Iluminación es el nombre que recibe la acción y el efecto de iluminar, es decir, de alumbrar, de usar luces para que algo se haga visible. Es un fenómeno esencial para la vida cotidiana, ya que permite que los lugares a donde la luz natural no accede puedan ser visibles o, por ejemplo, durante períodos nocturnos, donde no hay luz natural y debemos recurrir a métodos artificiales.

La palabra proviene de iluminar, del latín illumināre, es decir, bañar de luz o que algo tenga claridad.

Historia.

Fuego
El fuego es uno de los principales elementos empleados desde la antigüedad para iluminar.

La historia del hombre, desde sus inicios hasta la actualidad, puede interpretarse en relación con los avances y progresos que tuvo a su disposición con el paso del tiempo. En este sentido, es complejo determinar en qué punto el hombre deja de utilizar únicamente las fuentes de luz natural para sus actividades (como la luz de día) para utilizar uno de los grandes descubrimientos de la historia, el fuego

Si bien es muy probable que ya hubieran estado en contacto con él como resultado de incendios, por ejemplo, el uso doméstico, es decir, su uso controlado como resultado de la fricción de dos elementos, por ejemplo, data de, al menos, más de un millón de años atrás. 

Este uso no sirvió solamente como fuente de luz, sino también para cocinar alimentos crudos, para espantar posibles animales que los atacaran, que huían al ver esta luz de noche, y para construir armas y herramientas. A la luz de luna se le complementaban estos usos domésticos que permitieron aumentar la luminosidad en un ambiente, la visibilidad y, por ende, reducir peligros y accidentes.

Con el paso del tiempo, comienzan a pensarse alternativas para aislarlo y poder manipularlo de un lado a otro. Un ejemplo de esto son las antorchas, las lámparas de aceite, de las que ya hay registro al menos mil años antes de Cristo, o las velas, utilizados por los egipcios desde el 3000 a. C., aproximadamente.

El uso de elementos para obtener luz artificial, además de la luz del día, estuvo durante mucho tiempo restringido a las clases más altas, como la nobleza o el clero. Esto era común durante la Edad Media, cuando las familias de campesinos usaban fundamentalmente velas hechas de sebo, que resultaban muy económicas.

Velas
Las velas fueron uno de los elementos más utilizados, como fuente de luz artificial, en los hogares de las distintas sociedades, por su bajo costo.

No es sino hasta el siglo XIX que comienzan a producirse los cambios que revolucionan la vida hasta ese momento. Con la invención de la lámpara de gas de carbón se da inicio al primer medio de iluminación de ciudades y calles en la historia, que inicialmente se utilizó para la iluminación industrial —su creador, William Murdoch (1754–1839), la instaló inicialmente en su fábrica de algodones—. Posteriormente, se inventa la lámpara de queroseno, hacia 1830.

Sin embargo, una de las grandes invenciones fue la bombilla de filamento de carbono inventada por Thomas Edison (1847–1931)hacia las últimas décadas del siglo XIX.

La luz LED, finalmente, es otra de las revoluciones en la historia de la iluminación. Hacia 1960, Nick Holonyak (1928–2022), un inventor estadounidense, desarrolla el primer diodo emisor de luz, conocido por la sigla LED. Este emitía luz al ser atravesado por una corriente eléctrica, y el primer prototipo emitía luz roja.

Tipos.

Veamos a continuación algunos de los principales tipos de fuentes de iluminación:

  • Luz natural: la iluminación proviene de fuentes naturales(es decir, no artificiales o creadas por el hombre) como el Sol.
  • Iluminación ambiental: es la que permite que cualquier espacio, abierto o cerrado, tenga visibilidad en un nivel mínimo. Suele relacionarse con la claridad, primero, pero también con la calidez y con la construcción de atmósferas acogedoras y agradables. Por ende, son ubicadas estratégicamente en un espacio u otro.
  • Iluminación puntual: es una fuente de luz que se ubica específicamente en un espacio, para alumbrar un sector determinado. Es un ángulo muy pequeño de luz, sin embargo, es el que destaca completamente.
Luz natural
La iluminación natural es una de las formas más utilizadas no solo en exteriores sino también en la construcción de espacios cerrados con acceso a estos tipos de iluminación.

