Se llama vicio al amplio conjunto de conductas, hábitos y actitudes compulsivas que se consideran nocivas para la salud de las personas, como las adicciones, la toxicomanía, el consumo desmedido de sustancias y otras conductas de carácter obsesivo-compulsivas. La adicción, ya sea a un tipo de sustancia, al juego, las apuestas u otro tipo de comportamientos compulsivos, son conductas que se consideran «viciosas» debido a las alteraciones y perjuicios que causan en la salud de quien desarrolla determinado vicio, ya que son acciones que se caracterizan por no tener un control sobre sí mismas, sino una compulsión desmedida que termina por perjudicar a la persona y a sus allegados.

Puede definirse al vicio como un mal hábito, provocado por el exceso de algún tipo de conducta, la cual, sin un control moderado, causa problemas en la salud de la persona, tanto física, mental como socialmente. Los vicios afectan la integridad de las personas llevándolas a un progresivo deterioro de su estabilidad, su autocontrol y su capacidad para entablar relaciones y vínculos sociales sanos.

Los vicios, y la conducta viciosa en general, representan un problema personal, ya que perjudica directamente a la persona que lo desarrolla, pero también son una problemática social, debido a que el factor social es determinante en la generación y desarrollo de las conductas compulsivas. Las relaciones interpersonales y sociales se ven gravemente afectadas por el exceso y proliferación de los vicios en ámbitos diversos, en los cuales se transmiten y elaboran las conductas viciosas, mediante prácticas sociales que fomentan, de distintas maneras, las conductas compulsivas en la sociedad.

El desarrollo de la conducta viciosa tiene múltiples causas, en las que intervienen factores genéticos, psicológicos, sociales, etc. La generación de una conducta o comportamiento vicioso corresponde a un complejo entramado en el que no sólo interviene el factor personal, sino también es de vital importancia el contexto socio-cultural en el que se desarrollan las diversas conductas compulsivas.

La Organización Mundial de la Salud no cuenta con una definición oficial de “vicio”, pero define a la adicción como una enfermedad física, psicológica y emocional que genera una dependencia o necesidad compulsiva hacia una sustancia, actividad o relación. En este sentido, puede entenderse al vicio de manera similar, aunque sin considerarlo una “enfermedad”, sino una conducta, hábito o costumbre que, en exceso, representa un peligro para la salud de las personas.

Etimológicamente, la palabra vicio proviene del latín “vitium” que significa “falla” o “defecto”, dando con el significado de vicio como un error o déficit en la conducta de una persona, o para referirse a determinada acción, idea o cosa que se considera defectuosa y perjudicial en algún sentido.

Alcoholismo
El alcoholismo es considerado uno de los vicios más perjudiciales para la salud de las personas

Tipos de vicios.

El vicio, como conducta compulsiva y desmedida, puede desarrollarse a partir de diferentes disparadores que generan un comportamiento vicioso en las personas, debido a la falta de control en su uso o ejercicio, ya sea mediante sustancias (legales e ilegales) como las drogas, el alcohol o el tabaco; prácticas viciosas como el juego, las apuestas o la adicción al trabajo; relaciones interpersonales basadas en la codependencia y la toxicidad; o conductas compulsivas como la mitomanía, la cleptomanía o la piromanía. Así, los vicios pueden clasificarse según diferentes criterios:

Adicciones a sustancias.

  • Drogadicción: Se considera una enfermedad crónica provocada por el abuso y exceso en el consumo de algún tipo de sustancia, tanto legal como ilegal. La adicción a las drogas tiene origen en el desarrollo de vicios compulsivos a partir de hábitos desmedidos en relación al abuso de sustancias que pueden generar, química y psicológicamente, una dependencia cada vez mayor según el nivel de consumo. Por ejemplo, la adicción al tabaco, producida por la nicotina como sustancia química, genera una fuerte dependencia y necesidad de fumar de manera compulsiva.
  • Drogas ilegales: Son aquellas sustancias de las que no está permitida su comercialización ni consumo. Tanto la producción como la venta de estas drogas está prohibida y penalizada por la ley. En esta categoría, entra un amplio conjunto de sustancias ilegales entre las que se destacan los estupefacientes y narcóticos como la marihuana (cannabis), la cocaína y la heroína, las drogas sintéticas como el éxtasis, las metanfetaminas y las benzodiacepinas, entre otros opiáceos. Este tipo de drogas son consideradas sustancias ilegales en la mayoría de los países del mundo, y su uso y comercialización está penado por la ley.
  • Drogas legales: Son aquellas sustancias que no están penalizadas por la ley. Son un conjunto de drogas que, si bien no están prohibidas y su uso y comercialización está reglamentado y aprobado por la ley, no dejan de generar adicciones en casos de abuso o consumo desmedido. La adicción a la cafeína, el consumo de energizantes, la farmacodependencia, son formas de adicción de drogas legales que, utilizadas más allá de la receta de un médico o especialista y aplicadas para objetivos no médicos, pueden acarrear graves perjuicios a la salud de las personas, desarrollando adicciones y dependencia a sustancias farmacológicas. La automedicación y el abuso de fármacos sin autorización médica son uno de los principales agentes generadores de adicciones y vicios, desarrollados a partir del consumo de drogas legales.
Drogas
El vicio provocado por el abuso de drogas, tanto legales como ilegales, es uno de los mayores generadores de adicciones de riesgo para la salud

