Se denomina secularismo a una corriente antiteológica que busca separar los asuntos religiosos de los asuntos humanos, en todos los sentidos. Principalmente, el secularismo busca desvincular lo religioso o teológico de los asuntos civiles y sociales, especialmente en materia de Estado. En este sentido, el secularismo está estrechamente vinculado al laicismo como una corriente no religiosa o antirreligiosa referente a temas fundamentales de la sociedad como la política, la educación y la cultura.

En sentido general, el secularismo busca desvincular la influencia religiosa sobre la sociedad en todos sus niveles: político, cultural, educativo, etc. Se trata de una tendencia a priorizar aquellos principios y valores derivados del mundo humano y social y no impartidos desde la religión o un dogma religioso determinado.

La etimología del término «secularismo» proviene del latín «saeculum» que se traduce como «siglo» y también «mundo». Es en este último sentido que el término adquiere una significación no religiosa, ya que se asocia lo mundano como opuesto a lo espiritual y teológico de la religión. De aquí, que llamemos «secular» a todo aquello que se desvincula por oposición o diferencia con lo religioso, teológico o espiritual.

Uno de los usos más destacado del término se da en el terreno político: el secularismo político busca desvincular el Estado de la religión, construyendo un Estado laico no sujeto a ningún tipo de dogma o doctrina religiosa oficial. El principio de separación Iglesia-Estado es uno de los principios centrales del secularismo, y trata de la desvinculación de la religión de los asuntos civiles, políticos y sociales.

En materia religiosa, el secularismo se vincula con el agnosticismo, el ateísmo y la libertad de culto, ya que se trata de una postura que pondera la razón y el naturalismo en detrimento de la religión o el dogma teológico. Principios como el de libertad de consciencia, libertad religiosa y pluralismo religioso son articulables con posturas seculares, ya que buscan establecer un espacio laico o secular que garantice la libertad de creencias sin estar necesariamente sujetas a ninguna doctrina religiosa.

El primero en utilizar el término secularismo fue el escritor británico George Holyoake, en el año 1851. Holyoake buscó un término distinto de ateísmo para referirse a una postura que buscara dirigir la vida según consideraciones naturalistas o humanistas (seculares), sin tener que rechazar de manera tajante la religión, permitiendo así la relación con los creyentes. Holyoake definió el secularismo asociado al humanismo como una postura laica más amplia y laxa que el ateísmo.

El secularismo se define como una tendencia a separar los asuntos civiles de los asuntos religiosos

Índice de temas

Breve historia del secularismo.

El secularismo es una tendencia que comenzó a desarrollarse paulatinamente en la cultura occidental a partir del desarrollo de las ciencias, el pensamiento crítico y los diversos movimientos sociales lo largo de la historia. Principalmente, con la llegada de las revoluciones industriales y la Revolución Francesa como movimiento político, el secularismo se convirtió en una tendencia cada vez mayor en términos de una crítica a la influencia de la Iglesia Católica sobre la sociedad europea.

Ya durante el Renacimiento, con la influencia del humanismo, la valoración del ser humano como centro del mundo comenzó a tener cada vez mayor incidencia sobre la cultura y el pensamiento occidental. El Renacimiento priorizó la figura humana en detrimento de la divinidad como centro del mundo cultural y epistemológico de la época, lo que dio lugar al surgimiento de las primeras posturas seculares y laicistas en materia de sociedad y religión.

Con la llegada del Cisma de la Iglesia Católica y el protestantismo como movimiento religioso secular, se establecieron los primeros pasos de un secularismo en términos de la crítica al poder eclesiástico. La Reforma protestante de Martin Lutero significó un profundo cuestionamiento a la influencia y el poder de la Iglesia Católica sobre la sociedad europea. Lutero cuestionó los privilegios del clero y los abusos de poder de la Iglesia, iniciativa que repercutió hondamente en la cultura religiosa y social de la Europa de los siglos XVI y XVII.

Protestantismo
El protestantismo significó una profunda crítica al poder de la Iglesia Católica sobre la sociedad europea

El advenimiento de la Revolución Francesa en 1789 cambió radicalmente las relaciones entre la Iglesia y el Estado. En la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano se estableció el principio de libertad de conciencia, también conocido como libertad de pensamiento o libertad de creencia, según el cual «Ninguna persona debe ser importunada por sus opiniones ni por sus creencias religiosas, siempre y cuando su manifestación no perjudique al orden público establecido por la ley». Este principio marca un hito en la historia del secularismo como una de las primeras manifestaciones políticas de un orden secular en el Estado moderno.

