Definición de transculturación

Se emplea el vocablo transculturación para designar un proceso social en el que un pueblo o comunidad adopta características y hábitos procedentes de otra cultura, transformando o sustituyendo, gradualmente, las propias costumbres y rasgos.

Se trata de un neologismo (palabra nueva) de raíces latinas, cuyo origen se remonta a casi mediados del siglo XX y se enmarca en el ámbito de la antropología. Fue acuñado por el antropólogo cubano Fernando Ortiz, destacado exponente de la etnografía, la historia y los estudios culturales de América Latina. Ortiz desarrolla analíticamente el proceso de transformación cultural en su país y, en el año 1940, presenta su estudio en un ensayo titulado «Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar. Advertencia de sus contrastes agrarios, económicos, históricos y sociales, su etnografía y su transculturación».

En la que luego se distinguiría como su obra más destacada, el autor compara los dos bienes cubanos que han sido adoptados cotidianamente por personas del mundo entero. Para dar cuenta de este fenómeno, así como de los constantes cambios y procesos culturales ocurridos en el seno de su sociedad, recurre por primera vez al término transculturación. Según el investigador social, las formas y los rasgos de identidad cultural no son fijos, sino que, poco a poco, reciben y adoptan características de otras culturas o grupos, ya sea por el contacto a partir de movimientos migratorios o como consecuencia de la colonización en Hispanoamérica, por ejemplo.

El notable antropólogo social Bronislaw Malinowski brindó un gran apoyo a su colega cubano en dicho estudio y contribuyó a definir el nuevo concepto. Según él, la transculturación se define como un proceso de transición en el que brota una realidad nueva, distinta y autónoma de la que le dio origen. No implica que una determinada cultura deba inclinarse o tender hacia otra, sino que supone la presencia de dos culturas en modo activo, las cuales, simultáneamente, contribuyen, cooperan y realizan aportes para dar lugar a una realidad novedosa y compleja.

Transculturación y aculturación.

Cabe aclarar que Ortiz consideraba que el concepto de aculturación -el cual suele confundirse con el que nos ocupa en este artículo- resultaba insuficiente para analizar determinadas cuestiones. Este vocablo proviene del inglés acculturation, y define las distintas fases del proceso en el que una cultura asimila o adquiere otra distinta.

Por su parte, la transculturación, además de referirse a la incorporación de una cultura diferente, también supone desprenderse parcialmente de la cultura inicial, o perderla totalmente. Es decir, se da un desarraigo cultural (desculturación), al tiempo que surge una identidad cultural nueva (neoculturación).

De esta manera, podría decirse que la aculturación, la desculturación y la neoculturación son distintas fases de un proceso de transculturación. Algunos ejemplos de estos fenómenos sociales son los que se describen a continuación:

• Colonización: Se trata del acto de imponer una cultura por sobre otra, a través de la coacción, la ocupación del territorio, la toma del poder político y/o el abuso de la superioridad en términos económicos. Se trata de un fenómeno sumamente conflictivo, en el que una de las partes -generalmente la autóctona- siempre resulta perjudicada. La misma intenta oponer resistencia, pero luego termina siendo aplastada por la cultura dominante e invasora. Por eso, se dice que es un proceso forzado de intercambio cultural, no natural ni gradual, ni mucho menos pacífico. Tal es el caso de la de la colonización en América, que violentamente sometió a los pueblos originarios imponiéndoles sus costumbres, valores, forma de organización y religión.
• Flujos migratorios: En esta ocasión no hablamos de la imposición de una determinada cultura sobre otra como en el caso anterior, sino de intercambio cultural entre la comunidad de origen y grupos de inmigrantes que llegan al territorio. De esta manera, suelen modificarse los patrones y hábitos culturales de dicho lugar. La cocina fusión peruano-japonesa es un buen ejemplo de ello, ya que es el resultado de un fuerte flujo migratorio proveniente de Japón y que dio origen a la comunidad Nikkei en Perú.
• Globalización: Este proceso de interconexión a nivel mundial facilita notablemente los intercambios culturales sin necesidad de cercanía física entre los referentes de las distintas culturas. De esta manera proliferan los procesos de imitación, asimilación de conocimientos y hábitos que favorecen el desarrollo pero también suelen adoptarse rasgos y valores perjudiciales como el consumismo extremo o la cultura del desecho.
• Reivindicación cultural: Este fenómeno se da cuando ciertos patrones, hábitos y costumbres que habían sido abandonados por una comunidad son redescubiertos y revalorados. Así, el grupo social en cuestión reivindica valores y pautas culturales del pasado pertenecientes a antiguas civilizaciones o pueblos originarios.

Un ejemplo claro y sencillo de todo esto podría ser la adopción por parte de habitantes de países latinoamericanos de la tradicional celebración anglosajona Halloween. La denominada noche de brujas tiene lugar el 31 de octubre, justo antes del Día de todos los santos, festejado por los católicos y otras iglesias cristianas el 1 de noviembre, lo que ha causado la resistencia por parte de referentes religiosos. Sin embargo, las voces opositoras no han podido detener la expansión de los festejos, que han penetrado fuertemente en suelos extranjeros gracias al cine, la televisión y los medios de comunicación en general.

Transculturación alimentaria.

Se utiliza el concepto de transculturación alimentaria para denominar el proceso mediante el cual una comunidad adopta ciertos elementos culinarios y hábitos alimenticios característicos de otro pueblo. Dicha incorporación suele suponer una transformación en las costumbres alimentarias, en el modo de consumir los alimentos y en la forma de obtenerlos. De esta manera, la dieta de un pueblo puede cambiar completamente.

Por lo general, este fenómeno es acompañado por otros cambios culturales más amplios, o puede ser propiciado por políticas económicas destinadas a influir en el consumo, la producción o la erradicación de productos alimenticios específicos. La globalización y los flujos migratorios son factores importantes en este sentido. Las modificaciones y adaptaciones en los hábitos alimentarios que se dan como consecuencia tienen un carácter central en la consumación del proceso de transculturación y el nacimiento de una nueva cultura.

De hecho, se dice que la alimentación -definida como la totalidad de los alimentos de los que se vale el ser humano para su nutrición, así como la industria alimentaria que se genera para el comercio de dichos productos- constituye uno de los elementos más susceptibles de atravesar un proceso de transculturación. Lo cual, sin duda, ha favorecido la adaptación y subsistencia del ser humano ante los constantes cambios del entorno. Tal es el caso de alimentos americanos, como el maíz o la papa, que han sido adoptados por numerosos pueblos, permitiéndoles atravesar etapas de hambre causadas por la guerra.

Por ejemplo, el popular plato británico fish and chips (pescado frito y papas fritas) surge en épocas de precariedad del Reino Unido. Tan emblemática es esta receta, que formaba parte del código que tenían los combatientes británicos para reconocerse: uno gritaba «¡fish!», y el otro debía responder «¡chips!», para indicar que era del mismo bando.

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Lehrer, L. (24 de julio de 2022). Definición de transculturación. Su origen, la diferencia con la aculturación, y la transculturación alimentaria. Definicion.com. https://definicion.com/transculturacion/