La palabra carta, de origen latino, se emplea para señalar un papel que contiene un comunicado o escrito de una persona, y que se envía a otra. Su uso como medio de comunicación es el más extendido en la lengua española.
Es también el nombre con el que se conoce al elemento para escribir: esto significa que puede identificar tanto a la forma de comunicación como a la superficie en sí que se emplea para llevar a cabo este acto comunicativo.
Sin embargo, tiene además otros significados: es la denominación con la cual se conoce al listado de productos (comida y bebida) en un restaurante o una casa de preparaciones gastronómicas. Es, asimismo, el nombre con el que se describen pequeñas cartulinas (también bautizadas como naipes) que conforman una baraja y que se reparten para empezar un juego.
El término, si bien proviene del latín charta (papel, o papiro), tiene su origen realmente en un concepto griego: χάρτης, chartés. Este se empleaba para señalar un mapa; es por tal motivo que términos como “cartografía” significan representación gráfica o dibujo de mapas.
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Como medio de comunicación.
Cuando se hace alusión al concepto de “carta” como medio de comunicación, existen algunas características que son rápidamente identificadas:
- Tiene un emisor y un receptor, que en estos contextos se denominan remitente y destinatario, respectivamente
- La carta va guardada dentro de un sobre, que a su vez contiene la información necesaria para llegar a su destinatario (nombre, dirección y código postal tanto de quien la envía como de quien la recibe)
- Es un texto, de menor o mayor extensión, en el cual se describe una situación, se cuenta un evento, se solicita algo con urgencia o se hace entrega de algo importante
- Era un sistema de comunicación muy empleado hasta la llegada de la tecnología; no ha dejado de emplearse, pero sí ha caído en desuso a manos de otros sistemas más veloces (correo electrónico, comunicación por redes sociales)
La carta fue el medio de comunicación más extendido de muchas civilizaciones desde, incluso, ocho siglos antes de Cristo (hay registros de servicios postales en Asiria ya alrededor del 700 a. C.). Hoy, los e-mails y los sistemas de mensajería (como WhatsApp o Telegram, entre otros) ocupan el lugar como medio de comunicación que antaño detentaban las cartas.
Tipos.
Existen algunos tipos específicos de cartas muy empleados; la diferenciación más común es entre carta informal y carta formal. El primero alude a un contenido relajado, con lenguaje cotidiano y familiar, en el que la rectitud del lenguaje no es el eje principal.
Por otra parte, una carta formal es toda aquella comunicación redactada con lenguaje cuidado, de modo claro, con precisión, sin muletillas. Suelen ser cartas en las que se notifica algo particular.
Son utilizadas principalmente como comunicación entre dos partes que no están en igualdad de jerarquía (un jefe y un empleado, por ejemplo). Encontramos múltiples ejemplos:
- de despido
- de agradecimiento
- de disculpa
- de presentación (que acompaña a un curriculum vitae)
- de reclamo (donde se establece comunicación con alguien en un alto nivel jerárquico, a fines de emitir una queja por algún hecho)
Carta magna.
El concepto de carta magna, que comenzó a utilizarse a partir del siglo XIII d. C. , se vincula con los derechos, responsabilidades y deberes que deben estar presentes en una nación. Más específicamente, el nombre original era Carta Magna, debido a que alude a un documento firmado en 1215 por el rey Juan I (Inglaterra).
El sistema feudal de la época ponía en peligro tanto a nobles como a los demás miembros de la comunidad, ya que frente a la muerte de quien se hacía cargo de un feudo, el rey podía disponer a su antojo de esas tierras. Incluso, podía indicar qué debían hacer la viuda y los hijos, lo cual limitaba sus autonomías.
El documento que un grupo de barones redactó fue firmado por el rey tras que aquellos se levantaran en armas. Esto supuso una base para lograr reconocer hasta dónde podía llegar su poder. Posteriormente, las diferentes naciones que fueron surgiendo construyeron sus propias cartas magnas, en las que indican cuestiones elementales como derechos, libertades constitucionales y límites al poder del Estado.