El humanismo secular comenzó a tener cada vez mayor influencia a partir del auge de la Ilustración (XVIII), como movimiento basado en el racionalismo, la ciencia y la ética laica, cuyas ideas forjaron modelos laicistas y secularistas de concebir la sociedad y la política. El Iluminismo trajo consigo un profundo proceso de secularización de la sociedad europea que acrecentó aún más las diferencias entre ciencia y religión, teniendo importantes repercusiones en el ámbito cívico, social y político. El surgimiento de los Estados modernos, basados en el modelo de la democracia liberal, significó un importante avance del secularismo en la esfera política. La filosofía política desarrollada a partir de las nuevas ideas de la Ilustración dio ligar al surgimiento del constitucionalismo, el liberalismo y el republicanismo como nuevos modelos teóricos para fundamentar el poder político en la sociedad sin recurrir a la religión o la teología.

A partir de entonces, los límites a la influencia de la Iglesia sobre la realidad política fueron en aumento. Las nuevas formas de concebir la libertad democrática dieron lugar a principios de neutralidad religiosa en el Estado. En la actualidad, la mayoría de los Estados democráticos son considerados Estados laicos, se fundan en el principio de neutralidad religiosa del Estado y garantizan la libertad de culto como un derecho esencial de los ciudadanos.

Revolución francesa
La Revolución Francesa significó un profundo quiebre en las relaciones entre la Iglesia y el Estado

Fundamentos teóricos del secularismo.

Secularismo y humanismo: el humanismo secular.

Se denomina humanismo secular a una filosofía naturalista y humanista cuyas implicaciones repercuten directamente en el plano de la ética, la política y la sociedad. En líneas generales, el humanismo secular, también llamado humanismo laico o ateo, se fundamenta en el método científico y una filosofía naturalista que rechaza el dogma religioso, el sobrenaturalismo y la superstición.

El humanismo como corriente filosófica resulta de un concepto amplio, que tuvo su origen en los albores del Renacimiento (s. XIV) y que se caracterizó por destacar la importancia de la esfera humana en la vida intelectual, ética y social. Los primeros humanistas se vieron especialmente representados por el naturalismo grecorromano y de allí produjeron su propia filosofía a partir de valores propiamente humanistas: la razón, la experiencia, la lógica y la ética.

Durante la Ilustración, el desarrollo de la ciencia, la razón y las revoluciones industriales dieron lugar a que los pensadores y filósofos tomaran una postura crítica frente a la Iglesia y la autoridad religiosa. Surgió lo que hoy conocemos con el nombre de «librepensamiento», es decir, una posición libre de dogmas frente a los asuntos de la vida intelectual, ética y política de la sociedad.

Humanismo secular
El humanismo secular es una corriente filosófica y política que se basa en la razón, el naturalismo y el rechazo a la religión en términos políticos y filosóficos

Tres manifiestos humanistas.

Durante el siglo XIX y el XX surgen los «Manifiestos humanistas». El primero, titulado Un manifiesto humanista, fue redactado en 1933 y escrito principalmente por Raymond Bragg y Roy Wood Sellars. El documento contó con la participación de más de treinta filósofos y pensadores humanistas, entre los cuales se destacó el filósofo norteamericano John Dewey. Este primer manifiesto estuvo impulsado por los humanistas religiosos no teístas, quienes buscaron desarrollar una filosofía racional y una ética deísta con el fin de presentar una alternativa a las religiones de la época sin rechazar el espíritu religioso en sí. El surgimiento del deísmo como alternativa espiritual a las religiones dogmáticas fue de vital importancia en la transición del humanismo religioso al humanismo secular.

El segundo Manifiesto humanista fue escrito por Edwin Wilson y Paul Kurtz, y publicado en 1973 como una respuesta emergente a las crisis humanitarias provocadas por el auge de los fascismos y la Segunda Guerra Mundial. Este segundo manifiesto estableció propuestas fundamentales del humanismo contemporáneo como la ponderación de los derechos humanos, la oposición al fascismo, el rechazo a las armas de destrucción masiva, y otras propuestas como la legalidad del divorcio, el control de la natalidad y el aborto. Algunas líneas más representativas de este manifiesto versan: «Ninguna divinidad nos salvará; debemos hacerlo nosotros mismos» y «Somos responsables de lo que somos hoy y de lo que seremos mañana».

