Definición de gobierno republicano

Un gobierno republicano es una estructura de gobierno sustentada en tres elementos principales: la soberanía popular, que le permite al conjunto poblacional elegir a sus autoridades; la división de poderes (usualmente tres) y la igualdad de todas las personas ante la ley.

En esta forma de gobernar un Estado no hay autoridades de la talla de un rey o un monarca. Es decir, no entran en juego las cuestiones de la herencia, el linaje o el gobierno del primogénito. En una república, la figura de mayor autoridad estatal es el presidente o la presidenta de ese país. 

El concepto se compone de dos partes:

• Gobierno: del griego κυβερνάω, kubernáo, que señalaba a la persona a cargo de un timón, es decir, quien dirige. Es el término utilizado para hablar de el sujeto que conduce los organismos e instituciones de una sociedad. También son quienes ejercen el poder político en este lugar.
• Republicano: proviene del vocablo república, el cual a su vez surge de res publica, la cosa pública (en latín) o, como también se lo conoce, aquello que es del pueblo. Alude a la forma de gobierno en la que el poder está en manos de un presidente elegido por voto popular, de forma temporal y que está a cargo del Poder Ejecutivo.

Otra manera de aludir a un gobierno republicano es con la palabra que le da nombre, república. 

Historia de la República romana.

Si nos remontamos a la historia de nuestra sociedad occidental, observamos que la república tiene sus inicios hacia el siglo V a. C. en Roma.

Alrededor del siglo VII a. C. Roma, así como el centro y norte de la península itálica, es conquistada por los etruscos (también llamados tirrenos). Ellos eran un pueblo de grandes habilidades para la construcción de buques y cuyas tácticas de guerra eran superiores a las vistas hasta aquel momento.

Los monarcas que gobernaron los siguientes 150 años aproximadamente son conocidos como los Siete Reyes. Todos contribuyeron con el fortalecimiento territorial de Roma (convertida ahora en una ciudad-estado), ya que sus destrezas en batalla les permitieron conquistar cada vez más superficies. 

Hacia el 59 a. C., la monarquía cayó cuando el rey Lucio Tarquinio, el último rey etrusco, fue expulsado. Él y su familia fueron desterrados de Roma y todo aquel que intentase restaurar la monarquía fue amenazado con perder la vida. De este modo inicia el período de la República romana.

Uno de los primeros cambios que hubo en aquel entonces era que, al acceder un cónsul al poder, este no lo hacía por herencia ni por su linaje, sino que era elegido por el pueblo. Este poder político era ejercido durante un año, período al cabo del cual los ciudadanos volvían a elegir. 

La república es el período histórico donde mayores expansiones y conquistas hubo. Es, también, una época de grandes luchas por el poder, principalmente de las ciudades vecinas que intentaban destruir la nueva república. Se consolidó el poder político de Roma y se unificó la región. 

Es en este periodo donde surgen Las Doce Tablas, el código del derecho romano más antiguo del que se tiene conocimiento. Si bien las normas allí escritas hoy pueden parecer antiguas, son la base de todo el derecho de la sociedad occidental hasta la fecha. Gracias a estas leyes se buscó proteger y asegurar los derechos de la población, ya que el registro escrito y el carácter oficial que estas tablas tenían permitió que pudiese aplicarse a todos. 

Características.

Las características principales de una forma de gobierno republicana son las siguientes:

• Voto popular
• Igualdad ante la ley
• División de poderes

Fundamentalmente, el rasgo más relevante en esta modalidad de gobierno es que el pueblo es el que posee el poder mediante la facultad de votar. Entonces, los ciudadanos son los encargados de colocar en el poder a quienes deciden que estén allí para gobernar. Tales cargos, además, suelen tener un plazo de renovación de autoridades cada 4 años.

Además, en una república el orden se instituye a partir de lo que se indica en la ley: nadie es superior a la ley, dado que esta rige para todos. Las leyes cuentan además con los siguientes rasgos:

• Son obligatorias, ya que un sujeto no puede optar por adecuarse, o no, a la ley. 
• Son creadas para poder aplicarse a un número amplio de personas, no a alguien en particular.
• Rigen en todos los casos en los que debe aplicarse, sin excepciones particulares.
• También rigen a partir del momento en el que son constituidas. No es posible acusar a alguien de una falta contra una ley que no existía al momento de que el hecho tuviese lugar. Es decir, son irretroactivas. 

El tercer aspecto, la separación de poderes (el legislativo, el ejecutivo y el judicial) se vincula con la oportunidad de que cada uno de los distintos poderes de una nación sean autónomos. Esto permite que no solo cada uno conduzca sus labores con independencia, sino que impide también que el presidente, que rige el Poder Ejecutivo, tenga injerencia o influencia sobre la redacción de leyes o sobre la aplicación de estas. 

Tipos.

A continuación veamos algunos ejemplos de repúblicas y cómo pueden clasificarse.

Repúblicas democráticas.

Una república democrática es aquella en la cual las decisiones quedan supeditadas a la voluntad popular de quienes votan por sus autoridades. Otra característica que debe cumplirse en este tipo de gobierno es que los derechos de las personas sean respetados y asegurados desde todas las instituciones y organismos estatales.

República parlamentaria.

En una república parlamentaria, el organismo en el cual recae todo el poder de legislar es el Parlamento. La particularidad de este tipo de gobierno radica en que hay un Jefe de Estado, el presidente, y un Jefe de Gobierno que es otra persona, el primer ministro. 

República presidencialista.

Una república presidencialista, por su parte, es propia de un Estado en el cual el poder central está encabezado por la figura del presidente o la presidenta. Este es elegido mediante el voto y su poder, sin embargo, se limita al Poder Ejecutivo. 

República federal.

Las repúblicas federales son aquellas conformadas por diferentes estados que mantienen una relativa autonomía pero, sin embargo, conviven al interior de un mismo territorio administrativo. Cada uno de estos estados es independiente entre sí, no interviene sobre los asuntos del otro y puede llegar a constituir sus propias leyes. Esto ocurrirá así siempre que no se sobrepase la normativa general a la que todos se subordinan (como ocurre como una Constitución Nacional, que está por encima de leyes provinciales).

Este tipo de gobiernos se opone a los de una república unitaria, donde el poder recae en su totalidad en el Gobierno centralizado ubicado en uno de todos los estados o regiones en los que se divide esa nación o país.

República y democracia.

Dos conceptos que suelen usarse alternadamente son los de república y democracia. La confusión y el uso como sinónimos pueden vincularse con que ambos involucran la decisión popular:

• La república, por su parte, tiene como base el voto ciudadano para la elección de los mandatarios
• La democracia, por otra parte, supone un conjunto de valores en el cual el pueblo cumple un rol fundamental. La etimología de la palabra nos lo describe al respecto: δημοκρατία, demokratía, significa gobierno del pueblo (demos es pueblo y kratos significa gobernar). De este modo, la participación del conjunto ciudadano es elemental para que este sistema sobreviva.

Otra forma de poder diferenciar ambos conceptos es que en una república, la ley es lo central (así como el voto popular). Dada la división en poderes, por la cual ninguno puede intervenir sobre el otro o influenciarlo, esta separación es crucial para que no se instaure otro estilo de gobierno donde el poder está más centralizado.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (24 de agosto de 2022). Definición de gobierno republicano. Historia, rasgos y características. Definicion.com. https://definicion.com/gobierno-republicano/