Libertad de pensamiento es el nombre que recibe uno de los derechos humanos gracias al cual es posible constituir, formar y manifestar la opinión personal, las creencias e ideas de una persona, y que estas sean tomadas con tolerancia.

Este derecho contribuye con que haya pluralismo de opiniones, que se fomente el desarrollo intelectual, el razonamiento y el diálogo entre partes con ideas diversas, que pueden entablar un debate con argumentación clara.

La palabra proviene de la unión entre libertad, que surge de libertas, es decir, la facultad de actuar en función de la propia autodeterminación, y pensamiento, que surge de pensāre, es decir, calcular, pesar.

Fundamentos y orígenes.

Antigua Grecia
La antigua Grecia fomentaba la participación civil para debatir sobre la democracia y la filosofía, entre otros asuntos.

Si consideramos los orígenes filosóficos de la libertad de pensamiento, podemos remontarnos a los inicios de la construcción de la filosofía en la sociedad occidental, es decir, la antigua Grecia. La participación civil dentro de las cuestiones públicas era incentivada desde las plazas públicas, donde se incentivaba el razonamiento, el pensamiento crítico y la manifestación de la opinión personal.

Sin embargo, no es sino hasta el siglo XVIII cuando las bases modernas de lo que hoy entendemos como libertad de pensamiento se sientan. La libertad de expresarse comienza a ser concebida como un derecho, la censura de esta opinión, como un ataque a libertad de expresión y, por ende, inicia un recorrido teórico donde se destaca la autonomía del individuo como parte esencial de una sociedad basada en la igualdad y la justicia.

Este trasfondo histórico da paso a la posterior Declaración Universal de Derechos Humanos, que tuvo lugar en 1948, posterior a la segunda Guerra Mundial. De este modo, se sintetizaron décadas de luchas sociales por visibilizar problemáticas sobre la clase social, la religión, el origen étnico y otras.

Así, se proclaman el derecho a la libertad de pensamiento, a poder manifestar nuestra religión sin que nadie nos restrinja, a expresar nuestras ideas sobre los temas que nos interesen y a respetar estas manifestaciones.

Dimensiones.

Algunas dimensiones de manifestación de esta libertad de pensamiento son, por ejemplo, la personal.

Dimensión personal
La dimensión personal de la libertad de pensamiento consiste en que podemos explorar creencias, ideas y saberes que nos interese sin que se nos restrinja o niegue acceso a ello.

Esta se caracteriza por el derecho de una persona a adquirir conocimiento y herramientas sobre un sistema de ideas que le interese (un tema, una ideología política, una creencia religiosa) y poder explorar abiertamente sobre ello. Esto permite que cada persona reflexione, aprenda sobre la expresión de su subjetividad y que pueda hacerlo sin restricciones.

Aquí, también es importante el acceso a la información, es decir, a acceder a fuentes fidedignas, que enriquezcan su perspectiva personal.

Por otra parte, encontramos la dimensión social: esta se expresa en el pluralismo, la creatividad e innovación de ideas y la difusión de conocimiento.

Un entorno social se ve favorecido cuando existen diferentes opiniones, cuando se puede acceder a información desde una gran cantidad de fuentes como medios de comunicación diversos, la prensa, el internet o las redes sociales, cuyo rol en esta dimensión ha cobrado protagonismo en las últimas décadas.

Esta diversidad resulta positiva para fomentar la tolerancia, para disminuir la desinformación y la manipulación mediática, y para que el compromiso social por la construcción de una sociedad más justa sea alimentado constantemente.

Diversidad de opiniones
La dimensión política de la libertad de pensamiento nos permite construir una sociedad más justa, más tolerante y diversa.

Por otra parte, desde una dimensión política, la libertad de pensamiento implica el vínculo entre la democracia, la participación ciudadana y las instituciones. Las personas tienen el derecho de poder acceder a los debates públicos que competen a su comunidad, su entorno y su país.

Esto permite que la diversidad de opiniones pueda ser oída, que se garantice un poder atento a estas diversidades y que se evite el gobierno de un autoritarismo, donde las diferentes opiniones no puedan ser manifestadas.

Estas tres dimensiones se encuentran interrelacionadas, y es importante que como ciudadanos comprendamos el valor de esta participación en las diferentes instancias.

Promoción y protección.

El cuidado y la promoción de la libertad de pensamiento no se protege sin la intervención de las instituciones sociales, que defiendan y protejan a los ciudadanos, con la seguridad de que sus opiniones pueden ser manifestadas.

Desde esta perspectiva, el cuidado del pensamiento crítico, la libertad intelectual y el desarrollo de ideas resulta un paso esencial e ineludible para una sociedad consciente y que se sustente en la democracia.

Aquí también es importante el rol de los movimientos sociales, del activismo y de los ciudadanos que deseen intervenir activamente para que este derecho sea protegido.

Manifestaciones
Las manifestaciónes públicas son, también, una forma de expresar la opinión respecto a una u otra toma de decisión a nivel colectiva.

La resistencia contra las violaciones y transgresiones a este derecho pueden alcanzar una magnitud esencial para generar conciencia en el resto del cuerpo social. De este modo, las instituciones y los organismos de poder se ven forzados a respetar estos derechos, debido a las manifestaciones civiles de resistencia y revolución.

Sin embargo, otro aspecto esencial para el cuidado de este derecho es el de la educación. Sin una formación educativa adecuada, no es posible dimensionar el rol de este derecho para la libertad individual, colectiva y para el desarrollo del bienestar de las personas.

Es importante que esta educación sea transversal a cada clase social, más allá de la religión, el origen socioeconómico o el trasfondo étnico: todas las personas tienen derecho a informarse y a capacitarse constantemente para poder comprender sus derechos.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (31 de enero de 2024). Definición de libertad de pensamiento. Historia, dimensiones y rasgos. Definicion.com. https://definicion.com/libertad-de-pensamiento/