El tercer Manifiesto humanista fue publicado en el año 2003, se tituló El humanismo y sus aspiraciones, y fue redactado por la AHA (Asociación Humanista Americana). El nuevo documento se postuló como la síntesis de los anteriores y se apropió del título «Manifiesto humanista». Esta nueva edición es de carácter sintética y enumera seis principios fundamentales del humanismo contemporáneo:

  1. Empirismo gnoseológico: El conocimiento del mundo se obtiene a partir de la experiencia y el análisis racional.
  2. Evolucionismo antropológico: El ser humano es parte de la naturaleza y su origen es el producto del desarrollo evolutivo, en un proceso no guiado por ninguna entidad divina.
  3. Naturalismo ético: Los valores morales y éticos se derivan de la interacción humana y sus capacidades valorativas, no de preceptos divinos o teológicos.
  4. Idealismo social: El ser humano se realiza a sí mismo a partir de la participación de cada individuo con los ideales de la humanidad.
  5. Sociología humanista: Los seres humanos son por naturaleza seres sociales y encuentran sentido a su existencia en los vínculos.
  6. Colectivismo y colaboracionismo: El trabajo en beneficio de la comunidad y la sociedad son la fuente de la felicidad individual.
Manifiestos humanistas
Los manifiestos humanistas contribuyeron al desarrollo del secularismo a lo largo del siglo XX

Filosofía y ética secular.

La ética secular o ética laica es un modelo ético propio de la filosofía moral que se fundamenta únicamente en las capacidades humanas como la experiencia, la razón, la lógica o la empatía para definir sus valores morales. En este sentido, busca desarrollar una concepción ética y moral de la vida humana sin recurrir a influencias de conceptos religiosos o teológicos para fundamentar las acciones morales. Existe un amplio conjunto de éticas basadas en principios laicos o seculares, las cuales tienen su origen en corrientes de pensamiento más amplias como el humanismo, el laicismo, el racionalismo o el empirismo.

La ética secular descarta la esfera divina o teológica de la fundamentación moral y se sustenta en modelos basados en el humanismo, el naturalismo y en las normas y convenciones propias de las sociedades civiles, sin recurrir a ninguna autoridad religiosa. A nivel filosófico, la ética secular cuestiona la influencia religiosa sobre el plano de la moral y argumenta que no son necesarias las concepciones religiosas para dirigir los actos humanos.

Ética secular
La ética secular aboga por la liberación de la influencia de la religión en los asuntos éticos y morales

Éticas seculares.

Los modelos de éticas seculares más destacados son:

  • Ética humanista: El humanismo, en el plano de la ética y la moral, se sustenta bajo el concepto de una naturaleza humana común, según la cual, los seres humanos son capaces por sí mismos de establecer sus propios conceptos y valores morales sin depender de religión o dogma teológico alguno. Existe en la naturaleza humana una noción moral intrínseca que permite desarrollar una moralidad y principios éticos a partir de la razón, la intuición y la empatía.
  • Ética de la virtud: Se trata de una ética que se basa en el desarrollo del carácter como sustento de las buenas acciones. En este sentido, la ética de la virtud puede ser entendida como una ética secular, debido a que no depende de concepto religioso alguno para fundamentarse, sino que establece que el ser humano puede construir, a partir del hábito y la costumbre, un carácter moral virtuoso.
  • Ética deontológica: Se trata de una ética basada en principios formales como rectores de la conducta moral de las personas. La ética deontológica se basa en el concepto del deber para establecer principios morales universales que sean capaces de dirigir correctamente la conducta humana. En este sentido, la deontología es una ética secular o laica, debido a que prescinde de religión o dogma teológico para fundamentarse. En cambio, la ética deontológica apunta a actuar «por deber» según un principio moral interno al individuo.
  • Utilitarismo y consecuencialismo: Ambas teorías éticas se basan en los resultados de las acciones para determinar si son correctas o incorrectas. Si el resultado de una acción produce mayor placer para el mayor número de personas, tanto el utilitarismo como el consecuencialismo consideran a dicha acción una buena acción moral, sin detenerse en aspectos del carácter o los principios formales que llevaron a dicha acción. En este sentido, ambas posturas éticas son seculares, ya que sus conceptos se basan únicamente en el resultado de las acciones y no en valores o preceptos religiosos.
Ética secular
Toda ética secular busca fundamentar sus valores a partir de conceptos no religiosos

Secularismo en la política y el Estado.

A nivel político, el secularismo y el laicismo son movimientos que abogan por la separación de la Iglesia y el Estado. Esto implica un conjunto de desvinculaciones como la eliminación del Estado confesional (basado en una religión oficial), la derogación o sustitución de leyes basadas en escrituras sagradas (leyes no-confesionales) y el rechazo absoluto a la discriminación por motivos religiosos.

Estado confesional vs Estado laico.

Se conoce como Estado confesional al modelo de gobierno basado en una religión oficial, a la cual el Estado reconoce como única fe en detrimento de las demás formas de creencia o religiones minoritarias. Históricamente, el Estado confesional fue la forma natural en la cual los Estados se constituyeron como instituciones adoptando una religión específica como credo oficial del gobierno y la sociedad.