Juego de cartas.
Los juegos de cartas, también llamados juegos de naipes, son un tipo de entretenimiento que tienen una larga historia en las sociedades. Se afirma que surgieron en China, alrededor del siglo VII d. C. . Cabe destacar que los juegos de cartas se incluyen dentro de los denominados juegos de mesa: estos sí datan de, al menos, siete siglos antes de Cristo.
El recorrido geográfico que se presume pudo haber tenido lugar es el siguiente: desde Asia los viajeros llevaron este juego hacia Oriente; desde allí, ingresaron a África y, a través del estrecho de Gibraltar, a Europa. Ya hacia el siglo XV d. C. , en Francia se empieza a comercializar una de las barajas más populares: la baraja francesa (esta le dará paso, posteriormente, a la famosa baraja inglesa). Tradicionalmente, cuenta con 52 cartas distribuidas en 4 palos de dos colores, rojo y negro:
- diamante
- corazón
- trébol
- pica
La baraja francesa contaba con figuras representativas de la cultura; la inglesa simplifica tales imágenes y solo deja palos y números.
Otra famosa baraja es la española, que data de al menos el siglo XVI d. C. : en ella hay 48 cartas, también distribuidas en cuatro palos:
- oro
- copa
- espada
- basto
En algunos pasatiempos, suelen apartarse las cartas del 8 y del 9, lo que deja un total de 40 cartas.
Algunos juegos de cartas populares son el truco, el chinchón, la casita robada: estos suelen permitir múltiples jugadores (idealmente, hasta 6 u 8). Existen, sin embargo, algunos desafíos para jugar de a una persona: el más popular es el solitario.
Tras mezclar las cartas, se las ubica en columnas, boca abajo; con ayuda del mazo (el resto de cartas que no va en las columnas), si es necesario, se comienzan a dar vuelta las cartas inferiores de las columnas, y a armar cada conjunto de palos. Se gana cuando logran armarse todos los mazos correspondientes.
En astrología.
En la astrología, existe la denominada “carta astral”: esta puede traducirse como un mapa de lo que ocurría en el cielo en el momento exacto en el que nacimos. Para poder iniciar su armado, es fundamental tener en cuenta algunos datos:
- Día, mes y año exactos del nacimiento
- Horario exacto del nacimiento (la carta astral cambia si la persona nació a la madrugada, a la mañana o a la noche)
- Lugar exacto de nacimiento (localidad o municipio, provincia o estado y país)
A partir de estos datos, se consigue determinar los principales planetas y signos que influyen en nuestra carta. La rueda zodiacal, que se compone de 12 signos, 12 casas (cada una es regida por un signo específico, y se le atribuyen características particulares) y 10 planetas, representa a la Tierra en el centro y a todos estos elementos a su alrededor.
La lectura de una carta astral requiere una formación y un estudio particular, de este modo se puede interpretar lo que en este gran mapa astral está plasmado.
En la actualidad, el interés por las lecturas e interpretaciones de las cartas astrales ha ido creciendo. Muchas críticas provenientes de disciplinas como la psicología y otras se basan en que no posee un método científico que pueda comprobarse. Se apunta también contra la redacción general y superficial que en ocasiones se encuentran en instrumentos vinculados con el zodíaco y los signos (como el horóscopo diario).
Es importante tener en cuenta que la carta astral, como otros instrumentos, puede ordenar nuestra comprensión sobre nosotros, sobre nuestros vínculos y ayudarnos a saber quiénes (y cómo) somos. Sin embargo, es fundamental que pueda ser contemplado como un elemento más para conocernos, y no uno definitivo y absolutamente efectivo.
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Fernández, A. M. (6 de octubre de 2022). Definición de carta. Características, historia y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/carta/