Desarrollo comunitario es la denominación para un conjunto de acciones y procesos gracias a los que se trabaja en una comunidad para impactar positivamente en la calidad de vida de las personas.

Esto permite que haya participación comunitaria de sus miembros, que intervengan en proyectos comunitarios y que se trabaje en la justicia social, en poder contribuir con el bienestar y en construir redes de apoyo grupales.

El término proviene de la unión entre:

  • Desarrollo: surge del prefijo des-, es decir, que denota inversión o negación de la acción que se menciona, y arrollare, es decir, envolver.
  • Comunitario: es lo relativo a comunidad, que a su vez surge del latín communĭtas, es decir, aquello relacionado con las personas o miembros de una población.

Principios y valores.

El desarrollo comunitario implica poder habilitar espacios donde haya participación ciudadana en diferentes problemáticas para trabajar, pero también cuidado de los espacios públicos, fomento de la cultura comunitaria, difusión de la alfabetización o el cuidado de las microfinanzas y, en general, difusión y cuidado de los derechos humanos de los vecinos.

Colaboración
La colaboración mutua es un paso esencial para contribuir con el desarrollo comunitario.

Existen algunos elementos principales para tener en cuenta:

Empoderamiento y participación comunitaria.

El empoderamiento de los vecinos implica poder brindarles herramientas y conocimientos para que puedan tomar decisiones con mayor cantidad de recursos, y poder así tomar las riendas de sus propias vidas. Este empoderamiento puede trabajarse en conjunto con la participación ciudadana, que permite que se trabaje sobre los siguientes temas, entre otros:

  • apoyo a víctimas de violencia
  • capacitación laboral en oficios y otras ofertas que permita una inserción en el mercado laboral en el corto plazo
  • redes de comercio justo
  • programas de salud física
  • iniciativas de reciclaje
  • integración de inmigrantes

Inclusión social y diversidad.

Inclusión
La inclusión dentro de una comunidad contribuye con fomentar los lazos sociales y con poder fortalecer la cohesión social.

Respecto de la inclusión social y la diversidad, estos son elementos que garantizan que todos los miembros de una comunidad, desde los más antiguos hasta los recién llegados, puedan tener acceso a los recursos, a trabajo, a bienes y a servicios que esa comunidad ofrece.

Esto posibilita que haya inclusión sin importar género, orientación, origen o etnia, o nivel socioeconómico.

De esta manera, además, es posible nutrirse de la diversidad cultural que ofrece una comunidad variada y heterogénea, y permite que haya inclusión para todos.

Sostenibilidad.

El trabajo sobre la sostenibilidad también es un pilar de una comunidad, ya que se trabaja sobre el desarrollo de habilidades y trabajos que no afecten el acceso de recursos de las generaciones futuras.

Al interior de un grupo social, el enfoque ambiental permite que se cuide la conservación del patrimonio local, que se trabaje en proyectos de servicios sociales que preserven los recursos locales, que se trabaje en el desarrollo sostenible a largo plazo y que se intervenga en el fortalecimiento de infraestructura que fomente la autogestión comunitaria.

Al interior de un grupo social, el enfoque ambiental permite que se trabaje en la conservación del patrimonio local, que se trabaje en proyectos de servicios sociales que preserven los recursos locales, que se trabaje en el desarrollo sostenible a largo plazo y que se intervenga en el fortalecimiento de infraestructura que fomente la autogestión comunitaria.

Cuidado ambiental
El cuidado del medio ambiente es tanmbién una de las prioridades para tener en cuenta en una comunidad.

Modelos y enfoque.

Algunos modelos conocidos para el desarrollo comunitario son, por un lado, aquellos centrados en la comunidad y que ponen en el centro de la escena a cada miembro de este espacio.

Con esta modalidad en mente, cada uno de los miembros es tomado como una persona con necesidades, con deseos y aspiraciones para atender, y esto posibilita que puedan interpretarse sus problemáticas particulares como una más colectiva.

De este modo, en función de la edad, es posible trabajar en los derechos de la infancia y, a la vez, el apoyo a ancianos de la comunidad; también, puede trabajarse en los derechos LGBTQ+ de los miembros del grupo, y otros.

A su vez, este modelo promueve que los miembros de la comunidad intervengan activamente en estas problemáticas. Esto puede suceder mediante asociaciones de vecinos, una organización vecinal, un voluntariado o incluso la inserción dentro de una ONG (Organizaciones No Gubernamentales).

Otros modelos de desarrollo son los siguientes:

  • Desarrollo Comunitario Top-Down: este consiste en un enfoque en el que la toma de decisiones para posibilitar el acceso a recursos o el empoderamiento comunitario ocurren desde arriba hacia abajo, es decir, de parte de quienes legislan, ya sea el gobierno u otras instituciones con el poder de hacerlo.
  • Desarrollo Comunitario Bottom-Up: a diferencia de la anterior, la búsqueda de soluciones y el trabajo en pos de la acción colectiva surge desde abajo, desde los mismos vecinos y miembros de la comunidad que se organizan para salir adelante.

Es posible encontrar activismo comunitario de los vecinos que trabajan en conjunto con el gobierno local, para maximizar las posibilidades de mejora grupal, y que todos puedan intervenir activamente para velar por sus oportunidades.

Cómo planificar un proyecto comunitario.

Un primer paso para poder trabajar en proyectos comunitarios es la identificación de necesidades que la población de esa área tiene. A su vez, esto está acompañado del reconocimiento de los recursos disponibles y faltantes para ese grupo, y sobre los cuales es importante entender la disponibilidad para que esa comunidad disponga de ellos.

Anáisis y seguimiento
Es posible hacer el seguimiento de un proyecto de desarrollo comunitario en el que se busquen cubrir las necesidades de la población.

Es posible cotejar esta información mediante un relevamiento de todo tipo de activos útiles para llevar adelante ese proyecto.

Posteriormente, es posible que, gracias a la identificación y recopilación de datos sobre esa comunidad, se pueda comenzar a construir el diseño de este proyecto, a gestionar quiénes pueden intervenir, ya sea por sus capacidades, habilidades y experiencia, y a comenzar a distribuir las tareas específicas.

Esto supone un extenso proceso de análisis, de abordar cuáles son las problemáticas que implican mayor urgencia y necesidad, es decir, aquellas que disminuyen un riesgo en la calidad de vida de las personas.

Finalmente, tras este diseño y planificación, es posible hacer una evaluación y seguimiento del impacto de estos cambios sobre el conjunto social. Si bien es el último paso en el desarrollo de una campaña comunitaria, no es una que permanece estática: se puede hacer un análisis para evaluar los efectos en el corto, mediano y largo plazo.

Esto, si se trabaja de la manera adecuada, permite no solo que se maximicen las posibilidades de éxito, sino que pueden servir como modelo para otras comunidades, o para que sea replicado a gran escala, y que estas formas de ayuda social puedan ser aprovechadas por cada vez más personas.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (29 de diciembre de 2023). Definición de desarrollo comunitario. Dimensiones, características y aplicaciones. Definicion.com. https://definicion.com/desarrollo-comunitario/