Adicciones conductuales.

Las adicciones conductuales son el conjunto de comportamientos obsesivo-compulsivos que se desarrollan a partir de vicios que no tienen que ver con las sustancias químicas, sino con conductas que, practicadas en exceso y sin control, provocan un comportamiento compulsivo que degenera en perjuicios a la salud, las relaciones sociales, el trabajo, la economía, etc.

  • Ludopatía: Es la adicción al juego compulsivo, se caracteriza por una pérdida del control y la moderación en los juegos de apuestas, en los que la persona que desarrolla el vicio se enfrenta a una incapacidad para controlar y moderar el gasto de su dinero en apuestas y juegos de azar. La ludopatía provoca grandes perjuicios a la persona que desarrolla el vicio, y acarrea dificultades tanto en la familia y en las relacioes sociales, como en la economía y el trabajo.
  • Adicción al trabajo: Consiste en una actitud de trabajo compulsivo en la cual la persona afectada se enfrenta a la incapacidad de relajarse y descansar de su trabajo. La adicción y el exceso de preocupación por los asuntos laborales comienzan a volverse cada vez más excesivos, al punto de perjudicar los otros ámbitos de la vida de la persona (familia, relaciones sociales, ocio, etc.).
  • Trastorno alimentario compulsivo: Consiste en un desorden alimenticio en el cual la persona siente la necesidad de comer compulsivamente. Se caracteriza por una incapacidad de controlar y equilibrar la alimentación, la cual degenera en una conducta donde la persona necesita comer en exceso, que tiene como consecuencias diversas patologías y desórdenes alimenticios como sobrepeso y obesidad, bulimia y anorexia. El abuso en el consumo de comida basura, el sedentarismo y la procrastinación excesiva, características de una conducta perezosa, pueden ser diversas causas de trastornos alimenticios.
  • Consumismo: Consiste en una conducta de compra compulsiva, en la cual la persona se ve afectada por la incapacidad de controlar sus gastos. La tendencia a comprar compulsivamente puede llevar a una crisis económica, y con ella, perjucios y dificultades a la salud, tanto social como personalmente.
  • Adicción a la tecnología: Se trata de una conducta desmedida y excesiva en el uso de aparatos electrónicos, los cuales, utilizados en exceso y sin control, pueden provocar daños a la salud tanto física como mental y social. La adicción a la tecnología puede provocar una conducta de aislamiento, depresión y disociación de la realidad en los casos más extremos.
Ludopatía
La ludopatía es un trastorno conductual caracterizado por una adicción a los juegos, las apuestas y el azar

Trastornos compulsivos.

Los trastornos compulsivos son aquellos ocasionados por conductas desmedidas y abusivas respecto de una acción en particular, con la cual la persona afectada se enfrenta a la dificultad de controlar un tipo de comportamiento que resulta nocivo y perjudicial, tanto para la persona como para otros afectados. Este tipo de trastornos tienen que ver con comportamientos obsesivo-compulsivos que generan manías y conductas crónicas y patológicas que afectan considerablemente la salud mental de las personas. Entre los trastornos compulsivos más comunes se encuentran:

