La retórica es un conjunto de reglas o de principios referidos al arte de hablar o escribir correcta y elegantemente. Tiene la finalidad de lograr el deleite o la persuasión en los interlocutores o la audiencia de un discurso. En retórica clásica, esto se nombra como arte del bien decir. En latín, ars bene dicendi.
Además de esto, la retórica es específicamente la materia encargada de estudiar las formas y las propiedades de los discursos. También se usa la noción para nombrar a lo referido o relacionado con esta misma disciplina, incluyendo a las personas dedicadas a estudiarla.
Por otro lado, el vocablo retórica sirve para referirse a los modos de expresión propios de un individuo. Coloquialmente tiene otras acepciones, como la de un uso rebuscado y artificial del lenguaje, una forma despectiva de utilizarla; o un argumento engañoso o una razón desubicada, también de una aplicación más bien negativa.
Etimológicamente, la palabra retórica viene del griego rhetorike techne, cuyo significado es arte del orador.
Índice de temas
La retórica como disciplina.
Como disciplina, la retórica se centra en construir con eficacia discursos persuasivos, pero también en teorizar sobre los modos de conseguir que estos discursos funcionen. Esto le da un carácter teórico y aplicado, puntualmente acerca de las capacidades de convencer utilizando la palabra como recurso.
Así, la retórica es la primera reflexión sobre lo discursivo o acerca del uso de la lengua al servicio de una intención comunicativa.
Tipos de retórica según la retórica clásica.
Según la retórica clásica, hay tres tipos de retórica, diferenciados por la finalidad que persiguen al analizar o construir discursos:
- La retórica judicial: es un tipo de retórica que persigue la finalidad de hacer un juicio respecto de lo que es justo o injusto frente a un tribunal. Se basa en una dinámica entre acusadores y defensores.
- La retórica deliberativa: busca discernir entre lo útil y lo nocivo en materia gubernamental. Se centra en una dinámica de exhortación y disuasión.
- La retórica demostrativa: también es llamada epidíctica, y su propuesta es la valoración de lo bello y lo feo. Sus medios son los elogios o la reprobación.
La retórica como campo de estudio.
En la retórica clásica lo que se hace es sistematizar las reglas y los preceptos que se relacionan con el arte del bien decir, que se contraponen a las reglas propias de la gramática, cuyo arte es el de decir correctamente.
En la Edad Media, la retórica formaba parte de la currícula escolar, junto con otras ciencias del lenguaje como la dialéctica o la gramática. Hasta la Edad Moderna, ha sido un campo de estudio que despertó un gran interés.
A pesar de esto, a lo largo de la historia el enfoque de la gramática fue desplazando a la retórica, que terminó formalmente descartada de los programas de estudio hacia 1885. Esta es una fecha aproximada, que en realidad se corresponde a la supresión de la materia en las escuelas francesas.
En la segunda mitad del siglo XX se han retomado los estudios en esta área, englobados en la nueva retórica, que se origina en los trabajos de estudiosos de estos campos.
Esta nueva disciplina concibe al lenguaje desde una esencia de persuasión por defecto. En este sentido, considera a la retórica como un precedente en la historia de las ciencias del lenguaje, que hoy en día se ocupan de estudiar el uso o los usos de la lengua.
La retórica según Aristóteles.
Según Aristóteles, la retórica puede dividirse en cuatro partes, fases necesarias para crear un discurso con eficacia. A estas cuatro, agregaremos además una quinta (la memoria), incorporada por la tradición romana.
Estas cinco fases son:
- La invención: en latín, inventio. Es la etapa cognitiva en la búsqueda de ideas para la temática acerca de la que tratará el discurso, sirviéndose de descartar otras ideas u otra información que no resulte de pertinencia. Es la fase en la que se deben encontrar las argumentaciones más apropiadas para la finalidad que se persigue y las circunstancias comunicacionales en las que será presentado el discurso.
- La disposición: en latín, dispositio. Es el tramo en el que se planifica el texto, organizándolo en secuencias que mantengan una coherencia y una orientación del argumento que privilegie la claridad. Según la propia retórica, el discurso se articulará en un exodio (una introducción que comienza a poner en tono a la audiencia), una narración (que busca brindar información acerca de la temática o el caso tratado), una argumentación (que tratará de convencer o disuadir, según el caso), y una peroración (que es lo que conocemos como conclusión o desenlace, y será cuando la persona a cargo del discurso trate de generar emociones en la audiencia).
- La elocución: en latín, elocutio. Esta etapa es de expresión, en la que el discurso tomará forma en un idioma y en un estilo. Según esta rama, el estilo correcto tendrá en cuenta cuatro propiedades necesarias (que sea correcto, claro, elegante y decoroso), que orientarán lo que se seleccione en cuanto al léxico y a la gramática. Lo que se conoce como figura retórica es, por ejemplo, un recurso de elocución puesto en función de la búsqueda de lo bello y lo persuasivo del discurso.
- La memorización del discurso: en latín, memoria. En este momento se persigue la intención de que el discurso se imprima en la mente por un tiempo determinado para que se pueda comunicar oralmente frente a un auditorio.
- La acción oratoria: en latín, pronuntiatio. Es el quinto paso, en el que se actúa o espectaculariza el discurso. En este punto, las técnicas que propone la retórica son relativas a cómo mover el cuerpo, cómo gesticular y cómo modular la voz.
La retórica de la imagen.
En un mundo cada vez más tendiente a la comunicación visual es lógico que surjan disciplinas dedicadas a su estudio.
La retórica de la imagen llega para cubrir esa necesidad, dedicándose a estudiar los procedimientos y las técnicas para comunicar visualmente un mensaje que sea fácil de transmitir a un público, con eficacia y cuidando la estética, privilegiando la persuasión y la transmisión de un mensaje destinado a convencer y ser recordado.
Más allá de su uso general, la retórica de la imagen refiere específicamente a los estudios de Roland Barthes en el campo de la publicidad y sus discursos.
Qué es una pregunta retórica.
Las preguntas retóricas son interrogantes que no están esperando una respuesta. Generalmente, forman parte de una forma de discurso que busca hacer pensar críticamente al que lo escucha.
Citar este artículo
Krause, G. (22 de septiembre de 2022). Definición de retórica. Tipos, alcances, usos, estructura y otros. Definicion.com. https://definicion.com/retorica/