El término memorándum (o memorando) hace referencia a una nota en la que se detallan cosas que es necesario recordar. Si bien su empleo más habitual se da dentro de las organizaciones, también puede aplicarse al ámbito diplomático y a ciertos cuadernos anotadores que se utilizan con este fin específico.

Su fuente etimológica reside en el latín, pero no proviene directamente de allí: es un cultismo que llega a través del inglés (del mismo modo que lo hacen los términos referéndum o ultimátum, por ejemplo). Su raíz es la misma que la de la palabra memoria y, unida al sufijo -ndum, que denota obligación, conforma “aquello que obligatoriamente debe ser recordado”.

Características del memorándum.

Como se ha dicho, el memorándum hace referencia a una nota, pero no es cualquier nota: hay un elemento de formalidad que necesariamente ha de estar presente. No es extraño, de hecho, que se trate de un comunicado impreso en papel de un gramaje mayor al estándar, o en uno predefinido con los signos distintivos, logotipos o escudos de la organización emisora.

En la misma línea, su redacción suele ser muy precisa. El mensaje que se transmite es directo, no suele entretenerse en detalles innecesarios, y no se utilizan palabras o expresiones informales. Se considera que el memorándum es, en sí mismo, un acto comunicacional completo, ya que no conlleva una espera implícita de respuesta.

Se trata de mensajes unidireccionales. Por este motivo, los memorandos no suelen contar con un párrafo destinado al cierre de la misiva, como sí sucede en las cartas. Directamente, una vez que se terminó de transmitir la información, se aplica la firma del emisor y, de proceder, su sello.

Memorándum registra lo que debe ser recordado.
En un memorándum se detalla información específica que es importante recordar.

Partes componentes del memorándum.

Por lo general, una nota de estas características cuenta con las siguientes partes esenciales:

  • En el encabezado suele colocarse el logotipo, membrete o signo distintivo de la organización emisora. Muchas veces se imprime esto a color en hojas especialmente preparadas para comunicaciones formales.
  • A continuación se detalla la fecha y, en algunos casos, la hora y el lugar de emisión.
  • En este punto se coloca, en los casos en los que procede, una numeración de registro interno. Este registro es un elemento que da cuenta del carácter formal del memorándum, ya que muchas organizaciones los archivan tanto en sus versiones online como impresas, para tener el respaldo probatorio luego, en caso de necesitarlo.
  • En cuanto a la nota en sí, dado el carácter formal de este tipo de redacciones, es bastante habitual que comiencen con la misma palabra “Memorándum”, escrita en negrita y en versalitas. Con ello se busca que resalte desde el inicio el efecto comunicacional buscado, y que los lectores lo asimilen de ese modo. Esta palabra suele colocarse a la izquierda, aunque también es válida su ubicación centrada.
  • Luego sigue un espacio activo (es importante en las comunicaciones formales el sentido de estructura, que todo se encuentre ordenado y en su sitio, y que no se agrupen las palabras al continuar en el renglón inmediatamente abajo), y al espacio activo le sigue el nombre de la persona o la organización destinataria del mensaje. En caso de tratarse de destinatarios múltiples, lo cual es válido, simplemente se lo aclara en esta instancia (por ejemplo, “A todos los Subgerentes del Área Contable”).
  • Y en este punto se nombra el asunto. Lo que se busca es brindar un resumen conciso de lo que luego se leerá. Pero, a la vez, no es recomendable que se vuelva abstracto. Por ejemplo, un memorando en cuyo asunto figure la palabra “Sueldos” será un tanto vago, y la persona receptora podría esperar cualquier cosa de la nota que continúa; pero si lee en el asunto la expresión “Propuesta para un incremento salarial” ya tendrá una idea más acotada.
  • En cuanto a la redacción del texto, como se ha mencionado, por motivo de la formalidad del memorándum, es necesario que se desarrolle empleando un lenguaje preciso y muy respetuoso. Suelen utilizarse palabras elegantes, sofisticadas. Y, por el hecho de que el número de registro dejará este tipo de comunicaciones archivadas y accesibles a otras personas, es importante que estos principios se respeten aun cuando el individuo emisor y el receptor pudieran tener una relación de cercanía en el ámbito de sus vidas privadas.
  • Cuando se ha cumplido con comunicar el mensaje que dio lugar al memorando, sin necesidad de despedida, la persona emisora firmará el documento, y, en caso de ser procedente, lo sellará también.
Encabezado de memorándum con logo.
El encabezado de un memorándum suele llevar el logo de la organización emisora.

Memorándum en el mundo organizacional.

En el ámbito de las empresas, el memorándum es la nota o la comunicación escrita que se da dentro de las organizaciones o entre ellas. Por ende, puede estar dirigida: a una persona en particular; al área de una organización; o a la organización entera. Además, por supuesto, puede tener múltiples destinatarios.

Los criterios que se establecieron al hablar del memorándum en general, en lo relativo al cuidado del lenguaje y a su carácter formal, aplican del mismo modo aquí. Mediante este tipo de comunicaciones pueden solicitarse o enviarse informes, pero con un compromiso mayor a nivel responsabilidad que el que generaría un mero intercambio informal.

Por ejemplo, si por medio de un memorándum se le consultara al área de Recursos Humanos de una empresa un tema salarial o de vacaciones, la respuesta ha de ser estudiada y precisa, dado su eventual carácter vinculante.

Memorándum en el ámbito de lo diplomático.

Cuando se habla de un memorándum en el terreno de las relaciones diplomáticas, se hace referencia a un tipo de comunicación de menor grado a la memoria. Este tipo de memorándum diplomáticos no suelen contar con la firma de la persona que los redacta.

Memorándum de Entendimiento o MDE.

El Memorándum de Entendimiento es un documento en el que se detalla un acuerdo de dos o más partes. Puede expresar una línea de convergencia entre los firmantes, una explicitación de su deseo de emprender una acción común.

Por lo general se emplea en situaciones en las que las partes quieren dejar asentada su intención de trabajo conjunto, pero, por motivos diversos, no quieren o no pueden dejar constancia de ella en un marco estrictamente legal. Más allá de esto, ha sucedido que los tribunales han reconocido, en ciertos casos puntuales, que los Memorándum de Entendimiento cuentan con la misma capacidad vinculante que los contratos.

En el ámbito del Derecho Internacional Público, los Memorándum de Entendimiento han alcanzado el estatus de tratados, y, como tales, deben seguir el procedimiento necesario para su registro en la base de tratados de la ONU, en la medida en que conlleven aparejada la intención de poner en marcha derechos y obligaciones entre las partes. El asunto con los MDE, desde el punto de vista práctico, reside en que en varios países pueden obtener su implementación sin la aprobación parlamentaria. Por ende, es común su empleo a fin de modificar tratados preexistentes.

Memorándum como anotador
Un memorándum también puede ser un anotador para registrar cosas puntuales.

El memorándum como anotador.

En una acepción diferente a todas las demás, este término también se emplea para describir ciertos cuadernos o anotadores. Lo distintivo en estos casos es el elemento de registro de cosas puntuales, que los lleva a recaer en el ámbito etimológico de “aquello que ha de ser recordado”. Los diarios personales o las libretas anotadoras de los artistas son ejemplos válidos, como así también los cuadernos anotadores en los que se registran los movimientos de proyectos o entradas y salidas de capital en una empresa.

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Lehrer, L. (16 de enero de 2022). Definición de memorándum. Sus características, sus partes y su aplicación en distintos ámbitos. Definicion.com. https://definicion.com/memorandum/