V. (21 de febrero de 2022). Definición de coherencia. Tipos de relaciones, coherencia personal, textual, global y local. Definicion.com. https://definicion.com/coherencia/