Inmoral es el nombre con el que se conoce a un acto, un evento o un hecho que se opone a las buenas costumbres de un grupo social, es decir, que se opone a la moral.

Es un término de larga data en la historia de las sociedades, y su definición puede ser abordada desde diferentes perspectivas (como la filosofía, o la religión).

Es el antónimo del término moral que, a su vez, proviene del término morālis, es decir, aquello relativo a las costumbres o al modo de vivir.

Lo inmoral, lo moral y lo social.

Lo social
La concepción de qué es inmoral y qué no depende, fundamentalmente, de lo que el cuerpo social dictamine.

Una comprensión más cabal de qué es considerado inmoral no puede ser posible si no se considera, antes, qué es la moral.

Moral es el nombre con el que se conoce a todo el conjunto de normas, costumbres, tradiciones, valores e incluso de creencias que constituyen una parte elemental de una sociedad y, por ende, de sus individuos.

Este tipo de consideraciones tiene un estrecho vínculo con aquello que se considera correcto y aquello que no lo es.

¿A qué responde esta distinción? Tiene que ver con el conjunto de leyes, en sentido simbólico, respecto de lo aprobado en una sociedad y lo que no.

Dicho de otro modo, es el mismo grupo social el que regula qué comportamiento está permitido y cuál no, a través de principios más o menos determinados. Lo que no se adecúa con estas normas puede ser clasificado dentro de dos grupos:

  • Lo inmoral, es decir, aquello que se opone a los actos morales;
  • Lo amoral: este es el nombre con el que se conoce a toda persona que carece de moral.

Si bien son conceptos que se parecen, no aluden a lo mismo.

Lo inmoral.

Dentro de la definición de inmoralidad, se incluyen todas aquellas acciones que atentan contra las buenas costumbres:

  • Un robo o una estafa
  • Una manipulación o un fraude
  • Una traición o un engaño
  • Un acto de corrupción o de soborno
  • Quitarle la vida a alguien

Sin embargo, también pueden incluirse dentro de este grupo otro tipo de acciones, como mentirle a nuestros afectos o hacer trampa. A diferencia del primer grupo de actos, estos no están contemplados, además, como delitos. Los primeros sí, y su pena puede ser muy variada (desde una multa hasta pasar tiempo en la cárcel).

Delitos
Hay actos que, además de ser inmorales, constituyen también un delito, y pueden implicar la cárcel.

Lo amoral.

Por otra parte, encontramos el concepto de amoral. A diferencia de lo inmoral, que es actuar contra las buenas costumbres, la amoralidad se caracteriza por la carencia (tal y como el prefijo a- lo indica etimológicamente) de la moral.

En este sentido, una persona amoral es quien no sigue las costumbres y leyes que un grupo social sí aplica cotidianamente.

Otro rasgo de este concepto es que, si bien la conducta no se rige por los parámetros sociales establecidos, no necesariamente puede concebirse como un crimen, por ejemplo, o como una acción penalizable.

Por este motivo, los actos amorales no pueden juzgarse de igual modo que aquello inmoral: no se adecúa con las normas, pero no puede ser inscrita dentro de una categoría dentro de lo correcto o lo incorrecto, ya que va por fuera de ello.

El taoísmo, una tradición filosófico-espiritual originaria de China, abraza, en sentido simbólico, los actos morales. Esto ocurre como resultado de promover que cada persona pueda experimentar el mundo en todas sus facetas, es decir, con lo bueno y lo malo. De este modo, la persona puede aprender a través de la propia experiencia, sin atarse a normas que coarten su voluntad.

Taoísmo
La doctrina taoísta abraza lo amoral en el sentido de que promueve experimentar lo bueno y lo malo y aprender de ello.

Actos inmorales y valores morales.

La inmoralidad, en tanto en cuanto implica alejado de las buenas costumbres, es profundamente contextual, ya que no todas las sociedades consideran como negativas las mismas acciones.

Por este motivo, es posible identificar estas variaciones con mayor claridad cuando lo pensamos desde lo que un mismo acto representa para diferentes culturas.

Consideremos, por ejemplo, lo que ocurre alrededor del mundo con las parejas homosexuales. Los vínculos entre personas del mismo sexo son parte e la historia de la humanidad, tan antiguo como los vínculos entre personas heterosexuales.