  • Cleptomanía: Consiste en un trastorno que genera una tendencia obsesiva a robar. Es una manía crónica donde la persona no puede controlar el impulso de sustraer efectos personales, objetos y todo tipo cosas que no sean de su propiedad. Generalmente, la cleptomanía consiste en robar objetos pequeños o de poco valor, lo característico de esta manía no es el provecho que la persona extrae de lo que roba, sino el simple hecho de robar compulsivamente y sin control.
  • Mitomanía: Consiste en un trastorno que genera una tendencia obsesiva a mentir. La persona afectada por esta manía, se ve incapacitada para decir la verdad en muchas ocasiones, desarrollando la tendencia a fabular, mentir o torcer los hechos de manera falaz o engañosa. Este trastorno es un tipo de compulsión que no sólo tiende a engañar a los otros, sino también, en muchas ocasiones, la persona también se engaña a sí misma.
  • Piromanía: Consiste en una conducta compulsiva que genera una adicción y fascinación desmedida por el fuego. La persona afectada por esta manía se ve peligrosamente atraída por todo aquello que produzca fuego, como incendios, explosiones o siniestros, haciendo de este trastorno una conducta no sólo obsesiva sino altamente peligrosa, la cual puede desembocar en accidentes cuyos daños y perjuicios resultan incalculables.
  • Tricotilomanía: Es un trastorno compulsivo que genera una pérdida y caída del cabello por el acto de tirarlo o retorcerlo manualmente. La persona que sufre esta compulsión, se ve impulsada por la obsesión de jalarse y arrancarse el pelo sin explicación lógica aparente, lo que provoca, no sólo pérdida del cabello, sino daños en el cuero cabelludo y la salud física y la autoestima de la persona.
Mitomanía
La mitomanía consiste en un trastorno provocado por la compulsión a mentir, engañar o tergiversar los discursos

Causas de los vicios.

Los vicios no son conductas azarosas ni arbitrarias, sino que tienen causas específicas según cada caso y persona, y según qué tipo de vicios y con qué gravedad se desarrollen los comportamientos obsesivos y compulsivos, los cuales se originan a partir de diversos factores (genéticos, psicológicos, sociales, etc.) que determinan, de diversas formas, el origen de cada trastorno.

Factores genéticos.

Los factores genéticos tienen que ver con el carácter hereditario. Si bien, está comprobado que ninguna adicción, vicio o trastorno conductual tiene un origen genético, sí se ha demostrado que ciertos aspectos hereditarios, pueden contribuir al desarrollo de vicios, adicciones y conductas obsesivas de diverso tipo. Según el patrón genético familiar, es probable que algunas personas presenten cierta predisposición genética a desarrollar una compulsión específica ya presente en sus generaciones anteriores. El consumo de drogas, alcohol o tabaquismo durante el embarazo puede ser un factor biogenético de predisposición a sustancias tóxicas.

Factores psicológicos.

Los factores psicológicos se enfocan en estudiar las causas relacionadas con los aspectos emocionales, mentales y afectivos de las personas. La salud mental representa un factor decisivo en la generación de vicios y conductas obsesivo-compulsivas, debido a que un estado de ánimo desequilibrado, el exceso de estrés o la exposición a experiencias traumáticas, pueden ser disparadores para el desarrollo de vicios y conductas compulsivas. Muchas investigaciones señalan la importancia del «trauma» como causa de la generación de las conductas compulsivas, las cuales se desarrollan como vía de escape o evasión de situaciones traumáticas, que degeneran en una conducta compulsiva, una adicción o el desarrollo intenso de determinado vicio. Es común hallar en los vicios una vía de escape a las situaciones dolorosas o traumáticas, es por esta razón que el desarrollo de este tipo de conductas desmedidas no sea mediante un control o moderación adecuada, sino de manera compulsiva y riesgosa para la salud, ya que son síntomas de una realidad traumática que las personas no están pudiendo tratar de forma profesional y adecuada, por lo que degeneran en el desarrollo de vicios, adicciones y todo tipo de comportamientos compulsivos.

Salud mental
Los desequilibrios en la salud mental son un factor importante en la generación de vicios y adicciones

Factores sociales y ambientales.

La sociedad, los grupos y las distintas prácticas socioculturales, así también como los conflictos sociales, económicos y políticos, representan un factor decisivo en la generación de los vicios y las conductas desmedidas en la población.

En primer lugar, la inacción de los gobiernos frente al ingreso del narcotráfico en la sociedad y su influencia en los sectores más vulnerados social y económicamente, ha hecho que, en muchos países, las drogas ilegales se hayan instalado en los barrios y ciudades, sembrando y fomentando el consumo de drogas sin ningún tipo de control ni regulación. Este fenómeno social y político, afecta a generaciones enteras de jóvenes del todo mundo que, frente al desamparo económico y laboral, recurren al narcotráfico, el consumo de drogas y las prácticas compulsivas como vía de escape a las graves dificultades socioeconómicas de su realidad social.

Por otra parte, la cultura del consumismo y la publicidad desmedida sobre el consumo de sustancias legales, sumado al intenso y estresante ritmo de vida al que las personas están acostumbradas a vivir en las sociedades actuales, fomentan la generación compulsiva de todo tipo de vicios y adicciones. La publicidad de comida chatarra, la cultura del consumo desmedido, los excesos y la falta de control en el uso de sustancias como el alcohol, el tabaco, los fármacos, entre muchos otros, componen un contexto y un ambiente propicio para el surgimiento de todo tipo de conductas viciosas y compulsivas.