Existen múltiples tipos de iluminación, además de estos ejemplos: uno de ellos es la iluminación sostenible, que procura mantener cuidados hacia el medioambiente. Por un lado, se da prioridad a las fuentes de luz natural, para recurrir en menor medida a las fuentes artificiales: por otra, disminuye el consumo de energía.

Otro ejemplo, diferente al anterior, es el de la iluminación comercial. Esta, empleada en comercios y negocios, es esencial llamar la atención sobre los productos que ofrecen los comerciantes y para que la gente permanezca en el lugar buscando nuevos productos.

Como herramienta.

La luz no es solo una herramienta para poder ver más y mejor: con el paso del tiempo, su función como elemento para comunicar le permite adquirir una relevancia esencial al interior de ciertas disciplinas.

Consideremos por ejemplo su rol en disciplinas clásicas, como la arquitectura: sin embargo, es esencial también en las artes como la pintura, el teatro o el cine. Su uso se transforma, en estas instancias, en una herramienta más para construir esas obras.

Adquiere tanto valor como los personajes, la construcción de la historia o la vestimenta, entre otros. Gracias a ella, es posible transmitir emociones como alegría, miedo, soledad o tristeza.

Puede usarse para ejemplificar el clima, y para transmitir la sensación de frío, de calor o de humedad, entre otras. Gracias a ella, también, y a los diferentes tipos de iluminación y fuentes de luz que existen, se puede comunicar la profundidad de los objetos o su volumen, incluso.

Iluminación y arte
La iluminación, en artes escénicas y otras, es un componente esencial para poder construir una historia y darle forma a aquello que se narra.

Ejemplos de fuentes de luz.

A continuación, veremos alguno de los principales elementos utilizados a lo largo de la historia para iluminar.

Las luces fluorescentes, o lámparas fluorescentes, son un tipo de fuente lumínica que en la actualidad tienen una duración mucho más extensa que las lámparas incandescentes. En la actualidad, son una fuente de luz muy extendida debido a que consumen mucha menos energía que otras, lo que la vuelve una alternativa más económica.

Las luces incandescentes, como una lámpara de tungsteno (también conocido como wolframio, es un metal color blanco considerado el más duro de todos), son aquellas que necesitan de una fuente de corriente eléctrica para funcionar.

Por otra parte, encontramos las lámparas en general, que sirven para sostener luces artificiales. Existe una gran cantidad de ellas:

  • Lámpara de plasma: también llamada bola de plasma, es una esfera de cristal transparente compuesta de gases a baja presión. Tienen un fin más bien decorativo, y se hicieron populares a fines del siglo XX.
  • Lámpara de lava: también de uso decorativo, se compone de un recipiente sellado en el que, tras llenarlo con agua, emite luces que se asemejan a la lava volcánica, en función del color que se use.
  • Lámpara solar: constituye un sistema lumínico compuesto de lámparas LED, paneles solares y una batería. Sirven para capturar la luz del Sol e iluminar interiores.
  • Lámpara de pie y lámpara de mesa: de uso doméstico, sirven para iluminar espacios en un hogar o una vivienda. Son uno de los objetos más extendidos y comunes.

El uso de estos objetos ayuda a no forzar la vista en contextos de poca visibilidad, lo que es esencial para el cuidado de nuestra salud ocular y para evitar, por ejemplo, malestares físicos como jaquecas o dolores de cabeza por una iluminación deficiente.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (31 de octubre de 2023). Definición de iluminación. Historia, rasgos y usos. Definicion.com. https://definicion.com/iluminacion/