Sin embargo, en la actualidad, hubo un gran avance en muchos países al despenalizar esta orientación. Además de ello, en muchos ya es posible que las personas puedan acceder al matrimonio igualitario, tanto en el plano civil como en el plano religioso.

En países como Argentina, Brasil, Nueva Zelanda, Estados Unidos, España y muchos otros más, el matrimonio igualitario ya es un derecho. Sin embargo, muchos otros países no solo no cuentan con matrimonio igualitario, sino que penalizan (con cárcel e, incluso con pena de muerte) a quienes ejercen su sexualidad por fuera de lo heteronormado.

En el continente africano, alrededor de 40 países penalizan la homosexualidad; en otros países como Irán, la pena de muerte continúa vigente para quienes mantienen vínculos con personas del mismo sexo.

Cabe destacar, a propósito de este caso, que muchas veces la clasificación de un acto como inmoral es, en realidad, una forma de discriminar a ciertos sectores sociales y de cometer abusos contra ellos en nombre de un principio social. Esto no es solamente algo que ha ocurrido históricamente con quienes forman parte de la comunidad LGTBIQ+ y la homofobia que sufren con, por ejemplo, las calificaciones de que sus vínculos son pecaminosos o una degradación moral.

Un ejemplo histórico de actos considerados inmorales tuvo lugar en la época medieval, y es conocido como la caza de brujas. En aquella época, y como resultado de la fuerte impregnación social que el discurso religioso tenía, toda práctica que no se adecuara con la norma de conducta católica era considerada inmoral, peligrosa y una transgresión muy grave.

De este modo, la práctica de rituales (tal y como históricamente las comunidades de todas las sociedades han efectuado) fue condenada con gran violencia. La persecución contra todas aquellas personas consideradas herejes (curanderos y curanderas, por ejemplo) fue potenciada por la superstición de que los males sociales eran resultado de sus prácticas.

De este modo, la sociedad en general desarrolló una gran intolerancia contra cualquier persona considerada sospechosa de realizar estas prácticas.

Caza de brujas
En la época medieval, la persecución a quienes tuvieran ritos inmorales, por fuera de lo religioso, era castigada con la muerte en la hoguera.

Este prejuicio impactó, fundamentalmente, sobre las mujeres. A principios del siglo XII, fue emitida una bula papal, es decir, un documento con el sello del sumo pontífice que autorizaba a ciertos grupos sociales a perseguir a quienes eran sospechosos.

Con gran crueldad, miles de mujeres, fundamentalmente, fueron quemadas en la hoguera (considerada la única forma de expiar ese pecado). Estaban acusadas de ser las responsables de la decadencia social y de ejercer la brujería, considerada inmoral.

Las mujeres, en aquel momento, eran consideradas como propensas a ser influenciadas por el demonio. De este modo, la inmoralidad definida por un grupo social (el sector religioso) contó con un respaldo, la bula papal.

Con ella, se respaldaba legalmente la persecución y asesinato de toda aquella persona sospechosa de ejercer la brujería, ya que el poder ejercido por jueces y religiosos funcionaba al mismo nivel.

El cambio de percepción.

Con el paso del tiempo, quienes se han dedicado a estudios como la sociología o la filosofía han logrado desentrañar el vínculo entre conducta inmoral, discriminación de ciertos sectores sociales e, incluso, su patologización e invisibilización.

Esto permite poner en evidencia que, si bien hay actos que pueden ser considerados universalmente inmorales (como mentir, engañar o atentar contra la vida de una persona), muchas acciones consideradas indecorosas son concebidas de esta forma por los sectores más conservadores de la sociedad.

En tanto en cuanto somos seres sociales, que habitamos una sociedad diversa y cambiante, encontramos que muchas acciones consideradas inmorales simplemente van contra aquellas normas que los grupos más conservadores proponen como correctas. Es responsabilidad de todo el grupo social poder tomar conciencia de cómo la condena a uno u otro grupo social puede afectar profundamente a las personas.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (27 de abril de 2023). Definición de inmoral. Historia, conceptos y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/inmoral/