Durante el Imperio Romano (s. I a s. V d. C.), el culto al emperador fue una forma de conciliar el politeísmo heredado de los griegos con el sistema político romano. Durante esta etapa se consideró al politeísmo grecorromano la religión oficial, mientras que el cristianismo fue perseguido. Posteriormente, con la conversión del emperador Constantino al cristianismo (312), la religión oficial del Estado pasó a ser el culto cristiano y el politeísmo antiguo fue considerado una religión pagana, prohibida por el Estado cristiano. Luego, con la doctrina de las dos espadas (s. V), se alcanzó el mayor nivel de Estado confesional, en el cual se reconoció universalmente la supremacía del poder espiritual (el papado) sobre el poder del Estado. A partir de esta doctrina, se funda una teocracia, en la cual el poder político está totalmente fusionado con el poder religioso. Se llamó Plenitudo Potestatis (totalidad del poder) a la doctrina que otorgó poder absoluto a la figura del Papa por encima del resto de las iglesias y Estados cristianos europeos.

Así, el Estado confesional fue la forma que tomaron la mayoría de los gobiernos a lo largo de la historia. En la actualidad, aún existen Estados confesionales en casos como Armenia, la Ciudad del Vaticano o Costa Rica, que en su Constitución establece a la religión católica apostólica romana como el credo oficial del Estado.

Sin embargo, con el advenimiento histórico del secularismo y el laicismo y su progresivo avance sobre la esfera social y política, los Estados del mundo, en su gran mayoría, han abandonado el modelo del Estado confesional por el modelo de Estado laico. Actualmente, la mayoría de los Estados democráticos son de carácter liberal e incluyen en sus respectivas Constituciones principios y normas que garantizan:

  • Libertad religiosa y libertad de culto.
  • Tolerancia religiosa y prohibición de la discriminación por motivos religiosos.
  • Educación laica y política secular.
  • Libertad de expresión y libertad individual.
  • Principio de neutralidad del Estado.
  • Derecho civil, legislación secular e igualdad ante la ley.
  • Estado de derecho y separación de poderes.
Libertad religiosa
La libertad religiosa es uno de los principios fundamentales del Estado laico

Tipos de Estados laicos.

Un Estado laico se define, en sentido general, como un Estado neutro en materia religiosa, de manera que no ejerce apoyo ni oposición frente a ningún tipo de credo o religión. La condición de todo Estado laico supone la no injerencia de ninguna organización religiosa ni confesión de fe en el gobierno de un país.

En la actualidad, existen distintos tipos de Estados laicos que se diferencian en la forma en la que establecen la laicidad del Estado y su relación con las religiones:

  • Estado ateo: Se trata de la forma más extrema de laicidad e irreligiosidad del Estado. En estos modelos, no sólo se establece un Estado laico sino que, además, se promueve la irreligión, mediante la prohibición de cualquier religión, organización religiosa o secta. El Estado ateo se caracteriza por avanzar en la eliminación de edificios, monumentos, instituciones religiosas, libros sagrados, etc. En los casos más extremos, se procede a la destrucción de monumentos, edificios y quema de libros religiosos. Un caso de ateísmo de Estado en la actualidad lo constituye el gobierno de Corea del Norte, en el cual se establece la prohibición total de toda práctica o credo religioso en la sociedad.
  • Estado irreligioso o laico: Se trata del modelo de Estado laico tradicional, en el cual se establece la total neutralidad del Estado en materia religiosa. El Estado laico garantiza, mediante leyes y normas, la nula injerencia de cualquier organización religiosa sobre los asuntos civiles, políticos y estatales. Sus principios fundamentales son: la separación de la Iglesia y el Estado, libertad religiosa y neutralidad de Estado.
  • Estado aconfesional: Se trata de modelos de Estado que garantizan el principio de neutralidad, es decir, el Estado no tiene una religión o Iglesia oficial pero sí se interesa por las diversas expresiones religiosas de la sociedad. En el modelo aconfesional, se fomenta la igualdad, la tolerancia y la diversidad religiosa a través de leyes y políticas que fomenten en la sociedad la libertad de culto y expresión religiosa para todos los credos que coexisten en la sociedad civil.
  • Estado plurirreligioso: Se trata de un modelo de Estado que no sólo fomenta la diversidad religiosa, sino que, además, se encarga de ayudar y financiar a múltiples religiones que reconoce como parte del Estado. Los Estados multirreligiosos sostienen económica y políticamente a los clérigos, sus templos y actividades religiosas. Si bien se fomenta la tolerancia religiosa, en los casos de Estados multirreligiosos, aquellas religiones minoritarias que el Estado no representa pueden verse perjudicadas por los privilegios y beneficios de aquellas religiones que el Estado financia y apadrina oficialmente.
Separación Iglesia-Estado
El principio de separación de la Iglesia y el Estado representa la base del Estado laico

Citar este artículo

Aci, E. M. (4 de julio de 2024). Definición de secularismo. Historia, manifestaciones, filosofía, ética y política. Definicion.com. https://definicion.com/secularismo/