La presión de los grupos sociales de pertenencia también es un factor determinante, sobre todo entre los jóvenes. Es muy frecuente el ingreso de los jóvenes al consumo de determinadas sustancias o conductas viciosas debido a la presión de los grupos de pertenencia, en los cuales se transmite, se fomenta y se proliferan todo tipo de conductas tendientes a los vicios.

Presión social
La presión social ejerce una fuerza considerable en el origen de los vicios y las adicciones

Consecuencias de los vicios.

El consumo excesivo de determinada sustancia, así como también el desarrollo compulsivo de ciertas conductas desmedidas, tiene consecuencias significativas tanto en la persona que desarrolla determinado tipo de vicio, como en la familia y la sociedad en general. Las personas afectadas por los vicios, los excesos y las adicciones sufren graves consecuencias que, en los peores casos, pueden ser irreversibles si no se las interviene a tiempo y mediante tratamientos adecuados.

Las consecuencias de las adicciones, el consumo excesivo de drogas y otro tipo de compulsiones desembocan en cuadros graves de ansiedad, depresión, aislamiento social, comportamiento autodestructivo, impulsividad, una constante búsqueda de placer sin medidas, síndrome de dependencia y síndrome de abstinencia, tolerancia a las drogas y un progresivo avance del consumo cada vez mayor y más riesgoso. En los casos de consumo de drogas y adicciones severas, estos pueden desembocar en episodios de sobredosis que podrían llevar a un daño cerebral grave o, en el peor de los casos, a la muerte.

El tabaquismo puede provocar, a largo plazo, enfermedades cardiovasculares, diferentes tipos de cáncer y enfermedades pulmonares. El alcoholismo puede provocar falla en los órganos, cirrosis, deterioro cerebral y cognitivo, además de los graves daños sociales que el alcoholismo produce tanto en el ámbito social, laboral como en la familia, donde la desintegración familiar por causa del alcohol alcanza un número de casos preocupante en gran parte de los países del mundo.

Socialmente, los vicios y adicciones destruyen toda posibilidad de forjar lazos y vínculos sociales sanos y genuinos. La irrupción de las drogas en los ambientes sociales provoca la disolución de los espacios comunes y destruye la posibilidad de construir grupos sociales basados en la salud, el respeto y la cooperación.

A nivel socio-político, los daños sociales se traducen en un amento de la violencia y la delincuencia en las calles. El negocio del tráfico de drogas, sumado a la corrupción política, generan un contexto propicio para el surgimiento del crimen organizado y los carteles de droga. Este fenómeno representa un gran problema para sociedades y países de todo el mundo, los cuales se ven profundamente afectados a nivel social, económico y político. La pobreza y el desempleo generan en la sociedad las condiciones de desigualdad de las que surgen las peores versiones del desarrollo de los vicios, adicciones y trastornos compulsivos.

Narcotráfico
El aumento y la instalación del narcotráfico en los barrios y las ciudades son una consecuencia de la corrupción y la falta de políticas públicas por parte de los gobiernos

Prevención y tratamiento de los vicios y adicciones.

Existen múltiples formas y organismos que fomentan la prevención y el cuidado de la salud frente a la peligrosidad de los vicios y las adicciones. El desarrollo de grupos de apoyo y ayuda mutua, como centros de rehabilitación y desintoxicación de personas que buscan salir de la situación crónica o adicción que padecen, son de vital importancia para fomentar la recuperación y la resocialización de las personas vulneradas por este tipo de trastornos.

A nivel social, la educación y la concientización son fundamentales para llevar adelante un plan de prevención de adicciones a través de campañas de concientización y educación sobre drogas, con el fin de informar y prevenir a la población sobre los riesgos de los vicios y adicciones. También son importantes, los grupos de contención y ayuda como alcohólicos y narcóticos anónimos, en los que la terapia de grupo es de gran importancia en la rehabilitación y prevención de una posible recaída.

A nivel político, es importante abrir los debates en materia de políticas públicas, en relación a las drogas y el rol que los Estados tienen frente a la distribución y consumo de drogas en la población. El debate sobre políticas de drogas es una asignatura pendiente que los gobiernos del mundo deben tomar con mayor seriedad para garantizar una regulación y control de las drogas, así como también suministrar atención médica y educación preventiva para reducir los riesgos de la producción y consumo de las drogas en la población. Los debates acerca de la legalización de drogas con fines regulativos, el desarrollo de planes de control de sustancias y reducción de daños, a partir de un control legalizado y reglamentado por los Estados, puede ayudar a sanear a la población de los flagelos de la droga y la delincuencia.

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Aci, E. M. (15 de agosto de 2023). Definición de vicio. Características, tipos, causas y consecuencias, salud y sociedad. Definicion.com. https://definicion.com/vicio/